Capítulo 10

Esto es lo que pasó una semana antes de que lucifer se llevara a Castiel.

Los Winchester estaban sentados en la mesa tomando una cerveza, en eso,
aparecieron Gabriel y Castiel, que llegaban de una de las tantas reuniones
que tenían en el cielo, tomaron asiento en la mesa con sus amigos.

─ ¿Qué tal, cómo van las cosas allá arriba? ─preguntó Dean.

─ ¡Nada bien!, cada vez más ángeles se van, ya no quieren estar en el cielo
─respondió Gabriel.

─La situación es crítica ─continuó Castiel.

─ ¿Podemos ayudar en algo? ─dijo Sam, quien miraba preocupado a sus
amigos.

─No es por ofender, pero al menos que se conviertan en ángeles y vivan en el
cielo sería de mucha ayuda, si no es eso, no podrán hacer nada ─lo dijo un poco molesto Gabriel.

La situación era grave, desde que los ángeles se estaban yendo del cielo, este
lugar se estaba quedando sin energía y por consiguiente más vulnerable, y
Gabriel estaba muy preocupado porque era el único arcángel que podía
ayudar. Además, Castiel estaba vulnerable desde hacía unos días por su afán de conseguir a Sam Winchester; Lucifer lo había atacado y lo dejó herido.Después de su última resurrección, no era el mismo, estaba más vulnerable.

Por eso, los Winchester ya no lo llamaban a no ser que fuera algo urgente; eso no cambiaba que Dean, por medio de su vínculo por así llamarlo, lo convocaba para pasar el rato ya sea solo con él o junto con su hermano.

De vuelta a la reunión en el bunker, Gabriel y Sam estaban conversando de cómo idear un plan o una técnica de protección para evitar que Lucifer atacara; no querían sorpresas. Mientras eso ocurría, metros más allá, Dean y Castiel tenían una conversación, cada uno con una botella de cerveza.

─ ¿Cas, no crees que es mejor que te quedes en el cielo? ─habló Dean
mirando fijamente al ángel.

─No sé por qué lo dices Dean, pero sabes mejor que nadie que mi deber es
protegerlos, son mis amigos y... ─el ángel fue interrumpido.

─ ¡¡Cas, esa es la maldita excusa que pones!! ─le gritó Dean. ─ ¡No te
importa su integridad, además Sam y yo cuando no sabíamos de tu existencia
estábamos bien!

─Tú lo has dicho, es mi excusa si así quieres llamarlo, es para estar cerca de
ustedes, cerca de ti, me importas Dean y mucho ─lo dijo mirando al cazador a los ojos.

Dean solo volteó su vista del ángel y tomó un sorbo de su cerveza, Castiel sonrió e hizo lo mismo.

─Cas, acompáñame ─pidió Dean. Cas sin decir nada siguió al cazador. Se
sorprendió mucho cuando llegaron a la puerta de la habitación de este. Dean
abrió su puerta e hizo una señal para que Cas pasara, así lo hizo y se sentó en
la cama. Por su parte, el cazador cerró la puerta y se quedó de pie tomando su cerveza, cuando acabó, dejó la botella en su cómoda y se dirigió hacia Cas que estaba perdido en sus pensamientos.

─Cas, ¡por favor! ─suplicó Dean ─ve al cielo, ahí estarás a salvo, por favor
─insistió poniendo una mano en el hombro del ángel.

Cas sujetando la mano de Dean lo miró fijo:

─No— contesto firme—. Dean, mi lugar es aquí, no insistas, además las cosas no están tan mal. Estamos saliendo adelante en el cielo.

─¿Sabes?, no...No quiero que te pase nada; hace días Lucifer te dejó muy mal
herido y no sabes lo que sentí al verte tirado en el piso todo cubierto de sangre, fue, desgarrador─le dijo Dean.

─Son cosas que pasan Dean, es normal, pero mírame estoy bien, así que deja
de echarme de tu lado.

