C20: ¿Estás viva?

Narrador Omnisciente

Dalem

La respiración de Dalem era tensa, lenta y pausada, la chica tenía los ojos cerrados pero podía oír a la perfección muchas voces distintas a su lado, se sentía confundida y tenía una gran duda en su mente, la pelinegra soltó un suspiro y mientras recuperaba fuerzas para levantarse tan solo un recuerdo fugaz pasó por su mente con una rapidez tremenda.

"—Trecientos setenta y tres, trecientos setenta y cuatro, trecientos setenta y cinco, trecientos setenta y seis, trecientos setenta y sie...

—¿Por qué estás en el suelo?—la voz serena de alguien la hizo detenerse, Dalem dejó de hacer las flexiones y se reincorporó con rapidez solo para observar muy animada a quién se encontraba frente a ella—¿Qué ha sucedido está vez?—el hombre observó su reloj con curiosidad y luego volvió a ver a la niña—Se supone que debias de haber salido del colegio hace una hora.

—¡Yamcha!—saludó la niña ignorando ambas preguntas y lanzándose a abrazarlo—No te había visto por tanto tiempo.

Para empezar, a Dalem no le apetecía contarle porqué se encontraba en el suelo haciendo flexiones, aunque la respuesta era sencilla; Roshi. El anciano solía venir a visitarla muy seguido durante los recesos de las clases, se quedaban conversando y platicando por largos ratos, lo cuál le hacía a la niña sentirse muy animada.

Sin embargo, justamente ese día, cúando Roshi se había retirado, las burlas de sus compañeros hacia el anciano hicieron que ella perdiera el control, normalmente Dalem dejaba que el resto la molestase, no le interesaba en lo más mínimo cuándo se burlaban de ella, ni siquiera los obedecía, pero sus compañeros ya llevaban tiempo burlándose de Roshi y aquello le había echo perder la paciencia.

La pequeña pelinegra había golpeado muy fuerte a un par de niños de su grado tratando de negar los insultos que ellos le soltaban a Roshi en su ausencia. Ambos niños se habían ido a quejar hasta la dirección, lo admitía, se le había pasado la mano con ellos pues ambos estaban sangrando. Al final la situación había empeorado y la habian castigado otra vez, dejándola completamente una hora sola en el patio de deportes después de finalizar las clases.

—Dalem—llamaba Yamcha con una sonrisa—Cada vez estás más grande, ¿estás apunto de cumplir 13 años, cierto?—la niña solo sonrió colocándose su mochila y comenzando a caminar a su lado—¿Hay algo nuevo que deba saber?

—Bueno...—la niña comenzó a pensar —Ah si, mañana hay una reunión de padres en mi colegio—informó desanimada pues sabia perfectamente que Bulma y Vegeta no vendrían, y pedirle a Picoro que lo hiciera seria muy extraño por el echo de qué las personas lo verían muy mal y lo juzgarian solo por ser verde—Eh Yamcha, ¿qué harás mañana?

—Veamos...—comenzó a decir Yamcha tocándose la barbilla mientras caminaba junto a la niña—Tengo una cita, planeo ir con ella a mirar una película en el cine, luego por la tarde veremos el partido de beisbol de la Liga A, y en la noche, no sé, quizás iré a cenar algo con ella.

—Oh...—había murmurado la niña haciendo un puchero, ahora no había ninguna persona disponible que pudiese asistir a aquella "reunión"—Emm, ¿y cómo se llama la chica con la que saldrás esta vez?

—Realmente no es de importancia—contestaba Yamcha observando la expresión triste de la niña—¿Quieres qué me presente cómo si fuese tu padre en la reunión de mañana?

—¿Y qué hay de tu cita?—cuestionaba Dalem con curiosidad—¿Vas a dejarla solo por mi?

—Claro que si Dalem, además habrán muchas más chicas para mi, confío en que ella entenderá las razones—el hombre solo despeinó el cabello de Dalem con una sonrisa—Y oye pequeña, ¿No estás metida en nada grave, cierto?

La niña solo tragó saliva con lentitud y cuándo Yamcha se percató de aquella acción, tuvo que observarla con mayor serenidad trantando de averiguar si estaba mintiendo. Dalem no pudo aguantar más y soltó una sonrisa divertida e inocente dando a revelar que si estaba metida en algo grave.

