Capítulo 10. Injusta expulsión

Adusias se sentía furioso. Todavía no podía creer que Belcú dejara ir a esa "mortal". Tenía deseos de destruirlo, pero sabía que nunca podría contra un ser de la oscuridad.

- Regresaré al mundo energético – le informó Adusias a Belcú, una vez se hubo calmado – todavía tengo asuntos que saldar con Israfil y, además, debo capturar a "Shael". Quizás no pueda derrotarte en esta vida, pero te juro que, algún día, te encontraré y te mataré. Aunque te olvide, te reconoceré como uno de mis enemigos.

- Está bien. Te esperaré – dijo Belcú, con calma – soy un ser paciente. Pero ten cuidado, la vida da vueltas y aún tienes muchas puertas que cruzar.

Adusias recuperó su nave y fue directo hacia el mundo donde residía Israfil. Gracias a su interacción con Belcú, ahora le era fácil trasladarse en diversos mundos, sin importar si originaban o no de la energía oscura. En el fondo, debía agradecérselo: gracias a la interacción, ahora ya podría tener acceso a ese 95% del universo que era completamente desconocido para la mayoría de los seres vivientes, sean estos originarios de mundos materiales o energéticos. Y, quizás así, lograría obtener el poder para liquidar a todos los seres energéticos del universo y ser el generador de nuevos seres vivos, sin distinciones ni rivalidades de todo tipo. Todos iguales "ante los ojos de su creador".

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Todos los seres energéticos quedaron asombrados ante la presencia de Clara. En ella reconocieron a Shael. Y también supieron apreciar la información que ella adquirió al recuperar la memoria de su vida pasada y lo nuevo que logró "captar" cuando viajó al mundo energético.

- Esta información logré completar gracias a lo que aprendí en el mundo material. El sol de nuestro sistema solar es "material" y, como sabrán, esa clase de soles tiene tres posibles finales: se vuelven agujeros negros, o en enanas blancas, o en estrella de neutrones. Este sistema solar es puramente energético y, gracias a eso, los nativos de este mundo pueden "crear" vida. El "crear" es un modo de decir, porque las almas que nacen aquí provienen de otros mundos. Los nativos del sol son energía pura: no tienen forma, se amoldan a los energéticos que los visitan; no son ni hombre ni mujer, están y no están. Y como energía pura, sus presencias alcanzan todos los confines de tan solo una galaxia. Pero, así como los seres energéticos se "desvanecen" al finalizar sus vidas, este sol energético también se desvanecerá y su destino será el convertirse en un sol negro. Aunque les duela, estamos llegando al apocalipsis. La única forma de evitarlo, aunque sea por un tiempo, sería pedir fuerzas de los energéticos negativos. Su expulsión de este mundo NO es una solución. Ellos podrán ayudarnos. Lo sé, pero aún no sé cuál sería el procedimiento a seguir.

Los energéticos empezaron a murmurar entre sí. Israfil y Ramiel tenían un mal presentimiento. Sabían que, dijeran lo que dijeran, ellos ya habían tomado la decisión. Y nadie les haría cambiar de opinión.

- Lo sentimos, "Shael" – dijo uno de los energéticos, el cual se lo conocía como Shenar – sentimos que hayas tenido que viajar tan lejos para defender a nuestros enemigos. Aunque te felicito por el intento, lamento decir que tu postura es ambigua y no está claro lo que dices. ¿Qué los negativos podrían "extender" la consistencia de nuestro sol? ¿De dónde se ha escuchado semejante barbaridad? Por eso, y hablando por todos los energéticos puros que habitamos este mundo, exijo que los negativos se marchen cuanto antes. Si no lo hacen, les declararemos la guerra y liquidaremos a cada hombre y mujer negativo que habite este mundo.

- ¡Dame tiempo! – le suplicó Clara quien, ante la desesperación, se arrodilló al suelo y juntó las manos, en señal de ruego - ¡Por favor! ¡Seguiré buscando más información al respecto!

Un grupo de energéticos negativos se acercó a la reunión, el cual esta liderado por una joven de cabellos color violeta y ojos rojos. A Clara le pareció conocida la joven, pero no recordaba bien quién era.

