Capítulo 4
•°Reencuentro•°
20 de mayo de 1950,aeropuerto de La Paz-Bolivia,en este preciso instante (10:05am)
¡Ahhh! La década de los 50,marcada por un hecho particular,dos días antes había surgido una huelga en el barrio fabril de la zona norte de La Paz donde se género reacciones populares en la cual las fuerzas militares actuaron en contra de los huelguistas en Villa Victoria donde medio centenar de fabriles defendieron heroicamente sus posiciones hasta el final,un hecho marcado con sangre por que la mayoría de los fallecidos(todos en mayoría fabriles)fueron recogidos sin vida en carros basureros.
Un hecho triste que lo había dejado pensando en el futuro de su gobierno,ansiando que el auge de los partidos politicos surgentes de las ideologías de los clásicos que antes lo gobernaban,se veían prometedores ante sus ojos,con las ideas bien planteadas y fundamentadas...
¿Que podría salir mal al pensar en un nuevo mundo para el?¿uno que sea mejor de lo que había vivido tomando el ejemplo de los más grandes que habían existido?
Jugaba con sus dedos,había sido un buen año,el presidente había aceptado hacer la embajada y el consulado de Israel en sus tierras,en Bolivia y lo mismo sucedía en Israel.
Hoy lo vería nuevamente,mucho tiempo después de haberle hecho un desplante cuando el se marchó.
Estaba apenado por lo que había hecho.
Estaba impaciente,nervioso más que todo,buscando con la mirada a Israel,escuchando atentamente el aviso de que el vuelo de Israel había arribado a Bolivia.
Estaba parado en frente a pocos metros de la puerta esperando su llegada.
-Adivina quien soy??
Reconocería su voz en cualquier lado,reconocería ese gentil y suave tacto ejercido sobre sus ojos sin lastimarlo,era a quien esperaba desde hace media hora.
Puso sus manos sobre las ajenas y empezó a sacarlas de sus ojos para darse la vuelta y abrazarlo,estaba arrepentido de no haberse despedido de el cuando pudo,incluso podría llorará ese instante pero no lo haria,cumpliría su promesa,no lloraría nunca más por nadie...
¿por que había prometido algo semejante si tarde o temprano lo iba a romper?
-Te extrañe mucho Israel!!.-sonaba emocionado y se aferraba más a la personalidad ajena.
-Yo más que nadie Bolivia...-acarició con delicadeza su espalda apartandolo suavemente de el para darle un pequeño beso en la mejillas.
-Te quedaras?.-le pregunto.
-Realmente no...no por mucho...debo partir dentro de un mes por algunos países de tu continente para establecer amistad con ellos.-respondió algo apenado.
-permiteme invitarte a desayunar alguito,claro...si quieres...-alegó.
-Claro!de algo que estoy seguro es que extrañe mucho tus delicias!!.-mencionó alegre,sostuvo sus manos pequeñas entre las suyas y les dio un pequeño beso.
-Entonces vamos!!
Dicho y hecho tomó de su brazo y corrió hasta la salida,no se había percatado hasta el momento que sostenía el brazo que con anterioridad estaba lastimado,Israel se había recuperado pero ni cuenta se había dado por la emoción de volverlo a ver nuevamente,por el reencuentro.
Caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a un pequeño puesto humilde donde e una mujer de pollera atendía a varias personas con algo simple pero rico,un desayuno.
Bolivia lo invitó a sentarse en una de las bancas mientras que pedía un api con pastel,algo tan delicioso que en su consistencia se notaba la dedicación y el amor que hacían del sabor único.
Una vez listo lo pedido Bolivia llevaba en sus manos las tazas calientes con api y en un plato los 2 pasteles,se sentó siendo ayudado por Israel y ambos degustaron de aquella delicia rústica.
Era algo nuevo para Israel,una cosa nueva que probar en las tierras de su amado,era algo sublime,la mueca de gustó hacían saber a Bolivia que le había gustado el desayuno,estaba fascinado con algo tan simple.
Ambos se sumian en las miradas del otro,reencontrandose con la alma del otro,como si fuera un océano de emociones fuera de su alcance tan difícil de obtener y tan fáciles de sentir.
Era como vivir en un bello paraíso incomprendido y enigmático,lleno de cosas hermosas y sublimes,una gloria personificada.
Ambos corazones estaban más sincronizados que nunca,emitiendo la gloriosa sinfonía de los latidos de sus corazones,eran como los pulsos en las delicadas cuerdas de una lira de cuerdas de oro y hecha de mármol.
Una música primitiva como a la vez inigualable,cada amor emitía una sinfonía distinta y la suya era gloriosa porque era muy pura e inocente,jamás habían pasado de los besos ni se les había pasado por la mente deseos indecorosos y pensamientos sucios sobre el otro.
Un reencuentro no sólo entre sus esencias materiales sino también de sus almas....
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