CAPITULO 2

Tomo algo de pan y le unto un poco de salsa — Puede que todos estén dormidos o finjan estarlo, por que como dice Thomas para ellos no es necesario – pienso eso mientras coloco un trazo de pan en mi boca. – Y pronto para mí tampoco será necesario – suspiro.

Mientras me encuentro sentada en el comedor, escucho unas leves pisadas acercarse, así que quise esconderme para asustar a la persona que caminaba hacia donde me encontraba. Me coloque detrás de las cortinas de gamuza, y aguarde hasta poder visualizarlo. Fue cuando unos segundos más tarde pude ver una cabellera negra dirigirse a la cocina, me puse de puntillas y camine detrás de él.

Coloque mis manos detrás de su espalda y le di un leve empujón – ¡Bu! – él volteo rápidamente sin mostrar ninguna expresión en su rostro.

— ¿Qué intentabas hacer? ¿asustarme? – dijo tratando de aguantar la risa.

— ¡Yo! ¿Asustarte?, no – dije arrugan un poco la frente.

— ¿Por qué estabas caminando en puntillas y me dijiste bu? – arquea una ceja.

— Bueno, si, intentaba asustarte Hide, pero mi plan no fusiono – dije poniendo un puchero e inclinado un poco mi cabeza – ¡Oye ese es mi emparedado! – observo cuando lo toma y le pega un mordisco.

— Era tuyo, ahora es mío – afirmo con una sonrisa vacilante

— ¡Devuélvemelo! – estiro mi mano para intentar quitárselo

— Si lo quieres de vuelta tienes que quitármelo – alzo el brazo donde tenía el emparedado.

— Me levanto para intentar alcanzarlo, pero él es un poco más alto que yo, así que comencé a dar brincos – vamos, esto es injusto – continúo saltando hasta que noté que nuestros rostros estaban demasiado cerca y me detuve. – sabes que, mejor quédatelo, yo me preparare otro.

— Gracias, degustare cada bocado – se acerco a mi oído y susurro – pero déjame decirte que esta delicioso.

— Al escuchar su voz tan cerca, mi piel se erizo – si, lo estaba – lo intento ver de reojo – bueno me voy de nuevo a mi habitación.

— Está bien, gracias de nuevo por el emparedado – me guiña un ojo.

Subo hasta la parte de arriba, me envuelvo nuevamente en mis sabanas, he intento otra vez dormir, mis párpados por fin lograron cerrase, y obtener el sueño, por lo menos 3 horas porque de pronto mi descanso fue interrumpido, por una llamada telefónica.

Estiro mi mano para poder contestar, pero antes de presionar el botón verde, ya habían cortado — ¿Quién habrá sido? – observo el numero pero solo aparece desconocido. Veo la hora y me siento, estrujando un poco mis ojos – Por hoy solo poder descansar a esta hora, porque mañana, comienzan las cases... mis horas de dormir se acortaran – dije con fastidio y levantándome de la cama.

Me dirigí a arreglar y bajar para conversar un rato, al bajar el último escalón, escuche una voz que se me hacia algo familiar, así que camine hacia ella. Quede paralizada entre el pasillo y la sala, al ver aquella persona en mi casa, mi corazón latía un poco más rápido y mis manos comenzaban a temblar. No podía entender cómo es que mi cuerpo no podría esconder mi miedo, porque tenía que ser tan evidente, retrocedo unos pasos y sin querer piso el pies de mi mamá.

— ¡AY! — soba su pies.

— Lo siento mamá, no te vi – veo la marca que le había hecho mi zapato.

— Tranquila hija, no paso nada – gentilmente levanta la cabeza para verme.

— Voy afuera, iré a tomar aire fresco – me dirijo hacia el lado contrario.

— Hija – volteo a verla – antes de irte, podrías ayudarme a llevar unas bebidas a los chicos, yo llevo estos, pero quedaron 2 en la cocina – señala.

— Bueno... está bien yo te ayudo – tomo los 2 vasos que estaban encima de la mesa y los llevo hacia los chicos.

Al poner un pie en la sala mi corazón nuevamente se acelera, controle mis manos para que no temblaran y así no derramar los jugos, todos los chicos estaban sentados allí.

