9. El Carnaval del Tiempo
Link: ¡Skull Kid! ¡Tatl, Tael! -los llamé-
Pasé por los grandes troncos hasta la hierba alta que le rodea buscándolos. Vivían cerca del pantano, tuve la oportunidad de ver sus hogares entre el espeso bosque, el cuál resultaba ser una choza pequeña hecha en su mayoría con ramas de madera, roca y barro. Según él era un lugar cómodo e ideal, aunque Tatl no estaba muy contenta al verlo vivir en tales condiciones. Compartí la misma opinión, seguía siendo un niño, incluso cinco años después. Le ofrecí al menos sábanas y telas para darle comodidad a esa casa, pero se negó.
"¡¡BUUUUU!!"
Link: ¡AHHH! -grité asustado al oír el grito detras de mi-
Rápidamente desenfunde mis armas, preparado para pelear. Estuve apunto de atacar con ese mounstruo, pero me habló.
Skull Kid: ¡Ahh! ¡Espera, L-Link, soy yo! ¡Era una bromita! -exclamó entre risas y nerviosismo, levantando los brazos con las manos abiertas-
Fue una sorpresa verlo de esta forma, no me lo esperaba para nada. Si mis enemigos hicieran lo mismo, definitivamente acabarían conmigo. Debo estar más alerta.
Link: Skull Kid... -dije más calmado- Qué susto me has dado
Skull Kid: ¡¿Verdad que sí?! Jejeje Estuve planeando esto por varios días. ¡Ha sido un éxito! -dijo entusiasmado, dando saltos de alegría-
Link: ¿Hmm? Oye, ¿dónde están Tatl y Tael? Se me hace raro que no esten contigo
Tatl: ¡Liiink! -la oí a lo lejos. Su voz se aproximaba por detras-
Skull Kid: Oh, ¡ahí vienen!
Di media vuelta hasta lograr ver a mi antigua compañera. Por detrás, le seguía su hermano, intentando igualar su velocidad.
Tael: ¡Hola, Link! -saludo con una voz muy contenta- Es un gusto volverte a verte. Te fuimos a buscar, pero parece que llegaste algo tarde
Link: Hola a todos -le devolví el saludo con una sonrisa- A mi también me da gusto volver a verlos, los extrañe mucho
Tatl: Nosotros también, niño. Mira que sin vergüenza eres al no venir a visitarnos antes... ¿Sabes cuánto tiempo llevo soportando a estos dos? -Menciono con ese tono tan sarcástico que, a decir verdad, me gustaba-
Link: No puedo ni imaginarlo -reí un poco-
Las hadas volaron a mi al rededor, como las curativas, y después fueron con Skull Kid, el cuál los recibió con un abrazo. Volví a sonreír y me uní al abrazo para no sentirme excluido.
Al poco rato nos separamos, ver a mis amigos reunidos hacía a mi alma felíz. Los fuegos artificiales hicieron que recordara para que vine a verlos.
Link: Oiga chicos, ¿quieren venir conmigo al carnaval? He llegado con Cremia y Romani, pero será más divertido verlos a ustedes ahí. Incluso he elegido una máscara para ti, Skull Kid -los invite lleno de ilusión-
Skull Kid: ¡¿Lo dices en serio?! ¡Sí, sí, sí, sí quiero!
Tatl: Esperaba a que lo dijeras desde hace rato. Yo voy
Tael: ¡Yo también quiero ir!
Link: Entonces esta decidido -dije contento- Aquí tienes tu máscara
Agarre la Máscara del Capitán, la cuál tenía en la parte trasera de mi cinturón junto a mi favorita, la Máscara de la Verdad. He de admitir que esa máscara me daba cierta intriga por alguna razón.
Luego de eso, hice algo que tenía en mente desde hace rato: tome a Skull Kid y lo levante hasta subirlo a mis hombros dónde se sento, esto lo hice para hacer que se divierta un poco. Y esa diversión no se hizo esperar, logré oírlo riendo, dando pequeños saltos sobre mi. Así pues, no perdí más tiempo y di rumbo a Ciudad Reloj.
Skull Kid: ¡Wow! ¡Miren todos, soy como mis amigos gigantes! Jejeje ¡Puedo verlo todo desde tus hombros, Link!
