"Poesía... eres tú"
SUSAN P.O.V.
La clásica música de la entrada de la novia, hizo que nos separaramos, estabamos tan cerca que al parecer entramos a una especie de trance, ya que no notamos la llegada de la demás gente.
Todos se pusieron de pie, mirando atentamente a la bella mujer vestida de blanco que caminaba a paso lento y asegurado al altar, mientras en éste, le esperaba un hombre de traje sonriente y con un brillo especial en los ojos, me encantaría que el día que me case sea así o mejor, aunque no creo mucho en la boda por la iglesia, mis padres se casaron hasta que yo tuve 12 años, ser unidos ante Dios se me hace algo muy importante y creo que lo correcto es hacerlo cuando estas seguro que tu matrimonio prosperará.
Esta era la tercera boda que prescenciaba, y la verdad es una linda experiencia.
Cada uno dijo sus votos, lo tradicional, y el beso que culminá la ceremonia. Todos aplaudieron y pasaron a felicitar a los novios, incluyéndonos a Alessandro y a mí, junto con la sesión de fotos.
Cuando terminaron las fotografías todos salieron de la iglesia dispuestos a dirigirse al lugar del festejo.
ALESSANDRO P.O.V.
A Rachel pareció caerle bien Susan, y a quien no, ella te conquista con sólo decirte "hola", su personalidad es tan manejable, que le cae bien a cualquier tipo de persona.
El camino a la recepción fue incomodamente silencioso, practicamente me le había declarado o eso había dado a entender.
Llegamos y bajamos para entrar, algunas personas ya estaban acomodadas en mesas, lo típico es que los novios tarden en llegar, así que compré unas frituras para entretener el estómago.
-No trajiste de las que me gustan- dijo Susan rompiéndo el silencio que se habia creado, haciendo un puchero
-Estabas enojada conmigo así que no sabía si comprarte o no- dije encogiéndome de hombros
-Malo, y no estaba enojada- dijo cruzandose de brazos haciendo como niña chiquita
-Toma, y yo creí que lo estabas- dije sonriendo mientras sacaba de una bolsa las que le gustaban, aplaudió y las tomó para abrirlas y comerlas
-Hijo, necesito que nos hagan un favor- dijo mi mamá
-¿Qué pasa?- pregunté al notar su angustia
-El padrino de brindis no vino, ¿podrían hacerlo ustedes?- Susan y yo nos miramos, leí en sus ojos aceptación
-Esta bien mamá, no hay problema- sonreí para tranquilizarla
-Gracias- dijo y se alejó
-¿Entendiste eso?- preguntó Susan sonriendo
-¿Qué cosa?- dije igual que ella
-El padrino de brindis no VINO- dijo recalcando la última palabra
-Chistosa-
-Amargado- dijo y me enseñó la lengua
...
Todos aplaudieron cuando los novios entraron, bailaron una canciòn especial para los dos, se veía en sus miradas el amor que se tienen, giré y ví como Susan jugaba con sus dedos desesperadamente
-¿Qué tienes?- dije mientras ponía mi mano sobre las suyas para aquietarlas
-Nunca había sido madrina de algo, y no sé que voy decir-
-Tranquila, sólo dilo con el corazón- dije sonriendo para tranquilizarla
-Invitamos a pasar a los padrinos de brindis por favor- dijo el maestro de ceremonia por el micrófono, me puse de pie y le tendí la mano a Susan para que hiciera lo mismo
Caminamos hacía el atril bajo las miradas atentas de los demás, Susan creo que quería romper mi mano por la forma en que me la apretaba.
Tomé el micrófono -Buenas noches, para los que no me conocen, soy el hermano menor de la novia, mi nombre es Alessandro y la bella mujer que me acompaña esta noche es Susan, mi novia- aplaudieron por la presentación -bueno pero no estoy aqui para hablar de mí, sino de esta bella y guapa pareja- dije señalando a los novios -que con el simple hecho de fijarse en la forma en que se miran, ese brillo que surge en sus ojos cuando estan de frente y la sonrisa que surge involuntariamente, son los efectos del amor, amor puro, que existe entre ellos- dije y todos aplaudieron, en el fondo se escuchó la inigualable voz de Lucy diciendo "¡que hable Susan!"; la mencionada me miró y yo asentí alentandola, tomó el microfono
-Eh, bueno es la primera vez que hago esto- rió nerviosa -creo que para esta ocasión citaré a un poeta, que habla sobre el amor, hm bueno- suspiró -"El amor es la vida, la vida es amor;
engendra la locura y abré paso al delirio;
purgatorio de goces y cielo de martirio;
su dolor es tan fuerte, que su dicha es dolor.
Va abriendo paraísos y cerrando ataúdes;
con puñales y flores hace ramos dorados...
Es el mayor pecado de todos los pecados,
y la virtud más grande de todas las virtudes.
El amor es perfume, y es néctar, y es veneno;
es camino de rosas y es camino de cieno;
es un rayo de luna besando un corazón...
Es débil como un niño, como un Hércules fuerte;
el amor es la flecha que nos causa la muerte
y tiene el privilegio de la resurrección"- su voz sonó tan segura que todos en el lugar se quedaron callados
-Ese poema es de Joaquín Dicenta y su nombre es "Amor"- reí -un brindis por los novios- alcé mi copa -¡Salud!- dije y los demás me siguieron
Después de el brindis nos sentamos
-Ya puedes respirar- dije sonriendo, y así lo hizo -¿cómo te sabías ese poema?- le pregunté
-Hm, para un proyecto de la primaria tenía que aprenderme un poema, mi papá siempre ha sido muy romántico, así que me prestó uno de sus libros de poemas de amor, y ya- dijo encogiéndose de hombros
-"¿Qué es la poesía?...- dije sonriendo, y ella rió
-...dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.- completó
-¿Qué es poesía? ¿Y tu me lo preguntas?
Poesía... - seguí
-eres tú".- dijimos al mismo tiempo, mirándonos fijamente
-Hacen tan bonita pareja- escuchamos, volteamos y vimos a una señora sentada en nuestra mesa suspirando como enamorada, Susan y yo reímos.
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