—Puede ser—había murmurado la pelinegra.

La niña con una sonrisa en el rostro solo comenzó a correr hacia la tienda más cercana con las intenciones de mostrarle a Yamcha la nueva tanda que había salido de su manga favorito, pero justo en ese momento chocó con un niño, el cuál cayó al suelo y comenzó a llamar a su padre mirando a la chica con miedo.

—¿Qué demonios tienes en la cabeza tonta, niña?—había espetado el padre del niño empujándola, sin embargo la chica ni se movió, el hombre tomaba al niño del suelo en sus brazos y lo abrazaba con preocupación—¿Qué acaso no viste qué mi hijo estaba pasando por aqui?—el niño que estaba en sus brazos solo quiso retirarse lo más rápido posible porqué sabía que Dalem era una chica muy extraña, la conocía, era un niño de su grado—Tonta mocosa.

—Disculpeme—soltó la pelinegra muy rápido—yo venía muy emocionada por algo y no vi a su hijo pasar por aquí.

—Eres una estúpida—el hombre se detuvo a observarla de pies a cabeza y su mirada se detuvo en el sello que la chica tenía en la mochila—Ah, eres esa niña de la Corporación Cápsula—Dalem solo bajó la cabeza al sentirse apenada por lo que ese tipo le decía—Eres esa adoptada.

Yamcha había oído lo que el hombre había dicho, estaba detrás de Dalem y esperaba que la chica reaccionara, pero sabía perfectamente que ella no se atrevería a golpear a nadie. Y apesar de eso, él se mantenía detrás de manera expectante observando la molesta escena dispuesto a golpear al señor por si éste se salía de sus cabales.

—Eres una idiota—decia el hombre nuevamente observándola, la niña solo bajó la cabeza con rapidez sintiéndose ofendida—quizás es por eso qué tus padres te abandonaron.

Yamcha solo se acercó hacia el hombre ya sin poder contener su molestia, aquella última frase había logrado descontrolarlo por completo, era obvio para él que Dalem no tenía la culpa, le molestaba que la gente creara burlas sobre la niña de esa manera.

El hombre lo único que hizo fue soltar un simple golpe para lograr lanzar al hombre hasta otro lugar mientras su hijo corría en su rescate. Dalem solo se mantenía con la cabeza agachada mientras veía cómo esas dos personas corrían hacia otro sitio con mucho miedo.

—Dalem—llamaba Yamcha con una sonrisa, la niña no se movía e incluso le había dado la espalda—Vámonos Dalem, ese tipo estará bien, ni siquiera le di un golpe tan fuerte—muy animado, él colocó una mano en el hombro de la pelinegra y sonrió, pero pudo darse cuenta por la expresión de Dalem en su rostro, que la chica quería llorar—Dalem, ¿qué sucede?

—Yamcha—llamó la niña suavemente y sin mirarlo—¿Tu crees que de verdad sea mi culpa que mis padres me hayan abandonado?

—Qué no te importe lo que la gente diga de ti—decía el hombre agachandose a su altura y observandola fijamente—Solo mirate, eres muy inteligente, amigable, gentil y linda. Además de eso, tienes una fuerza increible—él solo sonrió—pequeña, ¿Sabes que es lo que aprecio de ti?—Dalem solo negó y Yamcha levantó su rostro con lentitud recordando el pasado—Cuándo Goku estuvo enfermo fuiste tu la que mantenía la esperanza de que él se sanaría pronto, cuándo sucedió lo de los Androides tu jamás te diste por vencida, con Cell tampoco te rendiste y con los Guerreros de plata tampoco lo hiciste. Eres valiente.

Dalem solo se acercó y abrazó a Yamcha con mucha fuerza, el hombre no dudó y correspondió aquella muestra de afecto con rapidez pues jamás había visto a la pequeña triste, y verla de esa forma solo le hacía sentirse muy enojado sin creer cómo los padres de la niña habían sido capacez de abandonarla cruelmente en las montañas.