Tatl: Solo no te dejes llevar por tanto poder bajo tus pies
Fuimos recibidos por los gritos alegres de una multitud, habitantes de Ciudad Reloj. No solo eran de Hylianos, pude apreciar a varios Zoras, Gorons e incluso Dekus Scrub mientras seguía hasta formar parte de dicha multitud, la cuál se concentraba en el centro, frente a la Torre del Reloj. Todos usaban máscaras parecidas al rostro de los gigantes, mientras otros usaban sus propias máscaras hechas a mano.
Tarde poco en saber el por que; sobre una plataforma de madera que los superaba a todos en altura, el actúal alcalde de la ciudad, Kafei, parecía estar presentando un discurso para sus ciudadanos. Naturalmente, era mucho más adulto que yo, era evidente por los rasgos de un adulto a su mediana edad. La ropa con la cuál vestía era similar a la que uso cuando lo conocí. No me extraña del todo, era evidente que le quedaba algo grande aquella vez.
Kafei: ...¡Por esa razón digo sin pelos en la lengua que no existe otro lugar en dónde los cuatro mundos que conforman estas bellas tierras se reúnen aquí, solo aquí, para festejar de una hermosa armonía para los infatigables provenientes tanto de la naturaleza como en el tiempo! -dijo todo eso rebozando una orgullosa sonrisa-
Sabía bien que yo encajaba a la perfección con esa última frase. Fue casi imposible no compararme al resto. Soy alguien especial, y me alegra serlo.
Kafei: ¡No lo olviden, gente justa! -Continuó en voz alta- Esté día no solo se trata de festejar y rezar por una buena cosecha en los años venideros ni por la armonía ni tampoco por el día en que nuestros dioses, los gigantes, nos salvaron de la temible Luna que amenazaba nuestras vidas, sino que este día es el indicado para convivir en família, reforzar sus amistades, conocer a gente nueva y...!
Skull Kid: ¡Link! -La atención que le tenía a Kafei fue interrumpida al oírlo-
Link: ¿Eh? ¿Qué sucede? -levante la cabeza-
Skull Kid: ¿Podemos ir a los juegos ya? Estoy muy aburrido estando aquí escuchando a ese sujeto -dijo luego de un bostezo y su tono hacía notar dicho aburrimiento-
Tatl: Sí, quedarse a escuchar algo sin que todos sabemos es una total pérdida de tiempo. Hay que largarse
Link: Entonces vamos al lado Este, ahí estan los puestos y las atracciones -dije recordando con cierta nostalgia al carnaval de hace años-
Tael: ¡Buena idea, vamos allá!
En el camino, logre toparme de nuevo a ambas hermanas, quiénes aún escuchaban el discurso a la cuál le tomaba poca importancia.
Link: ¡Cremia, Romani! -me acerqué más a ellas
Ambas se volvieron hacía mi y al verme Romani corrió con una sonrisa mientras Cremia la seguia caminando por detras, llevando la Careta Romani.
Romani: ¡Has vuelto! -Al llegar me dio un abrazo al cuál correspondi con una mano- Romani pensó que no volverías
Link: Prometí estar aquí, ¿no es así? -le dije con una sonrisa- ¿Te he presentado ya a mis amigos? Los he traído para que se diviertan y jueguen juntos -los presente. Baje a Skull Kid hasta dejarlo en el suelo-
Skull Kid: ¡Hola! ¿Quieres ser mi amiga? -saludo con la mano-
Romani: ¡Hola a ti también! -le devolvió el saludo- ¡Romani quiere ser tu amiga!
Skull Kid: ¿Eh? ¿Quién es Romani?
Romani: ¡Yo soy Romani!
Skull Kid: ¡oh, hola!
Yo... no pude evitar dar una amplia sonrisa y reír también. Ver a la gente que me importa unida hace que mi alma esté en una paz placentera, es una buena distracción. Habría sido mejor si Epona estuviese aquí, pero mi pobre yegua solo espera mi regreso.
Cremia: Te veo muy contento, Link. Me alegra ver que te la estás pasando bien -compartió su sonrisa-
Link: Oh, ¿de verdad? Lo siento, no puedo evitarlo. Ver a todos reunidos me hace sentir así -hablé con humildad-
Cremia: No tienes por que disculparte, disfrúta este día con tus amigos tanto como puedas
Link: ¡Lo haré!
