Kansas.

Los Winchester se encuentran preocupados ya que desde hacía una semana no tenían noticias de Castiel, bueno no es que sea novedad, pero siempre dejaba al menos un mensaje. A Dean le llamaba mucho la atención por qué Cas, así le decía de cariño, no hacía caso a sus plegarias, porque siempre que le llamaba, él acudía inmediatamente. A Sam también le parecía raro que Cas no diera señales de vida, estaba pensando que tal vez se encontraba en problemas.

─ ¿Dean? ¿Sabes algo de Cas, alguna señal? ─preguntó Sam.

─No. Ni una sola cosa, ¡esto es una mier…! ─Dean fue interrumpido por su
hermano.

─Nada de malas palabras Dean, además debe...—Sam no pudo continuar cuando vio en el pasillo del bunker a Lucifer.

─ ¿Qué haces aquí Lucifer? ─le preguntó sorprendido Dean.

─ ¡Pero que cálida bienvenida amigos! ─lo dijo con sarcasmo Lucifer─ ¿Saben? vengo porque tengo noticias de su amigo ─declaró.

Sam y Dean se miraron y se pusieron en modo de defensa esperando un
ataque de Lucifer.

─Y según tú, ¿dónde está Castiel? ─le cuestionó molesto Dean.

─Pues tu querido novio, está con mi hermano Asmodeos, ¿lo recuerdan? el
que casi los mata y todo...bla, bla, bla, pero eso no es lo vengo a decirles─dijo Lucifer, ─quiero proponerles ¿un trato por así decirlo?

─ ¿Qué clase trató?, porque dudo que viniendo de ti sea bueno ─le dijo Dean.

─Pues si quieren verlo vivo deben darme lo que quiero y ustedes saben a qué
me refiero ─lo dijo mirando a Sam.

─ ¿A mí? ─preguntó señalándose a sí mismo Sam ─ ¿Todavía no renuencias
a la idea de apoderarte de mi cuerpo?

─No ─respondió Lucifer.

─ ¡Ja, ja, ja! ─rió Dean con sarcasmo ─pierdes tu tiempo, no hay trato; si
quieres, puedes acabar con ese ángel que solo nos da problemas ─lo dijo
mirando fijamente a Lucifer.

─ ¡¡¡Dean!!! No puedes estar hablando enserio, es de Cas de quien hablamos
─le reprochó Sam.

─Bueno solo vine a avisarles y decirles dónde se encontraba su amigo, ¿saben? mi hermano no es están cariñoso como yo, y para demostrárselos le diré que lo mate ─dijo riendo.─ ¡Adiós! ─exclamó Lucifer y desapareció.

La cabeza de Dean daba vueltas, por un lado no quiso decir lo que dijo, ya que Cas era parte de la familia y otra porque... bueno, porque no quería pensar tanto en él. Miró a su hermano quien lo miraba molesto.

─Sabes que no hablaba enserio, Cas es importante para mí... digo para los
dos ─se disculpó Dean sentándose en la silla.

─Lo sé, pero no me gustó lo que dijiste; además Cas nos ha ayudado mucho y
debemos hacer algo ─declaró Sam tomando una botella de cerveza.

Fueron interrumpidos por una voz.

─ ¡¡¡Holaaaaa!!! ─era Charlie, siempre tan feliz. Era una amiga que a veces les
ayudaba en sus cacerías; ellos solo levantaron sus cervezas en forma de
saludo.

─ ¿Nadie me va decir qué pasa?

─Lucifer secuestró a Cas y nos está chantajeando ─respondió mirando su
cerveza Dean.

─Ok, eso no me lo esperaba ─dijo Charlie ─pero vamos a ayudarlo ¿verdad?

─Si, pero no es tan sencillo, ahora mismo está en Edom con Asmodeos ─dijo Sam.

─Bueno ─habló Charlie, ─tengo unos amigos lobos que conocen a unos
cazadores como ustedes pero con más armas y experiencia y...

─ ¡Ya basta de comparación! ─dijo Dean ─ ¿cómo pueden esos cazadores
ayudarnos según tú?

