1. Te estaba buscando.

La cebra ya tenía dos semanas que no se topaba con el equino castaño; cosa que me molestaba un poco.

Quería devolverle el dinero.

La pelinegra suspira para sacar un par de libretas y ponerse a dibujar unos cuántos garabatos mientras la maestra explicaba de nuevo como serían las evaluaciones del próximo mes.

Al terminar la clase su amiga coneja la notaba algo inquieta para en cuánto ambas salieran para el descanso, tocarle el hombro llamando la atención de la contraria.

-¿Qué tanto piensas?- Pregunta la rubia en un tono curioso.- Que ya ni te molestaste en ver si iba tras tuyo.- Dice ahora cruzándose de brazos.

La pelinegra sólo mira su cartera para luego suspirar.

-Ya tengo rato queriendo pagarle a alguien.- Dice algo apenada.- Pero ni lo conozco y de pasó ya no me ha tocado cruzarme con él.- Agrega fastidiada.

La de ojos azules sólo le observa algo confundida unos momentos.

-¿Quién te presto dinero?- Pregunta con una mirada interrogativa.

-Pues no me lo presto exactamente.- Responde algo dudosa y la rubia levanta una ceja.- No se lo pedí, simplemente me compró algo para que ya no estuviera hablando.- Dice algo sonriendo algo apenada.

La coneja sólo le observa para luego suspirar.

-¿Por lo menos sabes quién es?- Pregunta un tanto curiosa.- Quiero suponer que estuvieron conversando hasta que ya no sabía que más decir y por eso te compró algo; o al menos eso quiero pensar.- Dice encogiéndose de hombros.

La cebra sólo empieza a tararear desviando la mirada mientras que la contraria sólo le observa seria suponiendo la respuesta.

-¿Es en serio que ni una palabra le sacaste?- Dice la rubia algo confundida.

-Apenas y logré saber de qué grado era.- Contesta la cebra cruzándose de brazos.- Se ve que es de pocas palabras.- Dice algo pensativa.

-Mejor quédate con ese dinero Ziz, no vale la pena de que se lo devuelvas.- Dice desinteresada la rubia.- Ya con eso que me dices se ve que lo hizo con intenciones de alejarse de ti.

La pelinegra sólo le observa pensativa para luego cruzarse de brazos.

-De todas formas, a lo mejor ese dinero lo tenía para su almuerzo.- Dice y luego quedarse pensativa.- ¿Vamos a practicar al gimnasio?- Pregunta con cierta emoción.

-Sólo por qué es descanso.- Contesta la coneja sonriendo.

~~~

-¿Ahora qué haces?- Pregunta la castaña de lentes asomando su cabeza por arriba del hombro de su hermano.

-Nada qué te importe.- Contesta seco el de lentes mientras apuntaba unas cosas en su libreta.

-Pony sonriele a la vida de vez en cuándo.- Dice volviendo a sentarse a lado del contrario.

-¿No tienes qué hacer?- Pregunta el equino alzando una ceja a su hermana.- ¿O a alguien más que molestar?

-Doggy está se fue a jugar basket y a Rodrigo lo perdí de vista hace rato.- Contesta su hermana un tanto aburrida.- Creo que Rodrigo anda detrás de alguien, pone muchas excusas para irse por ratos.- Dice pensativa.

El de lentes se gira a ver a la castaña a su lado para luego sonreírle.

-Tú también Gaby así que ni te quejes.- Dice y la contraria se gira a verlo también.

-Yo por lo menos tengo una vida amorosa estable no cómo tú.- Dice a la defensiva.- Y de pasó me invita a lugares bonitos.

-Sólo no me hagas tío.- Dice el de mayor altura con cierta burla en su tono.

-La qué se debe preocupar por sobrinos sería yo.- Dice dándole un golpe en el brazo.- Cómo si no fuera sorpresa lo que haces cuándo te desapareces casualmente con la "novia".- Dice haciendo comillas en el aire.

Su hermano de lentes sólo cierra la libreta para girarse a ver a la de menor altura quién le veía algo seria.

-Qué no me veas los preservativos no quiere decir que no me cuide genio.- Responde el castaño frunciendo el ceño.- Lo último que quiero es tener hijos Gabriela no jodas.- Dice y luego mirar a la cancha frente a ellos.

La de lentes sólo le mira y bufa aburrida para también mirar a la cancha.

-¿Qué hacemos?- Pregunta la de lentes un tanto aburrida.

-Gaby, ¿qué no planeas irte?- Contesta el de lentes y la contraria niega con la cabeza.- Pues no sé, pierdete por ahí, yo no me planeo mover.- Menciona algo irritado.

-¿Y a dónde planeas que me largué?- Dice la castaña algo sarcástica.- Estoy sola prácticamente.- Dice cruzándose de brazos.

-¿No tienes amigas?

-No vinieron.- Contesta y el castaño rueda los ojos fastidiado.

-Vamos a caminar por ahí para que te calles la boca.- Dice de mala gana y su hermana sonríe.

-Yo también te quiero.- Dice la castaña abrazando al de mayor altura quién sólo bufa.

