Continuación...

-El gobierno de Severo hizo estragos en mis tierras,quito las tierras que tanto trabajaban los de clase humilde y trabajadora que abastecían a la población "dominante".-hizo comillas con sus dedos dejando la taza medio vacía sobre la mesa.

-Crees que me creeré ese cuento?.-alegaba burlón mientras daba el ultimo sorbo a su café,manteniendo su mirada desafiante.

-Es la verdad,así surgió el levantamiento indígena con Pablo Zarate Willka,apoyado con Jose Manuel Pando,además tu sabes que lo que mencionó es verdad...

-Eso crees??,aquello no sucedió en mis tierras,solo en las tuyas,además puede que también sea una mentira tuya,nadie puede decir lo contrario...

-De verdad que te quieres mantener al margen no es así "K'arapanza"?

Aquel apodo hizo que se volviera loco en un breve instante,un tic nervioso se hizo presente en su ojo derecho,era algo que no soportaba escuchar.

-Vuelves a decir aquéllo y te juro que volveré con otra guerra civil de la cual no saldrás bien parado que digamos...!!

Su expresión parecía a la de un loco o la de un asesino,no le gustaba para nada aquel apodo que se le había dado en la guerra civil,justo en la revolución federal.

-Además tu sobresaliste gracias a la revolución industrial que se dio en Inglaterra y Francia,no te creas superior...

Se calmo tomando nuevamente asiento,mirando a cada instante cada lado del restaurante,los cuadros en especial.

La Paz había sentido por un instante miedo,jamás había visto aquel lado de Chuquisaca,siempre se mostraba serio,aveces gracioso pero parcialmente neutral,hoy había conocido aquel lado "oscuro" que jamás presenció,ni siquiera en la mal llamada guerra civil.

-Escúchame Sucre,por favor...debes entender el otro lado de la historia y no sólo la tuya...

Dio un suspiro y asintió con la cabeza mientras dirigía su mirada algo cansada  a la de su hermano quien se preparaba para hablar su parte de la historia,su verdad...

-Adelante...te escucho "querido hermano".

La Paz dio un ultimo sorbo a su taza de café y se preparó para mencionar su verdad ,aquella que Chuquisaca desconocía y cuya verdad que mantenía era la versión de La Paz como antagonista de una historia.

[Para saber investiga sobre la guerra civil de 1899,y los gobiernos de Severo Fernández Alonso y Jose Manuel Pando]

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-Sabes que ambos no queríamos esto para nuestro padre...-alegaba preocupado y con nostalgia el paceño intentando hacer razonar  a su hermano sobre lo sucedido.

Chuquisaca estaba en silencio,analizando lo que su hermano acababa de mencionarle,habían peleado por simples caprichos de sus gobernantes o dirigentes,la cuestión es que el estaño se había convertido en el maldito mineral que los había separado desde hace un buen tiempo,siempre guardando rencor al paceño por haberse quedado como sede de Gobierno y hacer pensar al mundo que era la nueva capital.

Pensaba,la mirada perdida en la mesa,en sus manos que antes habían empuñado un arma y que aún en ellas veía la sangre de inocentes aunque La Paz no se quedaba atrás.

-Creo...creo que debo acomodar mis ideas...buenos días La Paz...

Co  la seriedad en su rostro y en su ser se fue del lugar dejando sólo y preocupado a La Paz,debía despejar su mente,debía hacerlo para no sentirse tan mal y culpable.

Había juzgado mal a su hermano,había defendido a capa y espada sus ideales de conservador anteponiendose a lo liberal que establecía como ideología La Paz,había creído en las mentiras que su mente le transmitía.

Divagaba por las calles,no había nevada alguna,más al contrario el cielo estaba totalmente despejado,la brisa helada de los Andes se hacía presente,acariciaba lentamente su rostro,era reconfortante sentirse libre,sin culpa,sin ningún remordimiento alguno.

Por primera vez se sentía libre en años.

