C25: Angella y Jason
[...]
—¡Esto es un secuestro!
Mi voz sonó fuerte y autoritaria, apenas había tenido la oportunidad de mostrar unas buenas excusas inventadas frente a la directora de la preparatoria sobre mi ausencia, quién habia aceptado gracias a que mis notas eran realmente muy buenas a excepción de matemáticas, el curso con el cuál yo debería rendir dos exámenes y una planilla para no dar por perdida aquella materia.
Sin embargo, al cruzar por la pequeña pista del lugar, dos sujetos "desconocidos" me habían vendado y metido a una camioneta sin previo aviso, podía haber peleado contra ellos y zafarme del problema fácilmente, pero había reconocido el ki de cada uno y me causaba mucha gracia lo que estaban haciendo.
—No realmente, Dalem.
—¡Claro que si, Jason!—espeté tratando de safarme de su agarre mientras la chica que estaba a su lado me dirigía con lentitud por el camino, hace unos segundos habíamos bajado del auto y ahora estábamos caminando por un lugar que yo desconocía—Angella, dile a Jason qué esto luce cómo un secuestro.
—Realmente si luce cómo un secuestro pero no lo es...—pude oir la suave voz de la pelirroja acompañada de una sonrisita, quise quitarme la venda pero ella me golpeó justo en ambas manos con fuerza—¡No te atrevas a hacer trampa, no debes ver nada!
—¡Bien!—solté con rapidez y con una pizca divertida—¿Les digo algo?, Estar con ustedes justo ahora hace que me sienta muy tranquila, ¿No están intentando asesinarme, cierto?
—¡Claro que no!—espetó Jason muy molesto, a pesar de eso pude oír que se reía—Quizás.
—Por cierto—me atrevi a interrumpir mientras sentí que subíamos unas escaleras—¿Cómo demonios averiguaron que iba a estar cerca del colegio?
—El señor Son nos lo dijo—había contestado Angella.
—¿Eh?—logré murmurar—¿Cómo es que lo conocen?
—Hace dos meses seguimos a Gohan para preguntarle sobre ti, lo cuál no nos sirvió de mucho porqué perdimos su rastro. La Corporación Cápsula tampoco nos prestaba atención y no respondía nuestras dudas—comentaba el chico seriamente—Justamente hace un par de días Angella tuvo que sacrificarse a seducir al vigilante mientras yo me encargaba de tomar prestados de la oficina de la directora los datos de Gohan para saber la dirección exacta de su domicilio, y gracias a ella, descubrimos que Gohan vivía cerca a unas montañas.
—Jason me obligó a salir en una cita con ese muchacho, Dalem—comenzó a quejarse la chica y yo solo reí sacando la benda de uno de mis ojos para ver su reacción divertida, ella estaba negando con el rostro y apegaba ambas manos a su cuerpo esbozando una mirada de disgusto—Yo no quería, pero...
—Dios mío, Angella—agregaba Jason con...¿diversión?, al parecer buscaba molestarla—Ese tipo te gusta, mira, mira tu rostro, ¡tienes un poco de baba cayendo de tu boca!—la chica solo comenzó a gritar con molestia—Dímelo, te mueres de amor por aquel "guapo y musculoso muchacho de cabello rubio que cuida a la directora", tu misma lo llamaste así.
—¡Oye!, ¡Eso no es cierto!—se quejaba la pelirroja con su típica voz, la cuál me hizo reir—Dalem, no lo oigas—involuntariamente, los tres nos habíamos detenido en medio de unas escaleras, yo seguía sin saber en qué lugar estabamos y ellos estaban muy centrados en su conversación—¡Deja de mentir Jason!
—¿Estoy mintiendo?—preguntaba éste de forma relajada—Entonces dame tu teléfono y déjame enseñarle a Dalem que tienes agendado el número de ese sujeto, yo jamás dije que le pidieras su número, solo era una cita para que lo distraigas y ya.
—Angella—llamé, la chica me observó con interés, poseía el rostro totalmente rojo—Dios, ese tipo si que te gusta.
—¡Hey!—se quejaron ambos al notar que yo tenía la benda completamente fuera y fue Angella quién volvió a bendarme casi con furia, yo solo rei—Demonios, estaba interesante aquella platica.