— Buenas chicos – les entregue el vaso – disculpen la interrupción, ya me retiro.

— Hola Emma – dice aquel chico, de manera pircará y con la mirada fija — ¿acaso te has olvidado de mí? — añadió para evitar ser ignorado.

— Hola David, no por supuesto que no – le sonreí.

— Entonces eso es bueno, ¿estás ocupada? – preguntó

— No, por los momentos no, solo iré a tomar aire fresco – me acomode el flequillo.

— Y ¿Por qué no te quedas con nosotros? – dijo tomando un sorbo de jugo.

— Pues, claro, me encantaría – me acerque a uno de los sillones y tome asiento — ¿De qué hablan? – añadí curiosa.

— Bueno, ahorita solo hablamos de ti – dice David y Thomas volteo a verme, se notaba muy alegre – los chicos mencionaron que mañana comienzas en la universidad ¿No es así?

Al escuchar que estaban hablando de mi, trague saliva, y comencé a imaginar muchos cosas – ¿en realidad de que estarían hablando? – Pensé – no podría ser algo bueno de seguro y ya estarán pensando en unirme, tan pronto se pueda, aunque la alegre sonrisa de Thomas me decía que en verdad no era nada malo, ya mi corazón había vuelto a latir con normalidad, sinceramente la verdadera razón por la que me había puesto nerviosa en primer lugar fue ver a David sentado en la sala, no pude evitar recordarlo en aquel lugar, que todavía no podía superar. Pero también recuerdo la primera vez que lo vi, en ese parque, me parecía un completo mujeriego, sarcástico, engreído, con aspecto de chico rudo y adinerado. - ¿En qué estoy pensando? – por que desvíe mi pensamiento hacia él.

— Emma, ¿te encuentras bien? – agita Lucas su mano en frente de mi.

— Levanto la mirada – Si, solo estaba, recordándome que hoy tenía que hacer unas cosas – miro hacia arriba – pero si, mañana empiezo las clases – le retomo la pregunta.

— Ya veo, entonces será un placer poder verte por allá – vuelve a sonreír.

Es bueno tener caras familiares a mi alrededor, eso me hace sentir más cómoda y aligerar un poco la atmósfera de la chica nueva, que se sienta en el último puesto para que no la noten, los primeros días de clases, aunque mudarme a un lugar nuevo es algo más fuerte y ya lo había hecho, entonces las demás cosas no me pegarían tanto, ya estaba dispuesta a conocer nuevos lugares.

— Gracias, me hace muy feliz estudiar donde estudian todos ustedes, ahora si nos podernos ir todos juntos – lo dije con algo de entusiasmo.

— Si, tenlo por seguro – afirma Lucas.

El rato que pasamos conversando, fue muy agradable, David no es tan malo como pensé, bueno recuerdo que aquel entonces dudaba hasta de los chicos pero es algo cruel juzgar sin antes, saber el porqué de las cosas – mi vista cayó en una pulsera que el tenia puesta.

— Esa pulsera es linda ¿Dónde la compraste? – pregunte, señalándola.

— Me la regalo mi hermana en mi cumpleaños — responde David, colocándola entre sus dedos.

— Es muy linda, tu hermana tiene muy buenos gustos – admití.

— Puede que estés en lo cierto, pero solo en las cosas, porque en los chicos no lo creo – mira discretamente a Hide que se encontraba con la mirada fija al vaso de jugo.

Él lo ve de reojo, pero no pude evitar responderle – Y tú ¿crees que tienes buenos gustos? – Le contesto con otra pregunta de una manera algo odiosa – Porque, que yo sepa algunas de las chicas con las que has salido han tenido muy mala reputación o ¿me equivoco?

— Creo que mi comentario no te ha gustado – sonríe de una forma satisfecha.

— Para nada, ¿porque habría de caerme mal? – dijo algo serio.

— Bueno, eso deberías saberlo, o ¿tengo que recordártelo? – arquea una de sus cejas.

— ¿Qué dices? – voltea a verme, para después poner algo de enojo en su mirada.

— David ¿podrías ya dejar el tema? – interrumpe Thomas al ver la expresión de enojo de Hide.

————--------------------------------------

Hola mis lectores, ¿que les pareció el capitulo?
Que tengan bien día 💗

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top