C21: "Soy un tonto"

Narrador Omnisciente

Dalem

—Ah, recuerdo haber peleado contigo hace unas horas atrás—decía Majin Boo soltando una sonora carcajada observando a Dalem—¿Viniste para salvar a tu asqueroso amigo?—la chica solo apretó sus puños con rencor hacia ese sujeto por todo lo que había echo—Eh, ¿saben que no lo van a lograr, verdad?

La pelinegra por simple curiosidad se limitó a buscar el ki de Babidi y no lo sintió por ningún lado, no era que le importase aquel atroz mago, los únicos que le importaban eran los Guerreros Z y ahora que ya no podía sentir la presencia de ninguno de ellos, claramente a pesar de que podía recuperar las esferas pues aún Dende seguía vivo, el echo de haber perdido a cada uno y que ella no hubiera estado allí para ayudarlos le frustraba demasiado.

—Voy a pelear contigo—espetaba Dalem con serenidad y enojo—Ya que no está Babidi nada podrá detenerme esta vez.

—Solo mirate—sentenciaba Boo con un tono burlesco—¿Planeas atacarme con ese cuerpo tan malherido?, ¿Acaso no le temes a la muerte?, ¿es que no te da miedo morir?

—No me puedo dar el lujo de temerle a eso en una situación cómo esta—espetaba la chica con molestia mientras el mounstro rosa adoptaba su típica posición de pelea—¿Es que no lo comprendes?

—¿Comprender qué?

—La muerte no es mi peor temor, y mientras aún tenga fuerzas lucharé hasta el final, eso no lo dudes—soltaba la pelinegra observándolo llena de furia—Y respondiendo a tu primera pregunta, claro que si, planeo atacarte—comentaba con molestia—No me importa no estar a la altura de tu poder, lo único importante para mi es salvar a las pocas personas que quedan vivas y eso es lo que haré.

Sin importarle alguna respuesta por parte del enemigo ella solo suspiró tranquilizando su mente y no dejándose llevar por la ira pues esta siempre la llevaba por mal camino. Cabe recalcar que Dalem estaba muy débil y no tenía tantas energías cómo antes asi que por ahora podía solo pelear en su estado base. La chica adoptó su pose común para comenzar a luchar y justo antes de acercarse hacia Boo la voz de su amigo la hizo detenerse.

—Hagamos esto juntos—soltaba Gohan observandola—Cómo en los viejos tiempos—volvía a decir el chico, lo cuál a Dalem le recordó mucho a el instante en que éstos se habían enfrentado contra los Guerreros de Plata, aunque su resistencia no había sido suficiente, cómo siempre, al final ambos habían acabado con ellos—Quizás así tengamos una oportunidad para vencerlo.

—¿Realmente creen que pueden vencerme ustedes dos?—bromeaba el mounstro rosa con altaneria—Ambos están muy heridos, solo mirense nuevamente—decía comenzando a reir fuertemente—No van a lograrlo.

Y justo cómo solian hacerlo antes, los dos adolescentes comenzaron a pelear juntos, Dalem se detenía a distraer a Boo con algunos golpes que nunca llegaban a su rostro mientras Gohan era el que imponía la verdadera fuerza. Esa había sido una simple trampa que usaron para después, ambos, propinarle un gran golpe en el rostro a Majin Boo al mismo tiempo. La rapidez y la gran sincronización que tenían ambos chicos era similar, se movian y golpeaban al enemigo obteniendo buenos ataques, era todo lo que habían aprendido gracias al Señor Picoro.

—Debo admitir que ustedes dos son duros de matar—sentenciaba Boo con fastidio—Quizás si no estuvieran tan heridos cómo lo están podrían haber tenido una oportunidad contra mi, pero ya es muy tarde, terminarán agotando sus energías ustedes mismos.

Justamente cómo el mounstro rosa lo había dicho, cada vez que ellos lograban asestarle golpes fuertes se iban cansando más. La sincronización con la que peleaban ambos chicos ejercía una gran concentración en ellos, y era obvio que no podían concentrarse del todo si aún no recuperaban sus energías, mientras siguieran heridos, aquella batalla sería en vano.