—En fin, entonces ahora que ya poseiamos la dirección exacta de la casa de Gohan, hace un dia nos dirigimos allí a las 7 de la mañana—volvió a comentar el muchacho—sin embargo, nos cruzamos con un hombre con un peinado muy peculiar, alrededor de ese lugar.
—Era Son Goku—informaba la pelirroja de forma serena—el papá de Gohan.
—¿Y qué rayos hacia el Señor Goku tan temprano en las montañas?
—No tengo ni la menor idea—respondía Jason, yo solo me puse a pensar—Lo único que vimos es que estaba protegiendo el nacimiento de un huevo de dinosaurio.
—¡¿Qué?!—pregunté al instante apretando mis manos con suavidad reconociendo que el Señor Goku había cumplido con su promesa de cuidar a los huevos de dinosaurio. Por otro lado, había pasado mucho desde que yo no veía cómo nacía un bebé dinosaurio y me apetecía demasiado ver algo así otra vez—Oh rayos, yo también quiero verlo nacer.
—Puedes verlo después—decia Angella de forma obstinada—ahora solo concéntrate en nosotros.
—Oye pelirroja—la llamaba Jason—¿Alguna vez te dijeron que eres una chica muy demandante y autoritaria?
—¡¿Qué quieres decir con eso?!—soltaba ella en voz alta y parecía estar muy enojada—¿Qué tiene de malo que sea así?
Desde mi posición y aún con la benda en mis ojos solté una risita intuyendo las expresiones de cada uno, no tenía ni la menor idea de qué había pasado con éste par desde mi muerte, y ahora que los veía, podía reconocer qué estaban peleando por todo, pero la situación no era para nada molesta, realmente era muy divertida.
Jason, de algún modo, tenía un gran parecido con el primo de Angella, él cuál también no paraba de molestarla cada que encontraba una oportunidad. Cuándo yo había estado viviendo en su casa, de verdad me había dado cuenta qué tan molestoso era ese sujeto.
—Entonces el señor Goku nos dijo que tus vacaciones ya habían finalizado, y qué por ende, hoy mismo estarías por aquí—informaba Jason—Angella y yo sabemos que los estudios son lo más importante para ti por lo cuál decidimos esperarte en la preparatoria desde muy temprano.
—Y llegamos—la voz animada de Angella me hizo tener una gran curiosidad por saber hasta dónde me habían traído—Es la terraza de la casa de Jason.
Lo primero que resaltaba alrededor del lugar era una gran cartel amarillo muy adornado y acompañado de una frase "Bienvenida Dalem", la letra y aquella forma en la que estaba adornada me dio a entender fácilmente que había sido trabajo de Angella, lo cuál me hizo sonreír ligeramente casi al instante.
Debajo del cartel estaba una mesa larga con unas cuántas bandejas llenas de dulces y botanas, de los cuales más me habían llamado la atención las gomitas en forma de gusano que estaban allí, también habían papas fritas, muchos dulces, galletas con chispas de chocolate y tres vasos con una bebida roja que parecía ser del restaurante del Señor Vincent, el padre de Jason.
—Gastamos algunos de nuestros ahorros en esto—pude oír que decía Jason—Perdón por tan poco.
—Puede que no sea mucho, Dalem—decía la pelirroja esta vez ubicándose frente a mi con una sonrisa, ¿que no era mucho?, ellos se habían esforzado para conseguir información sobre mi y me habían echo esta celebración, jamás alguien había echo algo de esta magnitud por mi—Perdón—susurraba ella bajando el rostro—Solo queríamos hacerte una celebración por tu llegada.
—No tienen porqué disculparse—solté observandolos y cruzándome de brazos intentando no verme tan vulnerable—Fuí yo quien se fue de vacaciones sin comentarles nada a ustedes. Esto es magnífico, ustedes son magníficos.
[...]
Había pasado casi más de una hora, estaba claro que también debía de ir a la Corporación Capsula, presentarme allí por respeto ante la celebración que ellos habían echo por mi regreso. Además de eso, tambien debía ir con el Supremo Kaio Shin para arreglar un par de cosas importantes. Sin embargo, no podía dejar a Angella y Jason aquí, solos, quería pasar el tiempo con ellos después de todos los meses que había pasado alejada de ambos.
—Jamás he pensado en mi futuro—soltaba la pelirroja—Aunque ahora que hablamos sobre eso, yo podría ser una diseñadora de modas muy famosa, realmente me gustaría mucho ser eso.
