C14: Dalem, Gohan y Majin Boo.


—Todo esto es muy raro—había soltado el supremo Kaio con curiosidad dirigiéndose a la chica—Babidi te ha usado cómo uno de sus soldados, es extraño que no haya pensado primero en usar tu energía para revivir a Majin Boo.

Dalem solo movió la cabeza en signo de serenidad, no tenía ni la menor idea, Babidi había manejado su mente y solo le había dado ciertas indicaciones, más no le había revelado su plan actual. Además, Dabura apenas le habia dejado ciertas tareas que hacer y una de ellas había sido asesinar a las personas que se encontraban alrededor de aquel lugar en el que habían escondido la nave.

—Shin yo...—la pelinegra comenzó a llamarlo pero se detuvo al instante, bajo el hechizo de Babidi se había enterado que aquella persona de apariencia extraña que estaba frente a ella era el Supremo Kaio-sama, y ahora que lo veía, merecía demostrarle más respeto—Supremo Kaio, yo solo sé que por la forma en la que los ha separado en niveles, en los cuáles Vegeta venció a Pui Pui y luego Goku a Yacom, lo más probable es que haya intentando quitarles la energia sin ningún exito—informaba la chica—Para ellos nuestra fuerza ahora es suficiente, la capacidad de kiris qué esos sujetos nesecitan para revivir a Majin Boo se completaría con solo uno de nosotros—Gohan observó a su amiga con curiosidad—La última vez que lo vi, el huevecillo apenas estaba a la mitad de desarrollo.

—¿A la mitad?—intervenía Goku muy desanimado—Maldición, yo ya quería ver quién rayos era ese tipo de nombre extraño.

—Aún tenemos esperanzas—agregaba Shin un poco molesto por la actitud de Goku ya que el saiyajin no comprendía que esa bestia llamada Majin Boo era muy peligrosa—Me alegra tanto saber que Majin Boo aún no tiene la energia completa para terminar su desarrollo—Shin se acercó hacia ella y enfocó su concentración totalmente en la chica—Señorita Dalem, ¿de casualidad usted sabe dónde se ubica aquel huevecillo?

—Claro, sé donde está—aceptaba la muchacha con rapidez—pero la compuerta que está frente a nosotros está manejada por una magia extraña, nos impide salir.

—¿Entonces solo debemos esperar?—preguntaba Vegeta con fastidio—¡Maldición, que tontería!

Gohan solo se enfocó en observar hacia atrás, en una esquina de la nave estaba la chompa verde con rayas blancas que su amiga había utilizado hace unos instantes en su batalla contra Vegeta, lamentablemente este objeto ya estaba con algunos agujeros y muy desgastada.

Dejando a todos de lado, se acercó hacia ese lugar solo a recoger aquel objeto con suavidad, el color verde que poseía aquella chompa le hacía recordar perfectamente el estilo antiguo en el que Dalem se vestía a menudo cúando apenas eran unos niños.

" ¡Dalem, Icarus!—llamaba Gohan con entusiasmo desde el aire—Una vez más, jamás podrán vencerme.

La niña observó a su amigo con una confusión tremenda y entendió al instante, por la expresión en el rostro de Gohan, que le estaba proponiendo un reto. El niño con mucha rapidez volaba por los aires sentado en la nube voladora tan solo por pura diversión.

—¡Eso no es justo!—insitaba Dalem con enojo sin hacerle caso—Icarus está cansado, ha jugado con nosotros casi dos horas seguidas—Gohan solo levantó los hombros soltando una sonrisa inocente—No seas tonto, Gohan—refunfuñaba Dalem echada en la espalda de Icarus mientras el animal, al parecer, había decidido aceptar el reto pues volaba muy despacio siguiendo a Gohan—¡Vamos, Icarus!volvía a llamar la niña sin entusiasmo sabiendo que el gran dragón ya estaba muy cansado—¡No juegues más!

Desde su posición, Dalem se levantó solo para alejarse del gran animal observándolo con un rostro de serenidad, Icarus ya se veía muy agitado pero quería seguir jugando con Gohan. Dalem sentía que eso podría ser muy peligroso así que tuvo que detener a ambos colocándose en el medio de su dichosa batalla de vuelo.

Icarus, por favor—pidió observando al animal, luego observó a Gohan de la misma forma—Ya dejen de gastar sus energías de esa forma, ambos pueden lastimarse.

El gran dragón y Gohan solo se observaron entre ellos, después de unos segundos y con mucha más razón, ambos salieron disparados alejándose de Dalem solo para continuar con su lucha en el cielo pues estaban tratando de averiguar quién era más rápido, si el animal o la nube voladora.

Dalem se sentó en una pequeña roca en el suelo llena de aburrimiento por la desobediencia de ambos, apoyó su rostro en sus manos y soltó un suspiro de molestia. Le encantaba pasar el rato con Gohan en este lugar y siempre al atardecer, sin embargo, a veces su amigo hacia que sus nervios se pusieran de punta al notar que no le obedecían.