—¡Ya me hartaron!—sentenciaba el mounstro rosa cansado—Mejor acabaré con ustedes de una vez por todas.

En un solo segundo, Dalem pudo observar cómo Majin Boo parecía estar hartandose de los golpes, y sin previo aviso comenzaba a golpearlos a ambos totalmente enfurecido. Sin embargo, en un desliz por parte de ambos la desconcentración les ganó y ambos fueron envueltos en una especie de aros dorados.

—Comenzaré contigo—decía Boo observando a Gohan, deshizo el aro que rodeaba el cuerpo del pelinegro y cuándo esté cayó al suelo, se atrevió a tomarlo de su rostro con mucha fuerza—Será más fácil, estás más herido que ella.

Mientras Majin Boo se encargaba de torturar a ambos, Dalem solo pudo reconocer que cuándo aquel aro disminuía más de tamaño lograba hacer que sintiera un gran dolor en todo su cuerpo. La chica dejando aquello de lado observó cómo el mounstro rosa comenzaba a crear una pequeña esfera de energía y la apuntaba en dirección hacia el rostro de Gohan.

—Yo soy el más poderoso del universo—afirmaba Boo con altanería y enojo—y no voy a permitir que alguien supere mis poderes

—¡Detente!—espetaba ella con molestia intentando salir de aquella técnica viendo cómo su amigo había dejado de moverse—¡Para de una buena vez!

—Hasta nunca—soltaba Boo con diversión observando a Gohan.

Desde lo lejos, un pequeño perro se acercó hacia ellos y comenzó a ladrar asi que ella se limitó a ver cómo Majin Boo dirigía la antigua esfera de energía hacia el animal, pero en ese instante desde algunas colinas, Mister Satán salía y golpeaba a Boo con golpes que definitivamente no le hacían daño alguno, luego de unos segundos el señor tomó al pequeño perro en sus manos con mucho susto y el enemigo volvió a apuntarlos con su mano.

—No te atrevas—espetaba Dalem en murmullos sintiendo su cuerpo totalmente cansado—No lo hagas, Majin Boo.

La concentración de la pelinegra fue solo enfocarse en observar a su amigo, éste se veía muy cansado y ya no luchaba, sus ojos estaban cerrados y una sensación de preocupación le invadió. Gohan estaba herido y por otro lado estaban a punto de matar a Satán, ¿qué rayos debía de hacer ella ahora?

—¡Basta!

El grito de Dalem les permitió a ambos escapar, tanto a Gohan cómo a ella, pues su amigo había abierto los ojos justo en ese momento y soltó una gran patada en el rostro de Majin boo evitando que éste asesinara a Satán y logrando que de ésta manera lo soltaran a él también. La pelinegra, por su parte, había logrado liberarse de aquellos aros dorados con la poca fuerza que le quedaba.

—¡Mister Satán alejese de aquí, ahora!—ordenaba Dalem con rapidez observando cómo éste no dudaba ni un segundo y corría situandose muy lejos del mounstro protegiendo al pequeño perrito—Esto es muy peligroso.

La batalla ya se estaba prolongando demasiado, mucho más de lo debido, la energía de ambos chicos estaba decayendo tan rápido que a Boo le comenzó a hartar totalmente aquella situación. Sin embargo, ni Dalem ni Gohan se habian atrevido a dejar de luchar. La rapidez que imponía el mounstro rosa en cada uno de sus ataques era increíblemente fuerte, tanto así que, cómo lo había dicho éste, quería deshacerse del hijo de Goku primero.

—¡No Gohan!, resiste por favor—Desde algún lugar apareció Dende corriendo con mucha rapidez hacia Gohan, Dalem sabia que el pequeño kamisama quizás tenía en mente hacer que su amigo recuperara su fuerza y energía con el poder de sanación que llevaba en las manos, así que lo dejó todo en sus manos mientras ella se encargaba de distraer al enemigo—Enseguida te curaré.

—¡Oye!, eres un idiota Boo—espetaba la chica con molestia comenzando a volar logrando captar la atención del mounstro rosa—Escúchame, yo le dije a Babidi sobre el torneo, estás vivo debido a mi, así que el problema es conmigo. Atacame a mi.