—Claro—interrumpía Jason dándole la razón—De esa forma verías los torsos desnudos de muchos hombres musculosos que lleguen a tu tienda en busca de ropa nueva.
—¡Callate Jason!
—Vamos, vamos, no comiencen a pelear otra vez—murmuré con diversión observandolos.
—Además espero casarme con un hombre que sea gentil, amable y sincero—decía Angella nuevamente—Odio a los tipos groseros y molestos cómo mi primo y cómo tú.
—Podria ser con Shamna—murmuraba Jason, la pelirroja lo observó—¿No es así?
—¿Ustedes creen que Shamna es el chico ideal para mi?
—Shamna tiene músculos, ¿eso es lo que te gusta, no?—Jason hablaba otra vez—Tu dijiste que te gustan los tipos rubios y musculosos.
—Oigan, fuera de todo eso, Shamna es un tipo amable y divertido cuándo deja su ego detrás—informé, Jason aceptaba moviendo la cabeza, despúes de todo el lo conocía mejor porque eran amigos.
—Me apiado de Shamna, lo que tendrá que pasar contigo—se burlaba Jason otra vez, Angella quería golpearlo pero un sonido nos desconcentró—Pobrecito.
El timbre del celular de Angela me hizo verla con interés buscando averiguar quién estaba llamándola, parecía ser muy urgente pues, a pesar de que ella ya le había cortado más de 5 veces antes de iniciar nuestra plática, el que estaba llamándola seguía insistiendo e insistiendo mucho más.
—¿Aló?, ¡¿Papá?!—comenzaba a hablar en voz alta la pelirroja, la voz de su padre era casi tan fuerte como la de ella, lo cuál facilitaba totalmente que tanto Jason cómo yo escucharamos la conversación—¡No!, ¡Ya te he dicho que no estoy en una cita!, ¡Estoy con Dalem!
—¿Eh?—pude oír la voz serena de su padre atraves de la linea—¿Dalem?, ¿La misma Dalem que solía vivir con nosotros?
—¡Así es!—espetó ella.
—Aquí estoy Señor—intervine buscando alguna excusa—Nosotras solo estamos hablando en el parque.
—¿Lo ves, papá?—reclamaba ella mientras Jason, parado en una esquina, intentaba no reír ante tal mentira—No hay nadie más con nosotros.
—Entiendo...—balbuceaba su padre—Hija, realmente me da gusto escuchar a Dalem después de tanto tiempo...¡Pero de todas formas debes regresar a casa!
—pe...pero ¡papá!—comenzó a chillar Angella sosteniendo su celular—Vamos, déjame estar un rato más con ella.
—¡He dicho Ángela!, ven a casa o te daré un castigo muy grave. Punto—la voz serena de su padre la espantó y ella me observó con rapidez, el hombre cortaba la llamada sin decir nada más.
—Dalem—murmuraba ella rendida—¿Ahora qué haré?, Yo quiero quedarme aquí contigo por más tiempo.
—Si no le haces caso a tu padre puede volver a confiscarte el celular cómo la otra vez y no quiero que después estés molestando a las personas de mi restaurante solo porqué no tienes nada que hacer sin ese aparato.
—¡Callate tú!
—Tranquila, mira, escuchame—sonreí intentando calmarla—Iré a visitarte mañana mismo si es posible. Ya no volveré a irme nunca más, podemos ir a la heladería de Sweet's&Rolls si quieres...
Angella sonrió.
—¿En serio?
Jason se había cruzado de brazos observandonos con molestia.
—Voy a fingir que no escuché que ambas pretenden ir al restaurante rival.
—No te molestes Jason, por favor. Quiero hacer esto por Angella—había pedido yo, éste había suspirado realizando su típica muestra de desinterés—¿Te parece bien la idea, Angella?
—¿De verás irías allí solo por mi?
Angella se colocó frente a mi quedando casi a centímetros de mi rostro, me observaba con una mirada suplicante, sus ojos tenían unas pequeñas lágrimas y apretaba su boca con fuerza levantando sus puños cómo si estuviera apunto de hacer una rabieta.
—¿Lo prometes?—ella había extendido su mano y yo había realizado la misma acción con la única finalidad de cerrar nuestra pequeña promesa.