- Buenas, Shenar – le saludó la joven al líder de los energéticos puros – mi nombre es Esmi. Como representante de los energétivos negativos y sus descendientes, le informo que hemos tomado la decisión de partir de este mundo cuanto antes. Durante millares de años, hemos sido migrantes, siempre rechazados por mundos energéticos y materiales. Solo nos quedábamos porque queríamos permanecer junto a nuestras familias, sean éstas energéticos o materiales. Aunque al inicio habíamos acordado entre todos que nos dejarían vivir aquí sin interactuar con los energéticos puros, ahora he sentido que la hostilidad hacia nosotros ha crecido. Nos culpan de un crimen que no cometimos y todo porque unos cuantos renegados de su condición intentaron apoderarse de un gran poder que nunca podrían contener. Por eso, nos iremos. Y cuando encontremos un mundo desierto, lo poblaremos. Podemos subsistir en cualquier clase de mundo sin ningún problema – Esmi miró fijamente a Clara, le mostró una sonrisa de nostalgia y le dijo – Gracias por defendernos. Y aunque no me recuerdes, siempre te apreciaré como una hermana.

Cuando Esmi y su grupo les dio la espalda, Clara sintió que una chispa de recuerdo la invadía. Sabía quién era. La recordaba. Su sonrisa. Su voz. La tenía almacenada en lo más profundo del baúl de recuerdos. Y cuando al fin sintió que lo tenía claro, extendió la mano y gritó:

- ¡Espera! ¡Esmi!

Estaba a punto de ir tras ella, cuando sintió que una ráfaga de luz caía sobre ella. Israfil también lo vio y, al instante, se abalanzó sobre Clara y cayeron juntos al suelo. Israfil la protegió y Clara se sintió culpable al ver cómo el cuerpo de su amigo sufrió daños severos.

- ¿Se rendirán tan fácil? ¡Creí que eran más fuertes! – dijo una voz a las alturas.

Todos levantaron las cabezas y vieron a Adusias, quien estaba encima del techo de su nave que, en esos momentos, se transformó en una elipse flotante.

- ¿Adusias? ¿Qué haces aquí? – le preguntó Israfil, quien se levantó luego de recuperarse del impacto.

- Vine a desafiarte – le dijo Adusias quien, en esos momentos, fijó su mirada en Clara – y vaya que me llevé una sorpresa. ¡Nunca creí que traerías a una material en este mundo! ¿Cuándo fue la última vez que sucedió eso? No lo recuerdo, pero bueno. Aún me asombra que siga viva, así como su amiguita.

Antes de que Clara dijese algo, Israfil fue directo hacia Adusias y le lanzó un ataque. De la nave de Adusias salió un escudo de color negro, el cual lo protegió y absorvió el poder de Israfil.

- ¡No puede ser! – dijo Israfil, sorprendido - ¿Dónde has conseguido esa nave?

- Fui capturado por un ser de la oscuridad – dijo Adusias – se llama Belcú.

Los ojos de Clara se abrieron completamente. Entonces Belcú sí existía. Y que Adusias haya interactuado con él, significa que pronto se avecinaría un gran enfrentamiento de mundos. Una pelea en el cual habría destrucción absoluta. No. No quería que nadie muriera.

- Clara, vete con los energéticos negativos – le pidió Israfil a la joven – pronto los efectos de las pastillas desaparecerán y perecerás. Si Esmi es la líder, estarás segura con ellos.

- ¿Y qué hay de ti? – le preguntó Clara, al borde de las lágrimas. No quería perder a su compañero de vida.

- No peleará solo – le dijo Ramiel a Clara – Yo estaré con él. Si Adusias interactuó con un ser proveniente de energía oscura, será difícil que un solo energético lo derrote.

- Nosotros también estaremos aquí – dijo Shenar, hablando por los demás vecinos – vamos a acabar con todos los enemigos que amenazan nuestro mundo. Y ahora, Adusias, ha superado todos los límites de lo permitido. ¡Y eso es imperdonable!

- Bien – dijo Adusias, activando el poder recién obtenido del mundo oscuro – Así me divertiré un poco antes de apoderarme de Shael.

Clara se dio cuenta de que no podía hacer nada. Solo le quedaba confiar en que Israfil y los energéticos puros lograrían vencer a Adusias.

Esmi y los energéticos negativos fusionaron sus naves y la transformaron en una sola nave, lo bastante amplia para albergar a toda la población de un planeta. Clara se acercó a Esmi y, sin ningún temor, la abrazó.

- Ahora te recuerdo – le dijo Clara – has crecido, Esmi. Sabía que llegarías lejos.

- Todo es gracias a ti, Shael – dijo Esmi, cuya voz se tornó suave – subámonos a la nave, tenemos mucho de qué conversar.

Unas luces iluminaron a los negativos y fueron abducidos por las mismas. Una vez que todos estuvieron adentro, la nave partió hacia su éxodo, en busca de un nuevo mundo el cual pudieran habitar libremente, sin recibir desprecio o rencores acumulados de tiempos pasados solo por el mero hecho de existir.

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