Esa simple frase hizo que Boo se enojara, por lo cuál Dalem se alejó del pequeño kamisama y Gohan, aún siendo el centro de atención del enemigo, para evitar que la pelea pudiera estropear lo que Dende tenía en mente. Aunque, fue en ese mismo momento en el que la chica pudo ver cómo el mounstro lanzaba una gran masa de poder, que claramente, ahora iba dirigida hacia Gohan y Dende para intervenir el proceso de sanación. Al parecer Boo seguía apegado a su idea de destruir al hijo de Goku primero.

Dalem voló lo más rápido que pudo, sin embargo se veía muy difícil contra-atacar por la distancia así que optó por lo más lógico, se atrevió a pararse frente a Dende y Gohan, poniendo sus brazos en forma de x, protegiendo al resto, totalmente dispuesta a recibir el impacto, cerró los ojos esperando la esfera de energía caer encima de ella pero el mpacto nunca llegó.

—¿Qué?—la chica abrió sus ojos y solo se pudo dar cuenta de una cosa, el impacto había sido interrumpido por una técnica más. Una técnica muy conocida para ella, era un kikoho—¡Ten Shin Han!—gritó cuándo logró verlo, estaba demás decir que ella no lo había visto en mucho tiempo, habían pasado 7 años desde la última vez—¡Estás aquí!

—Hola Dalem—saludó el hombre pero al instante ambos pusieron su concentración en Majin Boo—Perdón por llegar tan tarde.

La pelinegra dió un vistazo hacia atrás observando que Gohan ya había recuperado algo de su fuerza, su ki se había elevado y era más grande que antes, incluso más grande que el ella misma, aunque el proceso de sanación aún no acababa. Si Majin boo lo había derrotado así, Dalem no tenía ni idea de que es lo que pasaría con ella.

—¡Qué bueno que llegaste Ten Shin Han!—soltaba Gohan emocionado.

—Sabia que eran ustedes, se han vuelto muy fuertes—comentaba Ten con serenidad—También estoy sorprendido por la transformación por la que pasó Majin Boo.

—Es hora de poner la basura en su lugar—Había interrumpido Boo con molestia y, justo en ese momento, Ten se atrevió a atacar a Boo con un kikoho, el cuál no afectó en nada al mounstro rosa.

El cielo se llenó de un completo color rosa mientras Majin Boo, en sus manos, cargaba una gran esfera de energía muy poderosa, amenazando con destruir el planeta por completo. Dalem, Gohan e incluso Ten adquirieron su típica posición de ataque sin dejar de distraerse por la gran masa de poder que Boo tenía entre sus manos, la cuál despedía una sensación malévola gigantesca.

—Maldicíon—había espetado Gohan con molestia colocándose frente a su amiga intentando protegerla del impacto—Dalem, quédate detrás de mi, estás muy herida. No sé si podré proteger la tierra esta vez pero prometo que te cuidaré, no quiero que nada malo vaya a sucederte.

La pelinegra sólo lo observó con cierta molestia y un ligero sonrojo, aunque era cierto, ella aún no recuperaba completamente sus energías, tenía la intención de pedirle ayuda a Dende, pero eso expondría demasiado al pequeño Namekusei, y al parecer ahora ya era muy tarde, ir hasta el maestro Karin sería probablemente lo peor pues tendría que dejar el lugar de pelea en manos de Ten y Gohan y estos no sorpotarian mucho tampoco.

—Demonios—espetaba Dalem observando cómo Boo estaba a solo segundos de atreverse a lanzar su ataque final para acabar con la tierra—Esto no puede acabar así, me niego a creer que...

Las palabras de Dalem quedaron en el aire justo cuándo aquella masa de poder era cesada mientras se veía claramente cómo Boo estaba siendo cortado en dos, ella desde su lugar y totalmente atenta a todo pudo reconocer al instante de quién pertenecía el ki y quién había hecho tal cosa con mucha rapidez.

—Es el señor Goku—informaba la pelinegra a la par que veía que Gohan buscaba a su padre entre el polvo que se había originado—Tu padre está aquí.