No tardamos nada en llegar al lado este, eramos un grupo algo pequeño, todos de gente con la que pude conectar. Los miré a todos; Skull Kid trataba de atrapar a sus hadas mientras ellos volaban sobre él, Cremia le advertía de no alejarse y tampoco le dirija la palabra a un desconocido, pero Romani decía ya saberlo y que no debía recordarselo todo el tiempo. Sin embargo, aún rodeado por ellos, sentí una molestia en la cabeza que no entendía.
No me extraño ver esta calle tan concurrida de gente. Los animadores realizaban diversos trucos y acrobacias para el disfrute de los demás, y los vendedores gritaban a los transeúntes sobre sus productos, algunos prometiendo ser objetos de calidad provenientes fuera de Termina y que solo les quedaba uno hasta el aproximo año. Mi experiencia con los Dekus me hizo diferenciar bien entre un vendedor justo y a un estafador.
Los niños corriendo libres, los adultos riendo, los ancianos aplaudiendo y las familias unidas daban un ambiente muy agradable que le sacaba una sonrisa a cualquiera. Todos tenían a esa persona especial con la cuál pasar el carnaval.
Anju: ¡Cremia! -escuche su voz la cuál proviene desde la Posada del Puchero-
Cremia: ¡Anju, hola! -levanto la mano para saludarla. Se volvió hacía mi para decirme algo- Link, iré a visitar a Anju ¿Puedes cuidar a Romani por mi?
Link: Claro. No será tan difícil como suena -asentí con una sonrisa-
Cremia: Te dejo a cargo por ahora, sé que lo harás bien. Hasta luego -se despidió-
Tras esa corta platica, cada uno fue con su persona correspondiente. En mi opinión, considero que Romani no necesita que alguien la cuide en todo momento como una niña, ya es bastante mayor como para cuidarse sola, así que le voy a dar más libertades de la que Cremia le permite. Mas sigue siendo un tanto infantil.
No hizo faltar darle la noticia a Romani, su atención estuvo en nosotros en todo momento. Aún con la Máscara de Trasnochar puesta, supe bien que su rostro tenía una emoción incontenible, ella sabe que le permito dichas libertades cuando estoy a cargo.
Romani: ¡¿Acaso mis oídos me engañan?! ¡¿La hermana de Romani te dejo hacer lo que queramos?! -dijo en voz alta-
Link: Ciertamente -le dije tras una pequeña risa- ¿Y bien? ¿Por dónde empezamos?
Romani: Oh, déjame pensar... -llevo su mano hasta el mentón, al mismo tiempo que miraba a su alrededor-
Mientras hacía eso, me le acerqué a Tatl para hablar con ella un poco. Parecía hablar con su hermano sobre algo que no le tome importancia.
Link: Tatl -la llamé-
Tatl: ¿Eh? Ah, sigues aquí, niño. ¿Qué ocurre?
Pensé en algo con lo cuál iniciar una conversación. Una lluvia de ideas pasaron por mi cabeza, hubo algunos temas que deseaba ni pensar en ellos. Son contadas las veces en las que yo entro en profundidad sobre mis asuntos, suelo ser reservado al respecto, incluso con Cremia y Romani.
Link: Solo quería asegurarme... Saber si ustedes están bien ahí fuera -dije con cierta preocupación-
Tatl: No hay por que temer, niño. Nosotros estamos bien; Skull Kid y Tael suelen ser algo tontos, pero al menos son buena gente
Tael: ¡H-hermana, escuche eso!
Tatl: ¡Sabes que no es cierto, Tael! ¡Te quiero mucho y me preocupo por ti, maldición! -le replicó, oí una risa al terminar- Y dime, ¿te estás portando bien allá?
Responderle habría sido sencillo, de no ser por ese extraño tono de voz que hizo al terminar la pregunta; era un tono coqueto, atrevido. He escuchado esa forma de hablar antes.
Link: ¿Qué insinuas, Tatl? -le pregunte intrigado-
Tatl: Bueno... -procedió- Seguro has estado muy a gusto levantarte todas las mañanas, ser recibido por dos mujeres muy lindas y...
