Han pasado mas de 6 meses desde que mude aquí, mi relación con los chicos esta muy bien, bueno casi bien; hace 2 meses me gradúe de la preparatoria junto a Thomas, ahora somos unos Bachilleres, iré a una nueva institución, tendré nuevos amigos, de preferencia chicas ya estoy un poco sofocada de andar rodeada de chicos, lo digo en el mejor sentido, aunque en ocasiones hablo con mis amigas, ya no es como antes; nuestro amistad se va debilitando cada vez mas, ellas han encontrado cosas que hacer y ya no tienen tiempo  para mi,  suena muy triste y exagerado pero así suena la realidad, la ultima llamada que tome de ellas fue la de Lucia hace mas de un mes, solo me dijo que estaría ocupada por un tiempo por su nuevo trabajo y unos cursos que iba a realizar. Así comenzaron a cambiar muchas de las cosas que me rodeaban.

Tenía planeado irme unos días a nueva york, pero repentinamente e cambiado de opinión, he comenzado a pensar que no hay nada por lo que tenga que volver allá.

2 Días antes de empezar la universidad...

Me quede contemplando la luna, que se asomaba por mi ventana llenando mi habitación de claridad. Ahora tenia otra concepto acerca de la noche, suele ser tan misteriosa y hermosa, o en ocasiones puede llegar a ser escalofriante y peligrosa. Tan peligrosa que podría llegar a perder la vida en un abrir y cerrar de ojos. Pensar en eso al principió me asustaba, me hacia recordar aquella vez que me enceraron en el baúl, pero pueden llegar a existir cosas peores, el truco es saber en quien puedes confiar y en que lugares jamás debes entrar, Eso lo tenía muy claro desde ese momento.

El sonido de los grillos que provenía desdé el jardín, al principio era agradable pero luego se volvió algo molesto, tanto que cerré las ventanas para no oírlos. Me recoste en el espaldar de la cama y continúe leyendo un libro de historia, llevaba más de la mitad leída pero todavía no encontraba lo que buscaba, así que decidí buscar por internet  a cerca de la luna roja, después de ingresar en el sitio de búsqueda, aparecieron mas de 1000 sitios con esa información. Dicen que lo luna roja también suele llamarse luna de sangre, pero aún los científicos no saben si aparecerá este año, al contrario de los chicos ellos están tan seguros que hasta tienen la fecha marcada en sus calendarios.

*tocan la puerta*

— ¿Puedo pasar? — dice en voz baja.

— adelante, pasa — cierro la laptop y la guardo, dejando solo el libro sobre la cama.

— ¿Ya ibas a dormir? — pregunto Hide, aún parado en la puerta.

— No, estaba leyendo un poco.

— ¿ Sobre que? — cierra la puerta, se sienta y toma el libro.

— La historia de Inglaterra— Sonreí.

— ¿Historia? — dijo con un tono aburrido — ¿no sabes que aún estas de vacaciones?— comenzó a burlarse.

— Si, pero siempre es bueno leer, además no quiero llegar como tú a la universidad — Le doy un leve toque con el libro en la cabeza.

— No niegues que quisieras entrar ¡como yo! — arquea una ceja — Además de ahora en adelante vas a estar conmigo.

— ¿Contigo? — pregunto haciendo una leve risa — Mejor dicho con ¡ustedes!, los chicos también estarán allí.

— Ah si, lo chicos también — dijo con fastidio — eso quise decir solo que no me dejaste terminar.

— ¿Así? bueno entonces lo siento por interrumpirte — me río — ¿por cierto donde están ellos?

— Están afuera — responde — ¿quieres ir? — se levanta de la cama.

— Esta bien, vamos — lo sigo, hasta la parte de atrás de la casa.

Afuera estaba haciendo más frío de lo normal, una leve brisa estremecía los árboles, dejando caer varias de sus hojas y alborotando un poco mi cabello, ellos estaban sentados uno en frente del otro, solo Robert permanecía de píe, caminando con el celular en su mano.
Hide se aproxima primero y se sienta junto a ellos.

