I
Estar caminando todos los días, a cada hora, minuto tras segundo, de un lugar a otro, haciendo lo inhumanamente posible por ocultar mi verdadera identidad es tedioso, estresante, agotador e irritante... El tener que ocultar la marca cerca a mi cuello, lo que me diferencia de muchas personas a excepción de unas cuantas que se encuentran en el mismo deplorable estado, si me descubren por mis imprudencias, siendo una de ellas el estar caminando libremente fuera de las restricciones impuestas por los altos cargos, o mejor dicho, mis aliados que dejé atrás, el enemigo me encontraría con mayor facilidad y eso es lo que menos deseo, por ningún medio puedo permitirlo, al menos, por el momento.
He visitado diferentes lugares, he conocido como es el mundo, como las diferencias raciales, económicas, sociales, religiosas, actividades explícitas, separan a las diversas comunidades de este mundo, me mantuve imparcial, en la mayor parte de los casos que pude apreciar con demasiada atención, sin dejar que el más mínimo detalle se me escapara en ningún momento, desgraciadamente para mi muy mal gusto, hubo un puñado de momentos que, sin darme cuenta, ya me estaba entrometiendo donde no me habían llamado, lo único productivo de mis disgustos e interrupciones ajenas por mi parte, es que me deben unos cuantos favores que quizás llegue a cobrar y utilizar sabiamente. He borrado mi existencia del mapa por unos tres años aproximadamente, justamente esta noche es año nuevo, dándome la alarma de que el cuarto año de mi viaje comienza a llamar a la puerta, ya va siendo tiempo de que comience a dar unos cuantos pasos hacia atrás y vuelva al lugar donde se supone que tengo un techo para dormir, vivir y estar totalmente solo... en el departamento el cual debe estar totalmente vacío, sucio, desolado, a punto de derrumbarse.... Ni siquiera comprendo la razón, no encuentro una razón válida para querer volver a ese lugar, nadie va a estar sentado en la puerta o dentro del departamento esperando mi regreso, nadie conoce quien soy realmente, a que me dedico... La condición de que piensen que realmente es un capricho mío.
Seis meses después
Fue un largo viaje, aunque me tomó menos tiempo el volver que el ir caminando de un lugar a otro sin un rumbo fijo, estos seis meses se pasaron demasiado lento para mi propio gusto, detesto cuando el tiempo da la impresión de haberse detenido, solo me transmite que el momento, ese momento, es uno el cual nunca voy a olvidar o sinceramente, es de lo más decisivos de la vida. Observo con cansancio mi departamento parece estar en buen estado a pesar de haber estado casi cuatro años desocupado y sin tener ningún mantenimiento o arreglo. Camino hasta la puerta y antes de tomar la perilla la puerta de abre de golpe, retrocedo por puro impulso, mantengo mis sentidos alertas, observo el interior de la casa, abro los ojos con algo de sorpresa al encontrar una chica de cabellos castaños oscuros, de ojos color gris con azúl, su piel blanca resalta un poco su aspecto y sus suaves rasgos, me había prometido a mi mismo tiempo atrás que no caería de nuevo que olvidaría todo, cada suceso, cada momento, fuera feliz o infeliz, dulce o amargo, olvidaría a cada persona, incluida la que está frente a mí.... La persona que más quería olvidar en la vida, aparece como obra de un chiste de mal gusto. Sus ojos se llenan de sorpresa, su expresión serena cambia a una de tristeza, un brillo se apodera de sus orbes, pero no era un brillo normal, realmente estaba reteniendo las lágrimas, queriendo hacerse la fuerte, esa es una de las razones por las cuales mi odio comenzó a surgir en su contra, esas miradas, esas sonrisas, esas palabras, esos pensamientos, ella... Todo lo proveniente de ella es mentira, ¡Todo es falso!, ¡Todo fue una completa ilusión!
- Volviste...- logra mencionar con la voz temblorosa.
- .....- no respondo, me limito a recuperar mi postura- No creí que serías a la primera que vería y menos en mi departamento.
- Me encargué de mantenerlo aseado, funcional y en buen estado- explica sonriendo, aprieto los puños, unas cuantas lágrimas comienzan a fluir- ¡Creí que nunca te iba a volver a ver!
- ¡Cállate!- exigo alzando la voz hacia una mujer, por el momento eso no me importaba en lo absoluto- ¡No quiero escuchar tus estúpideces!, ¡Quiero que te largues de mi departamento, de mi presencia y de mi vida!- gruño completamente molesto- ¡Desaparece de una vez!- su rostro se desfigura a uno lleno de miedo.
- ¿Q-qué te pasa?- titubea al preguntar, puedo notar lo asustada y nerviosa que se encuentra por mis exigencias y aptitudes.