—No te preocupes por lo que la gente diga sobre ti, pequeña Dalem. Ellos siempre hablarán, tu debes mostrarles que eres mucho mejor, jamás te rindas, por nada del mundo Dalem—volvió a decir el hombre serenamente—Eres una niña increíble, y sé que apesar de todo lo que te pasó, nos defenderías incluso con tu vida si es necesario.

Yamcha, desde su lugar y aún siendo abrazado fuertemente por la pequeña, solo vió cómo la niña se aferraba a él con fuerza, escondia su rostro en su pecho y por un instante se le partió el corazón al estar observandola más vulnerable que nunca, dándose cuenta una vez más qué realmente odiaba tanto a esos sujetos que habían sido capacez de dañar la infancia de la niña al abandonarla de esa forma.

—¿Puedes prometerme algo?

—Si—respondia la niña suavemente y con alegría—Lo que sea.

—No importa que tan grave sea la situación, por favor, jamás dejes que algo o alguien te venza—la pelinegra solo asintió—Sé fuerte y levántate, solo así le demostrarás al mundo quién eres realmente.

—Lo prometo—contestaba Dalem—jamás me rendiré."

—Parece que está muerta, además solo conocemos su nombre, Abuelito—la voz suave de una chica hizo que Dalem despertara, sin embargo la pelinegra no abrió sus ojos, quería descansar un poco más, su cuerpo le dolía, el último ataque de Majin Boo realmente la había dejado muy mal—No te preocupes, ya le he dado comida al resto de personas de aquí.

Apesar del ruido que había a su alrededor, la chica solo se habia centrado en las cosas que tenia que aclarar, y una de ellas era cómo rayos es que ahora podía transformarse en un sayajin, la idea de serlo nunca había pasado por su mente, pero al parecer era una más de esa raza, y aquello solo le hacía tener aún más dudas sobre su origen.

—Majin Boo puede volver a hacer explotar el lugar, debemos refugiarnos ya—una voz diferente se dejó oir, carraspeaba y se escuchaba un poco más gruesa que la otra—Es muy tarde.

Dalem abrió sus ojos al instante cuándo escuchó lo último y observó su alrededor con una rapidez tremenda, Aquel lugar no tenía nada fuera de lo común, había un anciano qué la observaba sentado en una silla y a su lado se encontraba una chica de cabello castaño claro, además de eso habían unas cuántas personas e incluso niños detrás de ellos.

La pelinegra estaba segura de que debido a la gran masa de poder que Majin boo le había lanzado y porqué Babidi estaba deteniendola, había sido lanzada muy lejos de la zona de pelea pues ahora no tenía ni la menor idea de en dónde estaba, lo único que pudo reconocer es que estaba bajo tierra y que había una mesa junto a ella con muchas hierbas que ella no reconocía.

—Es Kampo—soltaba el anciano mientras Dalem observaba todo con confusión—Medicina tradicional japonesa.

—¿Kam...kampo?

—Si—le respondía el señor amablemente—Hemos tratado de curar tus heridas con eso, lamentablemente parece que no ha funcionado tan bien.

—Oh, estás bien—intervenía la chica castaña quién por cierto ahora lucia muy alegre—¿Te llamas Dalem, cierto?—el abuelo soltó una risita observando cuán animada estaba—¿Me recuerdas?—la pelinegra tuvo que observarla por un instante, pensando—Dime que si.

Claro que la recordaba.

¡Eran ellos!

La pequeña y el anciano que cortaban leña, eran Lime y el Señor Lao. Hace 7 años atrás, Gohan y ella habían llegado hasta este lugar mientras presenciaban a un señor que había echo un domo para asegurar a las personas para que no fuesen asesinadas por Cell, solo para recibir a cambio dinero. Gohan había logrado ayudar al anciano cuándo, al parecer, un ex-peleador de las artes marciales quería asesinarlo.

—Claro que te recuerdo, ¡Eres Lime!—soltó la pelinegra con un poco de impresión pues había pasado mucho tiempo sin verlos—¡Y usted es el Señor Lao!—decía nuevamente—Disculpe, es un gusto volver a verlos—esta vez se dirigió con más respeto hacia el anciano, el hombre lucia un poco más cansado que antes pero seguía manteniéndose de pie, él solo sonrió—¿Qué es éste lugar?

—Cuándo te encontramos herida y tirada en el suelo...—comentaba el señor Lao—lo primero que hicimos fue ayudarte y traerte hasta aquí.

