Capitulo 3: Recuerdos y Secretos

—¿Qué te ocurre?— pregunta la mujer al ver a su pareja levantarse de la cama y quedarse allí sentado en la orilla.

—Pensaba en mi hermano... —la mira y suspira— en lo que me dijo... no quiero que se sienta así. No es justo... además... —aprieta su puño al recordar con quién estaba de misión Aioros.

Se levanta y lo abraza por la espalda —Aioria, cálmate... él estará bien —besa su mejilla y luego sus labios—. Ven quédate un poco más conmigo... mira que llevamos varios días sin vernos y en unos días debo irme... —lo vuelve a besar.

Se recarga en ella —lo siento, pero no puedo dejar de pensar... mi hermano con la ultima persona que podría estar bien sería con Saga.

—Aioria, no quiero que te lo tomes a mal, tú sabes que yo te suelo apoyar en todo, pero... esta vez siento que te estas involucrando demás —lo rodea con sus brazos.

—Sólo estoy tratando de ayudarlo, es lo menos que puedo hacer por él.

—Ok creo que te comprendo, pero... ¿y como sabes lo que él necesita?

—Yo lo conozco— suspira —.Soy su hermano.

La pelirroja sólo niega con la cabeza y trata de que su querido novio se quede con ella un poco más. Hacía semanas que no pasaban la noche juntos, quería aprovechar el tiempo al máximo. Además de hacerle cambiar esa expresión en su rostro, de verdad el león dorado estaba bastante atormentando, confundido más bien.

******

Durante lo que llevaban de camino no cruzaron palabra alguna, sabía que Saga no estaba del mejor humor, solo que no pensó que le fuera a durar tanto. Aún así no le convenía seguir así, más si quien sabía todo lo de la misión era él.

—Saga... puedes ir más despacio —intenta detenerlo.

Lo mira, tenía el ceño fruncido —¿ya te convenciste que es una misión? ¿O crees que es una broma? ¿Vas a pensar lo mismo que tu hermano?

—Bueno, ya perdón ¡No quería ofenderte! —se soba la sien—¿Por qué mencionas a Aioria?

—¿Ofenderme?— sonríe —¿Crees que no se lo que piensa de mí?

—Saga, yo... es que... —no sabía cómo hablarle.

—Aioros... ¿Desconfías de mí no es así?

—¿Por qué te interesa tanto?— no quería demostrarle nada, pero su compañero era demasiado insistente y bueno ya de por si era difícil callar tantas cosas.

Suspira—¿por qué crees? — lo mira fijamente.

No es capaz de sostenerle la mirada, esos ojos, su expresión, lo desarmaban con tanta facilidad. Además no le agradaba verlo molesto. —¡No! no desconfío de ti Saga.

Al escucharlo no da esperas, se acerca poniendo una mano en su mentón y otra en su mejilla, juntas sus labios con los de Sagitario, un beso algo torpe pero que le hizo recordar esa dulce y adictiva sensación que siempre sentía al besarlo.

Por más que intentó no pudo apartarlo, además que por mas qué trató comenzaba a corresponderle, primero saboreó con timidez esos labios. Esos recuerdos volvían, tantas veces los probó, eran tan deliciosos, se abrió paso para enredar su lengua con la de aquel primer amor, que aun sabía cómo desarmarlo, que sin importar los obstáculos lograba sus objetivos.

—Saga... ¡espera! ¡mmmmhh! —intenta apararlo con sus brazos —detente... ¡Saga!—usando un poco de fuerza lo aparta—¡No! —Después de 13 años volvía a besarlo, sus recuerdos y sentimientos se mezclaban.

A diferencia de otras veces que ni se esforzaba en hablar sobre lo que sentía, estaba vez no lo dejaría pasar, no con lo que acababa de ocurrir. Su eterno amor, no se había negado, podía sentirlo y descifrarlo, no importan los años, ni nada de lo ocurrido— Aioros... yo no he dejado de amarte... y aunque me lo pidas no voy a renunciar a ti... Yo te amo y haré lo que sea para recuperarte, para tenerte conmigo para siempre.