~~~

En el gimnasio del colegio estaban ambas amigas ahora sentadas en una banca charlando después de estar un rato practicando cada una algún deporte.

-Que bueno que siempre no vino la maestra.- Dice la pelinegra sonriendo levemente.- Más tiempo libre.

-Sí, aunque sí estuvo raro que decidiera darla.- Dice algo pensativa la rubia.- Cómo siempre deja los trabajos de la clase.

La cebra sólo se encoge de hombros para empezar a juguetear con la botella de agua algo aburrida.

-¿Ahora qué tienes Ziz?- Pregunta la coneja mirando y alzando una ceja a su amiga.

-Estoy aburrida.- Dice y luego suspira.- Y en cuánto suene la campana nos tenemos que ir salón.- Agrega frunciendo el ceño.

-Ni modo.- Dice la rubia encogiéndose de hombros.- Igual queda tiempo, así que, ¿Qué hacemos ahora?- Pregunta acercándose a la contraria.

La cebra sólo le mira ya se encoge de hombros para luego ponerse de pie y empezar a caminar seguida de la coneja.

-Vamos a la cafetería.- Dice la de mechas y la rubia sólo se encoge de hombros.

~~~

Pasadas algún par de horas, tanto cómo la pelinegra y la rubia estaban en una banqueta fuera de la institución.

-Oye Zizzy.- Dice la coneja y la mencionada se gira.- ¿Vas a ir a algún lado o alcanzas a acompañarme de una carrera al centro comercial?

-¿Y a qué iríamos al centro comercial?- Cuestiona la cebra alzando una ceja algo curiosa.

-Necesito comprar unas cosas para arquería.- Responde con simpleza.- Y para romper la rutina.- Agrega con simpleza.

La pelinegra lo meditó unos momentos; en la tarde no tenía que hacer, además era viernes; fin de semana.

-De acuerdo.- Contesta sonriente.- Pero desde ahorita te digo Bunny, sólo voy de acompañante.- Añade y la coneja asiente convencida.

La cebra le sonríe y empieza a caminar, en cambio la coneja se queda en su lugar algo confundida.

-Zizzy.- Llama y la contraria se gira.- ¿No quieres pasar primero a nuestras casas para cambiarnos?

-Es cierto.- Dice la de mechones blancos mirando su uniforme.

-Te pasó a recoger entonces.- Dice la rubia sonriendo levemente para luego subir al carro dónde le esperaba su chófer.- Sólo por favor avísame con tiempo.- Agrega desde arriba del auto.

Mientras, en la esquina frente a la institución estaban los cuatro hermanos esperando el autobús en la estación correspondiente.

-Pony.- Dice el equino sin lentes y el mencionado levanta la vista.- ¿No te da calor con la chamarra puesta?

-La verdad no.- Responde encogiéndose de hombros.- Estoy muy cómodo la verdad.- Agrega volviendo a leer el libro entre sus manos.- Aunque se ve que tú sí tienes calor Rodrigo.- Dice serio sin levantar la vista.

-Estamos cómo a casi cuarenta grados.- Contesta algo desconcertado.- ¿Cómo carajos no te deshidratas?- Cuestiona y el de lentes se encoge de hombros desinteresado.

~~~

Eran las seis de la tarde, tanto cómo la pelinegra y la rubia estaban en el centro comercial.

La coneja finalmente no había comprando más que un par de cosas de la tienda de deportes; el resto de bolsas eran ropa o algún accesorio que le había gustado.

-Bunny, ¿Y cuándo planeas usar todo eso?- Pregunta mientras miraba de reojo una bolsa entre sus manos.

