C1: Preparatoria.

Dalem

Las cosas en la tierra habian transcurrido con total tranquilidad desde todo lo sucedido hace siete años con Cell. No habían más enemigos, nada de que preocuparse, Sin embargo en Orange School nos enfrentábamos a unos cuantos problemas debido a la ágil "táctica" de Gohan al querer tener un disfraz para salvar a la Ciudad Satán de distintos crímenes.

No era que realmente no me importara el bienestar de las personas de la ciudad, aquello era muy importante para mi, pero ya nos estaba trayendo muchos más problemas de los que necesitábamos, tanto a mi como Gohan. Di un suspiro y observé lo que estaba a mi lado, mi amigo reía nervioso mientras rascaba su nuca, justo como el señor Goku solía hacerlo. Y frente a nosotros estaba Videl, nos observaba con la única intención de que le dijéramos algo al respecto.

—¡Sé que eres el Gran Sayaman, Gohan!—chilló la pelinegra—y también sé que tú lo sabes–soltó señalandome—Vamos, díganme la verdad de una vez por todas.

Podría negarlo, quizás funcionaría de ese modo pero por la actitud nerviosa de Gohan, Videl lo descubriría muy pronto, estaba segura de eso.

—Estas loca, Videl—esbose una sonrisa cínica negando—Muy loca.

Gohan simplemente soltó una sonrisa inocente.

—¿Quién crees que eres para decirme así?—apremió Videl con rapidez—A mi nadie puede decirme que estoy loca—me limité a reir. De algún modo la voz chillona y autoritaria de esa chica era muy molesta, demasiado molesta para la pequeña estatura que tenía, pero me encantaba hacer que su paciencia estuviese al límite—Puedo acabar contigo en este instante.

Gohan me observó por un instante negando rotundamente. Yo sabia perfectamente que quería que no hiciera nada al respecto, que no me defendiera sobre lo que Videl decía, aunque no me importaba pues no me afectaba en lo más mínimo. Además de eso, tenía que aclarar que ser seguidos por ella a diario ya me estaba cansando, se estaba entrometiendo en mucho y ponía en riesgo la identidad de Gohan.

—Soy hija del Gran Mister Satán y tú no puedes ganarme—volvió a decir, señalandome. Observé hacia otro lado evitando soltar una gran risa pero fue en vano, esta vez si comencé a reír de verdad—No me conoces.

Sabia perfectamente que era hija de Mister Satán, Shamna, uno de los amigos rubios de Videl lo había comentado el primer día de clases.
Pero la diferencia estaba aquí, todos aún creían que Satán era el que había salvado a la tierra de Cell, cuando en realidad eso nunca había sido cierto.

Sin embargo, yo le seguía guardando un poco de respeto por haber logrado lanzar la cabeza del androide 16 hacia Gohan cuando ninguno de los guerreros Z o yo, tuvo alguna fuerza para pelear, pues esto había sido la detonante de Gohan para gritar y sacar su verdadero poder.

Respetaba a Satán, eso sin dudarlo, pero decir que él era el que había salvado la tierra era un título muy grande.

—¿Crees que es gracioso?—pude ver que Videl se veía enojada, más enojada que antes, el color rojo se acoplaba en sus mejillas y me observaba llena de furia—Bueno, eso no importa—aclaró cómo si nada y esta vez observó a Gohan—Sé que eres el Gran Saiyaman y me enseñarás a volar.

Gohan solo asintió de manera ridícula y me dediqué a observarlo, se veia muy nervioso frente a Videl y por un instante pensé si aquella chica de nuestro grado le gustaba. El tema no me interesaba para nada, sin embargo, me causaba una gran curiosidad verlo comportándose tan torpe como siempre.

No perdí ni un segundo y me dediqué a avanzar sola, dejandolos allí, prefería perfectamente pasar la tarde con los pequeños Trunks o Goten, pues después de la muerte de Goku en la batalla de Cell, lo último que hubiese deseado sería quedarme sola, justo como Gohan y su familia estaban en estos momentos.

