C15: "Están muertos"
[...]
Narrador Omniciente.
Goten y Trunks estaban en el campo de pelea, escondidos entre las rocas observando cómo Majin Boo jugaba con Dabura, ambos habían venido a ver qué estaba sucediendo pues habían sentido un par de kis muy poderosos por distintos lugares, debido a tanta curiosidad habían dejado el torneo solo para venir hasta este lugar a averiguar el problema.
—Oye Goten—llamaba Trunks observando hacia otro lado—Es extraño, juro que sentí que el ki de mi hermana estaba cerca de aquí.
—Lo sé—respondía Goten con confusión dirigiendo su mirada hacia atrás repitiendo el movimiento de su amigo—Tampoco siento el ki de mi hermano.
Los niños volvieron a enfocar su vista en la pelea de esos sujetos extraños teniendo muchas dudas, para empezar, no sabían en dónde rayos estaban sus padres, ni tampoco sus hermanos. Por otro lado, no tenían ni la menor idea de porqué habían visto estatuas del señor Picoro y Krilin alrededor de aquella montaña.
—Se lo comió—declaró Goten totalmente sorprendido observando a Majin Boo—Ese señor transformó al otro en galleta y se lo comió.
—Ah...—comenzaba a decir Trunks casi tan sorprendido cómo Goten—ah, si.
Ambos se observaron totalmente sorprendidos sin creer lo que había sucedido, había sido algo irreal ver aquella técnica y aquel ataque, les había parecido algo fuera de lugar pero de todas formas les había impresionado mucho.
—Oh, ¡mira!—había dicho Goten observando detrás de la colina en la qué se encontraban, prácticamente había gritado pero ambos estaban muy lejos de aquella zona de pelea, por lo que no se preocupaban en lo más mínimo, sabia que no los podían oir—¡Mira, es Krilin!
—¿Qué hacen aquí niños?—preguntó Krilin al instante. Goten y Trunks bajaron de la colina lo más rápido que pudieron hasta llegar al lado del hombre observandolo con curiosidad debido a que éste ya no era una estatua de piedra—Se supone qué estaban en el torneo.
—¿Qué pasó?—preguntó Trunks.
—Si—secundaba Goten con confusión—Hace un momento aquí había un muñeco de piedra.
—¿Un muñeco de piedra?—preguntó Krilin sin entender nada—¡Ah, es cierto!, cúando Dabura se apareció frente a nosotros y me arrojó saliva mi cuerpo se comenzó a convertir en piedra y después ya no supe nada—el hombre solo se detuvo a suspirar y sonreír con alegría—Supongo qué ya estoy bien.
—Tal vez era ese sujeto al que se comió ese señor—intuyó Goten observando su amigo—¿Tu qué crees?
—Si, tienes razón Goten, cómo ya se murió era de esperarse que Krilin regresara a la normalidad—había soltado Trunks muy serenamente—Oigan—llamó el pequeño niño con nervios recordando que había destruido de casualidad la estatua de Picoro—Esperen un momento, iré a ver qué está pasando.
—¿Qué te pasa?—preguntó suavemente Krilin con curiosidad.
—¿A dónde vas?—intervino Goten con curiosidad viendo cómo su amigo comenzaba a volar dirigiéndose a una de las colinas más altas de ese lugar—Ah ya sé, lo qué pasa es que Trunks rompió el muñeco del Señor Picoro.
Krilin prácticamente abrió la boca de sorpresa al oír aquella información y Trunks solo se asustó aún más al observar lo que le había pasado a la estatua del señor Picoro, el pequeño ya tenía en mente todos los regaños qué le darían, empezando por su hermana por haberle echo algo así a su maestro.
El peli-lila escapó del lugar volviendo con Krilin y Goten lo más rápido posible, tragó saliva y se posicionó detrás de ellos aún sintiendo muchos nervios y debido a eso, agachó la cabeza con miedo justo cúando ambos lo observaron con curiosidad.