Gohan desde el cielo, aún continuando con su carrera venciendo por mucho al pobre y cansado Icarus, se detuvo solo a ver a su amiga. Ahora Dalem había comenzado a jugar con unas rocas y el pelinegro al verla, pudo intuir que su amiga se había enojado por aquel reto.

Dalem...—llamaba el niño con sinceridad sin que ella pudiese oirlo. Siempre se encontraban en la montaña Pao para jugar, y después de lo sucedido con Cell y su padre, le agradecía su compañía ya que disfrutaba mucho haciéndola enojar y reir—Yo jamás dejaré qué algo te suceda, siempre te cuidaré. Lo prometo.

El pequeño pelinegro no dejó de verla para nada, el cerquillo que su amiga tenía en su frente la hacía ver muy extraña, Gohan sabia que haber dejado que la hermana de Bulma les hiciera un cambio de look no había funcionado para nada, Dalem jamás había tenido un cerquillo de esa forma y tampoco le gustaba. Por otro lado, Gohan también había recibido aquel cambio de look por parte Tights y ahora tenía su cabello de una forma rara.

El Gran Dragón venía volando tan rápido intentando alcanzar a Gohan que incluso hasta había perdido la sincronización de su vuelo, el animal se acercaba tan rápido hacia el pequeño niño haciendo que ambos chocaran sus cabezas entre ellos. Icarus por cansancio y Gohan por estar distraído.

Dalem desde su lugar, soltó una gran risa al verlos caer con una gran fuerza hacia el suelo, ambos adquirieron al instante un chinchón y se sobaron la cabeza con dolor. La niña no paraba de reír viendo al par de torpes que no le habían obedecido.

No es gracioso—se quejaba el niño.

Claro que si lo es—soltaba Dalem acercándose hacia ambos—¿Me perdonas por decirte tonto?—preguntaba la niña, Gohan solo sonrió—Pensé qué ya lo sabias.

El niño la observó con serenidad y bajó el rostro un poco molesto, sin embargo Dalem sonreía tan animada que Gohan no pudo evitar sonreír de la misma forma. Icarus se acercó hacia la niña mientras estos hablaban.

—Oye Gohan, ¿Y entrarás al torneo?—preguntaba, el niño asintió con rapidez enfocando su concentración en su amigaHe oído que darán mucho dinero esta vez, Krilin, Ten Shin Han, Yamcha e incluso Trunks del futuro participarán.

Gohan se sentaba en el suelo junto a su amiga sin dejar de observarla por la información que le había brindado, movió su cabeza pensando en la respuesta y asintió con una sonrisa de entusiasmo dispuesto a responderle su pregunta.

Lo más seguro es que si—respondía el pelinegro acariciando a Icarus en la cabeza y admirando el polo verde que su amiga llevaba puesto, aquel color verde tan llamativo le hacía recordar mucho a Picoro y cómo éste lo había entrenado por primera vez después de abandonarlo en el bosque—Quiero ganar el dinero para enorgullecer a mi madre."


—Qué extraño—soltaba Gohan con impresión observando hacia la compuerta por la cuál Dabura había escapado hace unos minutos atrás. El pelinegro se situó al lado de su amiga y le entregó la chompa verde que había recogido, Dalem sonrió con gentileza—¿Qué es lo que tienen planeado hacer estos sujetos?

—¡Lo mismo te pregunto a ti, tonto!—intervino Vegeta situándose frente a Gohan con enojo—No puedo creer que no hayas sido capaz de derrotar a ese sujeto con tu poder de pelea, si realmente tienes sangre de guerrero por lo menos has que tu enemigo sienta algo de desesperación—el príncipe saiyajin solo empujó levemente al hijo de Kakaroto para luego seguir regañandolo—Eres muy flexible con la gente, hiciste el ridículo al estar peleando por la justicia—Dalem solo observó con molestia a Vegeta y se acercó hacia ambos—¡Eres algo degradante!, En una pelea lo más importante es la fuerza, los únicos que se quedan son los fuertes, los débiles mueren. El poder lo es todo, ¡Entiendelo!

—pero...—comenzaba a decir Gohan con sutileza, no le causaba enojo que Vegeta lo regañase de esa forma, era todo lo contrario, hasta este punto esos gritos y quejas tan solo causaron que por fin su mente cayera en la realidad—pero...

—Ve cómo quedaron Picoro y Krilin, los débiles fueron transformados en piedra—Gohan solo bajó la cabeza recordando que había dejado escapar a Dabura antes de poder salvar a sus amigos que se habían convertido en piedra—Hmph, ¡Eres un insecto!

—Ya Vegeta—intervenía Dalem con molestia, la chica tenía muy en claro que tanto a Gohan cómo a ella no les interesaba pelear y qué, además de eso, se la habían pasado sin entrenar desde lo sucedido con los guerreros de plata. Goku amaba las peleas, Vegeta era un estratega de sangre, ambos estaban echos para luchar. A diferencia de ellos dos, qué tan solo se habían visto obligados a pelear desde lo sucedido con los androides—Es injusto de tu parte que digas cosas así porqué el señor Picoro y Krilin no son débiles.