Link: ¡Oye! -la interrumpí molesto- No confundas las cosas. Jamás he intentado nada ni he hecho algo por el estilo. Estoy al margen en mantenerlas a salvo y trabajo lo más duro que puedo
Tatl: Sólo te estoy molestando, no te lo tomes tan a pecho, niño. En fin, ¿vamos a seguir aquí parados?
△
△ ▲
Pasamos el resto del día disfrutando de todo lo que tenía por ofrecer el Carnaval del Tiempo. El cielo ya era naranja acompañado por nubes pequeñas y dispersas. En casi todos los juegos he ganado, excepto por en uno en el salón recreativo Darling & Honey, el cuál consistía en lanzar los Bombuchus en las dianas mientras la plataforma estaba en movimiento, ese merito se lo ganaron Skull Kid y Romani. Era yo quién pago por todos, no me molestaba en absoluto, al contrario. En total fueron unas doscientas rupias las que gaste, dinero mío que tenía guardado en el banco. Ahora solo me quedaban unas tres mil y tantos para asuntos de suma importancia.
De todos modos las risas no faltaron, fue bastante agradable competir contra Romani en la Galería de Tiro, junto al salón recreativo, usando arcos prestados. Está vez la dificultad aumentó con rupias más rápidas junto a un patrón de movimiento diferente en cada ronda. El juego acabo en empate cuando Romani logro remontar hasta alcanzar mi puntuación.
En cuanto a Skull Kid... El pobre apenas sabía tensar la cuerda sin que se le cayera una flecha, por eso lo lleve a uno justo para todos: la Tienda del Cofre del Tesoro, es laberinto con, valga la redundancia, un cofre del tesoro al final. Pero eso no evito que ocasionalmente se confiara demasiado y terminase estrellado contra las paredes por correr.
Sin embargo, me pareció extraño ver que a Skull Kid le cobraron el doble por jugar, cuarenta rupias, mientras que por mi y Romani fueron veinte cada uno. El premio no valía esa cantidad, él ganó unas miseras Nueces Deku. En cambio, nosotros ganamos dos rupias moradas, en total son cien rupias. ¿Acaso fue por no ser Hyliano? ¿O ha sido por lo sucedido hace años atrás?.
Tatl fue la segunda en enterarse, pero la detuve al querer encarar a la recepcionista, lo último que quiero es causar líos. Para solucionar ese problema intercambie mi premio con Skull Kid, lo cuál le quitó esa carita triste que se asomaba bajo su máscara.
Ahora, todos nosotros estabamos sentados en la banca pública frente a la tienda, tomando un descanso para volver a jugar después. Me quite mi máscara para limpiar el sudor en mi rostro, tome aire y la use otra vez.
Skull Kid: ¡Oye, Link, mira! -me indicó la rupia morada al levantarla frente a mi- El color es el mismo que el de Tael, es muy bonito jejeje
Link: Sí. Puedes comprarte casi cualquier cosa con ella -le dije sonriente-
Skull Kid: hmm... ¿Cualquier cosa, dices...? -dijo contemplando la rupia entre sus manos-
Link: ¿eh?
Skull Kid: ¡Quiero comprarme un rico pastel! -grito de repente- ¡¿Sabes dónde puedo comprar uno?!
Link: Creo que... -volví a ser interrumpido-
Skull Kid: ¡No importa, iré a buscar comida muy rica yo solo! ¡Adiós, Link!
Link: ¡Skull Kid, espera!
Saltó de la banca y se echo a correr en dirección al lado sur de Ciudad Reloj. Intente perseguirlo, me preocupa que se perdiera o alguien quiera hacerle daño, mas fuí detenido por Tatl y Tael.
Tael: ¡No se preocupe, señor Link! ¡Nosotros vamos a cuidarlo bien por usted!
Tatl: Sí, tú diviértete con Romani y toma un descanso. ¡Nos vemos luego!
Y así los tres se fueron. Ahora solo éramos yo y Romani. Sentí cierta molestia en mi interior. Tarde o temprano nos íbamos a separar, pero esperaba a que fuera al terminar el carnaval, estar juntos hasta el final.
No. Tatl dijo que nos volveríamos a ver, confiare en su palabra. Giré la cabeza para ver a la chica a mi lado; su mirada preocupada se sentía incluso bajo la máscara. Gracias a la forma de la mía, ella logro ver mi sonrisa.