******

Estaba terminando de alistarse para ir a entrenar, esperaba que fuera un mejor día, que no ocurriera algo extraordinario como el día anterior. Mientras el santo de Capricornio se queda algo pensativo, el de Piscis ingresa, con una sonrisa y caminando con mucho cuidado, se le lanza encima y lo abraza por la espalda.

Se asusta aunque no era algo nuevo, de hecho desde pequeños Afrodita siempre llegaba de improvisto y lo abrazaba o le tapaba los ojos con las manos para que adivinara quién era.

Lo voltea a mirar y sonríe—¡Afrodita!... que sorpresa, pensé que ya estabas abajo.

—Si, era la idea pero después de hablar con Death, quise venir primero.

—¿Con Death? —frunce el ceño y se suelta del agarre —¿Esta todo bien?

—Perfecto, ¡oye! ya enserio, no es como que no la pasemos discutiendo, ni nada así— se cruza de brazos y hace un puchero.

—Esta bien, ya no vuelvo a decir nada —niega con la cabeza—, lo siento, parece que últimamente ustedes solo me buscan para que les dejé consejos, para solucionar sus malentendidos y... ya no diré nada.

—¡Jum! Está bien, además si estoy aquí, es por ti— lo mira serio.

—¿Por mí? ¿Como por mí? —levanta una ceja.

—Si. Death me comentó que ustedes ayer estuvieron juntos, pero que las cosas no resultaron bien y te fuiste molesto.

—¡Ah! Con que es eso... bueno no estaba molesto, es solo que sus comentarios fueron demasiado desafortunados.

—Ya sé que Death no es muy brillante a la hora de hablar y que generalmente no piensa cuándo va a opinar, pero sé que cuando se trata de alguien o algo que le interesa, se esfuerza.

Rueda sus ojos —pues...

—Shura, no seas así, ahora... ¿que te vas a molestar por sus comentarios cuando lo hemos tolerado toda la vida?

—Que no estoy molesto... tranquilo, tampoco vamos a dejar de hacer amigos por esto —le dice y toma del brazo.

Sonríe y lo abraza —nunca dejaría que algo así sucediera, ustedes son muy importantes para mí.

—Eso lo sé muy bien. Ahora vamos, creo que ya deben estar todos entrenando —señala la salida.

—Si— lo sigue mientras va pensativo, quizás y lo que le había comentado Death no era malo, quizás y si convenía que trataran de encontrarle pareja a su amigo. Pero debía pensarlo bien, ¿Qué tipo de persona le gustaba a Shura?, nunca se había hecho ese tipo de preguntas, Alardeaba de conocer al cangrejo y a la cabra mejor que nadie y ahora... ¡Bien! tenía que analizarlo, ser sutil y discreto para descubrir sus gustos, ¿en tantos años nunca le conoció ningún amor, o al menos alguien que le gustara?

—Afrodita— lo llama una vez llegaron al coliseo, pues estaban todos reunidos para escuchar a Dohko.

Antes de poder decirle algo Death ya estaba a su lado abrazando a su pareja.

—¡Llegan tarde!

—Solo unos minutos... —le da un corto beso —¡Oigan tengo una idea! ¡entrenemos juntos!— comenta de la nada mirándolos a ambos entusiasmado.

—¿Eh?

—Bueno por mi no hay ningún problema, además, sería como recordar viejos tiempos... cuando éramos niños y...

—¡Shura!

Gira sus ojos al recién llegado —Aioria... hola...

—¿Entrenamos?— le pide con una sonrisa.

El santo de Capricornio lo mira con sorpresa —¡ah! Bueno es que yo...

—¡Mmmmhh! Para que luego no digas que soy egoísta... por ahora te lo permito— habla Afrodita, haciendo que ambos santos lo miren confundidos —,pero Shura, me quedas debiendo un entrenamiento... —niega con la cabeza.

—Entiendo...