—¿Hmm?—murmuró Goten—¿Y qué pasó, Trunks?
—Es mejor que no lo vean—adimitió el peli-lila con miedo.
—¿Eh?—soltaba Krilin con confusión—¿Tu fuiste capaz de romper...
—Por favor—interrumpió Trunks con miedo—No vayan a decirle a nadie, será un secreto.
—¿Cúal es el secreto?
La voz fuerte y autoritaria de Picoro hizo que Trunks diera una saltito de confusión observando al Namekusei sano y salvo, con todas las partes de su cuerpo completas y sin ningún rasguño. Goten y Krilin también estaban sorprendidos pero, justo en ese instante, Picoro tuvo que agacharse al sentir el gran maligno ki que despedía alguien muy cerca de ellos.
—¿De quién es ese ki tan espantoso?—comenzó a cuestionar el namekiano observando hacia el punto desde dónde provenía aquella sensación maligna—Ese sujeto...No es posible, ¿ese es Majin Boo?
—Señor Picoro—llamó Trunks con curiosidad acercándose hacia él y escondiéndose de la misma forma—¿Cómo fue que regreso a la normalidad?—Krilin y Goten hacian lo mismo—Digame.
—Yo puedo reconstruirme siempre y cúando mi cabeza no haya sido destruida—respondió con rapidez, sin embargo, una gran duda cruzó su mente—Lo que quiero saber es qué demonios ocurrió aquí, ¿dónde están Goku y los demás?
—Eso no lo sabemos—admitía Trunks—Nosotros acabamos de llegar.
—Oigan—llamaba Krilin observando a los dos sujetos qué estaban a unos metros lejos de su ubicación en silencio, él solo enfocó su mirada en el más grande—¿quién es esa bola de cebo de allá?—preguntó, y al sentir la gran cantidad de poder maligno que despedía ese sujeto solo tragó saliva—¡¿Es ese demonio llamado Majin Boo?!
—Es lo más seguro—decía Picoro.
—No—negaba Krilin con miedo—No estoy para bromas. Ese ki tan espantoso le pertenece a ese sujeto, ¿verdad?
Picoro asintió y desde su lugar escuchó un pequeño lamento mientras Babidi comenzaba a reír dando pequeños saltos de entusiasmo señalando a una persona que estaba completamente tirada en el suelo. El sujeto que estaba allí se veía herido, golpeado y casi sin fuerzas.
—El supremo kaiosama está allí—informaba el namekiano con enojo levantándose y totalmente dispuesto a volar hasta esa zona solo para ir a ayudarlo—Maldición.
—Oye Picoro, ¿piensas ir a ayudarlo?, ¿en qué?, no podrás ganarle, se paciente—Krilin lo detuvo regresandolo a la realidad—Entiendo cómo te sientes pero no eres el oponente indicado para él.
—Oigan—intervenía el pequeño Goten seriamente—Si ese mounstro los toca con el poder de su antena los convertirá en golosinas y se los comerá, eh.
—No—Picoro comenzaba a refunfuñar al ver aquella escena, queria ayudar a Shin, quería salvarlo, pero sabía perfectamente que con su poder de pelea no lograría nada en lo más mínimo—Maldición.
Justo en ese instante, una gran explosión hizo que todos enfocaran su concentración en ese lugar esperando que el polvo se esfumara para dejarlos ver quién había sido el causante de aquel gran estallido. Picoro, desde su posición, pudo escuchar cómo Babidi se quejaba pues al parecer su nave había explotado por completo.
Una vez que el polvo se disipó, Goten, Trunks, Picoro y Krilin se sorprendieron mucho al ver a la persona que había aparecido frente a Majin Boo y Babidi. Éste tenía una sonrisa altanera en la comisura de sus labios mientras veía a los dos sujetos que estaban frente a él.
—¡Es mi papá!—había dicho Trunks sorprendido.
El namekiano tan solo se removió en su lugar evitando ser descubierto, a pesar de que estaban muy lejos, él era el único de allí que podía oír lo que Babidi decía gracias a su sentido agudo de la audición, el resto solo observaba lo que sucedía.