Lejos de aquel horrible secreto que obligó a ambos separarse y más el hecho de tener latente el recuerdo de 1899...

Quería encontrar algo con que retificarse con su hermano,había malinterpretado aquellas miradas por acusadora cuando era de lástima,lo extrañaba y lo había dejado claro,lo había dejado claro al recordar su infancia,como cuando ambos aún recorrían las tierras con su padre jugando en las faldas del imponente Illimani o del gran Sajama,cuando hacían travesuras en las minas...arriesgándose al peligro de las profundas y oscuras además de húmedas galerías llenas de Plata de los socavones.

Recuerdos hermosos de cuando aún su hermandad era fuerte y duradera...

De cuando el y La Paz eran buenos hermanos...

Gruesas lágrimas resbalaban de su rostro cayendo al vacío del suelo,son de al estrellarse dejaban una marca oscura sobre el suelo,su rostro serio denotaba tristeza inmensa,culpa,y demás sentimientos negativos.

Mantenía aquel absurdo pensamiento de "los hombres no lloran","Un verdadero hombre soporta el dolor y no derrama lágrima alguna a menos que sea mujer",pensamientos absurdos que hacían que aguantará las ganas de desahogarse del dolor que sentía su corazón.

Limpiaba sus lagrimas,inhalaba profundamente el aire gélido y lo soltaba en una especie de moribunda neblina,aquella accion era tan destructiva para el y no se daba cuenta.

Por que se reprimía y aquello no era bueno,no era una maquina para soportar el dolor y parecer una piedra sin sentimientos,siempre al margen de los hechos. 

Se sentó en una banca de una plaza por la cual caminaba,veía los alrededores,los frondosos árboles verdes cuyas hojas verdes sobrevivían a tal lugar cuya brisa era gélida.donde el cielo era sonrosado como sus mañanas en sus tierras,donde las nubes oscuras desaparecían y daban a conocer un cielo totalmente celeste,un cielo divino que cuya sublime presencia hizo que sonriera esperanzado con remendar sus errores.

-Perdón Confederación,perdón padre...perdón La Paz....

El susurro sería la forma de desahogarse sin que nadie lo oyese,mirando el cielo y con la brisa cerrar los mismos encontrando la Paz del perdón que desde la cima del Illimani descendía como brisa,tal vez su hermano lo perdonaba por su cobardía y envidia que le tenia,no era su culpa,había temido mucho por su padre,además de haber sido como La Paz víctima de su gobernante,víctima del veneno que Velasco le había metido en la mente para hacer semejante atrocidad,para participar en algo que lastimó emocionalmente a su padre...

Sintió una palma en su hombro,una que ejercía una leve presión para que le pusiera atención,al levantar la mirada se encontraba con la persona a quien debía darle perdón,feliz se puso de pie u con cierta euforia emotiva abrazo a su hermano quien correspondía.

-Perdón La Paz...perdón por todo lo que te hice pasar con mi desprecio,pedo por obligarte a cargar con el peso de mi máximo error.. perdón.

Lágrimas brotaban,no dejaría que aquel pensamiento mandara sobre el,se sentía bien dejar salir todo el dolor que tenia guardado en lo más profundo de su ser.

-Te perdono Chuquisaca...

Abrazados y llorando de felicidad,sintieron la paz que sus almas necesitaban aunque por el bien de su familia aún deberían cargar con el peso de la muerte de confederación,nadie mas que ellos dos sabían sobre ello y así debía mantenerse hasta el fin.

Era hora de ir a casa,de seguro que su padre habría cocinado algo delicioso junto con Cochabamba,aveces se pasaba de la hora de dormir y despertaba justo al medio día para cenar.

Una gran familia que poseía y que ahora sería más unida que nunca.

No dejaría que el gobierno se metiera de nuevo con sus lazos familiares,ninguno de los dos lo permitiría.

No más sufrimiento para su familia.

Ya nunca más dejarían intervenir a un simple humano en sus asuntos de su vida personal lejos de la política.

Ya no mas.