─Ellos han entrado a Edom y han salido vivos ─afirmó con una sonrisa la peliroja.

Ambos hermanos se miraron y pusieron sus ojos en ella.

─Entonces ¿qué esperamos? ¡Hay que llamarlos! y por cierto, ¿dónde viven
esos cazadores? ─preguntó Dean

─Nueva York.

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Si, efectivamente, había pasado ya una semana desde que supieron que Magnus estaba secuestrado por su padre. Alec no dormía, no comía por lo preocupado que estaba por su novio; era la segunda vez que iban a ir a Edom, y nada garantizaba que salieran de ahí con vida; es por eso que desde un principio dijo que iría solo. Su familia se negó, incluso Jace, claro que este último, no le sorprendió, era su parabatai después de todo.

Estaban ideando un plan ya que conocían bien a Asmodeos y no querían ser
sorprendidos. Izzy y Simón fueron por Catarina y Raphael, ellos eran amigos
de Magnus y necesitaban su ayuda; además porque Cat era una bruja muy
buena y Raphael era muy fuerte; eso nadie lo podía negar, y mientras más mejor. Además Cat había cumplido. Ella había encontrado pruebas de la inocencia de Magnus y aunque ya no las necesitaban, igual querían dejar el expediente de su amigo en blanco. Alec se había quedado con su parabatai y su novia en el instituto buscando ideas, planeando cómo ir sin morir, entrar era lo fácil, lo difícil era salir.

─Hermano mayor ─dijo Izzy.

─ ¡Ya está! los he traído como pediste ─afirmó señalando a Cat y Raphael.
Ellos se acercaron a Alec y lo abrazaron. Cat estaba llorando y Raphael le tocó
el hombro como diciendo lo siento.

─ ¡Muy bien, gracias Izzy! ─exclamó mirando a su hermana ─y gracias
también a ti Simón ─dirigiendo su mirada al novio de su hermana; este último le sonrió.

El plan no era tan complicado, solo necesitaban hacer un portal a Edom y
mantenerlo abierto el tiempo que llevara rescatar a Magnus de su padre. Por otro lado, requerían una estrategia para poder engañar a Asmodeos; de todas maneras no pensaban en que no iba haber pelea, claro que la habría,pero no querían bajas. No, Alec no iba permitir eso; por tal razón es quebuscaban una estrategia excepcional. Alec iba hablar cuando su padre apareció y...

─Hijo los buscan, mejor dicho nos buscan ─dijo mirando al grupo.

─ ¿Quién? ─preguntó Alec.

─Nosotros ─contestaron al mismo tiempo Dean y Sam; quienes entraban
mirando despreocupados el lugar.

─ ¿Quiénes son ustedes? ─preguntó Simón con duda.

─Bueno somos Dean y Sam Winchester, somos hermanos y cazamos demonios ─dijo levantando su mano Sam.

Todos saludaron a los hermanos que no se veían como cazadores, más bien
parecían simple mundanos.

─No es por ofender pero ¿cazadores? ─les cuestionó Alec ─, la verdad no lo
parecen.

─ ¡Ah! ya recuerdo ─habló Simón acercándose a su mochila donde sacó un libro.

─ ¿Qué cosa recuerdas amor? ─dijo Izzy mirándolo con una ceja alzada.

─Ustedes son los Winchester, cazadores que van por todo el país matando  demonios─dijo Simón.

Los hermanos sonrieron, no pensaron ser famosos. Dean, como siempre presumido, miraba a todos con la ceja alzada y Sam solo miraba con una sonrisa.

─ ¿Y eso lo sabes por leer un libro? ─le preguntó Jace con los brazos cruzados
mirando con recelo a los recién llegados.

─Si, son conocidos, lo que pasa es que ellos son cazadores como nosotros,
bueno, ellos no utilizan runas sino armas, sellos y otras cosas; además tienen una marca que parece tatuaje, es señal de que son cazadores ─explicó Simón.─Eso lo prendí en la academia.

─Ya bueno, ya sabemos quiénes son ─dijo Alec y volteó a ver a los dos chicos.
─Y, ¿qué es lo que desean? ─les preguntó.