El décimo segundo guardián se acerca a Cáncer— Death... ¿me acompañas?— lo agarra del brazo—, te busco al rato Shura —con una sonrisa se aleja llevándose como puede a su pareja, necesitaba comentarle sus dudas y escuchar algunas de sus ideas.

—Supongo que todo esto fue un sí, ¿no? —pregunta el león sonriendo.

—Si... —intenta corresponderle y se disponen entrenar.

—Sabes... es inevitable que el estar así no me haga recordar cuando era pequeño —el quinto guardián aprovecharía la oportunidad para hablar del pasado, era parte de su estrategia para ayudar a su hermano y de paso a Shura. Además que desde un tiempo para acá, mas específicamente desde que Aioria había formalizado las cosas con Marín habían sido casi que nulas las veces que había entrenado ambos —.Siempre quise parecerme a ti, creo que hasta llegue a imitarte—comenta con vergüenza —,me gustaba cuando le ganas a mi hermano.

Ese tipo de comentarios, de recuerdos lo hacían sentir extraño. Eran buenos recuerdos eso no podía negarlo, aunque desgraciadamente ya no veía a aquellas 2 personas que formaban parte de esos recuerdos de la misma forma, con uno ya ni se hablaban, ese lazo estaba más que destruido, mientras que el otro, no era nada más que el dueño de su corazón. Desvía su mirada sentía una mezcla de añoranza, tristeza, rabia y frustración.

—¿Shura? —se detiene—, tu... ¿No extrañas esa época?

—¡Ah! Supongo, no lo sé...— dice sin mirarlo, no parecía muy seguro. Hablar del pasado no le hacía bien, si apartaba todos esos recuerdos de infancia con los hermanos griegos, todo era un desastre, era malo— bueno vamos a entrenar entonces— había descubierto un poco las intenciones de Aioria, no le molestaba, pues le hablaba con tanta naturalidad y cercanía. El problema era que Shura guardaba con mucho recelo algunos secretos del león dorado.

En ese momento le pareció que era necesario, además que buscaba de alguna forma redimir su error y calmar su dolor, así que secretamente ayudó al pequeño aspirante a caballero de Leo para que ya no recibiera tantos insultos, ni humillaciones de parte de los soldados del Santuario. Después de escuchar y de ser testigo de la forma cómo era tratado, incluso algunos hasta golpearlo se atrevieron, era demasiado injusto para un niño, sin pensarlo mucho se encargó de advertir y amenazar a un grupo grande de esos soldados. De esa forma los ataques fueron cesando.

Aioria tenía su propio orgullo, sabía que por mucho tiempo se esforzó por hacerse fuerte y enfrentar a todos aquellos que lo comparaban con su hermano, que lo juzgaban y lo trataban como si hubiera sido él quien hubiera traicionado a Athena. Sabía que si por algún motivo se llegaba a enterar que él había tenía algo que ver, no se lo tomaría nada bien. Sería el final de todo.

—¿Y tú dices que es de Aioros?— le comenta Milo a Camus haciéndole señas para que observe lo entretenidos que están los santos de Leo y Capricornio mientras ríe—, yo digo que es de Aioria.

Suspira —sólo hice un comentario al respecto— niega con la cabeza—. No, Milo no me voy a poner a opinar sobre algo que desconozco.

—¡Ay! No seas amargado— lo toma de la cintura— mira que si tú ganas, leo lo libros que tu quieras sin protestar y hago todo lo que me pidas— guiña su ojo—, pero si gano yo pues... Camus tendrás que cumplir una de mis fantasías, y la verdad hay algo que he estado pensando y que me gustaría...

—¡Cállate Milo! Ni se te ocurra decir ni una sola palabra más... —lo mira serio —bueno a menos que quieras que te deje en un ataúd de hielo.

Escorpio lo mira haciendo un puchero y se cruza de brazos. 