—Lo prometo, jamás se me olvidará.
—Te creo—soltó la pelirroja apresurada mientras recogía sus cosas y se despedía moviendo las manos—¡Adiós Dalem, te veo pronto!—su voz era fuerte y pude ver cómo bajaba las escaleras de la terraza para después volver nuevamente por el mismo lugar y sonreírnos ladeando su cabeza—¡Tengan un lindo dia y cuídense chicos!
Y sin decir nada más, Angella desapareció del lugar.
Desde mi posición pude observar cómo Jason apoyaba sus brazos en el barandal y miraba hacia el cielo, se veía muy relajado y parecía estar pensando en algo porqué sus ojos no se despegaban de las nubes para nada.
—Dalem, ¿cuándo vas a decirle a Gohan lo mucho que te gusta?
La pregunta me tomó por sorpresa, casi asustandome pues no me imaginaba que el próximo tema para hablar seria ese, además de eso la frescura con la cuál abordó el asunto me había sorprendido.
—A mi no me gusta nadie—me apresuré a decir con un poco de molestia—No digas esas cosas tontas.
—Puede que seas muy inteligente y hermosa, pero la forma en la que tus ojos adquieren un brillo cuándo menciono su nombre te delata, colega.
Abrí la boca para decir algo más pero su sonrisa casí burlona frente a mi cara sonrojada me habia echo impedir negar aquel sentimiento. Jason abría la boca para decir algo más.
—No te avergüences de eso—me había dicho, más como un regaño—A mi también me gusta una chica muy hermosa e increíble, lamentablemente ella ya piensa en alguien más, pero tranquila, lo superaré, soy muy fuerte.
Él había sonreído otra vez, quise hablar pero él me había interrumpido nuevamente.
—Deberías confesarle a Gohan lo que sientes por él. Además, cómo dice mi padre, la vida es solo una y deberíamos aprovecharla al máximo.
—Deja de decir tonterías—abrí la boca solo para regañarlo con respecto a lo primero que había dicho—Para serte sincera no quiero hablar de ese tema, más bien, quiero saber cómo te encuentras tu, ¿cómo está tu brazo?
—Puedo moverlo muy bien, ya no se me dificulta para nada. Soy muy fuerte, ya te lo dije.
—¿Y qué hay de ti?—mi pregunta había sido sencilla, él me había observado con una sonrisa ladeada—¿Cómo estás?
—Yo debería preguntarte eso a ti. Dime, ¿Qué tal la pasaste en tu viaje?
—Maravilloso, conocí mucha gente nueva. Era un lugar muy bonito, también vi muchos animales.
—Frente a mi puedes dejar de fingir, Dalem.
—¿Qué?
—Sé que no fuiste de viaje.
Mi cuerpo se tensó al oir aquello salir de su boca, la atmósfera entretenida que nos rodeaba se habia esfumado y senti miedo de lo qué pronto Jason diría.
—¿Qué?, ¿a qué te refieres?
—Se qué tienes una fuerza increíble y también se que puedes volar.
—Jason yo...
—Tranquila, lo acepto, sé que quizás haz tenido tus razones para haber pensado que me tenias que ocultar una información cómo esa pero no lo hagas. Intentar ocultar quién eres debió de haber sido difícil para ti, ya no lo hagas más.
—Es que...yo creí que se asustarían y que me dejarían de hablar despúes de saber algo cómo esto...perderlos a ustedes, no me lo permitiría, realmente no. Angella y tu son muy importantes para mí y no quería deshacer nuestra amistad contándoles una información de esta magnitud—mi voz había sido rápida, un poco impaciente, incluso había bajado mi rostro evitando ver lo que sea que Jason expresara en su rostro, algo me decía que esto saldría mal, muy mal—Yo simplemente no quería que ustedes también me abandonaran.
Mi cuerpo realizó un movimiento involuntario, apreté los puños con rapidez e intenté esconder mi miedo al haber revelado aquella información que me aterraba y que había estado tratando de ocultarles, a ellos dos en especial. Mi mente jugó en mi contra justo en ese mismo instante haciendome recordar a mis progenitores y busqué ocultar mi rostro en cualquier lugar sin ayuda alguna.