—¡Y ahora tú!—soltó Vegeta señalando a Dalem con molestia—Se supone que un guerrero lucha con todas sus fuerzas desde el principio, esa es la única manera en la que aseguras tu victoria. No debes estar jugando con tus oponentes solo por el echo de qué quieras divertirte, deberías aniquilarlos al instante sin mostrar piedad—el príncipe saiyajin solo volvió a refunfuñar con enojo—Hmph, estar junto a los terrícolas todo este tiempo te ha ablandado mucho, Dalem. ¡Eres una sabandija!—la chica solo bajó su rostro con rapidez y molestia—Tsk, es tu culpa qué estemos aquí ahora.


—No seas injusto, ya no los regañes, perdonalos Vegeta—interrumpia Goku con suavidad al lado de Shin—Dalem no tiene la culpa de esto y además Gohan hizo su mejor esfuerzo durante la pelea contra Dabura.

—Te lo dije y te lo repetiré—volvió a soltar Vegeta con enojo señalando a Goku—Quiero acabar con esto de una vez por todas para saldar cuentas contigo, ¿me has entendido?—Dalem desde su lugar solo vió cómo el papá de Trunks comenzaba a cargar una esfera de energía apuntando hacia el suelo de la nave con la unica finalidad de destruir el lugar, ya que estaba muy exasperado e impaciente—Ya no puedo esperar más, no me interesa si ese maldito Babidi o Majin Buu se despierta, ahora mismo voy a arder esta nave espacial, ¡Con esto terminará!

—¡No!—Justo en ese momento, el supremo Kaio se acercaba hacia Vegeta con rapidez tratando de impedir que éste hiciera algo estúpido—es peligroso Señor Vegeta, si usted le dispara a la nave Majin boo despertará de su largo sueño—volvía a repetir Shin—Majin Boo es una criatura que solamente vive para causar destrucción y dolor, ni siquera los cuatro supremos kaiosamas pudieron acabar con él.

—Tsk—soltaba Vegeta molesto—¡Cállate!

—Quiero decir, todos los seres vivos morirán en un santiamén—intervino Shin nuevamente con molestia y temor—Le aseguro que la tierra se convertirá en un planeta muerto.

—No me molestes—confesaba Vegeta apuntándole a Shin con molestia, Dalem solo apretó los puños sintiendo enojo intuyendo lo que el Saiyajin diría—No me interesa en lo más minimo que la tierra o la raza humana desaparezcan. ¡Qué se vayan al infierno!

—Usted es un ser odioso—había soltado el supremo Kaio con rapidez y temor.

—Debes mantener la calma, Vegeta—comentaba Goku con serenidad.

—Sueltame Kakaroto—soltó Vegeta con molestia, al parecer, aún muy enojado les dió la espalda a todos antes de hacer que su esfera de energía se esfumara.

—Esto se ha vuelto más extraño y confuso—decía el mayor de los Son.

—Si—aceptaba Shin—¿Por qué habrán rechazado ésta oportunidad si estaban a punto de obtener una gran cantidad de energía?, ¿por qué Dabura se retractó?

—No lo sé—respondía Goku con confusión—pero recuerdo exactamente cuándo él dijo estas palabras; "No hay necesidad de que yo siga luchando, ya hemos encontrado al guerrero más indicado"

Dalem desde su posición, observó el alrededor con mucha confusión, nadie venía hasta aquí para continuar con las dichosas peleas en cada nivel, Dabura había rechazado pelear e incluso todos los oponentes del bando de Babidi ni aparecian hasta el momento. A pesar de su gran confusión, se dió cuenta al instante que Babidi y Dabura estaban tomándose su tiempo para colmar la paciencia de todos alli.

—¡Ah, maldición!—espetaba la pelinegra con sorpresa, enfocó su concentración en todos y el único que se veía más enojado era Vegeta—Babidi lo intentará de nuevo—una sensación de alerta se apoderó de Dalem, cómo si estuviese a punto de suceder algo malo—¡Vegeta, tranquiliza tu mente ahora!—intervino una vez más aún observando cómo Vegeta refunfuñaba con molestia—Si sigues enojado, Babidi también logrará controlarte—informaba la chica con rapidez y temor—Hizo lo mismo conmigo, primero hizo que me enojara, está haciendo lo mismo ahora.

—Eso es imposible—espetaba Vegeta con molestia—¡Callate ya, sabandija!

Justo en ese instante, Vegeta tomaba su cabeza con fuerza y lleno de molestia comenzaba a gritar, sujetaba su cabello refunfuñando cosas con lentitud y soltando su ki con más fuerza, parecía incapaz de controlarse. Incluso se había tenia que tirar al suelo volviendo a expresar molestia mientras zarandeaba su cabeza.

—¡Maldicion!

—¿Qué tienes Vegeta?—preguntaba Gohan con rapidez y preocupación.

—¡Babidi intentará dominarlo!—informó Dalem con rapidez esta vez.