******

Continuaron el camino, Saga dejó que Aioros se acercara y hablara con los lugareños, el tenia mas habilidad en eso, además que necesitaba algo de espacio para poner en orden sus ideas, habiendo sido sincero frente a sus sentimientos y sus intenciones. Debía pensar en cómo poner en marcha su plan sin que eso implicara que terminara por alejar al santo de Sagitario de su vida. Aunque a juzgar por aquel beso, tenía más esperanzas, al menos sabía que no le era indiferente del todo.

—Saga, es por aquí— le hace señas—,estamos cerca —comenta mientras que el santo de Géminis se va acercando.

Aioros intentaba estar tranquilo. Si había algo que había aprendido con el tiempo era a no mezclar lo personal, con las misiones. Y casualmente ese lugar le hacía recordar una situación en particular.

......

—¡Saga! —mira nuevamente el lugar con desespero. Definitivamente habían caído en una trampa de la manera más estúpida—¡Saga! ¿Dónde estas? —comenzaba a oscurecer, estaba cansado, le dolía la cabeza y parecía casi imposible encontrar a su compañero. Aún así se aventuró a caminar hasta aquel terreno pantanoso —No debí dejarte solo... Saga— aprieta sus puños y levanta su cabeza al escuchar algo de ruido en el agua. Era el cuerpo de Géminis flotando bocabajo —¡Saga!— sin pensarlo va a alcanzarlo— ¡No por favor no me hagas esto!— lo toma como puede y lo saca— Saga, por Athena ¡Reacciona!— no estaba respirando generándose más angustia —por favor, esto no tenía que pasar fue mi culpa— de la desesperación se le estaba nublando el poco razonamiento que le quedaba—¡Saga! ¡Saga! 

......

Desvía la mirada al sentir la de Géminis en la suya. Por su bien era mejor no recordar nada, aún que era casi lo mismo, ese día habían discutido, cuándo Saga quiso hablar con él, recibieron uno de los ataques. Para demostrarle cuánto estaba dispuesto a hacer, se interpuso recibiendo el impacto.

—Si tuviera que dar mi vida por ti... lo haría...—esas palabras no venían de sus recuerdos. Sorprendido gira un Poco su cabeza y se encuentra con el rostro de Saga.

—¿Si, lo recuerdas? —le susurra tomándolo de las mejillas acercándolo—, tú me salvaste y me demostraste cuanto te importaba.

Cierra sus ojos y niega repetidamente con su cabeza.

......

Se aproxima, dándole respiración boca a boca —Saga... por favor...— estaba desesperado, mientras que algunas lágrimas se hacían presentes. Junta su boca con la de Géminis —no me dejes... ¡no me dejes por favor!

Su mano se mueve levemente, mientras que sus ojos parecen abrirse, no recordaba bien lo sucedido, pero al ver a Aioros abrazarlo a su cuerpo, mientras que las lágrimas resbalaban por sus mejillas, no podía pasar por alto nada. Aprovechando la cercanía y que Sagitario no parecía darse cuenta lo rodea con sus brazos haciéndose que aquella respiración boca a boca, se convirtiera en un beso.

—¿Mmm? —lo mira con sorpresa, aunque al contrario de que se pensaba que haría Aioros, lo besa con mucha más necesidad —estas vivo... estás conmigo...—susurra. Omitiendo las heridas de ambos se encarga de cargarlo hasta un terreno estable y lo recarga contra uno árbol mientras continúa con la repartición de besos y cariños.

......

—Saga... eso no significa nada, tú y yo no somos nada de lo que éramos en ese momento—desvía la mirada— ¡Entiéndelo! ¡las cosas cambiaron! ¡Han pasado más de 13 años!—levanta la voz al sentirse vulnerable.

—Dímelo mirándome a los ojos ¡¿Dime qué no significo nada para ti y te prometo por Athena que no te vuelvo a molestar?! ¡Hazlo Aioros! ¡Hazlo ya!

******

—Traeré algo para hidratarnos— dice una vez termina el entrenamiento.

—Hola Shura— saluda Mu de improvisto.

