Capítulo 11
En Edom.
Lucifer y Asmodeos terminaban de trazar la parte final de su plan. Lucifer tenía el hechizo de posesión angelical el cual le permitiría poseer a un ángel; y por su parte, Asmodeos tenía a su hijo que lo utilizaba como cebo para atraer a los cazadores de sombras.
Asmodeos todavía estaba enfadado por la vez en que esos cazadores entraron a su casa y se llevaron a su hijo. Él quería venganza de eso. Y lo otro era que Magnus aceptara el hecho de darle sus poderes y su inmortalidad.
Por eso, ideó todo ese plan para alejarlo de los cazadores, mandó a Draco a
realizar tareas específicas cuando vio que la tal Lydia ayudaría, sin querer, claro está, en su plan de separarlo de Alec. El demonio sabía que, a su hijo estando con ese cazado, era imposible atacarlo, por eso cuando se lo iban a llevar a Idris, entró en acción mandando a su sirviente por él. Lo demás ya estaba contado. Por su parte, Lucifer solo quería vengarse de Dios; quería destruir el cielo y para eso necesitaba un cuerpo celestial o sea, poseer un ángel y había lo buscado, pero los ángeles que estaban en la Tierra ya no tenían el poder de volver al cielo, así que no tuvo otra opción que escoger a Castiel, por eso hizo creer a todos que tenía nuevamente el deseo de poseer a Sam. Él sabía que Dean haría cualquier cosa por mantener a su hermano a salvo, ya lo había demostrado varias veces; además, podía leer los pensamientos y saber qué sentían las personas y vio que entre Castiel y Dean había algo más que una simple amistad y por ahí partió.
Cuando pasó el día en que Dean y Castiel casi se acuestan, el ángel quedó muy confundido y triste y lo mejor de toda esta situación es que estaba solo, ya con los ataques anteriores era casi imposible que estuviera sin compañía; todos lo cuidaban, sobre todo Dean no lo dejaba ni un momento solo, así que no desaprovechó la oportunidad y se presentó al ángel. No fue fácil, con unas cuantas palabras y golpes logró quedarse con él, pero necesitaba el hechizo que tenía Dean en su poder, lo citó y le mostró esas imágenes que sabía que harían enfurecer al cazador; de esa forma consiguió el hechizo. Claro, no era tonto, sabía que necesitaba un cazador para llevar a cabo ese ritual pero lo tenía todo planeado al igual que Asmodeos que sabía que vendrían a buscar a su hijo; ya tenía preparado una sorpresa para ellos y así, como decía Lucifer; matamos dos pájaros de un solo tiro.
En la celda mientras tanto, Castiel y Magnus pasaban las horas compartiendo sus vidas, por su lado el ángel le contaba algunas aventuras con los Winchester y el brujo contaba sus aventuras con los cazadores de sombras. Castiel le había contado sus sentimientos sobre su amigo Dean y cómo no era correspondido, al menos eso él creía. Magnus tomó aprecio por el ángel; cómo no tomarle aprecio, si parecía un niño muy curioso ya que todavía estaba estudiando a los humanos, decía él.
─ ¿Tú crees que vendrán por ti? ─le preguntó Castiel a Magnus.
─Si –contestó muy seguro el brujo con una sonrisa. –. Seguro a ti también, te estén buscando ─le afirmó.
Castiel lo miró y sonrió.
─No lo creo, no es falta de confianza ─dijo el ángel ─, es que a veces suelo
desaparecer por mucho tiempo y aparezco así sin avisar─le dijo a Magnus.
Si es verdad había veces que Cas no aparecía por mucho tiempo y casi nadie,
pensaba él, notaban su ausencia, por eso dudaba que lo estuvieran buscando. Por eso estaba ayudando a Magnus; si a él lo lograban liberar, él también tendría la oportunidad de huir y así volver a ver a sus amigos.
─Yo… yo pienso que si vendrán por ti Cas ─le dijo Magnus tocando su hombro, el ángel solo le sonrió.
─ ¡Bravo, bravo! ─decía aplaudiendo Lucifer ─parece que ya se llevan bien.
Ambos solo se quedaron mirándolo.
─Hace poco tuve una reunión con tu amigo Dean—dijo mirando a Cas y continuó hablando─, no sabes lo furioso que se puso cuando le mostré lo que hice contigo, pero después, su enojo cambió a furia y es que sabes que me gusta mucho el drama.
