—Porqué este pensamiento se siente tan pesado, tan fuerte, tan imponente?.

—Porqué seguir con esto si me hace tanto daño?.

—Porqué duele tanto sentir su rechazo?.

—Quisiera decirte por que estoy tan triste.

—Quisiera decirte que estoy tan solo.

—Pero no puedo decirte que me estoy rompiendo lentamente.

—Puertas cerradas, encerrado sin llaves, manteniendo mis sentimientos ocultos.

—No hay facilidad.

—Necesito que pare.

—Quiero ser capaz de expresarme pero, mis sentimientos son fatales.

—Cuánto tiempo tengo que mantenerlo dentro?.

—Necesito dejarlo y juro que lo he intentado.

—Pero expresarme significa confiar en los demás.

—Esto es demasiado no quiero molestar, no quiero estorbar más de lo que ya lo hago.

—Así lo seguiré manteniendo dentro enterrado profundamente.

—Se que no es saludable, pero no escucharas un grito en mí.

—Aunque siempre estoy triste, duele porque me estoy rompiendo lentamente.

—Este triste corazón pesa.

—Estoy ahogandome en un océano de lágrimas y enterrandome en la oscuridad, en lo mas profundo de este triste corazón.

—Sabes lo jodido que es esto, ser tu segunda, tercera, cuarta o quinta opción... Siempre.

—Me duele por que fuí la primera persona que llegó hacia tí, pero con el tiempo me olvidaste, me dejaste desolado, pero seguí creyendo en ti, seguí a pesar de ser ignorado.

—"Son amigos, es normal, no siempre tendra que estar conmigo, si ella es feliz con estas personas, entonces soy feliz", lo dije tantas veces para consolarme, para ignorar el echo de que siempre terminabas alejandome y llendo con nuevas personas, me ignorabas, me evitabas, creía en ti, se suponía que éramos novios, traté volverme más sociable y mejor por ti, por lo cual ignoré muchas señales de tu lejanía hacia mí.

—Me torturé, siempre decía a mi mismo "es tu culpa por ser tan serio, ¡vamos! se mas gracioso, se una persona más llamativa... es por eso que la aburres. No eres lo suficientemente bueno para ella".

—Mi madre me preguntó si era normal que pasaras demasido tiempo con aquel chico, por quien me ignorabas y me abandonabas cuando este te llamaba. Respondí a esa pregunta así: "quizás se fueron a hablar de cosas personales, quizás ella no confíe tanto en mí como en él... No importa con tal de que estén cómodos. Quizás son cosas que le den vergüenza decirme". Ojalá hubiera sido eso.

—Hoy me dí cuenta de tantas cosas, quizá el problema soy yo, quizá me metí al rompecabezas equivocado, yo era la pieza que no encajaba en él, no era lo suficiente perfecto para aquél.

—Hoy me sentí tan incómodo, no encajaba, no era lo suficiente, no entendí, me sentí un mal tercio, tú madre le saludó a él, le trato bien a él, se carcajeó con él; mientras que yo... solo miraba; sabes... traté de saludarla, me ignoró, traté de ser cortés y responsable, traté de ser amigable, traté de ser gracioso, traté de ser encantador... Tan patético, tan patéticamente estúpido, simplemente no era yo.

—Sabes me sentí mal, aquella vez en la cual estabamos en el techo de tu casa, bajo el hermoso manto de estrellas que nos cubría, ese momento, me sentí olvidado, estaban tan divertidos y felices, se olvidaron de que yo estaba. Ustedes decidieron empezar ese tonto juego en cual al parecer los únicos participantes eran ustedes dos.

—Ese día, al llegar a casa, mi madre me preguntó cómo la había pasado. Le hable de este como si hubiera sido perfecto junto a ustedes. Ojalá lo hubiera sido....

—Fuí a mi cuarto, me sente a dibujar como habitualmente hacia todos los días, pero hoy solo podia flashear todas esas veces en las que fuí olvidado, me rendí con el dibujo; guardé mis cosas. Al terminar de ordenar, me escondí bajo las mantas de mi cama; tomé el celular y reproducí uno de los tantos audios tuyos cuando cantabas para mi. Cuando aún estabamos bien...