Apenas iba a dar un paso más para salir volando, claramente teniendo en cuenta de que no habían personas que pudieran verme hacerlo, mientras veía que Gohan había dejado a Videl atrás con una expresión confundida.

—Oy...oye—pude oír que decía—¿a dónde vas?

—Vegeta y Picoro tenían razón—remarqué, este me observó aún más confundido—Tenía el presentimiento de que esto no iba a funcionar, ellos también—él comenzó a volar y me dediqué a seguirlo—Además no puedo creer que vayas a entrenar a la hija de Satán, es tan...—hice una pausa y busqué la palabra indicada mientras ahora él me seguia—molesto—finalice, él solo soltaba una pequeña risa—Ella es molesta.

—¿Ese es el problema, Dalem?—añadió y me detuve—Ahora que lo veo tu actitud es muy parecida a la de Vegeta—soltó de manera natural observandome con un poco de extrañeza y soltando una mueca de confusión típica en él—Realmente muy parecida.

—Solo déjame refrescarte la memoria—solté retomando el vuelo pero esta vez más rápido. El pelinegro venía detrás de mi—Se supone que Bulma te había echo un traje para que nadie se diese cuenta sobre tu identidad, y lo primero que haces es andar de inseguro frente a Videl—me detuve otra vez—debes mostrar seguridad, Gohan. De ese modo nadie sospecharía nada.

—Primero, Dalem—llamó mi atención—Dile Madre—lo observé con confusión teniendo en cuenta a qué se refería, pero sinceramente no quería hablar del tema—Bulma es tu madre—aclaró.

Apreté mi mandibula sintiendo un poco de molestia, sabia que lo decia de buena manera ya que sus intenciones no eran dañarme, pero había algo que yo no le había confesado, no hasta ahora

—y segundo...¿en serio vas a enojarte por eso?

Giré mi rostro y volví a retomar el vuelo enojada. De algún modo la dichosa Videl había tenido la facilidad de descubrir al torpe de Gohan, no era que su plan pareciese funcionar a la perfección pero tampoco creí que pudiese haber sido descubierto tan rápido. Habia sido divertido escapar y rehuir a la chica al final de cada problema en la ciudad, pero también un poco patético.

—Quizás tu madre sepa que hacer—pude oír su voz a mi lado, estaba calmado y si no fuera porqué todo esto me estaba molestando no hubiera plantado mi mirada filosa en él—Bulma nos ayudará.

Me acerqué a él, instintivamente, teniendo su rostro cerca a mi y apreté mi mandibula sintiendo todo el enojo centrándose en mi cabeza, él solo me observó.

—Bulma no es mi madre—solté de forma despectiva—Para que recuerdes lo que pasó ese odioso día, solo estoy viva gracias a Picoro, Goku, y a tu madre—bramé—Mis verdaderos padres me abandonaron creyendo que era un fenómeno—me detuve solo a soltar un suspiro y volví a observarlo—Nunca le pedí a Bulma que me criara en su casa—solté otra vez—Prácticamente la única opción que tuvo Bulma y su familia fue adoptarme porqué sentían pena hacia mi—observé el suelo liso de la zona del norte, el paisaje lucia vacío, estábamos cerca a su casa así qué solo me digné a bajar y pisar el suelo—Yo nunca quise ser parte de la Corporación Cápsula o vivir allí.

—No veo que está mal con eso—soltó deteniéndose, aún lucia confundido pues levantaba ambas cejas aún observandome, Gohan siempre había sido un poco ingenuo—Ellos han cuidado de ti por todo este tiempo.

—¡Maldición!—bramé, pero cuándo vi a Milk salir con una gran sonrisa de su casa mientras me saludaba tan animadamente suspiré. Sabia que había extrañado mi presencia, yo también la había extrañado demasiado. Me relaje y traté de calmarme, lo que más odiaba era tener las frases típicas de Vegeta en mi boca—Solo le debo la vida al señor Picoro y a tus padres, a nadie más.