─Tenemos un amigo que está en problemas, sabemos dónde está pero... ─no pudo continuar Dean.

─Pero necesitamos ayuda ─dijo finalmente Sam, ─es un amigo muy querido, además es un ángel.

─ ¡¿Un...un... un... ángel?! ─gritaron todos.

─Sí, un ángel. Sabemos dónde está pero lo que no sabemos es cómo podemos
ir allá ─dijo Dean.

─Bueno, ahora no es buen momento, el loco del padre de mi novio lo secuestró y estamos planeando ir a rescatarlo ─les explicó Alec, ─así que no es buen momento.

─Si, lo sentimos, pero Edom no es un lugar sencillo de ir entonces... ─iba
continuar Jace, pero fue interrumpido.

─ ¿Edom, dijiste? pues es justo ahí donde está Castiel ─dijo Sam –Castiel, así
se llama nuestro amigo.

Todos se quedaron mirando, hasta que una voz rompió el silencio que se
había hecho.

─Muy bien, entonces no queda más que ir juntos, colaborar, así rescatamos a su amigo y al novio de mi hijo ─les dijo Robert mirando a todos.

Todos asintieron, se volvieron a mirar, iba a ser difícil que confiaran unos en otros ya que recién se conocían, pero tenían un solo objetivo Edom y rescatar a dos personas.

─ ¿Cómo llegó a Edom su amigo...Castiel, así se llama o no? ─le preguntóIzzy a los Winchester.

Sam empezó a contarles la historia cómo es que Castiel llegó a ese lugar y la historia de cómo Lucifer quería apoderarse de su cuerpo; porque según
Lucifer, “era un buen recipiente” por lo que lo llevó con su hermano Asmodeos para que lo cuidara.

─ ¿Lucifer?, ¿en serio? ─dijo Jace, – ¡en verdad que a ustedes les gustan los
problemas!

─Muy bien, mucha plática, ahora a empezar con el plan ─dijo Alec. Todos
asintieron.

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En Edom, Castiel y Magnus se habían hecho amigos por así decirlo. El brujo le
había contado una parte de su historia, solo una parte. Le había hablado de Alec, de su lindo novio ojiazul y sobre su mala relación con su padre. Por su parte, Castiel le contó su historia con los Winchester y cómo él siendo un ángel, se involucró con ellos; le contó del loco de Lucifer y que quería el cuerpo de su amigo.

─ ¿Tú crees que vengan por ti? ─le preguntó Castiel a Magnus.

─Si, confío mucho en mi garbancito ─contestó Magnus.

A Castiel se le hacía raro cómo el brujo le decía apodos a su novio, todavía no
se acostumbraba a que alguien como él, dijera que su pareja era un hombre; claro que a Castiel no le molesta, solo se podría decir que estaba celoso, porque Magnus si podía decirlo abiertamente, mientras que él debía guardar el secreto, pues Castiel estaba enamorado de Dean, y este solo lo veía como un amigo. Se vio interrumpido de sus pensamientos cuando la puerta se abrió y por la que entró Lucifer, que no parecía muy  contento.

─Muy bien Castiel, tu preciado Dean no quiere saber de ti, me dijo que podía
matarte ─habló Lucifer con tono molesto.

─Te dije que perdías el tiempo, entre su hermano y yo, él escogería a su
hermano ─le respondió el ángel, no pudiendo evitar su tristeza.

─Creo, querido Castiel, que le haré caso a esos dos ─asintió Lucifer acercándose al ángel.

Lucifer sacó la espada angelical, Castiel no iba a defenderse. Al ver eso, Magnus sacó chispas de su mano y atacó a Lucifer, botando a este hasta el otro lado de la sala. Lucifer se levantó más molesto y se dirigió ahora al brujo. Magnus no pudo reaccionar, cerró los ojos y pensó en Alec "Aku cinta Kamu Alexander" dijo en su mente, abrió sus ojos y vio cómo el ángel era atravesado por la espada y caía al suelo.

─ ¡¡¡Noooooo, Castiel!!! ─gritaba Magnus.

─Dean, Dean ─repetía el ángel y poco a poco se sumergió en la oscuridad...