—¡Vegeta!—llamaba con miedo Babidi—¿Cómo fue que llegaste a este lugar?, ¿Fuiste tú el granuja que destruyó mi nave espacial?
—Así es—aceptaba el hombre sin remordimiento—Era la única forma de tomar un atajo hasta este lugar.
El príncipe de los Saiyajin se detuvo a observar hacia ambos lados, no había nadie más, solo estaba él. La ausencia de Gohan y Dalem le hizo sentir una sensación de enojo hacia Babidi, ya que éste había sido capaz de matar a ese par de adolescentes hábilmente. Estaba claro que sentía que su batalla con Goku había provocado todo esto, y por el momento, había dejado de pelear con Kakaroto, lo había noqueado, solo porqué le apetecía acabar con la vida del sujeto llamado Majin Boo, para después volver a arreglar cuentas con él.
—¡Vegeta!, ¿por qué hiciste eso?, No recuerdo haberte dado la orden para hacer pedazos mi nave—comenzó a gritar Babidi moviendo sus brazos con mucha rapidez y enojo—Eres un necio, no obedeces lo que te ordeno, Es la segunda vez que me toca tratar a un granuja cómo tú.
—¿Ese payaso de pacotilla es Majin Boo?—preguntó Vegeta al instante ignorando completamente lo que el mago decía observando al mounstro rosa con altanería—Insecto, fuiste muy astuto al haber matado a Gohan y a Dalem.
—¡¿Qué?!—soltaba Picoro desde su escondite casi sin creer lo que había escuchado—No, ¿Go-gohan y Da-Dalem?
—Señor Picoro—llamó Trunks con curiosidad—¿Qué fue lo que le dijo mi papá a ese sujeto?
Al instante, Picoro enfocó su mirada en Goten y Trunks, estos se veían muy confundidos y aun así tenían una pizca de entusiasmo en el rostro, no quería decírselos, no se atrevería a decirles que sus hermanos estaban muertos. Si la noticia hasta le había impactado a él, no imaginaba cómo reaccionarían los niños al oír aquel suceso.
—Picoro—llamó Krilin seriamente esta vez.
El namekiano los ignoró volviendo a centrarse en la discusión que esos sujetos extraños estaban teniendo con Vegeta. Krilin, Goten y Trunks hicieron lo mismo a pesar de que no podían oír nada.
—Por otro lado, jamás perdonaré que hayas usado a Dalem cómo uno de tus soldados solo por diversión, Babidi—volvió a decir Vegeta, esta vez, señalando al mago—Esa sabandija jamás merecía haber sido dañada de esa forma, que sus padres la hayan olvidado cuándo apenas estaba creciendo no te daba a ti el más mínimo derecho a tomarla desde su punto débil. Ella es solo una niña—el saiyajin se acercó con altivez hacia el mago solo para sonreírle haciendo que éste sintiera temor—Vas a pagarlo, te arrepentirás.
—No—Babidi retrocedió unos pasos sintiendo mucho miedo observando a Vegeta, sin embargo, Majin Boo ni se inmutó y se habia quedado allí observando a Vegeta con mucha curiosidad—Maldición, granuja.
Desde su lugar, Picoro apretó los puños con fuerza sintiendo enojo por haber caído en la trampa de Dabura, pues de no haber sido así, hubiese podido ayudar a Gohan y Dalem desde un principio. Tambien había oído perfectamente lo que Vegeta había dicho, así que por el momento sabia que Dalem si había sido parte del escuadrón enemigo. A pesar de eso, no entendía en dónde rayos se encontraba Goku ya que ni siquiera sentía su ki.
[...]
Picoro y Krilin estaban en el Templo de Kamisama, situados uno al lado del otro, ambos con rostros serenos por todo lo que habia sucedido, esperaban que alguien tuviese alguna idea para averiguar cómo rayos debían salvar el planeta de aquella nueva amenaza, ya no contaban con la ayuda de nadie fuerte pues todo había tenido un giro repentino.