Link: Hey, está bien... Al menos te tengo a ti -dije ya calmado-
Romani: Sí... Uhmm... -Parecía un tanto tímida- ¿Aún podemos seguir jugando? Romani quiere ir a tantos lugares como pueda
Link: Vaya, ¿no te cansado ni un poco? Estuviste todo el día corriendo y saltando como si tu vida dependiera de ello -bromee para subir los ánimos-
Romani: ¡Ni un poquito, Saltamontes! -exclamó ya contenta- a Romani se le fue todo el sueño con esta máscara. ¡Es mágica!
Link: Sí que lo es, sólo no la pierdas, por favor
Caminamos un poco, pero esa caminata terminó tan pronto como comenzó al ver algo que llamo nuestra atención: Ahí, en una esquina bajo una manta de oscuridad, se encontraba un puesto cubierto por un telón púrpura, pero lo que había en su interior estaba completamente oscuro, dándole un toqué misterioso.
Me fue desconcertante verlo ahí, no por el hecho de que todos los puestos, tanto de comida, juegos y trucos de magia se daban en el lado sur, a dónde fue Skull Kid, sino porqué este puesto apareció de la nada. Sí, así fue; no estaba ahí cuando salimos del Salón Recreativo, tampoco estaba ahí hace unos segundos, dónde está ahora antes era sólo espacio vacío.
Compartimos miradas incrédulas. Era como si nos invitase a ir, y yo fuí el primero en acercarse. Estaba en la esquina entre el Salón Recreativo Darling & Honey y la Galería de Tiro, con el buzón en frente que siempre ha estado ahí.
Adivino: Adelante jóvenes, ¿les interesa saber su fortuna? Acérquense, por favor. Quitense la máscara para verlos mejor
Habló una voz con gracia de, aparentemente, un anciano que se asomaba bajo una túnica que cubría todo su cuerpo. Era muy arrugado, igual a una pasa, calvo, con una barba blanca delgada y aparentando tener unos ochenta y tantos años
Romani: Oh, ¿y si vamos ahí? ¡Romani quiere conocer su futuro!
Link: Hmm... ¿Estás segura? Ese lugar me intriga
Romani: ¡Por favor, Saltamontes! Sólo este lugar y ya, ¿sí? -mientras lo decía, agarro mi brazo e intento jalarme hacía el puesto-
Acepté sin decir nada. Andamos hasta estar frente al sujeto. Estando tan cerca, logre dilucidar una esfera de cristal frente a él. Por un momento, pensé haber visto un extraño símbolo.
Adivino: Les agradezco está grandiosa oportunidad, dama y caballero -Inclinó la cabeza-
Link: ¿De verdad puedes ver nuestra fortuna?
Seguía dudando de su veracidad, al mismo tiempo que me quitaba la máscara, pero Romani omitió hacer lo propio.
Adivino: Ah, claro... Su servidor lo sabe todo; lee las facciones en la cara, físicas, las interpreta y tiene facultades telepaticas. Por ejemplo: Tú -señalo a Romani- en realidad no fuiste traída al mundo con ese hablar que le caracteriza, finges hacerlo
Al oír eso la miré para ver su reacción, tenía curiosidad. Pero vaya fue mi sorpresa al verla temblar.
Link: Espera... Eso quiere decir que Romani no habla en tercera persona... ¿o sí? -dije dudoso-
¿Será cierto eso? Todo esté tiempo la he oído hablar en tercera persona, era algo que la caracterizaba, algo que parecía natural muy natural en ella. Ahora que lo pienso... hubo ocasiones en las cuáles decía oraciones en primera persona, siempre creí que era algo normal.
Romani: ¡S-se equivoca! -grito- Yo siempre... ¡Digo! ¡R-romani siempre ha hablado así! ¡Siempre!
Verla actuando así no me gustaba, parecía tan vulnerable... Intente reconfortarla colocando mi mano en su hombro y le hablé:
Link: Ay, Romani... no te alteres por algo tonto. A decir verdad, me gusta que hables así, te hace única. Si es un secreto muy personal, por mi vida prometo no contarle a nadie
Nuestras miradas se cruzaron, su rostro pareció iluminarse ante mis palabras.