—¿Eh? Lo siento Mu, no te vi llegar —efectivamente no había despegado sus ojos del león.

El primer santo niega con la cabeza y sonríe notando aquellos detalles— no importa... yo quería aprovechar que Shaka tuvo que ir con el Viejo Maestro, para comentarles a todos, que dentro poco es el cumpleaños de Shaka y estaba pensando que sería una buena oportunidad para...

—¡Mu!, Perdón Milo dijo que tenías algo que decirme y que viniera tan pronto.

—De hecho iba a decirlo, pero llegaste y lo interrumpiste— Shura mira a Aioria y levanta una ceja.

—Igual lo sabrán todos, excepto Shaka —enfatiza lo último mirando a Aioria.

—Lo entendí, no diré nada— se cruza de brazos.

—Bien, gracias— relaja un poco su gesto—.Shaka está cumpliendo años dentro de poco y yo quiero hacerle alguna celebración. No llevamos mucho de revivir. Para tu cumpleaños hicimos algo Aioria, que no salieran las cosas fue diferente.

—Fue improvisado —señala el español al recordar cómo una pequeña celebración se convirtió en una pelea campal, ya que no hubo una verdadera organización.

—Bueno esta vez será diferente, por eso lo estoy diciendo con tiempo.

—Pero Mu, sabes que a Shaka no le agrada ese tipo de cosas, ¿No recuerdas cómo se ponía cuando íbamos a felicitarlo cuando era niño? —se cruza de brazos—, hasta decidimos no decirle nada nunca más.

—Si Aioria, pero ahora las cosas son diferentes, además de que podemos estar juntos todos compartiendo en otro lugar y momento que no sea el entrenamiento o las reuniones con el patriarca y Athena—indica—.Somos una familia, hemos vivido siempre juntos, compartimos, convivimos. Yo quiero aprovechar esa fecha y que la pasemos bien.

Inevitablemente la cercanía entre los santos de Aries y Leo no cayeron bien en Shura, sabía que eran amigos, pero sentía celos, ridículos por dos simples detalles, el corazón de Mu era de Shaka y eso nada ni nadie lo cambiaría, además que Aioria bueno su corazón era de aquélla mujer. Aun así, es que si fuera por él quería que el león le hablara y lo buscara solo a él y fuera tan cercano como fuera posible.

—Bueno está bien, te ayudaré en lo que pueda ¡Ah! Y Shura también— lo jala por ropa tratando de hacerlo reaccionar.

—Si, claro...que si —ahora Aioria hablaba por él, eso no estaba bien, pero si era para pasar tiempo con él pues no era un problema. Ay esos sentimientos que a veces se salían de control.

Era tan fácil descifrarlo o al menos para Aries, que sin decir o hacer mucho podía notar lo que sucedía con Shura, aunque más curioso le parecía la situación de Aioria, pero sabía que era mejor no involucrarse demás, conocía a su amigo, eso sólo los haría pelear. Aioria no admitiría lo que su mirada transmitía.

Continua mirando de re ojo— ¡Ja! No aceptas porque yo tengo razón— comenta Milo con una sonrisa antes de mirar a Acuario.

—¿Tantas ganas tienes de que cada uno pase la noche en su casa?— se soba la sien y se levanta ya para irse.

—Ay Camus no seas así —lo sigue —,solo estoy molestando... además creo que tengo una contractura y necesito de ti... 

******

Había pasado más de la mitad del día, los santos Dorados había regresado de entrenar, algunos permanecían en sus templos o en el de su pareja, todo estaba tranquilo.

Hacía poco Shaka había atravesado su templo mientras Mu lo seguía en silencio, parecía molesto, por lo que escuchó, al indio lo habían enviado a una misión solo, la perfecta oportunidad para que Virgo estuviera al menos unos días alejados de Aries

—Pobre Shaka...—susurra y se da media vuelta, desde que había regresado no había querido ni moverse, trataba de descansar pero no podía dejar de pensar en su hermano, bueno debía pensar en su plan, en lo que debía hacer para que funcionara.

