Mientras los tres sushis se peleaban, un grupo de gatos que pasaba por el parque de las algas los vio y se acercó a ellos. Los gatos eran unos animales que les gustaba comer pescado, y que no tenían piedad con los sushis. Los gatos se abalanzaron sobre los sushis, y empezaron a morderlos y a arañarlos. Los sushis se asustaron mucho, y se dieron cuenta de que habían cometido un error. Se olvidaron de su pelea, y se unieron para escapar de los gatos. Pero los gatos eran más rápidos y más fuertes, y los acorralaron.

- Gato 1: ¡Mira, mira! ¡Qué ricos sushis! ¡Vamos a comérnoslos!
- Gato 2: ¡Sí, sí! ¡Qué deliciosos sushis! ¡Vamos a devorarlos!
- Gato 3: ¡Sí, sí, sí! ¡Qué sabrosos sushis! ¡Vamos a engullirlos!

Los gatos se prepararon para atacar a los sushis, que se abrazaron y se despidieron.

- Sushi de salmón: ¡Adiós, sushis! ¡Fue un placer conocerlos! ¡Perdón por haberlos ofendido!
- Sushi de atún: ¡Adiós, sushis! ¡Fue un honor compartir con ustedes! ¡Perdón por haberlos herido!
- Sushi de queso crema y palta: ¡Adiós, sushis! ¡Fue una aventura estar con ustedes! ¡Perdón por haberlos molestado!

Los sushis se resignaron a su destino, y cerraron los ojos. Pero en ese momento, una sombra se interpuso entre ellos y los gatos. Era una empanada con alas, que había visto la escena desde el cielo, y que había decidido intervenir. La empanada tenía un tenedor en la mano, y se enfrentó a los gatos.

- Empanada: ¡Alto, gatos! ¡Dejen en paz a los sushis! ¡No les hagan daño!
- Gato 1: ¡Qué? ¡Quién eres tú? ¡Qué haces aquí?
- Gato 2: ¡Qué? ¡Qué eres tú? ¡Qué quieres aquí?
- Gato 3: ¡Qué? ¡Qué quieres tú? ¡Qué te crees aquí?
- Empanada: Yo soy una empanada con alas, y estoy aquí para defender a los sushis. Ellos son mis amigos, y no voy a permitir que los lastimen. Así que váyanse de aquí, o se las verán con mi tenedor.
- Gato 1: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué graciosa eres, empanada! ¡No nos das miedo! ¡Eres muy pequeña y muy débil!
- Gato 2: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué ridícula eres, empanada! ¡No nos importas! ¡Eres muy simple y muy sosa!
- Gato 3: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué tonta eres, empanada! ¡No nos detienes! ¡Eres muy fácil y muy blanda!

Los gatos se burlaron de la empanada, y se lanzaron sobre ella. Pero la empanada fue más valiente y más hábil, y logró esquivarlos y pincharlos con su tenedor. Los gatos se sorprendieron y se enfadaron, y se pusieron más agresivos. La empanada se defendió con coraje, y les hizo frente. Los sushis la miraron con admiración, y le agradecieron por su ayuda.

- Sushi de salmón: ¡Gracias, empanada! ¡Eres muy generosa! ¡Nos has salvado la vida!
- Sushi de atún: ¡Gracias, empanada! ¡Eres muy valiente! ¡Nos has protegido el honor!
- Sushi de queso crema y palta: ¡Gracias, empanada! ¡Eres muy increíble! ¡Nos has dado una lección!