—¡Papá!—llamaba el pelinegro al instante—¿Qué estás haciendo en la tierra?

—Ya te había visto en alguna parte a ti también, te transformaste de una manera extraña—Majin Boo los observó a todos con una mirada rápida, y por lo que Dalem pudo observar, aún la mitad del cuerpo del monstruo seguía en el suelo—No me digas qué haz venido a salvarlos, porqué es absurdo—soltó una sonora risa—¿Acaso no entiendes qué ya no soy el mismo de antes?, Ahora pertenezco a otra dimensión.

Justo en ese instante, Dalem se limitó a observar el rostro de Goku, el hombre había comenzado a sonreír tan relajadamente y sin preocupaciones cómo siempre lo hacía, aún fijándose solo en él, se levantó con la poca fuerza que tenía mientras veía que el señor Goku seguía conversando con Boo.

Una sensación gigantesca de preocupación se apoderó de ella, sentía que algo malo estaría por suceder, un sentimiento agrio se detuvo en su garganta y supo que no se encontraba tan bien, su corazón había comenzado a acelerarse e incluso estaba muy agitada. Sin embargo, rehuyendo lo que había sentido dentro de ella misma, se acercó hacia su amigo un poco más sin titubear ni un segundo y ocultando toda pizca de malestar.

—Dalem—llamó el muchacho con preocupación—¿Qué sucede?, ¿Te encuentras bien?

—Es curioso estar en una situación cómo esta, ¿sabes?—dijo con rapidez su amiga arrodillandose a su lado, Gohan se veía cansado pues su energía y su ki habían disminuido—Hace un par de meses estábamos tan felices realizando nuestras tareas y viendo a Icarus juntos, realmente fuimos muy estupidos al creer qué el mundo estaría en paz para siempre después de todo lo sucedido.

Gohan dejó de observar a su padre solo para enfocarse en su amiga al haber oído aquella información, la palabra que había usado para describirlos a ambos tan solo le había echo sentir que algo andaba mal con su amiga, lo sabía perfectamente.

—Dalem, dime ¿qué te sucede?—exigió saber esta vez con más preocupación, su amiga no dijo nada—¿estás bien?

—Ya te he dicho que estoy bien, pero no creo tener la energia suficiente para poder derrotarlo—había soltado la chica con serenidad observando a Boo—¿Qué hay de ti?, ¿estás bien?

—He sido un tonto—había dicho Gohan al instante.

—¿Eh?—preguntó al instante—¿Por qué lo dices?

—Quiero proteger al mundo Dalem y sé que tu también lo harías—soltaba el pelinegro al instante—Daría mi vida por todo este mundo si fuera posible, maldición—refunfuñaba Gohan—Solo si jamás se me hubiese ideado dejar de entrenar al menos hubiera podido ser lo suficientemente fuerte para ayudar en algo ahora.

Dalem observó a su amigo con interés y una pizca de tristeza, la chica sabía que Gohan no había tenido una infancia normal; había tenido apenas cuatro años cuándo había sido raptado por su tío, su padre murió frente a él, luego de eso Picoro tuvo que entrenarlo para la llegada de dos personas malvadas que habían asesinado a sus amigos frente a él, después de eso tuvo que pelear contra un sujeto poderoso en otro planeta buscando revivir a los que habían muerto y al final se vio envuelto a derrotar a un temible mounstro teniendo solo once años.

Estaba claro qué por aquellas razones no le gustaban las peleas, y apesar de eso, cada vez que un villano llegaba Gohan siempre se esforzaba en derrotarlo sin piedad para volver a la paz de antes, justo cómo había sucedido ahora, había dado todo de si mismo para tratar de derrotar a Majin Boo pero éste enemigo excedía sus poderes.

—Lo que...—comenzaba a murmurar Gohan arrodillandose—Lo que está pasando es culpa mía—comentaba apretando los puños y bajando el rostro en signo de disculpa—Volví a confiarme y me dejé llevar por el poder qué poseía. He sido un tonto.