Tenia un nudo en la garganta y las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, la preocupación por saber cómo el chico frente a mi reaccionaría ante lo que le había revelado estaba latente aún en mi, haciendo que mi respiración se agitara aún más. Todo se esfumó en un simple instante, Jason me había abrazado y había colocado su mano en mi cabeza, acariciandola suavemente.
—Las personas que se atrevieron a dañarte, y a obligarte a pensar que nosotros también hariamos lo mismo al saber sobre eso, que se pudran. No te merecen, no merecen tener a una persona tan increíble cómo tu en sus vidas.
Jason sabia perfectamente que mis padres me habían abandonado y que las personas de la Corporación Cápsula habían cuidado de mi desde ese dia. Sin embargo, jamás le había contado la razón, nunca, pero parecía que ya lo había inferido el mismo justo ahora.
—Dalem, eres increíble. Y qué seas distinta al resto solo hace que seas más magnífica aún. Frente a mi, no vuelvas a ocultar cómo eres en realidad, porqué me parece grandioso todo lo que haz logrado con eso.
[...]
Narrador Omnisciente
La Corporación Cápsula estaba impecable y todos allí estaban ansiosos por el regreso de Dalem. Dentro del lugar habían grandes mesas, las cuáles estaban colocadas en el patio mientras unos robots se encargaban de dejar comida de todo tipo allí. La mayoría de los Guerreros Z ya estaban aquí, muchos de ellos hablando un poco.
El señor Oxatán se encontraba sentado al lado de Roshi, totalmente en silencio, apenas hace unos segundos Goku había llegado a la fiesta con el traje sucio porque algunas cosas se le habían complicado asi que Milk se encontraba regañandolo mientras Trunks y Goten esperaban muy ansiosos en el patio a que cierta persona apareciera.
Las horas habían pasado considerablemente muy lentas, era un martirio para los niños y todos allí seguir esperando, parecía una eternidad porqué lo único qué querían era ver a Dalem ya.
Goku se había acercado a Gohan, quién se había mantenido un poco alejado a todos esperando la llegada de Dalem debajo de un árbol dentro del grande patio de la Corporación Cápsula. El pelinegro al percatarse de la presencia de su padre se sobresaltó un poco y después lo observó.
—Hijo, ¿Cómo estás?—había dicho su padre, por un momento esto le causó curiosidad pues nunca lo había escuchado tan preocupado—¿Estás bien?
—Si, estoy bien papá. Solo un poco preocupado, eso es todo.
—Yo también, ella ya debería estar aquí—avisaba su padre, Gohan asentía—Kaiosama dijo que ella ya había revivido hace unas horas atrás, lo más seguro es que esté en la ciudad arreglando algunas cosas, no hay que preocuparnos.
Goten y Trunks se habían acercado hacia ellos y se habían sentado en el suelo, rindiéndose de estar de pie y esperando sin recibir nada a cambio. Ambos niños se habían cruzado de brazos y bufaban con aburrimiento.
—Está tardando mucho—había dicho Goten observando al peli-lila—¿Crees que le haya pasado algo?, ¿deberíamos ir a averiguar qué le pasó?
—Si fuera ese el caso ya hubiéramos sentido su ki en peligro...pero...¿Qué pasa si ella no está aqui por qué ya no quiere regresar?—preguntaba en voz baja Trunks esta vez con miedo.
El hijo mayor de Goku, aún apoyado en el árbol, muy cerca a ellos, había cerrado los ojos intentando descansar pues se la había pasado todo el dia entrenando, tras escuchar lo que Trunks dijo observó el alrededor un poco más, jamás se lo había planteado, pero ahora que escuchaba al pequeño brief decir aquello solo hizo que se preocupara aún más. Gohan solo sabia que necesitaba verla, eso era lo único que él quería hacer en ese instante.
Por otro lado, Dalem se encontraba de pie, frente a una casa que ella no conocía, su respiración se había acelerado. Y a su lado estaba el Supremo Kaio, quién ahora era más conocido cómo Kibito Shin tras haberse fusionado con su compañero.
Desde su posición y sin moverse la chica ahora había perdido el aire por un instante, recordando el pasado. Tras las puertas de aquel lugar al cuál se atrevería a entrar buscaría la verdad, una verdad que estaba anhelando saber desde hace tiempo, una verdad que le demostraría las respuestas que ella necesitaba para calmar su interior.
—Señorita Dalem. Es aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top