°•Una propuesta sorpresiva•°

15 de Junio de 1951,Tel Aviv-Israel,en este preciso momento (19:00pm)

Estaba caminando como siempre desde hace como medio mes de la mano con Israel en la basta playa de Tel Aviv,mirando el mar embelesado,permaneciendo siempre cerca de la orilla.

Que mejor que caminar en la playa,de nlche,tomado de la mano con la persona a quien más amas y sintiendo las aguas del mar acariciar cada centímetro de tus pies...

Pero ¿Qué había pasado hace 14 días antes de este,justo el primer día de su arribo a Israel hasta el esté momento tan mágico que vivía con Israel?

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Estaba nervioso,con las maletas en sus manos bajando las escaleras,acompañando a Israel y sus hijos enfrentándose a la mirada cuestionante de sus dos hijos.

-¿Que haces con esas maletas papá?.-pregunto Cochabamba.

-¿a donde crees que vas?.-le siguió Santa Cruz.

Miro a Israel y sonrió,posteriormente tomó un breve y hondo respiro y hablo,respondiendo a las interrogantes de sus hijos.

-Me iré de viaje con Israel a su nación!.-dijo alegre mientras tomaba la mano de Israel entrelazando sus dedos.

Sus hijos se quedaron sorprendidos con la respuesta,pero no lo dejarían ir así de fácil...no señor...

ambos jóvenes se pusieron en la puerta principal impidiendo que alguno de los presentes,además que ellos,saliese del lugar,Cochabamba en la puerta y Santa Cruz intentando arrebatar la maleta de su padre para que no se fuera,ademas lo cómico dentro de la mente de los hijos del israelita.

Pero aquello duro poco tiempo ya que de alguna forma u otra,Bolivia,su padre,saldría de aquella casa con su pareja y los hijos del mismo para abordar un avión e ir a la nación de Israel.

Algo tan predecible...

Tomaron un transporte que los dejo en el aeropuerto,entraron y empezaron a esperar a la voz que anunciará que debían abordar,no paso ni menos que 15 minutos y dichosa voz empezó a sonar,era momento de abordar.

Bolivia estaba nervioso,era como si por primera vez pisará el avión,empezo a acomodar su equipaje junto al de Israel y se sentó a su lado,miro por la ventanilla,todo parecía pequeño aún pese a que no habían despegado.

Israel sonreía con su actuar mientras que sus hijos se dedicaban a hacerse de la vista gorda,en especial Haifa.

Se pusieron los cinturones de seguridad y el avión despegó,su vista se despedía de sus tierras y daría la bienvenida a nuevas tierras que conocer.

Pasarían tal vez un total de 3 a 4 horas tal vez en llegar,el tiempo parecía totalmente relativo mientras empezaba a dormitar sobre el brazo de un israelí también soñoliento.

El avió  arribo y al descender sus ojos fueron testigos de la belleza del pueblo judio,no era simple desierto como se lo había imaginado,había vegetación,se podía escuchar a lo lejos a aves que conocía muy bien trinar,parecía que la ciudad empezaba a crecer,había edificios y pequeñas iglesias que pronto conocería que eran algunas sinagogas.

Salió tomado de la mano de Israel quien le ofreció asedio en su casa como buen anfitrión,ahí conocería a todos los hijos de su pareja pese a que ya había conocido a 2,ese día conocería a 4 más.

Un dua que recordar a perfeccion...

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-A donde vamos Israel?.-pregunto después de ver que habían cambiado de su rumbo cotidiano.

-Es una sorpresa mi pequeño ángel.-respondió con dulzura.

En tan poco tiempo había conocido a Israel muy bien,era como siempre había demostrado ser,bueno,amable,gentil y d gran corazón que sufría por la intolerancia de sus vecinos,un alma buena en un mundo totalmente ruin con el...

No lo conocía...solo creía conocerlo...

Israel soltó su mano y empezó a posicionarse detrás suyo y tapó sus ojos con una pequeña tela color azul,lo hizo con delicadeza evitando hacerle daño alguno y provocarle miedo.

-Israel?.-argumento con cierto miedo.

-shhh...tranquilo,solo sigue mi voz y toma mis manos ¿esta bien?.-alego mientras se alejaba y empezaba a guiarlo,tomando sus manos por delante mientras el caminaba de espaldas.

Seria su primera cita....

Una pequeña mesa con un mantel blanco,dos velas,dos copas con vino,dos platos de Shakshuka,dos asientos en donde descansar,uno frente al otro,todo con el mejor paisaje del mundo,el mar y la música su dichoso murmuró provenientes de su líquido corazón oceánico.

-listo?.-le pregunto y seguido se posicionó detrás suyo para empezar a quitarle la tela que cubría sus ojos.

-Si!.-alego mientras sentía como la tela se desvanecía de su rostro y dejaba que sus ojos presenciaron algo para lo cual no estaba preparado...

Una bella cena romántica.

-Te gusta?.-le pregunto mientras lo veía acercarse a la mesa y mirar lo que había en ella.

Estaba estupefacto,su corazón latía a por mil mientras observaba el extraño platillo de la mesa,ambos vestidos sólo con camisas y pantalones arremangados hasta la parte inferior de la rodilla.

-Me_me encanta!!.-mencionó alegre mientras derramaba algunas lagrimas.

Nadie había tenido ese gesto con el,tan único en aquella simpleza que no era simple,poco a poco todo parecía ser un hermoso sueño del cual no quería despertar.

Acto seguido Israel le cedió asiento y lo acomodar para posteriormente empezar a sentarse y degustar con Bolivia de aquel platillo,era algo picante pero el vino calmaria aquello,la velada empezaba a ponerse más romántica,más aún con sus miradas y como la débil brisa del mar jugaba con los cabellos de Bolivia.

Al terminar la velada,justo antes de marcharse Israel lo detuvo.

-Espera Boliva,te tengo una sorpresa más.-mencionó y acto seguido cogio la vela que anteriormente adornaba el lugar,apago su llama,se paro y seguido se dirigió detrás de Bolivia.

A pocos centímetros de el y captando su atencion por su comportamiento empezó a trazar en aquellas doradas arenas blanquecinas una propuesta.

[אתה רוצה להיות הארוס שלי?]

-Bolivia...esta es tu sorpresa.-mencionó una vez término de escribir en las arenas y Bolivia tomaba la vela sobrante para iluminar el lugar trazado.

No entendía...se digno a preguntar.

-Disculpa Israel pero...no entiendo...¿que dice?.-pregunto casi con vergüenza.

Israel se acerco,tomó su mano,se puso de rodillas frente a él y empezó a sacar una pequeña argolla dorada de su bolsillo.

-Bolivia...¿Quieres ser mi prometido?.-le preguntó.

Sus ojos brillaban como nunca antes,nunca había pensado en que algo así le pudiera pasar y me os en tan poco tiempo,nuevamente el debate de su mente y corazón donde una vez más ganaba su corazón.

Entre pequeñas lágrimas de la emoción asintió con la cabeza reiteradas veces mientras sentía como Israel,también conmocionado derramaba lágrimas y sonreía mientras le ponía la argolla.

Un beso que ambos compartieron frente al inmenso mar que yacía como testigo de su compromiso....

Un compromiso de un futuro matrimonio...

¿verdad?