—Oh no, me lo suponia—fue lo único que el kaio dijo—Señor Vegeta, resista por favor. Babidi está tratando de controlar su corazón que tiene maldad.

Dalem veía cómo Vegeta tomaba con fuerza su cabeza, casi cómo ella lo había echo al principio, pero sabía que sería inútil, si Babidi la había utilizado, Vegeta también caería en cualquier instante. Dalem aún recordaba aquella sensación de matar, no se le desearía a nadie, a pesar de eso, para tratar de ayudar a ese príncipe saiyajin ya parecía ser muy tarde, pero lo intentaría sin importar qué.

—¡Babidi!—llamó con enojo la chica, Vegeta no se había comportado bien con ella desde el principio pues solo le demostraba actitudes arrogantes, pero eso no quería decir que Dalem quería que lo mismo le sucediera, eso no se lo deseaba a nadie—¡Babidi, maldición!—Vegeta seguia gritando y ahora incluso poseía la transformación de Ssj 2—¡Detente!

—Oh no—Dalem pudo oír que Gohan susurraba expresando impresión—cúando Dabura dijo que ya había encontrado al guerrero adecuado se refería a...

Dalem se acercó al instante a Vegeta, pero el saiyajin la alejó de un solo golpe que tomó desprevenida a la chica haciendo que ésta cayera al suelo, a pesar de eso la pelinegra volvia a levantarse solo para acercarse a Vegeta una vez más para tratar de ayudarlo. No sé iba a rendir, trataría de traerlo de vuelta.

—¡Vegeta, solo tranquilízate!

—Señor Vegeta—interrumpía Shin a Dalem—no preste atención a nada, en estos momentos solo tiene que poner su mente en blanco.

—¡Ya cállate enano, es imposible que hagan eso!

—Esto no es nada fácil—intervenia Dalem—pero debes intentarlo Vegeta, tu puedes hacerlo.

Vegeta gritó una vez más, todos los presentes solo observaban cómo unos cuántos rayos rojos salian de su cuerpo mientras Vegeta desprendía un ki muy fuerte. Goku, Gohan, Dalem y también Shin estaban totalmente sorprendidos por aquella cantidad de fuerza que ese príncipe de los saiyajin demostraba.

—Rayos...—murmuraba Dalem con enojo—Maldicion, no. Vegeta solo cálmate.

—pero...pero si es...—decía Gohan con asombro al lado de su amiga—¡No lo hagas Vegeta, no te dejes manipular por esos sujetos!

El hijo de Goku solo se acercó hacia Vegeta intentando detenerlo, pero justo en ese instante, uno de esos rayos rojos que se desprendía de aquel gran desato de ki había salido disparado directamente a Gohan lanzandolo hacia una esquina de la nave con mucha fuerza.

—¡Gohan!—habían gritado Goku y Dalem en el mismo instante viendo lo que le había sucedido, sin embargo fue la chica quién se acercó hacia su amigo con rapidez asegurándose de que estuviese bien.

La nave comenzó a temblar, y todos allí sabían que el aspecto de la tierra de afuera sería aún más peor, sabían que si estaba vibrando con mucha fuerza aquí, fuera de aquel escondite todo sería aún más fragil y fácil de romperse.

—¿Estás bien?—preguntaba Dalem aganchandose al lado de su amigo mientras sentía que todo el lugar vibraba con más fuerza—¡Gohan!

—Si—respondía el chico con rapidez—pero Vegeta está...

—Es inútil—soltaba la pelinegra con voz serena reincorporandose frente a Gohan mientras éste se levantaba, la chica zarandeó la cabeza con cierta tristeza por lo que pronto Vegeta se atrevería a hacer—Es tarde, maldición.

[...]

—¡Maldición!—espetaba Dalem con enojo observando al hombre que estaba en sus brazos, por poco y no lograba salvarlo, habia tenido que teletransportarse lo más rápido que pudo para evitar que éste adulto chocase su cabeza con las tarimas—Debería irse de aquí Mister Satán, ¡Llevese a toda la gente de aqui!

Hace unos instantes, el asqueroso mago Babidi había transportado a Gohan, Dalem, Shin, Goku y Vegeta de vuelta al torneo. El presentador de las peleas se les había acercado a Goku y Vegeta con alegría creyendo que estos querían participar, sin embargo, Vegeta solo había soltado su ki con una mínima fuerza y con su aura de poder había logrado votar al presentador y a Mister Satán muy lejos de él. Dalem y Gohan habían evitado que ambos adultos salieran dañados.

—¿Por qué?—preguntaba Satán con un rostro de miedo, Dalem solo lo bajó de sus brazos con lentitud mientras Gohan hacia lo mismo pues su amigo había salvado al presentador de las peleas—¿Quién demonios eres tú?

—¡Callate ya!—Dalem pudo oír que Vegeta espetaba con fuerza aquella palabra ubicado justo en el centro del cuadrilátero así que observó a ese saiyajin con interés—Yo solo quiero pelear con Kakaroto, no me interesa lo que pase con las demás sabandijas.