- ¡No me ocurre absolutamente nada!- me acerco a paso rápido a ella, la tomo de la muñeca izquierda, jalándola fuera de mi propiedad- ¡Nada que a tí deba importarte!- aprieto con fuerza su muñeca, ella se queja del dolor.
- ¡Vas a partirme la muñeca!- me grita con dolor, me lanza una fuerte bofetada al rostro, suelto su muñeca, volteo a mirarla con odio- ¡No se que diablos te pasa pero este no eres tú!, ¡¿Qué ocurrió contigo?!
- ¿Nunca has escuchado la frase de que nunca se llega a conocer completamente a la personas, menos a las personas que creemos amar?- le pregunto con asco en la voz, hablar de ese tipo de temas me dan náuseas.
- Si, la he escuchado- responde de forma altanera- Tienes algo en contra mío, ¡¿Es por eso que te fuiste?!, ¡¿Qué te marchaste sin que me pidieras acompañarte?!
- ¿Yo?, ¿Querer tú compañía?- pregunto con sarcasmo- No me hagas reír, tú eres el factor menos importante en mi vida, ¿Para que querría a alguien como tú a mi lado durante este largo tiempo?
- ¡¿No quieres tener a tu lado a la persona que mejor te entiende en este podrido mundo?!- me reclama de forma descarada- ¡¿No recuerdas por todo lo que tuvimos que sufrir?!- se descubre el hombro mostrándome esa marca, esa asquerosa marca que nunca será borradas de nuestra piel- ¡Todas esas humillaciones, maltratos, los rechazos...!- se abraza a sí misma- ¡¡Las miradas de las personas!!- con cada hecho que lanza al aire, me obliga a callarla con un fuerte grito.
- ¡¡Deja de vivir en el pasado maldita sea!!- le riño- ¡¡Nada de eso importa ahora!!, ¡Olvídalo!
- ¿Qué lo olvide?- pregunta en voz alta, su mirada muestra furia- ¡¡¿Quieres que olvide a todas las personas que robaron nuestro futuro?!!- me grita con fiereza, cuando comenzamos a discutir nunca nos ponemos de acuerdo en ningún punto- ¡¡Si los olvido significa que no podré caminar con la frente en alto!!, ¡¡Que no he aceptado todo lo ocurrido!!
- Si ya aceptaste todo lo que engloba el pasado.... ¡¡¿Por qué diablos siempre me lo echas en cara todo el tiempo?!!- reclamo una explicación que valiera la pena.
- ¡¡Por qué vives huyendo de la realidad, de tus recuerdos, de las heridas del corazón, de ti mismo!!- el escuchar semejante patraña me pone aún más furioso.
- ¡¡Tú eres la única que ha mentido toda la vida!!- veo duda en su mirar- ¡¡Tus sonrisas siempre fueron falsas, tu mirada le mentía al mundo, tus palabras y frases, sólo han sido manipulaciones!!, ¡¿Algo de tí ha sido real!?
La veo suspirar con cansancio y molesta, aparta la mirada un momento, la veo sonreír, sus ojos grisáceos con tonos azulados voltean a verme con atención de nuevo, su mirada se muestra cálida.
- Todo ha sido real- responde sin titubeos, ni nerviosismos, lo único que está logrando es elevar mi rabia contra ella- ¿Cómo puedo mentirle al mundo? ¿Cómo puedo demostrarles que me siento bien?- sus interrogatorios me comienzan a desfigurar las facciones de mi rostro- ¿Cómo sonreír cuando siento tanto dolor, odio y sufrimiento por dentro?- sus palabras siguen demostrándome lo que oculta todo el tiempo- Detesto que la gente crea que puedo estar bien, cuando es todo lo contrario, odio al mundo y el mundo me odia a mi- su sonrisa se borra, noto que su mirada se ensombrece- Y por lo que veo, la única persona que me importa en el mundo, me odia también- guardo silencio sin romper la cara de enojo que tengo- Mejor me marcho, ya te amargué el día y el final de tú viaje- acerca su mano a mi rostro con intención de darme esas caricias que siempre suele darme, aparto el rostro- Entiendo, ya no volveré a molestarte- da una reverencia y se retira. Observo como se aleja a paso rápido, no puedo soportar el que este tipo de cosas ocurra, menos con ella, después de todo ha sido la única que ha pasado tanto tiempo a mi lado.