—Concuerdo contigo—sentenció la chica cerrando los ojos con molestia e indignación, sacudió su ropa un poco y, apesar de que su cuerpo internamente no se sentía tan bien, logró sonreír un poco—Eres un tonto—su amigo solo bajó el rostro con rapidez—Somos unos tontos—corrigió cruzándose de brazos—Hasta este punto creo qué no debemos agobiarnos solo por el echo de ser inútiles en esta pelea, tu me lo dijiste hace unos minutos atrás, pase lo que pase nosotros vamos a ganar—habia dicho Dalem de forma relajada—Después tendremos mucho tiempo para mejorar nuestros defectos, ¿no lo crees?—decía con una sonrisa, la cuál hizo que el pelinegro se sonrojara con lentitud—No importa que suceda Gohan, vamos a salir de esta situación juntos, eso no lo olvides—Gohan asintió, soltó una sonrisa gentil y se levantó—Nosotros ganaremos, siempre lo hacemos.

—No haz cambiado en nada Dalem—interrumpía Ten Shin Han con serenidad—Tu actitud esperanzadora sigue intacta apesar de que estamos en un problema muy grave.

Por un momento, la concentración de Dalem se enfocó en buscar a Dende, el pequeño namekiano estaba oculto entre unas rocas observando a Boo con mucho miedo y el mounstro rosa, apesar de estar hablando con Goku aún teniendo el cuerpo partido a la mitad, observaba hacía los lados quizás buscándolo a él, lo cuál, le hizo entender fácilmente que el enemigo quería deshacerse de Dende ahora también.

—Te lo aseguro, Ten—informaba ella con una sonrisa ocultando el dolor que sentía pues de todas formas sería inútil dirigirse hasta kamisama—Ganaremos nosotros esta vez, verás qué...¡Ten!

La otra mitad de Majin Buu se levantó cómo si nada lanzando a Ten al suelo de un solo golpe después de que el Señor Goku dijera que había encontrado algo para derrotarlo, y un segundo después unió su otra mitad con el mismo volviendo a ser el sujeto de antes.

—Maldición—comentaba la chica mientras Gohan se acercaba hacia Ten—¿Está bien?

—Se ha desmayado—informaba el pelinegro.

—Ese sujeto es un gran peleador de artes marciales pero le hice daño con solo una patada—pudieron oír que Majin Boo decía.

—¡Atrapa esto, Gohan!—la orden serena de Goku hizo que ambos chicos le prestaran atención solo a él, el hombre de cabellos alborotados lanzó algo muy pequeño, qué por la rapidez, Gohan no pudo atrapar y cayó entre algunas rocas—Recogelo Gohan, de prisa. Cuándo lo encuentres pontelo en la oreja derecha—indicaba nuevamente mientras su hijo solo se apresuraba en hacer lo indicado—Al hacer eso te fucionaras conmigo para derrotar a Majin Boo.

—Me gustaría esperarlos, pero tengo una cuenta que ajustar con la chica de allá—la frase que Boo acababa de soltar hizo que Dalem reaccionara solo para alejarse de Ten lo necesario para qué nada pudiese ser capaz de dañarlo, una vez que estuvo unos metros lejos, observó con enojo por un momento al mounstro y éste estaba señalandola con diversión—No creas que me he olvidado de ti, eres un poco difícil de exterminar—decía nuevamente soltando una sonora risa—Aunque dudo mucho que fusionándose logren ganar—soltó una mirada rápido hacia Gohan y luego hacia Goku—yo también pondré de mi parte—miró esta vez a Goku y se acercó con rapidez hacia él—Lo impediré matándote.

—Espera un minuto más, se paciente, ¿si?—intercedió Goku nervioso, Sin embargo la pelinegra estaba totalmente segura de que Majin Boo no esperaría un segundo más—No, ¡Maldición!—soltó el mayor de los Son cuándo el mounstro rosa se acercaba hacia él con gran velocidad—¡Maldición!

Dalem logró volar hasta llegar lado de Goku mientras observaba cómo éste adquiría una nueva transformación que a simple vista parecía ser mucho más fuerte que la del ssj2. El hombre tan solo observó a la chica y negó moviendo su cabeza lentamente y un poco preocupado.