—Vegeta—pudo oír que Goku decia—Tú quieres...

—¡Tú!—apuntaba Satán con lentitud hacia Dalem desconcentrandola totalmente de todo, la chica lo observó—Te reconozco, eres aquella niña que me salvó de la explosión aquella vez durante el torneo de Cell—volvia a decir el hombre con muchos nervios y situándose en la base del cuadrilátero con temor y abriendo los ojos y la boca demostrando un asombro total—Tú y ellos, ¡Ustedes son los mismos sujetos que estaban en esa batalla!

—Deje de gritar—espetó la pelinegra con molestia en un susurro aún observando la posición patética de Satán—Y aléjese de aquí de una buena vez. ¡Llevese a toda la gente de aquí!

—¡Dalem!—la suave voz masculina de alguien la hizo despertar, dejó de observar a Satán solo para encontrarse con la mirada confusa de Jason enfocada en ella, a su lado estaba Ángela también. Ambos estaban apenas a unos metros cerca de ella—¡Hola!—la chica solo los observó con serenidad, Jason colocaba sus manos en la tarima dispuesto a seguir hablando con ella, el lugar estaba siendo amenazado, ¿por qué no todos se iban ya?—Angela y yo acompañaremos a Shamna y Ireza a caminar por el lugar, ¿Vendrás, cierto?

—Lleva a Angella y a tu padre a un lugar seguro, Jason—soltó Dalem con seriedad—Este lugar ya no es seguro—una vez más, observó a Satán, quién estaba frente a ella—He dicho que saques a la gente de aquí, ahora.

Dalem se recompuso con rapidez y usando la teletransportación, se situó detrás de Gohan y el presentador mientras observaba que Vegeta señalaba a Goku soltando risas altaneras y demostrando superioridad. Justo en ese instante, Vegeta comenzaba a cargar una esfera de energía en su mano derecha dirigiendola en dirección hacia Goku.

La escena que todos acababan de presenciar les heló la sangre, Vegeta había asesinado a personas inocentes. Dalem, desde su sitio, solo apretó los puños con molestia recordando lo que ella había realizado cuándo estuvo bajo el hechizo horripilante de Babidi. Ella también había matado a muchos, prácticamente había acabado con una capital entera junto a Dabura solo por diversión.

Una vez más, Vegeta soltó una esfera de energía con mucha más rapidez que antes, la cuál se estrelló directamente contra una tarima volviendo a matar a más personas inocentes. Gohan observó sorprendido aquella situación y apretó los puños.

—¡Vegeta, no!—había gritado Dalem un segundo después observando cómo las personas corrian, la pelinegra y Gohan observaron llenos de molestia a Vegeta pues en ese lugar que el príncipe de los saiyajin acababa de destruir, habían estado sus amigos—Maldición, allí estaban Angela, Shamna, Iresa y Jason

—¡Vegeta!—llamaba Gohan molesto—¿cómo te atreves a hacerle eso a nuestros amigos?

—¿Qué Dalem?—preguntaba Vegeta dirigiéndose hacia la chica con mucha altivez y apuntándole con su mano—¿Ver morir a los terrícolas te parece un acto catastrófico?—soltaba, la pelinegra no dijo nada—Debes saber qué las personas cómo yo o tú, a fin de cuentas, no sentimos piedad por nadie. Así es nuestra raza, por algo nacimos siendo parte de la mejor élite de guerreros.

—¿Nuestra raza?—comenzó a decir Dalem con confusión—¿De...de, ¿De qué demonios estás hablando, Vegeta?

—¡Ayudanos por favor, Mister Satán!—el grito de uno de los espectadores hizo que Dalem perdiera su concentración teniendo un par de dudas por lo que él saiyajin le acababa de decir, sin embargo, volvió a enfocarse en Mister Satán, el hombre ahora estaba detrás de Vegeta y la gente lo llamaba pidiendo su ayuda—¡Si, acaba con él!

Satán, tan terco cómo siempre, se dispuso a soltar algunas frases dando a entender que él era importante y mucho más fuerte que todos. Dalem lo observó fijamente y con enojo porqué éste debería haberse ido, el hombre se limitó a esquivar su mirada con miedo.

—¡Oye!, ¿Qué harás, Kakaroto?—preguntaba Vegeta esta vez observando a Goku—Vamos a pelear tu y yo, claro si no quieres que haya más montañas de cadáveres aquí. 

—Vegeta, no me digas que...—comentó Goku pausada y serenamente—Te dejaste manipular por la magia de Babidi a propósito, el aludido solo comenzaba a reir con altaneria—¡Responde, Vegeta!

—¡Ya basta, Vegeta!

Justo en ese instante, Vegeta soltó una esfera de energía con más velocidad que antes dirigiendola exactamente a una de las tarimas, Dalem avanzó con rapidez hasta llegar a ese lugar para detener la energía que Vegeta había lanzado, cúando estuvo allí tomó la bola de energía entre sus manos y con mucha fuerza la lanzó hacia los cielos logrando salvar a unas cuántas personas.