Para empezar, Majin Boo había golpeado a Vegeta muchas veces dejándolo casi sin energía y lanzando esferas de poder que causaban cráteres en la tierra, lo cúal hizo que Trunks se enojara demasiado, el pequeño peli-lila había salido del escondite muy enojado solo para salvar a su padre, Goten había ido tras él mientras Picoro ocupaba su tiempo en destrozar a Babidi por lo que éste mago se había atrevido a hacer con Dalem.
Durante ese instante, Vegeta se había despedido de su hijo abrazandolo por primera vez, y después de unos segundos, lo noqueó, hizo lo mismo con Goten solo para pedirle a Picoro que alejase a los niños del campo de pelea ya que no quería dañarlos.
Una vez que el namekiano tuvo a los pequeños en sus brazos, Krilin no tardó en aparecer a su lado intuyendo lo que Vegeta tenía en mente, Picoro sabia de por si que intentaba sacrificarse para morir junto a Majin boo, lo qué, a fin de cuentas, no terminó funcionando debido a que Majin Boo no había muerto con aquella gran explosión.
—¿A qué hora crees que esos niños se despierten?—preguntó Krilin al lado de Mister Popo y Dende.
—No lo sé—respondió Picoro serenamente—Tal vez dentro de una hora.
—Estamos perdidos, es una lástima que Gohan, Dalem y Vegeta hayan muerto—comentaba Krilin muy desanimado, Picoro había tenido que informarle de aquellas muertes—Y eso no es todo, ahora ni siquiera sabemos en dónde está Goku, No podía pasarnos algo peor—el hombre estaba dispuesto a seguir lamentándose pero se detuvo solo para soltar un suspiro—Oye Dende, ¿podría traer a mi familia aquí o acaso está prohibido?—preguntó con curiosidad—porqué no es justo que solamente nosotros nos salvemos.
—¿Usted que opina?—cuestionó Dende observando a Picoro.
—Tu eres el dios aquí—espetaba Picoro—decide lo que creas conveniente.
—Adelante, por mi no hay ningún problema—aceptaba Dende con una sonrisa—La tierra se ha salvado gracias a ustedes y hospedarlos aquí es lo mínimo qué puedo hacer.
—¡Gracias Kamisama!, enseguida los traeré aquí—Krilin estaba apunto de avanzar, dispuesto a irse para traer a su familia hasta aqui pero una presencia muy cerca a ellos hizo que este se detuviera, Picoro también había sentido lo mismo—Ese ki es de....
Krilin fue el primero en dirigirse en dirección hacia aquella presencia que ya conocía, el namekiano estaba a su lado casi corriendo con la misma velocidad, Mister Popo y Dende los seguían con mucha curiosidad.
—Hola—saludó seriamente el recién llegado con una sonrisa.
—¡Goku!—apremió Krilin con rapidez, su rostro cambió a uno de tristeza con una pizca de alegría al verlo muy estable—estabas vivo.
—No me pasó nada Krilin—aceptaba el saiyajin de forma relajada—Recuerda que ya estoy muerto.
—Si claro, es verdad—decía Krilin otra vez—cómo cualquier muerto tienes tu aureola.
—Krilin—llamó Goku con interés—Vine para preguntarte qué sucedió,
—Lo mismo te pregunto a ti—había dicho su amigo—¿qué fue lo que te sucedió?—comenzó a preguntar—Te ves malherido.
—Goku—llamó Dende—yo me encargaré de curarte.
—Si—aceptaba el hombre dirigiéndose hacia Kamisama—Por favor, Dende.
—Picoro—llamó krilin—ahora qué Goku está con nosotros tenemos más esperanzas de derrotar a ese mounstro de Majin Boo.
—Dime algo—intervino Picoro mirando a Goku—¿Es cierto que Dalem había sido parte de los soldados de Babidi?—el hombre de cabellos alborotados asintió—Maldición, entonces Vegeta si estaba diciendo la verdad.