—Yo me encargo de esto, Dalem—comentaba con rapidez—Ve y ayuda a Gohan a buscar el arcillo.

Obedeciendo a Kakaroto, Dalem se alejó de él aún lanzando un vistazo hacia atrás, observando al padre de Gohan que esquivaba todos los golpes con suma rapidez, era increíble, pero se veía legiblemente que Majin Boo aún poseía muchas más energía que esa. Básicamente la pelea entre ellos se basaba en una cantidad exorbitante de poder, estaban a la par, muy a la par, pero la resistencia del mounstro rosa aumentaba cada vez que recibía cada golpe.

—Rayos...—pudo oír cómo su amigo se quejaba levantando roca tras roca buscando el dichoso objeto, ella se detuvo a hacer lo mismo levantando otras rocas buscando el arcillo pero no encontraba nada, el suelo estaba lleno de polvo y eso era lo único que se podía ver—No...

—¡No puede ser!—El grito de Majin Boo hizo que ella perdiera la concentración, asi que se limitó a voltearse solo para observar lo que sucedía—¡No!

El mounstro rosa sostenía su cabeza con fuerza y lucía confundido mientras gritaba, en un instante, adquirió la típica vestimenta del Señor Picoro y a comparación de antes, su ki había bajado estrepitosamente.

—Ah, es cierto. La fusión de los niños ya terminó, a eso le llamo suerte—mencionaba el señor Goku relajado—Ahora solo estás mostrando la fuerza de Picoro—aclaró—Tu tiempo se ha terminado, cuánta lástima me das. Majin boo tu poder ha disminuido indudablemente.

—Aquí está—susurró el pelinegro al lado de su amiga, Dalem solo giró y lo observó acercándose hacia ella, y por curiosidad se detuvo a observar el pequeño objeto que se encontraba en la mano de Gohan, se veía cómo un mini arete amarillo—¡Papá, aquí está!...Este objeto les pertenece a los Kaio-samas, ¿verdad?—pronunció alto y su padre lo observó—¿Ahora qué hago con él?—cuestionaba—¿Qué sucedió?

—Tu padre dijo que la transformación de Goten y Trunks acabó—comentaba Dalem sintiéndose aliviada, su amigo asentía—Al parecer solo le queda la fuerza del Señor Picoro.

—Rayos, qué decepción. Hasta Gohan e incluso Dalem podrían ganarte—declaraba Goku con una sonrisa volviendo a su estado base—Te recuerdo qué ambos conocen cuáles son sus puntos débiles.

—¿Dónde está Dende?—cuestionaba Gohan con un poco de preocupación al percatarse que ni siquiera su ki se sentía por el alrededor, quizás debido a la lucha de su padre con su nueva fase en contra del enemigo los había echo huir, al pequeño Namekiano y a Satán, mucho más lejos solo para intentar protegerse—Maldición.

—En fin...—pudieron oír todos que Boo decía soltando puras carcajadas malévolas—Que bueno que preparé algo por si llegara a pasar una situación como ésta.

—¿Preparar algo?—preguntó el señor Goku con curiosdidad—¿De qué estás habla...

Tomando desprevenido a todos, una molécula rosa se apoderó de Gohan y, mientras Dalem trataba de ayudar a su amigo lanzando distintos ataques con la poca fuerza que tenía, tanto los espectadores cómo el mismísimo Goku se quedaron estáticos observando todo con confusión. Boo había sido muy veloz para absorber a Gohan y no le había costado ningún trabajo.

—¡Maldición!—espetaba Dalem con enojo sin poder hacer nada, ya era tarde—Ya no tengo energías, ya no me queda casi nada—Justo en ese momento Boo le lanzaba una pequeña masa de poder solo para intentar molestarla, lo cuál hizo que la chica aterrizara unos metros lejos del campo de batalla—¡Demonios!

—¡Espera Dalem!—Dende apareció en ese mismo instante y colocó ambas manos empezando a sanarle sus heridas con rapidez—perdón por no venir antes Dalem, lo siento mucho, yo solo estaba esperando el momento más indicado para que Boo no me descubriera.