—Bulma, Milk, Yamcha, Maestro Roshi—llamó con rapidez y serenidad la chica a las personas que estaban alli, estos la observaron—Algo malo está sucediendo, Busquen a 18 y lleven a Maron, Goten y Trunks a la torre de Kamisama

—Sabia que harías algo asi—pudo oír la voz burlona y fuerte de Vegeta, el saiyajin estaba más enojado que nunca y ahora, lanzaba dos bolas de energía hacia la misma tarima.

La chica se apresuró a tomar ambas esferas de energía entre sus manos tratando de proteger a sus amigos, pero Vegeta lanzaba otra onda de energía hacia el mismo lugar, Dalem soltó las esferas que llevaba en sus manos hacia el cielo con rapidez, pero la última terminó estrellandose en la misma tarima muy cerca a Roshi.

—¡Vegeta!—gritaba la pelinegra con molestia por la forma en la que ese hombre quería destruir incluso a la madre de su hijo Trunks y a las personas que conocía—¿Por qué hiciste eso?—Dalem volvió a detenerse en la tarima y lo observó deteniéndose casi unos metros frente a él. En ese instante, Vegeta observaba con mucho enojo a Goku ya que quería pelear con él ahora mismo—¡Ya, basta!

—¡Detengase por favor, Vegeta!—había intercedido Gohan también.

—¡Aún lado, no quiero insectos!—gritó el hombre para después aumentar su ki con fuerza y alejar a ese par de adolescentes de la tarima con rapidez de ese lugar—Esta pelea es entre Kakaroto y yo.

[...]

Hace unos instantes, Babidi había transportado a Vegeta, Goku, Gohan, Shin y Dalem hacia otro lugar, a pedido de Kakaroto, para no dañar a más personas. Goku les había dicho que dieran todo de si mismos para luchar, les había ofrecido una semilla del ermitaño a ambos adolescentes, sin embargo, Dalem se rehusó a comerla sabiendo que quizás el Señor Goku la necesitaría para después. Ahora, debido a aquella falla de confianza por parte de ambos, tanto Gohan como Dalem y Shin se encontraba en los suelos, Majin Boo había salido de su cascarón y les estaba dando una gran paliza a todos.

—Yo soy Dalem—soltó la pelinegra frente a Majin Boo—pertenezco a los guerreros Z y por nada del mundo...—no importaba qué hiciera ella, este enemigo esta vez tenía más fuerza y había echo que su energia bajase por completo con rapidez. El mounstro rosa le lanzó un ataque a la chica, el cuál se detuvo justo entre sus manos y, con un movimiento rápido, la chica lo lanzó hacia otro lugar. Estaba soportando mucho, y no sería tan permanente, se veía muy cansada y agitada—Por nada del mundo dejaré que dañes al planeta tierra, ni mucho menos dejaré que dañes a mis amigos.

Gohan, desde el suelo entre las rocas y un par de metros lejos, pudo ver la cara de su amiga, ahora su rostro poseia un par de heridas cerca a su ojo izquierdo, desde su incómodo sitio veía cómo Dalem apretaba sus puños con fuerza y sin rendirse la chica volvía a detener la masa de poder que Boo le lanzaba solo entre sus manos.

—¡Dalem!—gritó Gohan en un intento de hacerla recapacitar, el chico sabía que si su amiga se exponía de esa manera incluso podía perder la vida, queria evitarlo, quería salvarla una vez más, pero ahora él estaba en peores condiciones—Ma...maldición—intentó levantarse, pero su cuerpo había llegado a su límite, aquel enemigo era mucho más fuerte e incluso lo había dañado demasiado—¡Maldición!

—Yo no...—Boo se había acercado hacia Dalem con una rapidez tremenda interrumpiendo lo que la pelinegra decía, ahora la golpeaba mucho más fuerte que antes, con una fuerza que hasta al Supremo Kaiosama le atemorizaba, a pesar de eso la chica no quería rendirse, no lo haria—¡Yo no te dejaré ganar!

Gohan y Shin, desde sus lugares, se detuvieron solo a observar a Dalem, aún con un rastro de sangre cayendo de su boca la muchacha se levantó, dió un respiro lento y soltó una sonrisa tenaz, cómo si estuviera apunto de hacer algo interesante.

—Ha Boo no le agradas—soltaba con enojo la bestia rosa mientras se desprendía humo de sus orificios en la cabeza—Eres muy molesta.

—No dejaré que hagas nada malo—mumuró de nuevo la chica—Te detendré, lo prometo.

—Boo acabará con todos—volvía a canturrear Majin Boo—No dejaré a nadie vivo.

—¡Dalem!—intentó llamar Gohan una vez más pero su amiga estaba tan sumergida en la pelea que ni siquera lo oía causando que la tensión del chico aumentase viendo cómo la pelinegra se levantaba una vez más, quiso detenerla, quiso hacer algo al respecto, pero él y Shin quedaron atónitos frente a lo que ella realizaba—¿Dalem?