─Sabes que no es eso ─dijo Dean poniéndose de rodillas y sujetando el rostro del ángel ─sabes que me preocupo por ti, eres muy especial para mí, también lo eres para Sam.

Se miraron fijamente, Dean no aguantó más y antes de que Cas dijera algo, ya se encontraba acostado en la cama encima del Angel y sus labios yacían juntos. Al principio Cas se había quedado sorprendido, se quedó estático, no
correspondió el beso, pero al cabo de unos segundos empezó a moverse al
ritmo del cazador, era un vaivén de besos; se alejaron por falta de aire y continuaron aumentando la intensidad de los besos, hasta que Cas sintió cómo algo duro chocaba entre sus piernas. Dejó de besar a Dean y lo miró; el cazador al notar su erección, se puso rojo y se alejó de Cas. Se puso de pie con dirección al baño y estando a punto de abrir la puerta, sintió unas manos sujetando su brazo, volteó y se encontró con Cas quien lo miraba con esos ojos suplicantes que no se fuera, que no lo dejara. Y así lo hizo, lo tomó de
nuevo del rostro y le plantó otro beso; no supieron cómo llegaron de nuevo a la cama. Poco a poco las prendas iban desapareciendo hasta que solo quedaron en ropa interior ambos, se miraban fijamente, hasta que Dean rompió el momento...

—¡No, no, no! —Dijo llevándose las manos a la cabeza. Mientras se ponía de pie—¿Pero que diablos íbamos hacer?—dijo recogiendo su ropa; cuando ya tenía su pantalón puesto. Echo una mirada rápido al Angel que permanecía en la cama desnudo. Así que le pasó su ropa para que se vista.

─ ¿No...no te gustó? ─le preguntó Cas.

─No es eso Cas, estábamos a punto de hacer algo incorrecto─dijo Dean, quien se terminó de vestir.

─ ¿Cómo que algo incorrecto?, cuando las personas se quieren... ─fue
interrumpido por un grito.

─ ¡¡ESO ES, YO NO TE... QUIERO!!, eso iba a ser un error, ¡¡ADEMÁS SOMOS HOMBRES!! No está bien ─terminó diciendo el cazador, que salió de la habitación dejando a Cas confundido.

Se levantó de la cama y terminó de ponerse su ropa; cuando estaba ya listo, se fue al baño, necesitaba lavarse la cara. Llegó al lavadero del baño, abrió la llave y se echó encima el agua; se miró al espejo y vio que brotaba una especie de gotas de sus ojos, salió de la habitación, y se dirigió a la sala donde vio la figura de Dean saliendo del búnker.

Miró a su alrededor y se encontró con la atenta mirada de su hermano y el hermano del rubio; ellos lo miraban. Gabriel se estaba acercando a él y tocó su rostro y le cuestionó:

─ ¿Estas son lágrimas, Cassie? —pregunto el arcángel.

─ ¿Qué pasó Cas? ─preguntó Sam sin dejar de mirar al ángel, pues era la
primera vez que lo veía llorar.

No contestó a ninguna pregunta hecha por ellos, en cambio dijo:

─ ¿Por qué uno suele llorar? ─dijo secando sus lágrimas.

─Por muchas razones Cas, puede ser por alegría o tristeza ─le respondió el joven Winchester.

Cas bajó su mirada y dirigiéndose al mueble, analizó la respuesta de Sam. Fue feliz cuando Dean lo besó, no lloró, pero cuando Dean le dijo todo aquello, sintió algo en su pecho, no sabía cómo describirlo. Después de unos minutos
reaccionó y miró a su hermano y Sam que no dejaban de verlo.

─Yo estoy triste, lloro porque creo que por fin sé qué es estar, como dicen
ustedes los humanos, enamorado... - Gabriel y Sam solo lo miraron
sorprendidos.

─Sí, me enamoré de Dean Winchester ─esto lo dijo en sus adentros.

Lo que Dean no sabía es que esa iba a ser la última vez que vería a Cas, porque Lucifer se lo llevaría a Edom.

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