—¿Ah? ¿por qué pobre?— cuestiona mientras caminaba por el templo en dirección a dónde estaba el León.

—¿Milo?— levanta ligeramente su cabeza—. Ni siquiera sentí tu cosmos.

—Es obvió si andas distraído —señala arqueando un ceja— solo que no sé en que pensabas.

—¡Ay! Tener un suegro como su ilustrísima no a de ser bueno...— sonríe —, Y tú, ¿no deberías estar con Camus?

Se cruza de brazos y tuerce boca—. Hoy no, no está de humor y yo tampoco.

—Si, como no.

—¡Ah! esta bien... me dijo que quería ir a ver a sus discípulos...— baja su mirada—.Le dije que quería ir con él, que quería que me tuviera más en cuenta en su vida...

—¿Te dijo que no?— frunce su entrecejo.

—No, se quedó en silencio y preferí irme... no deseaba fastidiarlo —se sienta junto al castaño—, sabes Aioria, aún hay varias situaciones que no sé bien cómo manejar...

—No debiste irte así no mas... es lo único que puedo decirte Milo... nunca he tenido problemas así con Marín— se encoge de hombros.

—Ah...sí, verdad Marín... tu pareja...— entrecierra sus ojos —, por cierto, ¿Tú no estabas con Shura?

—Si, hace no mucho llegué, después de entrenar estuve con él en su templo, preparó algo de comer y estuvimos hablando, ¿Por qué la pregunta?

Niega con la cabeza —mmm es si verdad que él y tú arreglaron sus malentendidos y...

......

—¡No Milo! es que no me agrada hablar de nuestros compañeros. Solo hice un comentario que surgió debido a lo que comentamos la otra vez y que nos dejó con la duda en ese entonces...— indica y lo mira con cierta molestia.

—Podríamos preguntar y...

—¡No! Enserio Milo es que no te lo digo porque sea malo— se soba la sien—, yo sé, que te interesan tus amigos, pero a veces te involucras de más y por eso te metes en problemas.

—Pero a ti también te interesa saber lo que pasó, no digas que no Camus, te conozco.

—Solo no hables de más, ¿Sí? Por favor Milo hazme caso— toma su mano.

......

—Aioria, tú en algún momento le pediste a Shura que te ayudará con los soldados del Santuario... ya sabes cuándo pasó lo de tu hermano... y que básicamente todos o la mayoría te dimos la espalda y...

Se da media vuelta y lo mira fijamente —¿de qué estás hablando? Por supuesto que no, yo solo tuve que enfrentarlos hasta que entendieron que no era débil y que no por ser hermano de Aioros yo también era un traidor, pero... Milo, ¿Por qué me preguntas eso ahora? ¿Qué pasa?

El octavo guardián abre la boca pensando en qué decir, aunque las palabras de Aioria solo confirmaban lo que siempre había creído.

......

Pronto Camus debía irse de Grecia, cosa que no le agradaba en lo más mínimo a Milo, intentaba disimular su tristeza, pero le costaba ya que estaba demasiado apegado al francés. No habiendo mucho que hacer solo quería disfrutar de tantos momentos juntos como pudiera. Esa tarde lo había invitado a una pequeñas pastelería en Rodorio.

—¿No sabes cuándo tardaras?— vuelve a preguntar mientras caminan por las calles.

—No lo sé, pero...—mira el rostro de su amigo y suspira —deberías alegrarte por mi, voy a entrenar a alguien más... ¿Sabes lo que significa? Además no es como que no nos volvamos a ver— le dice tratando de animarlo.

—Yo sé, quisiera ir contigo...—hace un pequeño puchero— de niños prometimos estar siempre juntos.

—Les digo qué debemos tener cuidado, seguro no es único con esa clase de comportamientos —dice un soldado a otros que estaban allí.

—¿Qué clase de personas son los caballeros dorados? Uno es un traidor como el hermano y el otro pues no hace más que amenazarnos con golpearnos— niega con la cabeza.