Dalem mantenía una sonrisa tenaz en el rostro, con rapidez y enojo soltó un grito lleno de impotencia, se sentía frustrada, por su cabeza solo pasaba el hecho de qué quería proteger la tierra y a sus amigos, y quizás si su fuerza no era suficiente, siempre sabia que Goku tenía un haz bajo la manga.

Gohan la observó, desde su lugar, simplemente tirado en la fría arena, estaba agotado, y al parecer Dalem tenía aún más fuerza de la que parecía aparentar. Una vez que reconoció aquel aura dorada qué se apoderaba del cuerpo de la chica, sus ojos se abrieron de golpe observando cómo el cabello de su amiga se tornaba dorado. Dalem se habia transformado en la primera fase de un Súper Saiyajin.

—Dalem...—susurró Gohan tratando de hacerla entrar en razón, se levantó con lentitud y tragó saliva sintiendo un poco de miedo. Quizás le sucedería cómo le había pasado a él cúando luchó contra Cell, quizás no controlaría su poder o se confiaría mucho más de lo usual. Y él no estaba dispuesta a perderla, no quería, se negaba a eso, pero además de aquellas opciones, sabía que su amiga tenía un buen potencial de pelea oculto que nadie podía negar—¡No te confíes demasiado!

Dalem aún con una pizca de sorpresa, observó sus manos mientras veía que el color de su cabello había cambiado mucho. Tragó saliva con lentitud y supo al instante, que se había convertido en un saiyajin, las dudas sobre su origen se apoderaron de ella en tan solo unos segundos.

—Boo te ha herido mucho—soltaba el mounstro rosa con tranquilidad observando a la chica—Ya no debes seguir peleando.

Dalem se detuvo allí, por un instante, dejó de aumentar su ki quedándose solo con el ssj1. Majin Boo también se había detenido sobrevolando en el cielo mientras ella lo observaba con confusión. De echo había algo que a Dalem le causaba curiosidad, algo que le decía que Majin Boo no era tan malo cómo se veía.

—¡Vamos Majin Boo, acaba con ella!—el grito de Babidi sonó en todo el lugar, acompañado de su risita tan molesta, la voz socarrona de aquel mago trajo a la realidad a Dalem en tan solo un instante—¡Acabala ya!

La bestia rosa se quedó observandola por un instante, para luego, acercarse hacia ella tomándola desprevenida golpeándola justo en el estómago y lanzandola hacia otro lugar. Por su parte, Dalem se acercó a él reincorporandose con velocidad solo para golpearlo, estaba desquitando toda su ira con Majin Boo, estaba desquitando la cólera que sintió al haber visto a Spopovich golpeando a Videl y estaba desquitandose porqué Babidi la había engañado.

—¡Es inútil, Majin Boo la asesinará!—llamaba el supremo Kaio con temor ubicado entre las rocas del suelo—¡Señorita, Dalem!

—¡Dalem!—el grito de Gohan la despertó de su pequeño trance de cólera. Dalem lo observó, el chico lucía muy dañado y se veía que había tomado muchas energías para levantarse—¡No te exijas demasiado!

—Lárgate—comenzó a murmurar Majin Boo con molestia nuevamente—¡Tu también molestas a Boo!—el humo volvió a salir de los orificios de su cabeza mientras seguía repitiendo lo que acababa de decir observando serenamente a Gohan—¡Lárgate!

—Cuidado Gohan—decía Shin desde el suelo—Te va a matar.

El hijo mayor de Goku se dispuso a levantarse con rapidez para ayudar a Shin y a su amiga pero, justo en ese momento, Majin boo le había lanzado una esfera de energía y por la rapidez del ataque el chico no había podido esquivarlo ni con la poca fuerza que le quedaba. A pesar de que estaba en la segunda fase de un saiyajin, el muchacho salió disparado hacia otro lugar muy lejos a la zona de pelea.

—¡Gohan!—Dalem desde su sitio sintió cómo el ki de su amigo se reducía con mucha rapidez, quizás jugar durante 7 años y haber dejado de entrenar era lo peor que la chica habia decidido, quizás si ella no hubiera dejado de entrenar esta vez hubiera logrado salvar a Gohan de aquel ataque—Maldi...—no podía terminar la frase, ésta vez sentía que todo era su culpa pues incluso habia sentido qué ahora el ki de su amigo ya había desaparecido por completo—Mal...maldición.

Dalem se quedó observando a Majin Boo, aún con más enojo, con más rabia, estaba claro que no dejaría que éste enemigo dañase a nadie más. Ya estaba harta. La pelinegra apretó sus puños y se acercó hacia el mounstro rosa lo más rápido que pudo, si su vida servía para vengar la muerte de Gohan, estaría dispuesta a hacer lo que sea con tal de tratar de vencer a este mounstro.

—¡Voy a matarte!—el grito desgarrador que soltó la chica en ese instante hizo que Shin se concentrase en ella. La pelinegra estaba totalmente enojada, eso sí que se notaba a leguas—Lo prometo Majin Boo, pase lo que pase, yo voy a acabar contigo.