—¡Dalem!—llamó Goku en un grito desde lo lejos y ella pudo observar a la misma partícula rosa que había consumido a su amigo tratando de acercarse hacia ella y hacia Dende con velocidad—¡Usa la teletransportación, ahora!—ahora que tenía un poco más de energía que antes, la pelinegra no titubeó ni un segundo y tomó al pequeño kamisama mientras éste aún la sanaba, colocando sus dedos en la frente y con un movimiento rápido evadimos lo que el mounstro quería hacer.

Lamentablemente tras los intentos inútiles y debido a su falta de energía, Dalem no pudo alejarse mucho. Cuándo aparecieron de nuevo, sus cuerpos cayeron delicadamente cerca a Ten, unos metros lejos de ellos. Y frente a Satán, quién observaba con una expresión de miedo todo lo que sucedía. Desde su sitio, Majin Boo parecía enojado, sin embargo la partícula que había consumido a Gohan se adherió a él y Boo adoptó la fuerza de éste, seguido así de que ahora la malvada bestia rosa poseía el gi de entrenamiento del hijo mayor de Goku.

—Listo—avisaba Dende con una sonrisa observando a Dalem—Espero que me disculpes por haberte curado tan tarde, se que querías ayudar a Gohan, perdóname favor.

—Hiciste lo mejor, recuerda que sin ti no habría esferas—comentaba la chica—Ahora ocultate, Dende.

Dalem se levantó, teniendo en claro solo una cosa, ahora estaba enojada, muy enojada. Enojada por todo lo que Majin boo estaba haciendo, por lo que había echo y en especial por haber absorbido a Gohan frente a ella y por haberse burlado de ambos al luchar. De todas formas, su instinto la llamaba a seguir peleando así que se sitúo al lado de Goku.

—Perfecto—soltó el mounstro rosa riendo y observando cómo era su nuevo aspecto—Esto es perfecto.

Por otro lado, Goku estaba muy impresionado y seguía confundido, quizás era por el poder que había adquirido Majin boo ahora o simplemente porqué quizás no sabia que hacer y nada bueno parecía pasar por su mente. Luego de unos segundos observó con un poco de disgusto a Satán y a Dende, quiénes estaban escondidos detrás de unas colinas.

—Dalem—llamó éste, la pelinegra lo observó sin bajar la guardia—Tengo entendido de que lograste llegar hasta la transformación del súper sayajin dos en tan solo unos minutos, a Gohan y a mi nos costó mucho, incluso a Vegeta—informaba esbozando una pequeña sonrisa—Estoy muy orgulloso de ti.

—Señor Goku ¿usted acaso planea...?—Lo que sea en lo que estuviese pensando Goku, a Dalem no le parecía nada bien, parecía que estaba apunto de sacrificarse, una vez más, aquello le hizo recordar mucho a lo sucedido con Cell—¿Qué tiene en men...

—Ahora cuida al resto—ordenaba Goku observandola, después de un segundo observó a Satán cómo si éste fuese de alguna ayuda—Te aseguro que la muerte de todos nuestros amigos no será en vano. Deja esto en mis manos.

Dalem solo observó con confusión a Goku, "¿qué había pasado con esa técnica poderosa?, ¿por qué no se funcionaban ellos?, ¿tendría algo de repercusión?" comenzaba a cuestionarse la chica, pero justo en ese momento, los ojos de la chica se abrieron de sorpresa al percatarse del ki que sentía a lo lejos, era un ki muy conocido, si, no se podía equivocar, era él.

—¡Es Vegeta!—declaró la pelinegra con sorpresa y una pizca de alegria, Kakaroto se sorprendió al instante—Señor Goku, Vegeta está aquí.

___________________________________

Jeloooou, it's me, otra vez, perdón por la demora. Estaba ocupada en un par de cosas personales sobre mi salud. D:

Nota: perdón si no lo ven tan romántico, un par de capítulos más y ya luego solo me enfocare en Gohan y Dalem. Por el momento quiero terminar de poner la Saga de Boo aquí, ya esta apunto de finalizar. Además ya tengo lista la perspectiva de Bulma y Vegeta que verán en un cap muy pronto.

Cuídense y espero que les guste mucho este cap. 💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top