-Ya se presentará la oportunidad.- Contesta encogiéndose de hombros.- ¿En serio qué no vas a comprar nada?- Cuestiona la coneja parando en seco y girarse a la cebra.

La cuál dudo un poco para luego negar con la cabeza y seguir caminando.

-En fin, ¿Te apetece ir a la área de comida?- Pregunta y la de mechas asiente sonriente.

Ambas habían ido a la área de comida, para luego sentarse en una mesa de cuatro personas, dos sillas eran para las comprar y a su vez apartar el lugar para luego, cada una, ir por su respectiva comida.

A unos cuántos metros de ahí estaban el castaño de lentes con su amigo rubio a lado esperando en la fila en uno de los locales de comida.

-¿Ves qué no te cuesta nada salir de tú cueva?- Dice divertido el de mayor altura a su amigo quién sólo bufa.

-Vine para que dejaras de joder con que salga Giraffy.- Menciona el de gorro seco.

-Dejando la broma de lado, Pony, si te hace falta salir al sol para agarrar tantito color y vitamina D.- Dice la jirafa cruzándose de brazos.

-Así estoy de maravilla.- Dice el equino en un tono cansado.

Para luego bajar su vista y notar que había, a su lado, una tapadera de un refresco.

Se le quedó mirando fijamente por varios minutos y el rubio sólo alza una ceja curioso para luego sobresaltarse un poco en cuánto su amigo salta sobre la tapa y luego la patea lejos de sí.

-¿Ahora qué tienes?- Pregunta el de mayor altura al de mechas claras que sólo le observa.

-Pinche fila que no avanza.- Menciona molesto el castaño frunciendo el ceño.- Giraffy ¿No puedes comprar tu ensalada en otro lado?- Cuestiona entre dientes.

-Ya estuvimos acá demasiado tiempo cómo para tirarlo sólo porque no sabes esperar.- Contesta el contrario cruzándose de brazos.

El equino sólo le observa por varios minutos para luego asomar su cabeza para ver qué tanto faltaba de la fila; unas 20 personas más.

-Iré a comprar algo en otro lugar mientras.- Dice el equino aburrido.

-¿No qué no querías nada Pony?- Menciona la jirafa alzando una ceja a su amigo quién le observaba indiferente.

-La gente cambia de opinión.- Dice el de lentes encogiéndose de hombros antes de irse.

Mientras el rubio sólo suspira algo molesto para cruzarse de brazos mientras miraba irse a su amigo a otro local.

Mientras la pelinegra estaba esperando en su mesa jugueteando con el aparato que le indicaría cuándo estaría su orden, su amiga seguía decidiendo que comer. Miró el reloj del aparato, en unos cuántos minutos se supone que debería estar la orden.

Observó a su alrededor y dejó su chamarra en la mesa para evitar de que se la quitarán, se estaba aburriendo de esperar así que decidió ir al local para estar ahí mismo esperando.

Se quedó recargada en una pared a lado del mostrador mientras seguía con el aparato en sus manos y luego levantar su mirada a la pantalla a ver el tiempo que quedaba y luego fruncir el ceño confundida a ver qué estás no coincidían.

-Disculpe.- Dice la cebra al cajero quién sólo apunta a la fila indicándole que no le atendería hasta que se forme.