—Es extraño—interrumpía Goku con curiosidad—No siento el ki de Gohan, ni siquiera el de Dalem.
—Pues...—añadía Krilin con nervios—Al parecer, ambos murieron y no solo eso, el supremo Kaio y Vegeta también.
Picoro solo levantó la cabeza observando hacia otro lugar, no le apetecía seguir con la conversación, se negaba a creer que sus mejores alumnos hubieran muerto a manos de una bestia rosa que parecía ser inmortal, los conocía, ellos tenían mucho más potencial, los había visto luchar juntos contra los guerreros de plata. Ellos habían ganado, tenían mucho potencial. Él lo recordaba perfectamente.
"—¡Trunks!—la voz de Dalem hizo despertar a todos, la niña golpeó el brazo de Zangya justo cuando ésta estaba alzando a Trunks de la camisa dispuesta a acabar con su vida, el golpe que la pelinegra le había propinado había sido tan fuerte que, la única mujer del grupo de Bojack, había salido disparada hacia otro sitio—¿Qué fue lo que les sucedió?—preguntó observando cómo Picoro, Vegeta y Gohan se encontraban en el suelo completamente heridos—¿quiénes son esos tipos?—la pequeña solo observó al pelilila con preocupación—Trunks, ¿estás bien?
—Si—afirmaba Trunks con una sonrisa gentil, sin embargo, su rostro adquirió una mueca de dolor—No sabemos quienes son, asegúrate de que los demás estén bien.
—Entiendo—aceptaba Dalem con rapidez acercándose a Vegeta, la niña observó al principe saiyajin con preocupación—Vegeta, ¿te encuentras bie...
—¡Alejate de mi mocosa!—había espetado Vegeta con molestia, la niña solo bajó el rostro y se acercó con rapidez hacia Picoro.
—¡Señor Picoro!—llamaba Dalem colocando sus dos manos en el pecho del namekiano solo para tratar de levantarlo—¿Se encuentra bien?—preguntaba con temor y preocupación—Señor Picoro, por favor responda.
Dalem jamás había participado en ese torneo, ni siquiera se había querido inscribir, estaba jugando con el bebé Trunks junto a Milk y Bulma en las tarimas, y al sentir que las energías de todos sus amigos habían descendido rápido, tuvo que venir hasta aquí solo para ver qué rayos estaba sucediendo. Y ahora, la niña había visto que las personas que habían dejado malheridos a sus amigos no eran simples terrícolas.
—No te preocupes por nosotros, estaremos bien—la voz serena de Picoro hizo que ella lo observase con una sonrisa al verificar que aún se encontraba con vida—ayuda a Gohan.
Con velocidad, Dalem se acercó a Gohan solo para ver cómo éste estaba en el suelo, pero a pesar de estar golpeado, el niño tenía los ojos abiertos y su rostro expresaba confusión con una gota de alegría.
—Es mi papá—decía Gohan—Mi papá estuvo aquí.
—¿El señor Goku?—preguntó la niña con interés observando hacia todos lados—Gohan, debemos pelear.
—Vaya—interrumpía Zangya situándose frente a Dalem y sacudiendo su ropa—¿Y está pequeña niña va a vencernos?—decía riendo, Picoro desde su sitio sonrió sabiendo el resultado—¿Crees qué con ese patético ki nos vencerás?—volvía a preguntar la mujer—Ja, qué decepción, creí que me divertíría un poco más.
—Piensa lo que quieras—había dicho Dalem serenamente elevando su ki con mucha rapidez y acercandose a la mujer esbozando una mirada serena. La niña no había peleado desde lo sucedido con Cell y de algún modo, le emocionaba por fin tener que luchar contra alguien malo—Jamás me derrotarás.
—Debo admitir que tu golpe me hizo solo cosquillas—soltaba la mujer, Dalem solo sonrió con la única finalidad de provocarla, y le estaba funcionando—Bojack, déjame acabar con esta mocosa.