—Mi abuelo fue tan inteligente al hacer esta cueva—explicaba Lime señalando todo el lugar—Han habido alrededor de dos explosiones de la que nos hemos salvado gracias a este lugar, nosotros esperamos que todo salga bien y que esto acabe de una buena vez.

—Asi es, por cierto, estuviste mucho tiempo dormida—decía el anciano, Dalem lo observó con un rostro de confusión esperando que le dijera cuánto había descansado—Cómo un día entero.

—Nosotros ya sabemos que el mundo está en peligro otra vez—informaba Lime mientras algunas personas se acercaban a espiar la conversación—Es por eso que estamos cuidando de estas pocas personas que hemos encontrado.

—Eso me hace sentir mejor—murmuraba Dalem—Me alegra que al menos haya habido alguien vivo con un buen corazón para ayudar a los demás sobrevivientes.

—Y tu...—comenzaba a decir la castaña nuevamente—¿Por qué cuándo te encontramos estabas tan herida?

La pregunta de la castaña hizo que Dalem volviera a la realidad, ella debía volver a la pelea, debia seguir intentando ganar, debía intentar sobrevivir y acabar con aquel monstruo para devolverle la paz al mundo y si sus amigos no estaban vivos, al menos quería hacerlo por estas pocas personas que estaban vivas, la habían salvado, ellos habían estado cuidando de ella, era obvio que debía devolverles el favor.

—Me gustaría decírtelo, pero...—se detuvo al instante cuándo sintió el ki de Gohan, lo cuál le hizo reconocer qué al parecer aún seguia vivo después de la gran esfera de energía que Majin Boo le había lanzado, aunque ahora podía sentir cómo su energía caía rápidamente—Debo irme—soltó al aire dirigiéndose hacia la salida y sin anticipación comenzó a volar, ella estaba muy segura de que nadie la había visto hacerlo pero a estas alturas de todas formas ya no le importaba, estaba muy preocupada—¿Qué demonios ha sucedido en mi ausencia?

Debía llegar hasta la zona de pelea de nuevo, localizando las fuentes de energía y dirigiéndose hacia allí, se detuvo y cerró sus ojos para sentir el ki de Gohan una vez más, ahora su ki era mucho más débil que antes. Justo en ese instante otro ki llegó a su campo de percepción, era el ki de Majin Boo, era mucho más grande que antes, era un ki maligno terriblemente gigantesco.

—Maldición—por primera vez en su vida sintió temor—Es...es increíble, ¿cómo es que Majin Boo obtuvo ese poder tan grande?

La pelinegra sin previo aviso se dignó a teletransportarse, gastando así lo poco de energía que le quedaba, cuándo abrió sus ojos pudo ver en dónde estaba y se sorprendió al observar que todo a su alrededor era escombros, en lugar de ser una ciudad poblada o un lindo bosque ahora era todo escombros. Y lo único que podía verse eran colinas con polvo sin ningún rastro de vida.

Dalem, desde su posición y buscando a su amigo, escuchó claramente un quejido audible resonar dentro de un gran hueco en la tierra, entonces ella se asomó a aquel cráter con rapidez intuyendo quién sería y  con mucho silencio se acercó hacia él, ella dió un vistazo hacia el cielo reconociendo que el ki de Majin boo se sentía un poco alejado de esta ubicación al igual que el ki de Dende y reconoció que al parecer Satán estaba con el pequeño namekiano.

—¿Gohan?—se detuvo a preguntar con preocupación observando el oscuro lugar esperando verlo—O...Oye, Gohan—repetía buscando a su amigo entre la oscuridad—Maldición, apenas puedo oírte, ¿en dónde estás?

—¿Dalem?—la voz débil de Gohan le sorprendió y se limitó a acercarse hasta la raíz del sonido—¿Dalem?—la chica se acercó al instante cuándo pudo localizarlo y lo observó—¿Estás viva?—preguntaba él soltando una leve sonrisa mientras ella se centraba en observar que el cuerpo de su amigo poseía unas cuántas heridas y hasta su boca sangraba tambien—¡Estás viva!