Entro a mi departamento, azoto la puerta, miro el interior del lugar, todo está justo como lo dejé, incluso limpio, tal parece dijo la verdad al estar pendiente de este lugar, siempre preocupándose demasiado por alguien que nunca le ha demostrado algún afecto por ella, ojalá con esto deje de querer seguir a mi lado sin esperar nada a cambio, aunque esto último estoy seguro que ya lo sabe. Subo a mi habitación, lanzo mi mochila a un rincón del limpio lugar, me refriego el rostro con cansancio, noto que me reflejo en un pequeño espejo antiguo que cuelga sobre mi pared, miro mi aspecto, mi cabello oscuro a pesar de haberlo cortado de forma tan dispareja hace casi un mes atrás, parece un bosque boscoso, me molesta en los ojos dificultando mi visión. Busco una pinza de pasador, tomo los mechones que caen sobre mi frente, lo acomodo de mala gana y los sostengo con la pinza, descubrimiento mi rostro, mis orbes color miel con detalles rojizos no muy llamativos me observan con pesadez, incluso de forma acusadora, lo ignoro y me dirijo al baño a darme una ducha digna, no una rápida en algún lago que me haya encontrado, me falta demasiado aseo personal debo admitirlo.
......
Pasé como una hora completa dentro del baño, me encargue de cortar de una mejor forma, por decirlo de algún modo mi cabello, hice un intento inhumano de mejor su apariencia, lo cual creo que logré, por un mal cálculo tiempos atrás, tendré que dejar que vuelva a creer de nuevo, para tenerlo como me gustaba, aunque siendo sincero, no me corté los mechones que caen en mi cara, supongo que lo haré mañana, cuando tenga las energías renovadas, tanto estrés en un sólo día me deja agotado, me dejo caer en la cama con una piedra, cierro mis ojos y abandono el mundo real para trasladarme al mundo de los sueños.
........
Ha pasado un mes, he retomado mi antigua vida, seguir con mis antiguos negocios, hacer ejercicio, investigar, la rutina diaria, en cierto modo comienzo a creer que la razón por la cual decidí irme fue para dejar toda esta mierda atrás, pero, todo me ata a todo, si quiero deshacerme de estas ataduras para desaparecer de nuevo del mapa, debo realizar mi trabajo con precisión y profesionalismo, un simple error y tendré que comenzar de nuevo, sin chances de alejarme de todo lo que me presiona los hombros.
En mi rutina diaria de ejercicios, que al terminar, voy a la misma cafeteria de siempre, donde las personas como yo, intentan avanzar ocultándo sus identidades, ese lugar es donde todos buscan un refugio para seguir adelante, lo único favorable, es que donde está establecido el negocio, donde estamos establecidos la mayoría, es un lugar concurrido por personas adineradas, sin preocupaciones importantes a parte de las habituales de buena etiqueta, protocolo, mostrarse a los otros como familias nobles simples, queriendo mejorar su estatus social, es lo que más me molesta, pero de por sí, este lugar es el más seguro, según algunas de mis investigaciones, unos cuantos ya fueron encontrados, interrogados, torturados y posteriormente asesinados brutalmente, diría que tengo suerte de seguir vivo, pero las teorías de la buena y mala suerte me parecen tan erróneas, estúpidas, en fin, un vil engaño, sólo me limito a pensar, que es un día más en el cual he logrado sobrevivir, es lo que siempre pienso en las mañanas, cuando me encuentro de frente con el mundo donde habita la realidad. Entro al lugar, las meseras al verme me saludan con una inclinación de cabeza y comienzan a preparar mi orden, lo habitual, un par de tostadas francesas, con algunas galletas bajas en azúcar, incluidas por parte de las meseras, a lo cual nunca he puesto problema y un café negro sin azúcar. Me pasan periódicos de otras partes del mundo, lugares donde están establecidos nuestros compañeros, solemos estar informados de lo que pasa con los nuestros, de no hacerlo, seríamos unos totales ingenuos e imbéciles, la campanilla suena informando la llegada de otro cliente, no levanto la vista en ningún momento, puede ser cualquiera de los ricachones que suele frecuentar el negocio por los famosos postres que ofrece el establecimiento, al escuchar el nombre familiar de una chica me obligo a levantar la vista, ahí estaba ella, frunzo el ceño un tanto confundido, ella nunca venía a este lugar, su forma de hacerse pasar por los de clase alta le otorga beneficios que ha sabido aprovechar para obtener mejor información, que al día de hoy aún aparece en mi puerta, pide un par de los postres, al sentirse vigilada voltea a verme, sólo efectúa su habitual reverencia inclinando su torso hacia adelante como si fuera un noble y vuelve a lo suyo, desde nuestro último pleito, no volví a cruzarmela en ningún momento, inspecciono su ropa, una la cual nunca ví en la vida, llevaba un top deportivo y una especie de licra pegada al cuerpo que resalta sus largas piernas, su vestimenta me importaba cinco, pero al ver su espalda cuando se disponía a retirarse, pude notar una cosa, parte de la marca se alcanzaba a notar, dejándola en evidencia, dejo de lado los periódicos, tomo un suéter que suelo llevar conmigo por si la lluvia afecta mi rutina diaria, informo mi pronto regreso en cinco minutos y salgo tras ella, la veo caminar muy tranquila por las calles sin importar el ser vista por estar de exibicionista, la alcanzo, le pongo el suéter de forma improvisada pasando las mangas sobre los hombros, la volteo de forma brusca tomándola por sorpresa.