—Adelante—aceptaba el hombre—De todas formas mataremos a cada uno de ellos en cualquier instante.
—Bujin, Bido—llamaba Zangya, estos la observaron—Ni se les ocurra entrometerse—ordenó con enojo para luego observar a Dalem con diversión—¿Ese es todo tu poder?—preguntaba. Dalem, desde su sitio, solo adoptó su típica posición de pelea—Es un poder muy bajo.
—No tengo ni la menor idea de quién eres o cómo te llamas, dentro de unos segundos eso ya no importará—decía la niña—Ni siquiera he usado toda mi energía pero sé que será la suficiente para derrotarte.
Zangya se acercó hacia Dalem con mucha rapidez, todos los que estaban en el suelo apenas habían abierto los ojos para observar la pelea, quedándose totalmente impresionados con la velocidad que la niña expresaba en cada uno de sus movimientos. Y en tan solo un instante, la pelinegra golpeó repetidas veces a la única secuaz femenina de Bojack dejandola totalmente aterrada.
—Demonios, eres muy fuerte...—Zangya retrocedió con miedo al notar que había sido una tontería subestimar a esa niña—¡¿Qué clase de terrícola eres...
—Es una molestia—Bido no tardó en tomar desprevenida a Dalem mientras Bujin intervenía dentro de la pelea usando sus hilos psíquicos. La pelinegra desde su sitio y siendo manipulada por esos dos tipos, pudo ver que aquella técnica eran cadenas de energía, finas y delgadas de color púrpura, las cuáles la paralizaron y le estaban quitando su energía—Hay que matarla.
—¡Dalem!—la niña pudo oír la voz de Goku dentro de su cabeza, los ojos se le querían llenar de lágrimas porqué lo había estado extrañando mucho, sin embargo, estaba enfocada en salir de aquella técnica que Bido y Bujin estaban aplicando en ella—Enfadate, Solo así derrotaras a todos. Ayuda a Gohan, se que lo lograrás.
—¡Dalem!—Gohan se levantó con lentitud del suelo al ver a su amiga siendo golpeada esta vez por Bojack—Mi papá dijo que jamás les perdonará lo que han echo con nosotros—soltó enfadado viendo a Bojack—¡Me dijo que protegiera la tierra a toda costa!
El hijo de Goku, elevó su ki con rapidez totalmente enojado con estos tipos que habían dañado a sus amigos, y que habían sido capaces de golpear a Dalem frente a él, el chico alcanzó la segunda fase de un Saiyajin otra vez. Aquello hizo que la pequeña niña imitara su acción levantando su ki al máximo, con lo cuál logró escapar de la técnica de Bujin y Bido.
Ambos niños, sumamente enojados y molestos, se acercaron con una velocidad inigualable hacia sus oponentes para golpearlos con una serie de ataques, logrando acabar con ellos en cuestión de segundos dejando a los adultos totalmente impresionados.
Picoro, desde su lugar, tirado en el frío suelo, solo sonrió sintiéndose muy orgulloso de sus dos alumnos, Dalem había acabado con Bujin y Bido en solo unos minutos, era muy extraño porqué tanto cómo para Vegeta, Trunks e incluso a él les había costado. Por otro lado, Gohan había sido capaz de derrotar a Zangya y Bojack con una rapidez tremenda. "
—¡¿Qué?!—preguntaba el mayor de los Son impresionado y trayendo al namekiano a la realidad—Picoro, ¿es eso cierto?
—Asi es, Cúando Vegeta apareció en la zona de pelea lo primero que dijo fue que Majin Boo había sido muy hábil al derrotar a Gohan y Dalem—informaba con molestia el namekiano—Pero me niego a creer que Dalem y Gohan estén muertos—espetaba—¡Es imposible!—Goku solo apretaba sus puños con molestia al escuchar lo que Picoro contaba—Todos estos años hemos visto a esos niños crecer, han entrenado, son los dos guerreros más fuertes. Me niego a creer que algo cómo eso les haya pasado.