─ ¿Qué fue lo que le mostraste? ─le preguntó Cas acercándose a su hermano.
─Tus aventuras con este brujo ─dijo muy sonriente. ─Así conseguí esto
─mostrándole un pequeño papel.
Cas pudo ver la letra, era la de Dean y pudo leer lo que decía; era el hechizo
de posesión angelical.
─ ¡No! No, ¡él no pudo entregarte eso! ─le dijo.
─No sabes cómo son los sentimientos humanos Cas, solo bastó con decirle
que en vez de su hermano te quería a ti ─habló Lucifer.
─Eso ya lo sabía; para Dean, su hermano es importante, eso no me sorprende
─dijo Castiel que no podía ocultar la tristeza.
─Lo que me sorprende ─continúo diciendo ─es que te haya dado ese
hechizo, ¿qué le enseñaste en verdad a Dean?
─Solo le mostré cómo te besabas con este brujo ─lo dijo señalando a
Magnus.
─¡¡¿QUÉ?!! ─gritaron al unísono.
─Pero no te preocupes, él vendrá de todas maneras, ¿sabes, se ha juntado
con los amigos de Magnus? —Lucifer estaba caminando hacia la salida de la celda, se dio la vuelta y miró a ambos─Ellos ya están aquí, pero ni crean que saldrán vivos; claro, me refiero a sus amigos. Magnus y Cas se quedaron mirándolo seriamente, ambos sentían que algo iba a salir mal.
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Mientras, los chicos ya habían entrado a Edom por el portal. A Alec le tembló
un poco el cuerpo, era otra sensación la primera vez que entró; además, sentía como si los invitaran a pasar ya que llevaban minutos parados y no había demonios atacando; eso era raro.
─ ¡¡Alec!! ¡¡Alec!! ─gritó Jace ─esto está raro, es como si nos estuvieran
esperando ─lo decía mirando a todos lados.
─Si esto es muy raro ─dijo Clary.
─Ustedes ya han estado aquí, ¿qué quieren decir que está raro el lugar? ─le
preguntó Dean.
─Si, lo que pasó en el anterior viaje aquí, ni bien entramos cuando nos atacaron los demonios voladores ─le contó Simón.
─Ok, ok es un buen dato ─dijo Sam.
─Eso quiere decir que nos esperaban. Asmodeos nos está esperando ─les
dijo Catarina ─así que debemos estar alerta.
─Por ahora... ─fue interrumpido Alec.
─Muy bien cazadores los estaba esperando ─dijo una voz; los nefelim ya sabían de quién se trataba.
─ ¿Asmodeos? ─dijo Alec.
─Eres fuerte, pero no pensé que también fueras tonto ─rió el demonio ─ven joven cazador, te espero.
Desde lejos se podía ver cómo se abría la puerta de la casa del demonio mayor; todos se miraron y otra voz interrumpió.
─Dean y Sam si no quieren que mate a su amigo es mejor que vengan a la celda, los estaré esperando ─se escuchó la voz del Ángel caído.
Ambos hermanos se miraron y asintieron.
─Nosotros iremos por Cas ─dijo Dean.
─Si, pueden ir pero no irán solos ─les dijo Alec ─irán junto con mi hermana,
Raphael, John y Alba, ellos son brujos y vinieron a ayudar; la vez pasada, hubo varios demonios allá y casi no lo mismo ─terminó diciendo el ojiazul.
─Mientras tanto Catarina y yo nos quedaremos aquí ─habló Clary, ya que
debía guardar fuerzas para usar esa runa nueva que había creado.
Jace se acercó y besó a novia.
─Amor, esto no es una despedida ─le dijo el rubio a su chica. Se dio media vuelta para después dirigirse a su parabatai ─ ¿Listo hermano?
─Sí ─le contestó.
<<Magnus, amor, solo espera un poco más ya estoy aquí>>, dijo Alec en sus
adentros.
Todos tomaron sus caminos. Alec, Jace y Simón fueron hacia la casa de
Asmodeos, y los Winchester y compañía fueron a las celdas, no sabían que les esperaba, pero no iban a salir sin sus amigos, eso se decía cada uno.
─No te preocupes, todo saldrá bien ─le dijo Catarina al ver Clary preocupada.—O eso es lo que espero—dijo en su mente.
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