—Estoy viva—repitió Dalem en son de juego reconociendo que ahora Gohan estaba con su gi de entrenamiento y no con la vestimenta rota del gran Sayaman—Te vez muy mal—la mano de la pelinegra se detuvo en el rostro de su amigo y le quitó el rastro de sangre que estaba en su frente lentamente con sus dedos, sin incomodarlo—Estás muy herido, dejame esto a mi. Sé que quizás no será mucho pero puedo servir de distracción, el ki de Dende está muy cerca de aquí, él debe curarte y...

—Estaba muy preocupado por ti Dalem—habia interrumpido el chico quitando la sangre de su boca por si mismo e intentando levantarse—Todos creían que habías muerto, yo era el único que decía lo contrario...pero—la pelinegra pudo reconocer al instante que a su amigo le costaba mucho hablar—Me sentí culpable por no haber podido salvarte.

—Estás delirando—soltaba ella tratando de bromear, éste sonreía—Además no tienes porque sentirte culpable por eso.

Dalem sabia perfectamente que el plazo de horas libres que Goku había recibido gracias a Uranai baba para volver a la tierra se había acabado ya, por lo que ahora derrotar a Majin Boo corría solo a cuenta de Gohan y esa era la razón exacta por la que ahora él seguía peleando.

—Al final, yo solo llegué a pensar que ya no te vería más—decía el chico nuevamente—Me alegra mucho que estés aquí.

Justo en ese instante, la pelinegra sintió el ki de Majin Buu dirigiendose hacia aquí y apesar de eso, ella solo se detuvo a observar a su amigo con curiosidad mientras Gohan se levantaba lentamente tratando de, al parecer, estabilizar su cuerpo pues aún estaba muy herido.

—Creo que...cre...creo...

—Calmate—intervenía ella sabiendo que su amigo ni siquiera podía terminar una oración—No creo que lo mejor ahora sea que hables.

—¿Sabes algo...—de nuevo el pelinegro no pudo terminar de hablar—Yo...

—Oye, no te apresures. Le diré a Dende que te ayude y distraeré a Majin Boo durante el proceso—decía la chica riendo—no puedes ni hablar.

—Si puedo.

—Gohan, deberías guardar silencio—ordenaba Dalem mientras su amigo se serenaba totalmente—Deberíamos salir de aquí ahora, no debemos perder más tiempo.

—Dejame hablar—la voz de Gohan sonó autoritaria y Dalem tuvo que observarlo por completo—Siempre pensé que eras muy increíble y lo sigues siendo, pero cuándo te fuiste yo...—el adolescente solo se detuvo y soltó un suspiro sintiéndose muy confundido—pase mucho tiempo junto a Videl—decia lentamente y tragando saliva levantándose por completo—Videl es una buena persona y yo...

—Solo dilo, Gohan—dijo directamente la pelinegra sin una gota de temor en su voz, ella estaba llena de incomodidad aunque de todas formas Dalem siempre había sido muy directa—¿Tan malo es lo que me tienes que decir?

—Videl y yo...

Estaba claro que Gohan quería decir algo sobre la hija de Satán y él, quizás queria decirle que ambos ya estaban intentando algo, quizás queria decirle que ya eran algo, así que Dalem solo enfocó su atención hacia otro lado sintiendo una gran molestia oprimir su pecho mientras unas preguntas arremetían en su mente pues ella tampoco sabia que era lo que estaba sucediendole.

—Videl y yo...

Justo en ese instante, Gohan sin previo aviso y totalmente confundido, se había atrevido a tomar el rostro de Dalem y juntar sus labios con los de ella. La chica, llena de impresión por el hecho de que su amigo se hubiera atrevido a hacer algo así, se tardó unos segundos en corresponder aquel acto sintiéndose de una manera muy extraña pues había sido algo que le había tomado por sorpresa.

Sin embargo, ambos no se habían negado a nada, ambos estaban allí, siendo partícipes de un inocente y delicado beso intentando descubrir la razón por la cuál cada uno tenía un gran revuelo de sentimientos desatandose dentro de si mismos. Y por alguna razón, ambos no querían que aquel momento acabara, cuándo el momento efímero ceso ambos se separaron con rapidez sintiéndose totalmente incómodos.

—Dalem yo...