Goku solo cerró los ojos tratando de sentir una minúscula partícula de ki que le respondiera sus dudas pero nada, no sentía nada, al parecer, Dalem si había muerto. Hizo lo mismo solo para tratar de encontrar la presencia de su hijo, y justo cómo antes, no podía sentir nada. Estaba muy claro para él qué ambos adolescentes si habían muerto.
—No puedo creer eso—soltaba Goku serenamete y negando con la cabeza—¿cómo es posible que Gohan, Dalem, el supremo kaiosama y hasta Vegeta hayan sido derrotados por ese mounstro?
—El poder de Majin Boo es tal y cómo lo describía el supremo kaiosama—comentaba Picoro—Está fuera de nuestro control y si no le damos importancia al asunto, todos los terrícolas y los seres vivos de este planeta se convertirán en polvo cósmico.
[...]
El cielo aún estaba claro, las nubes se agolpaban en un solo lugar. Milk, Oxatán, Yamcha, Roshi, Bulma, 18, Maron, Puar, Ulong e incluso Videl, Todos estaban en la torre de Kamisama, habían sido traídos gracias a Goku pues éste había tenido que teletransportarse para evitar que terminaran de usar todos los deseos de las esferas, sin embargo, solo había llegado un poco tarde ya que un deseo ya habia sido pedido.
Goku se alejó de ellos y se situó al frente, observando a todos de forma serena y totalmente dispuesto a comentarles todo lo que había sucedido en el campo de pelea, además de las muertes. Justo en ese instante, Milk y Bulma observaron el lugar con mucha curiosidad.
—Se olvidan de algo importante—comenzó a decir Milk muy confundida—¿No saben dónde están Gohan y Goten?
—Dalem, Trunks y Vegeta también—secundaba Bulma con preocupación—¿dónde estarán?
—Es cierto—decía Yamcha—se supone que Dalem estaba con ustedes Goku.
—¿No saben en dónde están?—preguntaba Milk observando a Krilin y a Picoro.
—De cualquier forma tendríamos que decirles esto—habia dicho el mayor de los Son de forma serena—Pongan atención—ordenó obteniendo la mirada confusa de todos—Goten y Trunks se encuentran sanos y salvos—fue lo primero que dijo para luego detenerse unos segundos—Lamento decirles algo así de esta forma, pero Gohan, Dalem y Vegeta han muerto.
Oxatan, Roshi, Yamcha, Milk, Bulma y 18 fueron los primeros en sentirse sorprendidos por la información que Goku les había brindado en ese instante, todos allí no creian lo que estaba sucediendo, hace apenas un par de horas atrás se habían visto todos juntos y felices al inicio del torneo.
—Imposible—añadió Yamcha con miedo—¿Vegeta, Gohan y Dalem?—el hombre solo negó con la cabeza sin creer lo que Goku decía—Esto es una locura.
—Así es—aceptaba Goku—Majin Boo los asesinó.
—¿Gohan ha muerto?—susurraba Videl con miedo—No, no es posible.
—Me niego a creer que Dalem esté muerta—soltaba Picoro con molestia frente a todos a la par que creía que Gohan tampoco lo estaba—Hmph, esto es una tontería.
—Tu más que nadie sabe Picoro que Dalem es muy buena ocultando su ki, pero al final siempre hay una manera en la que puedo sentir en dónde está—aclaraba Goku—Ahora no puedo encontrarla por ningún lado, ya no siento su presencia aquí en la tierra. Lo lamento, de verdad.
Justo en ese momento, Milk caía al suelo desmayada por la confesión de aquellas muertes, Oxatán se acercaba a socorrer a su hija y Yamcha se dirigía hacia Bulma, quién había comenzado a gritar y llorar. Estaba claro que aún podían recuperar las esferas para revivirlos, pero aquel sentimiento de perdida que sentían cada vez que alguien importante moría repentinamente siempre los dejaba descolocados, con mucha tristeza y con un sentimiento agrio en la boca.
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