진짜 20 🍷

Odiaba a su progenitor.

¿Cómo mierda podía ser tan impredecible y bipolar?

Estaba cien por ciento seguro de que iba a desheredarlo y ahora sale con que quería conocer a su "pareja"

Y ahora que lo pensaba, ni siquiera estaba seguro de que eran Jungkook y él, y si debía considerarse una persona con la que salía.

Él le había dicho que lo presentara como su pareja, pero no pensó en hacerlo.

Hasta ahora.

Estaba en la empresa de mismísimo Jeon Jungkook.

Ese azabache que lo traía babeando y, aunque fuese un hombre mayor, era su tipo completamente.

—Buenas tardes, vengo a ver a Jungkook.

Dijo el rubio a la secretaria, quien enseguida dio una reverencia.

—Buen día, ¿a nombre de quién está la cita?

Jimin lo pensó. No tenía cita.

¿Por qué sacaría cita para ver a su Jungkook?

—No tengo cita.

La mujer subió la mirada y alzó levemente la ceja, se le hacía reconocido su rostro.

—¿Usted es la persona que vino hace unos meses, verdad?

Dijo la chica acordándose de aquel joven que su jefe había llamado por unos contratos.

—Usted es de los Park.

Asintió orgullosa de haber recordado.

—Si, vengo a ver al señor Jeon, el me había llamado.

—Ahora mismo le comunico de su llegada.

Jimin la detuvo.

—No hace falta, él sabe que estoy aquí...

La chica ladeo la cabeza.

—Debo hacerlo, es mi trabajo.

—Yo me encargo de que no le suceda nada, entraré.

—Pero...

Y dió vuelta en el pequeño pasillo que dirigía hacia la oficina de Jungkook dejando a la secretaria confundida.

—Espero no perder mi empleo por rsto.

Murmuró.

Jimin tomó una bocanada de aire, quería que sea una sorpresa para Jungkook, pues no se habían visto en un timpo.

—Bien...

Musitó soltando un suspiro. Levantó su mano y tocó la puerta tres veces.

—¿Sí?

La voz de Jungkook hizo que su piel se erizara.

—¿Señorita Kim?

Preguntó confundido y no contestó.

El rubio volteó la manija con lentitud y abrió levemente la puerta asomando su cabeza.

Pudo ver la hermosa imagen de Jungkook, con lentes.

Joder.

Estaba tan concentrado en sus papeles que ni siquiera vio que se había asomando.

—Hola.

La cabeza de Jungkook se alzó enseguida con una mirada iluminada al ver a su lindo rubio en la puerta de su oficina, frente a él.

—Jimin.

Se levantó soltando los papeles y mostrando una gran sonrisa.

Jimin entró y cerró la puerta tras él mostrando una leve sonrisa. Estaba feliz de volver a verlo.

Quería abrazarlo.

Quería besarlo.

Quería...

Caminó hacia Jungkook quien rápidamente rodeó el escritorio y se acercó al más joven con una sonrisa en su roatro que iluminaba la habitación.

—¿Por qué no me dijiste que venias? Hubiera pedido unos bocadillos o algo...

—No, no, no, solo vine a verte y para hablar..

Jungkook acuno el pequeño y suave rostro de Jimin en sus manos  antes de acercarse levemente a su rostro.

—Te extrañé.

Jimin dijo en un casi susurro.

—Yo igual.

Dejó un beso en las comisuras de sus labios.

La mano de Jimin subió al cuello del más alto y jaló de él para unir sus labios en un beso.

Jungkook bajó sus manos a la cintura de Jimin y este disfrutaba cada segundo de los besos.

Jungkook se separó, con una mano quitó sus lentes y los puso sobre el escritorio para después seguir con el apasionado beso.

Las grandes manos del pelinegro bajaron a las piernas de Jimin e hizo que se envolvieran en su cintura, para así cargarlo.

El beso poco a poco era más y más fogoso. La espalda de Jimin se golpeó contra la fria pared de aquella oficina y el beso no cesaba.

Y el teléfono de sobremesa sonó.

Mierda.

Jimin se bajó de Jungkook agitado y se sentó en uno de los sillones que estaban en la oficina, mientras que Jungkook atendía la llamada.

—¿Si?

Sijo algo agitado tomando poniendo una de sus manos en su cintura.

—Entiendo.

Jimin lo miró y recordó el porqué de su visita.

El estado de su relación.

—Bien, no vuelvan a cometer errores.

Escuchó y vio como colgaba y le regresaba la mirada.

—¿Problemas?

Jungkook negó mientras se dirigía hacia el.

—Recursos humanos acaba de arreglar la plataforma de empleados, había un error.

—Ya veo.

Asintió y suspiró nervioso, no sabía por dónde empezar.

—Bien, sigamos en lo que quedamos.

Acercó su rostro y Jimin desvió la mirada, haciendo que Jungkook se extrañe.

—¿Sucede algo?

Jimin mordió levemente su mejilla interior mientras pensaba en cómo preguntar.

Aunque siempre termina siendo muy directo.

—¿Qué somos, Jungkook?

Silencio.

Habían mil y un maneras de responder a aquella pregunta, pero que complicada era su relación en esos momentos.

—¿Cómo que qué somos?

Lo tomó de la quijada y rozó sus labios levemente con los suyos.

—Tu eres mío.

Ladeó la cabeza y aplastó levemente los labios de Jimin con su pulgar.

—Y yo tuyo.

Sonrió sin quitar la mirada de sus labios.

—¿Así o más claro?

[...]




















Soituyajunko

[♤♡]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top