Para Dalem la rara muestra de afecto de su amigo hizo que sus mejillas se llenaran de un color rojo intenso mientras ella tomaba su rostro sintiéndose totalmente incómoda. Gohan, agitando sus manos con nervios, y casi de la misma forma, tenía todo el rostro sonrojado mientras ahora rascaba su nuca de forma inocente sintiendo que había sido muy extraño hacer algo así en ese momento.

—Perdón yo...—se lamentaba Gohan tratando de aliviar la tensión que había crecido a alrededor de ambos—Dalem yo...—ahora se veía nervioso—Eh...yo...

Las palabras del hijo mayor de Goku quedaron en el aire pues ahora ambos sintieron cómo unas pequeñas masas de poder se acercaban con gran rapidez hacia ellos logrando alumbrar todo el lugar, ambos con mucha agilidad se limitaron a escapar del lugar dando un gran salto hacia otra posición.

—Necesitamos acabar con todo esto, Gohan—lograba soltar la chica observando a su amigo con cierta vergüenza, él asentía moviendo la cabeza intentando serenar su rostro—Por cierto, ¿qué es lo que sucedió en mi ausencia?

—Majin Boo mató a las personas de todas las capitales y también destruyó todo en la superficie—comentaba el chico con rapidez mientras salían del cráter y pisaban el suelo—Por último llegó a la torre de Kamisama y convirtió en Chocolate a nuestros amigos. Eso es lo poco que sé—comentaba éste apretando su puño totalmente frustrado—Trunks y Goten se habían fusionado, sin embargo, aquel monstruo los absorbió porqué se distrajeron y debido a eso obtuvo más energía que antes e hizo lo mismo con el Señor Picoro.

—Es mi culpa—soltaba Dalem apretando su puño con molestia, su amigo la observó con confusión—Maldición, solo si yo...—se detenia con molestia solo para carraspear su garganta—Solo si yo hubiera llegado antes, todo esto no...

—No—intervenía Gohan con serenidad y un poco cansado tocando una de sus heridas—No es tu culpa, Dalem—decía con rapidez obteniendo la atención de su amiga—Vamos a ganar, no te preocupes.

—Eso espero—soltaba la pelinegra.

—Dalem—llamaba su amigo con serenidad y confusión—¿No tienes la suficiente energía para teletransportarte, verdad?

—Lamentable no.

—Demonios—espetaba Gohan en un susurro con cierta ira mientras Dalem lo observaba—Me gustaría que estuvieras fuera de esto para que no salieras dañada, pero sería un error, de todas formas no me obedecerías.

—Ya me conoces, además, no puedo dejarte a tí solo con toda la diversión—intentaba bromear Dalem observando hacia adelante pues tras salir de ese gran hoyo en la tierra, ahora todo en la superficie se veía mucho mejor gracias a la fuente de luz que emanaba el sol—Aunque es cuestión de segundos, pronto Dende vendrá, puedo sentir su ki, está muy cerca.

—Majin boo ha incrementado indudablemente su fuerza, ha cambiado mucho desde la última vez que pelearon—la chica se dignó a observar hacia el frente enfocando su concentración en aquel monstruo rosa que se acercaba con mucha rapidez hacia ellos—Ambos estamos muy heridos y tenemos que tener mucho cuidado al momento de luchar contra él.

Boo se detuvo un par de metros lejos de ellos y los observó, Dalem pudo darse cuenta del significativo cambio que éste enemigo había tenido, podía ver que ya no era el mismo de antes pues ahora era mucho más alto, poseía músculos y un cuerpo distinto al anterior, fuera de eso, el aura maligna que aquel monstruo despedía era totalmente gigantesca y parecía estar mucho más loco que antes.


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Holaaa <3

Perdonen por la demora, estaba alistando las imágenes además del post en instagram que subí recientemente.

Espero que les haya gustado, pues por fin aparece Dalem después de cómo cuatro caps, creo.

¿Qué les ha parecido?

¿Cuál fue su momento preferido?

Psdt: Espero que realmente se estén cuidando, el Covid aún no acaba, protejanse porfis. :')

Psdt2: Las imágenes las hice yo misma, por si les entra la duda, Así que perdón si ven por allí algún error. 🥺

Realmente muchas gracias por leer. 💖

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