—¿Están seguros de que el que amenaza es un caballero dorado? —cuestiona otro.

Aquella conversación llama la atención de Milo y Camus, aunque más del Escorpión que incluso se acerca un poco más para escuchar.

—No son solo amenazas, ya golpeó a 5 y sí, es un caballero dorado... Usó su mano como si fuera una espada.

Ambos santos se miran, confundidos pues no era normal que se refieran a caballeros dorados de esa forma, bueno de Aioros y de Aioria si hablan hasta de lo que no sabían, siempre había algo que decir o inventar, entre más grave era mejor para los rumores y los chismes.

—Vamos Milo, esto no es de nuestra incumbencia...— susurra y lo agarra del brazo.

Definitivamente las cosas en el Santuario estaban cambiando, desde la muerte del patriarca, la traición de Aioros y la repentina huida de Mu.

—¡Milo!— lo lleva lejos al darse cuenta que aquellos soldados los habían visto.

—Pero...¿Qué haces?— se suelta de su agarre—, además el lugar al que vamos no es por aquí.

Suspira y niega con la cabeza, para luego seguirlo.

—Solo nos advirtió... que si tocábamos al caballero Aioria de Leo, nos mataría...

......

—¿Milo? ¡Milo! ¡Oye Milo! ¿¡qué pasa!?— le grita al ver que no reacciona.

—Ah... Perdón, recordé algo que Camus me pidió que le llevará —se levanta —eh... creo que la conversación la dejaremos para después, lo siento Aioria.

frunce su entrecejo sabía que le ocultaba algo, pero ya habría tiempo para hacerlo hablar. Sin importar el método. 

******

—Lo siento, no deseo molestarte —habla Camus —,pero Milo se fue y no pude decirle nada. No soy de quejarme con otros, más si se trata de algo personal.

—Lo sé y entiendo... —dice y le da algo de beber—,pero si necesitas hablar, por mí no hay problema.

Niega repetidamente con la cabeza— a veces Milo hace o dice cosas y no sé cómo reaccionar, creo que aún no estoy del todo consciente de lo que somos o más bien no creo que Milo me haya perdonado todo así no más— comenta y le muestra el sobre que traía escondido—, no soy capaz de abrirlo, sé que no dirá nada bueno.

Sin estar muy convencido lo toma— Surt... ¿Asgard?— lee lo que dice y levanta una ceja—Hey Camus, ¿él no es el Dios Guerrero?

—Si, por eso ni lo abrí y no deseo que Milo lo encuentre— suspira con pesadez—. De todas las estupideces que hice en mis vidas pasadas, esa es la que más le dolió...

—Bueno Camus pero si ustedes están juntos es porque Milo ya te perdonó, además recuerdo cuando llegaron al Santuario y él feliz gritaba que eran pareja, que estaban juntos y que nada los separaría— lo mira —,creo que estás pensando de más, aunque si deberías decirle sobre esto —señala la carta —seguro que esta no será la única carta que recibirás .

—Ay lo sé, lo sé perfectamente pero Milo no lo va a tomar bien... ¡Nunca! —toma aire—mmm... por cierto, ahora que lo menciono, Shura, yo jamás me disculpé por lo que sucedió en Asgard...

—No habría motivo para ello, no tiene importancia— se encoge de hombro y se sienta en el sofá. Quizás no para lo de Camus, pero definitivamente sí lo era con respecto a Aioria, el principio de todo.

En ese momento al igual que lo demás, estaba completamente confundido por no saber el motivo por el que habían revivido, caminó por diferentes lugares, mientras intentaba ubicar algún cosmos conocido, pero eso era algo casi imposible, el Yggdrasill los debilitaba haciendo sus cosmos pequeños e inestables.

Era necesario tomar un descanso, pensar qué hacer, por ello se dispuso a buscar un lugar donde pasar la noche. Pero antes de dirigirse a una de las pequeñas aldeas de Asgard escuchó a unos guardias referirse a la presencia de los caballeros dorados, haciendo mención especialmente en uno, aquel que llevaba una armadura en forma de León.