Romani: Sí... Creo que exagere un poco, me siento muy tonta. Es que ya estaba acostumbrada hablar así, jeje... Y hablar normal ahora se me hace raro ahora -dijo avergonzada, bajando su cabeza-
Adivino: Oh... Qué corazones llenos de oro -interrumpió recordandome que estamos frente a él- En especial el tuyo, muchacho. ¿Conoces el dicho "los ojos son la ventana al alma"? Tras tus ventanales azules, se revela la luz resplandeciente de un lobo dorado. ¡Es una energía impresionante!
Link: ¿Un lobo dorado, dice? -pregunté interesado-
He oído rumores sobre algo llamado "espíritu animal". ¿Se habrá referido a eso? Esos temas suenan muy interesante. Tal vez deba hablar con un Poe en lugar de cazarlos y comerlos para conocer mejor dichos temas. ¿Quién diría que comer fantasmas sería tan delicioso?.
Adivino: Sí -prosiguió- Dicho lobo dorado usa sus garras hechas un coraje tal que doblega el mal que le rodea, protegiendo a los integrantes de su manada usando su inquebrantable fiereza sin igual. Es muy sobreprotector
No sabía que decir o si quiera pensar, era todo muy confuso. Se supone que describe mi alma, me describe a mí. Manada... doy por hecho que se refiere a familiares, amigos o conocidos. Si eso es cierto, entonces tiene razón.
Romani: Link, ¿de qué está hablando? -dijo jalando mis mangas para llamar mi atención-
Link: No estoy seguro... ¿Puede contarme más? -le pedí interesado-
Adivino: Le agradezco su interés -bajo la cabeza en agradecimiento- Si me lo permite, déjeme ver su mano, es lo único que le pido. Usted es un cliente extravagante e inigualable, un brillo especial -agrego contento-
Link: Muchas gracias, supongo. Pidió ver mi mano, ¿cierto?
Extendi la mano izquierda para que pueda verla con lujo de detalles y hablar sobre mi. Era satisfactorio abrirse a nuevas experiencias, eso y lo gracioso de sentir los dedos del adivino recorriendo mi palma, muñeca y cada centímetro de piel.
Adivino: Las articulaciones, esas líneas, la dureza de tu mano, lo bien adaptado que está... Es una que ha sido forjada para el combate, oh sí... ¿Eh? -su expresión de admiración cambió a una confusa-
Link: ¿Sucede algo, señor? -le pregunté curioso-
Adivino: Qué extraño... Esté cuerpo... Puedo sentirlo... Ni la energía ni el tiempo en tu cuerpo fluye junto a las estaciones. ¿Lo notas? La sincronía y las vibraciones no son uniformes. Suena absurdo, pero es cómo si... tu mente aparenta más edad que tu físico -su voz era incrédula, no daba crédito a sus propias palabras-
Link: ¡Ah! -exclame atónito-
Justo ahí me puse muy nervioso, hasta tragué saliva. Es imposible, ¿cómo alguien puede saber eso con tan sólo ver mi mano? Estoy siendo abrumado... Si recupero la compostura y controlo mis emociones tal vez pueda...
Adivino: ¡Esos ojos! -interrumpió mis pensamientos- Oh, vaya... Mil disculpas, me sobre salte -respiró hondo y procedió- Pero es cierto, peleas desde que tienes memoria, más allá de lo que puedes recordar
Link: ¿Y si mejor vuelve a hablar sobre los...?
Adivino: -volvió a interrumpir- El peligro te ha perseguido toda tu vida. Lo hizo justo al nacer, quizá antes... tus padres sólo fueron un daño colateral. Escucho a un bebé llorando bajo un gran árbol, su madre ya se fue hace rato
Ya no importaba saber el tono o identificar las emociones que usaba al hablar, sólo lo oía mientras recordaba que mis malos ratos ya venían antes de ser un héroe.
Adivino: La paz te es familiar, pero incluso ahí, el mal te atacó y a pocos le importaban protegerte, así que tú mismo lo hiciste a tus escasos cuatro años. Apenas sabías caminar. Un malvado heraldo fue el alfil de un ciclo sin...
Link: Basta, por favor... -Apenas pude suspirar mientras recuperaba mi mano- ¿Cuánto va a ser?