Desde su posición, la muchacha aumentó con una rapidez tremenda su ki, estaba sacando todo su enojo, sentía la pelea de Vegeta y Goku un poco lejos del lugar, no solo se enojaba mucho por el hecho de que Babidi la había usado a ella, sino tambien por Vegeta.

—Es inútil—soltaba Babidi riendo fuertemente—No importa que hayas aumentado tu fuerza, granuja. Vas a morir de todas formas.

—Morir es lo que menos me importa Babidi—espetaba la chica con una sonrisa de altivez sin desconcentrarse y aumentado su ki—pero por tu culpa Spopovich dañó a alguien inocente, te atreviste a usar a Vegeta, y luego de eso, por culpa tuya Gohan acaba de morir. Y esas cosas jamás te las perdonaré, ¡¿me has oído?!

Por otro lado, el gran Kaio se levantó lentamente analizando la zona en la que estaba, las pequeñas piedras se levantaban del suelo y sabia perfectamente que eran a causa del ki de Dalem. Con las pocas fuerzas que le quedaban se reincorporó con debilidad sin dejar de observar aquella escena.

—¿Esa es la fase dos de un súper sayajin?—preguntó para si mismo tomando su pecho con dolor, abríó la boca un poco impresionado debido a la gran rapidez de energía que esa clase de guerreros podian poseer de un momento a otro—Es mucho más fuerte que el poder de Vegeta y Gohan cúando estos se transformaron, es...es...—se detuvo solo a sonreir con esperanza al reconocer que quizás ella podía ganarle—Es un poder increíble.

—Supremo Kaio—la suave y pausada voz de Dalem en su mente le hizo retroceder reconociendo qué era la chica quién le hablaba—Se me hace rotundamente imposible creer que Gohan esté muerto, puede que incluso esté herido pero me niego a creer que está muerto. Él es la persona más fuerte que conozco y hay algo que me dice, muy en el fondo, que él está bien.

—Entiendo—soltaba Shin de forma amable—¿Cómo puedo ayudarte?

—Lamentablemente hemos gastado estos últimos 7 años jugando, éramos solo niños que buscaban divertirse, jamas se nos pasó por la cabeza que vendría una amenaza más grande, fuimos muy ingenuos—Dalem solo paró de hablar en su mente y ahora también había dejado de aumentar su ki, ya había llegado a su límite—Encuentre a Gohan y lleveselo muy lejos de aquí, que entrene, ese chico tiene un gran potencial de pelea. Lo sé porqué es mi amigo, lo conozco. Solo le hace falta un empujoncito de apoyo, debe entrenar un poco más. Una vez que lo haga, nadie lo detendrá y sé que podrá vencer a Majin Boo.

Dalem al finalizar de hablar, hizo lo primero qué se le vino a la mente, golpeó a Majin boo con todas sus fuerzas, la pelea estaba muy dispareja pues incluso la chica podia esquivar con rapidez los ataques de aquel mounstro rosa. Dalem estaba ganando. Por otro lado, Shin enfocó su mirada solo en Babidi mientras lo veía reír, parecía que el mago tenía otro haz bajo la manga ya que observaba la pelea de Dalem vs Majin Boo con una sonrisa plasmada en el rostro.

—¡Maldición!—el grito de Dalem hizo que Shin le prestase atención a la chica al instante, la pelinegra había quedado estática frente a Boo y ahora Babidi se acercaba al lugar riendo. El Supremo Kaio quizo levantarse para ayudarla, pero sería inútil, aún no había recuperado su fuerza por completo—¡Sueltame, Babidi!

El nefasto hechicero Babidi había usado uno de sus sucios trucos con ella, estaba deteniendola, no le dejaba plena libertad para moverse, había usado su telequinesis solo para evitar que la chica siguiera peleando debido a que se había dado cuenta qué la fuerza que Dalem poseía era la indicada para derrotar a su queridísimo Majin Boo.

—¡Ahora Majin Boo!—gritaba Babidi aún usando su técnica, la bestia rosa comenzaba a golpear a Dalem con mucha fuerza y soltaba esferas fuertes de energía, gracias a la técnica de aquel mago, la chica no podía defenderse—¡Acaba con ella!

—¡Sueltame!—Dalem estaba muy segura de algo, podía sentir el dolor, cada golpe y cada masa de poder caían directamente en su cuerpo y rostro, y por más de que quería contraatacar, el hechizo de Babidi era aún más fuerte—¡Maldición!

—¡Matala ya mi querido Majin Boo!—soltó Babidi—¡Ahora!

El Supremo Kaio desde su lugar, solo observó cómo Dalem estaba siendo golpeada, sintiéndose muy inútil pues se suponía qué era él quién debía de estar protegiendo el planeta. En tan solo unos segundos, Majin Boo comenzó a cargar una gran esfera de poder de color amarilla, era tan grande y poseía una cantidad de fuerza impresionante, la cúal, casi en un abrir y cerrar de ojos, la bestia rosa lanzó directamente hacia Dalem causando un gran cráter en la tierra.

—¡Señorita Dalem!

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