Eso fue suficiente para que Shura decidiera seguir a aquellos hombres, así podría escuchar más sobre la situación, además de poder ubicar Aioria. Por fin tendría la oportunidad de hablar con él, de disculparse, por fin podría estar en paz.

La muerte de Afrodita y la información que Mu compartió con todos sobre Yggdrasill y las armaduras doradas, le hizo pensar que en cualquier momento podría ser su momento, no podía desperdiciar esta nueva vida, no podría morirse así. Encontrarse con Aioria, reunirse como sus compañeros de armas, eso era su prioridad definitivamente.

Para fortuna suya, tuvo la oportunidad no solo de encontrarse con otros caballeros dorados, sino además de salvar a Aioria, de pasó dejarle en claro algunas cosas con respecto a la sucedido en el pasado, porqué claro que asesinar a Aioros, acabar con todo lo construido, anteponer sus deberes por sobre lo que Sagitario y su pequeño hermano significaban en su vida, le causaba muchos conflictos, aun en el presente, a veces soñaba con esa noche, escuchaba el llanto del quinto guardián una vez supo lo que supuestamente había hecho su hermano.

Convivir, hablar, tratar con el león dorado no era suficiente, sus sentimientos y pensamientos, cada vez mas confusos y difíciles de manejar, ¿acaso habría alguna solución a esto? ¿Qué hacer cuando los sentimientos de amor por alguien se hacen más fuertes y evidentes? Shura comenzaba a sentir que quizás su leoncito terminaría por descubrirlo, ¿Y si Aioria se enteraba y lo rechazaba y lo volvía a odiar? ¿Sería tanto el desprecio?

Toca su cabeza y cierra sus ojos— ¿Shura estás bien?— pregunta Acuario al notar su silencio y los gestos que hacía.

—Me excedí en los entrenamientos a pesar de las advertencias del viejo Maestro.

No era normal ver al español en ese estado, aún cuando tuviera confianza, no era de involucrarse en la vida de otros—en ese caso, es mejor que descanses... ya está anocheciendo, aprovecha.

—Lo siento, no te pude ayudar.

Niega con la cabeza tomando la carta—Hablamos mañana...— indica antes de salir de décimo templo.

******

—En unos días habrá una inauguración de un mmm bar en Rodorio...—Cáncer se acomoda a un lado de Piscis cubriéndose apenas con las sabanas.

—Aja, ¿Y qué con eso?—estando boca abajo con su cabeza recargada en sus brazos.

—Debemos idear una forma de llevar a Shura— sonríe corriendo algunos mechones del rostro de su pareja —si no es aquí en el Santuario, en Rodorio debe existir alguien que quiera estar con nuestro amigo.

—Pues... me gustaría que esa persona estuviera aquí, ya sabes para que nos podamos entender, salir los 4 ¡Eso sería magnifico!

—Oye Afrodita no seas egoísta y no pidas imposibles, además, ¿con quién podría emparejarse?

Continuará...

.......................................................................................................................................

Hola gente, yo aquí de nuevo después de un tiempo, hace ya varías semanas que he querido actualizar, pero debido a la falta de tiempo  y que bueno mi salud no a estado muy bien que digamos, incluso tuve un pequeño accidente casero, nada grave pero aún así dificultó mucho mis movimientos y mis actividades. 

Quisiera decir que habrá una actualización antes de que se acabe el año pero no lo sé, no me comprometo, no sé aun si saldré de la ciudad o del país o si trabajaré  hasta el ultimo día

Sigo trabajando en este fic, como el otro que tengo incompleto de este fandom, así como en unos nuevos que he venido escribiendo en mi cuaderno. Estoy muy entusiasmada y feliz  de estar aquí. Así que tendrán noticias mías pronto. 

Desde ya Felices fiestas, les deseo lo mejor para el año que viene. 

Nos  leemos pronto, cuídense y gracias por estar aquí apoyándome .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top