No dijo más, no quería causar problemas; aunque le molestaba, ella ya había ordenado sólo quería preguntar en cuánto salía su orden por la confusión que ahora tenía.

~~~

Pasó una media hora más que la tuvieron esperando por su orden de sushi; cuándo por fin tenía la comida entre sus manos miró a dónde su amiga quién ya se encontraba esperándole.

Suspiró y empezó a dirigirse a su mesa para luego sentir cómo le empujaban del hombro cómo si le hubieran tomado de pared para sostenerse.

Se giró a ver a su lado para luego alzar las cejas sorprendida al ver al chico castaño de chamarra negra atandose la agujeta de su zapato.

-¿Amargado de prepa?

-¿Rayada insoportable?

La cebra sólo le observa algo sorprendida mientras el contrario se levantaba.

-¿Qué haces aquí?- Pregunta la cebra y el equino le mira indiferente.

-Vine a visitar a mi abuela.- Contesta sarcástico cruzándose de brazos y la contraria frunce el ceño.

-Alta respuesta.- Dice entre dientes y el castaño gira los ojos.

-No me hagas preguntas estúpidas entonces.- Menciona el de lentes irritado.- ¿Qué hace la gente en un centro comercial genio?

-Siendo honesta no pareces del tipo que venga a lugares así.- Responde la de mechones blancos analítica.

-Disculpa por no cumplir con tus estereotipos de la sociedad.- Dice el equino mirando de reojo a la cebra.- ¿Quieres decirme algo más? ¿Qué tengo más pinta de estar peleando por las calles?- Agrega sarcástico rodando los ojos.

-¿Es necesario responder?- Dice la rayada alzando una ceja con obviedad.- Tienes más cara de drogadicto con esas ojeras.- Agrega ciertamente molesta por las contestaciones del castaño.

El cuál no menciona nada y vuelve a tomar una bolsa de papel que había dejado en el suelo cuándo se amarraba las agujetas.

-Pensé que me dirías algo nuevo.- Menciona en un tono cortante el equino.

La cebra sólo le mira seria pero con cierta confusión y curiosidad para luego pisarle el pie para detenerlo al ver qué empezaba a caminar.

-¿Qué demonios es lo qué te pasa?- Cuestiona el castaño claramente enojado girandose a la contraria.

-Nada.- Responde al instante al ver la mirada fría del joven frente suyo; se arrepintió de haber hecho eso.

-Ajá.- Pronuncia el castaño y se gira a verla directamente.- Cómo si te creyera esa excusa; dime qué quieres para ya largarme.

La menor sólo se queda callada mientras miraba temerosa al de lentes que le seguía viendo de la misma forma sin moverse.

-Bueno, esté...- Tartamudea y el de gorro alza una ceja.- Te diría ahorita pero ya me gasté dinero-

-Ve al jodido grano.

-Te quería devolver el dinero de la otra vez.- Menciona la cebra y el equino se queda pensativo.

-¿Cuál "otra vez"?- Pregunta y la de mechas blancas sólo le observa algo confundida.

-La cuál te topé.- Dice y el castaño frunce el ceño confundido.- La vez que me empujaste el hombro.

-No recuerdo.- Dice y la contraria bufa.

-La vez que me diste dinero para dejarme ahí fuera de la cafetería por qué te falta tolerancia.- Menciona la de mechas frunciendo levemente el entrecejo.

-A.

Es lo único que dice el equino y la cebra le observa algo confundida para luego negar con la cabeza.

-En fin, te quería preguntar; ¿El lunes te doy el dinero?- Propone la de mechas amable y el castaño sólo alza una ceja.

-¿Por qué no de una vez?- Cuestiona mirando confundido a la contraria.

-¿Me pusiste atención?

-La neta no.

-Te dije que me gasté el dinero.- Repite entre dientes la cebra.

Mientras el de gorro se le queda viendo para luego encogerse de hombros y alejarse un par de pasos.

-En las escaleras de las cuáles casi te tiro, segundo descanso coinciden los horarios.- Dice seco el castaño para luego irse.

Mientras la cebra sólo le observa irse hasta que se pierde entre la gente; debía admitir que en parte le causaba curiosidad el chico a pesar de sus pocos encuentros.

Al regresar a la mesa su amiga rubia le miraba interrogativa mientras comía.

-¿Quién diablos era ese Zizzy?- Cuestiona la coneja curiosa.

-El qué te comenté.- Contesta y la contraria frunce levemente el ceño.

-¿Y para qué le pisaste el pie?

-El lunes te explicaré mejor.- Dice la cebra sonriendo con la intención de comer.

-Es ese dichoso dinero, ¿Verdad?- Inquiere la rubia alzando una ceja.

-¿Si ya sabes pa' qué preguntas?- Menciona la de mechas algo molesta.

-Para confirmar.- Contesta la contraria encogiéndose de hombros.

~~~

-¿Había mucha gente o por qué te tardaste?- Pregunta el rubio mirando al de menor altura.

-Se puede decir.- Contesta serio el de lentes y luego se gira a ver el local.- No jodas Giraffy que aún no te atienden.- Menciona seco mirando al contrario.

-Ahora estoy esperando la orden.- Dice el de manchas encogiéndose de hombros.

El de gorro no dice nada y sólo suelta un quejido en voz alta para luego recargar su cabeza en una pared cercana.

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Bueno es espero q les haya gustado 😼

pqaminomconvencedeltodoajaja

A ysi

Al chile m dió hueva buscar una música q encajé skxjdj-

Chocolt fuera 🤙

/c va otros dos meses

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