— Papá ¿podrías calmarte? — alza la voz — ya para de caminar de aquí para allá ¿Con quien acabas de hablar? — preguntó, mirando su celular.

— Lo siento hijo, no pasa nada, solo fue Demix, debo reunirme con él mañana — respondió un poco agitado.

— ¿Ya a vuelto? — preguntó Thomas.

— ¿Demix? ¿ Quién es? — me uno a la conversación.

— ¡Emma! — me mira Robert, guardando su celular y tomando asiento — Bueno... Demix es un amigo de la familia, es el líder de la orden del norte — voltea a ver a Thomas — Llego hace 2 días.

— Solo queda esperar, para saber que es lo que te va a decir — dice Stefan de brazos cruzados.

— Si, él tiene razón, además ya era hora de que volviera — añadió Lucas.

— ¿Porque les gusta hablar siempre de estas cosas afuera? — digo un poco confundida — ¿No tienen miedo de que alguien los escuche? — bajo el tono de voz y me acerco a ellos.

— No, hay nadie en 5 kilómetros, por eso nos sentimientos libres de decir cualquier cosa — exclama Lucas.

— De eso ya me había dado cuenta — comienzo hacer algo sarcástica — Tengo demasiado frío, creo que iré a dentro.

— Te acompaño — Thomas se levanta y se acerca hasta a donde estoy.

—Esta bien, que descansen y no se acuesten tarde — me volteo, paso mis manos encima de los brazos para darme calor.

— ¿Tienes mucho frío? — voltea a verme.

— ¡Si!

— Toma mi chaqueta — se la quita y la coloca encima de mis hombros — mejor ¿no?

— Gracias, esta tibia — sonreí y metí las manos en la chaqueta.

—¿No deberías dormir? — ve el reloj que lleva en la muñeca.

— Y ¿tu? — le devuelvo la pregunta.

— Para mi no es tan necesario — hace una leve sonrisa — ya deberías saberlo — mira hacia el cielo.

— Si,si, ya lo se — digo aburrida — Ustedes pueden hacer cosas, increíbles ¿por que razón las esconden? — pregunto cambiando de tema y observando sus brazos un poco curiosa.

— Las personas nos temerían, con solo saber que nos alimentamos de su sangre — responde amablemente.

— ¿Por que a mi no me puedes enseñar?

—¿Que cosa? — pregunta algo confundido.

— Sabes a que me refiero, ustedes no solo saben subsionar sangre, también pued...— no pude terminar de decirle.

— ¿De que hablan? — se asoma por la ventana.

—¿ Mamá? — miro hacia la ventana — estamos tomando aire fresco, pero ya íbamos adentro.

— Entren rápido, no vayan a resfriarse — se quita de la ventana.

— No te salvarás de esta conversación — le susurro.

— Creo que no tendré escapatoria — sonríe — anda a descansar, luego hablaremos de eso — mira hacía las escaleras.

— Esta bien, buenas noches — me dirijo a mi habitación.

Acomodo las almohadas de mi cama, extiendo la sabana y me envuelvo entre ella. A las pocas horas de a verme quedado dormida, mi mente es atormentada con fuertes pesadillas, que me hacen despertarme llena de sudor y con un escalofrío que eriza toda mi piel, me camino hacia el baño aún con el corazón acelerado, abro la llave del lavamanos y mojo mi cara, repetidas veces, y vuelvo acostarme, pero esta vez no pude volver a dormir, me movía de un lado a otro, cambiaba de posición, cerraba mis ojos con fuerza y nada. Al darme cuenta que ya empezaba amanecer, decidí levantarme y comer algo, mi estómago ya empezaba a sonar, camino hacia la cocina, por lo visto todos seguían dormidos.

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¿Que les pareció el primer capitulo?