Tras el suceso extraño con Charlie, volví a casa, dejé el encargo en la encimera y me fui directa a mi habitación. Tenía miedo de estar sola, porque no quería pensar más en las cosas que ocurrían.

Charlie Becket, por ejemplo.

¿Era sospechosa su actitud? Claro que sí.

¿Quería devanarme los sesos pensando en ello? Por supuesto que no.

Para mi suerte, cuando me recosté en mi cama con los audífonos puestos, quedarme dormida no me tomó mucho tiempo. Realmente estaba cansada y agradecí no saber nada más de nadie hasta la mañana siguiente.

Mi rutina en casa no fue muy distinta a lo habitual, lo único que cambió fue la presencia de Ben, quien se quedaría algunos días con nosotros y para compensarlo, había madrugado a prepararnos el desayuno a Bill y a mí.

En Confiesalotodo no hice nada fuera de lo común, publiqué la actualización rápidamente, ignorando todo a mi paso y cerré la computadora. Silencié las notificaciones de la aplicación en mi teléfono y me fui junto con Bill, como hacíamos cada día.

Al llegar a la escuela, me di cuenta que había algo diferente.

Además de las miradas y los cuchicheos de las personas apenas me vieron llegar, también había muchos panfletos con la cara de Missy Crawford, quien era por excelencia la chica más popular de mi grado, esa chica que el domingo había sido el cotilleo favorito en mi sitio web, la chica a la que todos en la escuela conocíamos. Sobre la foto de su cara, en mayúsculas se leía "DESAPARECIDA" y por debajo se encontraba la información de a quienes debíamos llamar si sabíamos algo de ella.

Observaba la hoja de papel, pensando en que... No. No podría ser Missy.

Los altavoces sonaron, haciendo un pitido retumbante que hizo que todos nos quedáramos quietos y prestáramos mucha atención, fue como si nos hubieran presionado el botón de pausa.

—A todos los alumnos, atención por favor — habló la voz del director por el altavoz —. Como ya se habrán enterado, su compañera Missy Crawford se encuentra desaparecida. Si alguno de ustedes tuviera algún tipo de información relevante que pudiera ayudar, por favor, no duden en pasar por mi oficina. También aprovecho para comentarles que la policía estará entrevistando a algunos de ustedes durante el día y agradecería que se mostraran cooperativos. De verdad es primordial que podamos encontrarla antes de que algo grave le suceda — hubo un suspiro de su parte —. Dicho esto, vayan a clases. Gracias.

Sin darme cuenta, mis pasos me encaminaron en automático hacia el pasillo de la oficina del director, desbloqueé mi teléfono, lista para ir y mostrarle lo que había pasado el día anterior, a él y a la policía. Pero no pude seguir. Tenía un mensaje de Confiesalotodo que me detuvo abruptamente.

Chicosiniestro21: Ni lo pienses, ve a tus clases.

Miré alrededor de mí, esperando encontrarme con alguien que luciera sospechoso, pero no había nadie. Ni siquiera Charlie y su actitud extraña se encontraban cerca. Aún con eso, me regresé a mis asuntos, quería decirle a alguien lo que sabía pero no pensaba lidiar con un asesino que se encontraba en la escuela siguiendo mis pasos y que había enviado un claro mensaje de amenaza sobre mi mamá, debía ser una buena alumna y compañera, pero no podría serlo si primero no era una buena hija.

Al dar la vuelta al pasillo donde estaba mi casillero, Chris me chocó de frente.

—Perdón — dijo con media sonrisa apenas al verme.

—Todo bien, no te preocupes.

—Oye, ahora que te veo, me preguntaba si...

Saqué la libreta de historia y se la extendí, pero sorpresivamente él negó.

—Yo mismo he hecho esos deberes, gracias por la confianza — explicó con cierto tono de sarcasmo en lo último —. Pero aun así, lo que me preguntaba era si te gustaría cenar conmigo, esta noche.

—¿Cenar? — dudé pero él asintió con mucha confianza —. Bien, sí, supongo. ¿Te puedo confirmar por mensaje?

—Seguro — se giró para marcharse pero se devolvió a un par de pasos —. ¿Greta? — me llamó casi en un susurro.

—¿Sí?

—No sé cómo preguntarte esto, pero, ¿todo bien?

La genuina preocupación en los ojos de Chris me hizo sentir fatal. Por un segundo deseé que nuestra relación no fuese tan distante para poder contarle todo lo que realmente estaba pasando más allá del mensaje público en mi perfil. Sin embargo, me limité a comenzar a asentir nerviosa y frenéticamente. No quería llorar frente a él y tampoco creía que fuese buena idea desahogarme con él, porque todo era tan extraño que no estaba segura de nada. Sí, yo quería creer que realmente se interesaba en mí, pero también había pensado mucho en la coincidencia que era todo.

¿Alguien me confesaba un crimen el mismo día que me surgía un admirador secreto y que Chris Riquelme, el chico más guapo de mi grado, me invitaba a salir?

Yo era muchas cosas, pero me gustaba creer que no era estúpida.

—Estoy bien — le hice saber con convicción —. Sigo pensando que es la broma de mal gusto de alguien que solo quiere llamar la atención.

—Y vaya que lo está consiguiendo — comentó él, frunciendo un poco el ceño, como si eso le molestara.

—¿Ah sí?