Observé a Gohan por un escaso momento, y me largué del lugar en ese mismo instante. Volé lo más rápido que pude hacia el Este, lo peor sería volver a casa de Bulma, odiaba ese lugar. Estaba consciente de que yo había vivido en casa de Bulma todos estos años, y que sus padres me habían ayudado mucho. Sin embargo siempre quise hacer algo con la peli-celeste, ayudarla en algo pero, al parecer, yo nunca le había interesado en todo este tiempo.

No volvería a Corporación Capsula, no ahora.

Quería sentirme libre bajo la gran capa de poder que llevaba sobre mis hombros, bajo mi ki, bajo toda la frustración que llevaba creciendo durante estos años. Y Cuando llegué al lugar solo me detuve, sabía perfectamente dónde estaba; frente a mi había una gigantesca colina desde dónde podía ver la luna, aquella hermosa luna llena que me hacia sentir viva.

Me digné a descansar, apoyando mi espalda en el tope de la colina, sintiendo la gran luz de la luna cerca de mi. Aquí había estado cuando era pequeña, aquí me habían dejado, desde aquí el señor Picoro me había rescatado. Claramente cúando Goku aún estaba vivo y después de haber tenido una extensa charla en la que Milk había intercedido por mi.

Lo recordaba claramente, yo era muy pequeña pero había podido oírlos a la perfección. La charla aún seguía en mi cabeza ya que después de encontrarme aquí, el resto de adultos habia ido a Kamehouse a discutir el tema.

"—No podemos dejarla sola, debemos buscar un modo de ayudarla—había dicho Milk—Es solo una niña.

Mi rostro permanecía quieto en la tortuga tan interesante que estaba frente a mi, la cuál por cierto podía hablar. Cúando tenía simplemente ocho años ese animal me parecía totalmente intrigante, y debía admitir qué aún lo seguía siendo.

Si, y nadie sabe cómo cuidar de ella—había apremiado Bulma.

¿Qué te sucede, Bulma?—había contestado Roshi—Puede estar en la Corporación Capsula, el lugar es increíblemente grande.

La mujer de cabello celeste negó.

A ver...es una niña, no tiene a dónde ir, Bulma—había intercedido Picoro, podía observar que trataba de calmar la pequeña discusión—por más de que quiera ayudarla la gente no lo vería normal, soy un tipo verde, no cuido niños. Y probablemente pensarían que la he secuestrado—soltó, pude observar su mirada fija en mi, luego cambió de punto, hacia Milk—No dudo en que Milk pudiese cuidarla...pero nosotros aquí sabemos que la familia de Goku no tiene la estabilidad económica para cuidar a alguien más, apenas pueden pagar al profesor de Gohan.

Justamente en ese instante, Goku, quién se mantenía sentado sin hacer nada se habia levantado. Yo no sabía reconocerlo perfectamente pues recién lo veia, claramente todo había sucedido antes de la pelea con Cell, antes de perderlo.

La Corporación Capsula tiene espacio para alguien más, vamos Bulma—intercedió Goku, justo cuando Roshi y Yamcha se disponían a hablar.

No dará tanto trabajo, mirala—había señalado Yamcha muchísimo más rápido que Roshi—Esta tan quieta jugando con el señor tortuga.

Lo haré—había finalizado Bulma observandome con una mirada extraña que pude reconocer al instante, no estaba muy segura. Quizás solo lo había echo por sus amigos, para no quedar mal frente a ellosSolo por está vez."

Solté un golpe en aquella colina lo más despacio que pude y me digné a observar hacia la luna sintiéndome totalmente confundida, el cielo estaba oscureciendo y sabia que pronto iba a llover. En este día nada me había ido bien, todo había resultado en mi contra.

Que día, que pedazo de día más inútil

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