Fuí corto y amargo al hablar, tan sólo deseo evitarlo e irme. Me estaba divirtiendo, pero esto me arruinó la tarde. El único consuelo que encuentro fue sobre los espíritus animales y animar a Romani, nada más.
Adivino: Oh, jóven... Nuestro encuentro ha sido el mejor que he tenido en está vocación. No me debe nada. Si me lo permite, conocer su propio ritmo es el primer paso para la armonía interior
Link: Lo tomaré en cuenta... -volvi a ser corto- Ven Romani, vámonos
Justo antes de partir, el adivino dijo algo que llamo mi atención, mejor que las palabras sobre mis orígenes:
Adivino: ¡Eres un Conejo Rosado!
Link: ¿Un qué? -Me volví a él-
Adivino: Por encima de tus males, vi un corazón noble y virtuso, oh sí -Dijo muy amable y simpático-
Link: Y... ¿Por qué me dijo conejo rosado?
Adivino: porque en un Mundo Oscuro los hombres malos le dan caza, mas es el valor y bondad aquél motivo de su convicción. Promete a todos proteger, pese a la indiferencia y abandono recibido
Esas palabras... Algo en mi interior reaccionó un tanto identificado al respecto. Quizá sea el ego u otra cosa. No puedo negar que eso, en cierta forma, fue motivador, no lo suficiente, pero algo es algo. No le dije nada. Le ofrecí una reverencia en agradecimiento y respeto por sus palabras.
Me volví hacía atrás para encontrarme con mi hermana, Romani, la hermana que nunca tuve y con la cuál he crecido a su lado estos años. Algún día se lo contaré para volvernos más cercanos.
Romani: ¿De qué tanto hablaron? -se asomó curiosa a un lado mío- escuché algo sobre que aprendiste a pelear solo
Link: Algún día hablaremos del tema, pero no ahora... -le dije un tanto serio-
Romani: Oh, lo siento... -se disculpó al darse cuenta-
Otra vez está incómoda... Y sé cómo solucionar ese pequeño problema fácilmente.
Link: Oye, ¿por qué ya no hablas en tercera persona? Siempre escucho tu nombre viniendo de esa boca -le dije burlón-
Romani: ¡Es que ya no es lo mismo! -dijo lamentándose- ¡Ya sabes mi secreto y me da pena hablar así!
Link: ¿Ah, sí?. ¿Y sí...? -Sonreí al llegar una idea- ¿Y sí Link habla cómo Romani? -le pregunté imitando su tercera persona-
Romani: ¡Ah! ¿A-acabas de...? -tartamudeo-
Link: ¿Qué? Link no sabe de que estas hablando. Link no saber cómo hacerle -me equivoqué a propósito-
Romani: ¡Así no es, tonto! -me grito con vergüenza-
Link: ¿Eh? Link ya te lo dijo, Romani la experta debe enseñarle a hablar en tercera persona o Link hará el ridículo
Tenía altas ganas de reír sin parar al verla molesta, incluso la cara se le puso roja por estar tan avergonzada en decirlo frente a la gente.
Romani: Ro-Romani... -intento decir-
Link: Link no oye a Romani -la tente a decirlo bien con un tono juguetón-
Romani: ¡Romani quiere que pares! ¡Romani volverá a hablar cómo antes!
Link: ¡Eso es, ahí está la Romani que yo conozco! -dije por fín riendo, regalando una palmada en su espalda-
Romani: Sí, sí, ¿ya estás contento? -me dijo irritada-
Link: Oh, vamos. No te pongas así, intenté recuperar la confianza en ti mismo -le hablé tranquilo para que lo comprendiera-
Al decir eso, parecía más calmada. Me hubiera gustado ver su rostro mejor para ver, si la había, su felicidad reflejada en sonrisa.
Romani: Yo... ¡Quiero decir! ...Romani lo aprecia mucho. Gracias, Link -agradeció con su gentil voz-
Link: Siempre es un placer ayudar... -Le di una sonrisa simpática que, hasta ahora, sólo mi hermana conoce- Vamos, ¡chocalas!
Levanté la mano tan alto cómo me era posible, era para verla saltar y la alcanzará con su mano.
Romani: ¡Romani acepta el reto!
Agarro impulso y dio un gran salto, y casi al instante sentí su mano contra la mía, chocando los cinco.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top