—Sí, creo — hizo una pausa en la que lo pensó —. Bueno, al menos en Facebook e Instagram han estado hablando mucho al respecto, incluso han hecho teorías, listas de sospechosos y encuestas.

—Wow. Yo, ah, yo ni siquiera he entrado a mis redes sociales. Tengo muchísimas notificaciones pero no sé qué decir o cómo contestar a las dudas de las personas. Sé tanto como sabe el resto — mentí, porque no quería que nadie supiera que chicosiniestro21 y yo manteníamos conversaciones privadas.

Chris vio como cerraba mi casillero ya con mis libros listos en mano para ir a clase, los tomo con gentileza y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera.

—Bueno, no es tu deber darle respuestas a nadie, mucho menos a los fisgones. A menos, claro, que sepas algo que pueda ayudar con la desaparición de Missy — explicó —. Porque ahora que la policía comience a investigar al respecto, ese mensaje en tu muro va a salir a flote.

—Lo sé — musité.

Era consciente de que las personas dirían mi nombre cuando se les preguntara y era aún más consciente de que Confiesalotodo estaría bajo la lupa de una investigación oficial, todo el asunto me parecía aterrador y estresante.

Chris me dejó en mi primera clase poco antes de que el timbre sonara y en todo el camino, nadie se acercó a nosotros, aunque muchos no dejaban de mirarme inquisitoriamente, como si quisieran obtener a través de telepatía las respuestas, mismas que yo no tenía.

—Vendré por ti al finalizar mi clase.

—Chris, no tienes que hacerlo — negué repetidamente.

—Sé que no tengo que hacerlo, pero tu amigo Fletcher no ha aparecido por aquí y tú eres demasiado gentil como para ahuyentar a los acosadores — me dio una mirada de suficiencia, como si fuese imposible rebatirle y luego empezó a marcharse —. Vendré por ti — concluyó a un segundo de correr hacia su primera clase.

Sentada en clase de español, seis personas se acercaron a mí con las mismas preguntas.

¿Sabes quién es ese chicosiniestro21? ¿Sabes si es cierto? ¿Crees que tenga algo que ver con Missy?

A ninguno le dije la gran cosa, hasta que Tim Stevens en persona se sentó frente a mí luego de quitar a un chico que ya tenía ocupado ese lugar.

Tim brillaba por las mismas cualidades que Missy y Chris, era guapo, era popular, tenía dinero y todo el mundo le admiraba su gran habilidad con el basquetbol. Sin embargo, Tim no era gentil ni amigable como lo era Chris Riquelme, de hecho, él era sutilmente arrogante y ampliamente burlón. Por ello, cuando estuvimos de frente, me sorprendió la manera en que se dirigía a mí, con tanto respeto que parecía otra persona.

—Hola, Greta, ¿cómo estás?

—Bien — dije herméticamente.

Sin contar el hecho de que era rarísimo que me estuviera hablando, algo de su repentina decisión para hacerlo me incomodó.

—Sé que seguramente ya te lo han preguntado muchísimas veces, pero, ¿es cierto lo que ese usuario publicó en tu perfil? — parecía ansioso, tenía grandes bolsas bajo los ojos y apenas me miraba fijamente.

—La verdad no lo sé — me alcé de hombros.

—¿Crees que podrías decirme si hubiera algo más? Sé que has oído lo de Missy y es muchísima coincidencia, estoy a nada de...

—Buenos días — habló fuertemente nuestro profesor de español.

Todos prestamos atención al frente, porque el profesor McCall no brillaba precisamente por su simpatía. Él, antes de empezar con la clase, nos habló sobre el tema de Missy y nos pidió encarecidamente que cooperáramos al respecto, también nos pidió que nos cuidáramos mucho, especialmente las mujeres, dijo poco antes de concluir. Después dio su clase y en todo el tiempo que él estuvo hablándonos sobre prosa, Tim jamás volvió a voltear hacia mí para concluir el asunto. Pero cuando la clase terminó, Stevens regresó a nuestra charla, aun cuando todos se marchaban para ir a su siguiente clase.

—Te lo juro que voy a volverme loco — externó como si él y yo fuésemos íntimos —. Sus padres no paran de preguntarme si sé algo al respecto y yo estoy tan nervioso por todo esto. No he querido contarles sobre ese asunto de tu sitio hasta no saber si vale la pena preocuparlos así.

—La policía va a terminar por informarles — le hice saber.

—Sí, bueno, pero, sólo dime si sabes algo más, ¿vale?

La voz de Chris me llamó desde la puerta, lucía serio y de inmediato también se modificó la postura de Tim, ambos se mostraron rígidos y Tim Stevens cambió su aspecto vulnerable por otro más centrado.

—¿Eres amiga de Riquelme? — inquirió en apenas un susurro y antes de que yo le contestara nada agregó —. No deberías confiar en él.

Se puso de pie y se marchó, fue ahí que me di cuenta que no llevaba nada más con él que el libro de la clase de español. Yo tomé todas mis cosas y me dirigí a la salida, llegando hasta el punto donde mi guardaespaldas personal se encontraba. Lo primero que hizo Chris al verme, fue alzar una de sus cejas.

—¿Te estaba acosando? — preguntó refiriéndose a Tim.

—No — pausé —, él solo me preguntó lo que todos.

—Bien — asintió suavemente y luego añadió —. Tim no es alguien de fiar.

"Qué curioso, Riquelme, porque él opina lo mismo de ti" pensé.