- ¡¿Estás loca acaso?!- comienzo a gritarle, alza una ceja y hace una mueca con los labios dándome a entender que no entiende a que me refiero, me acerco a su oído derecho- Estas mostrando la estúpida marca, ¡¿Qué no lo sabes?!- le riño entre susurros.
- ¿Te refieres a eso?- pregunta divertida, me separo de ella mostrando mi inconformidad ante su respuesta- Mantente tranquilo- dice con serenidad- Mi top deportivo no es lo que creen ver- comienza a explicar- Las personas que me ven piensan que llevo una camisa con estampados que muestra mi cadera, la gente como tú, ve la realidad.
- ¿Conoces las tácticas ilusorias para engañar los ojos y la mente humana?- pregunto con sorpresa.
- Por supuesto, no he perdido ni un minuto, en estos años- habla con arrogancia- Me he obligado a aprender nuevos trucos para mejorar mis poderes.
- Hasta que por fin haces algo productivo- aparto mi pertenencia de su espalda y hombros- En vez de estar con los nobles deberías enfocarte en otras cosas.
- Nunca estuviste de acuerdo con lo que hago- suspira- Tengo un poco de prisa, así que me retiro- hace su reverencia y me da la espalda para comenzar a caminar, abro los ojos con cierta sorpresa, era la primera vez que no hacía el ademán de tocarme el rostro, incluso ella fue la que cortó la conversación, siempre soy yo quien lo hace.
- ¿Se ha resignado por fin?- pregunto al aire- Una buena noticia para el día de hoy- observo su espalda una vez más al igual que sus curvas, puedo incluso jurar, que ha comenzado a hacer ejercicio y mejorar su alimentación, hoy debe ser uno de esos días en las que las mujeres suelen pecar en su rutina de alimentos.
Vuelvo sobre mis pasos a la cafetería, retomo mi postura después de tomar asiento en mi antigua mesa, vuelvo a mi lectura e ignoro mi pequeña platica de hoy con la chica de cabellos castaños.
........
Ha pasado un mes más, hoy ha sido de esos días que mi rutina se vió perjudicada por la lluvia, al menos, estaba lloviendo cuando desperté y no cuando estaba en medio de un bosque algo alejado de la civilización, estoy obligado a investigar lo que resta del día hasta avanzada la tarde, un viejo amigo me invitó a un bar a tomar unos tragos, de paso, conseguir alguna mujer para pasar la noche, ya no recuerdo la última vez que tuve una de esas noches prometedoras, pero ya están haciendo falta. Me siento frente a mi escritorio, saco mi reflector visual, mi computadora y más aparatos que evitan que rastreen mi dirección IP, mi ubicación o lo que estoy buscando en la red profunda. Al no obtener nuevos resultados de investigación a las tres horas, me dejo caer como peso muerto en mi cama luego de apagar mis aparatos electrónicos. Ha pasado un buen tiempo que el alcohol no ha infectado mis sentidos, mi metabolismo, ni mi razón, será entretenido el cambio de rutina que llevaré a cambio, me dispongo a dormir, pero unos fuertes llamados a la puerta principal, perturban mis propósitos, gruño, salto de la cama, bajo las escaleras al piso inferior, abro la puerta y me doy cuenta de quien es la causante de mis perturbaciones.
- ¿Se puede saber qué haces?- pregunto con seriedad.
- Trai...go... informa....ción... im....portan....te....- dice mientras recupera la postura, está agitada, debió correr lo más rápido que pudo para traerme la información.
- No era necesario que tocaras, hubieras dejado la...- me interrumpe.
- ¡No!- chilla- ¡Te das cuenta de lo que dejo aquí cuando sales de esta cárcel!- me grita- ¡Por eso me tomé el atrevimiento de tocar!
- Espero valga la pena- me extiende la carpeta, la tomo y comienzo a hojearla- Entra- le ordeno mientras camino a mi estudio, escucho como cierra la puerta, sus pasos apresurados se unen a los míos, me detengo en seco al leer una parte subrayada con violencia, siento como el cuerpo de ella choca con mi espalda- ¡¿Esto es verdad?!- le pregunto volteando a mirarla.
- Quisiera decirte que es mentira pero estaría mintiendote de forma descarada- dice con nerviosismo.
- ¿Qué estás ocultándome?- pregunto sin rodeos.
- Mejor te lo muestro- se da la vuelta dándome la espalda, toma los lados de su camisa y la tira hacia arriba sacando la prenda de su cuerpo, quedo helado cuando me doy cuenta que va en serio, se retira su larga cabellera de la espalda posándola sobre sus hombros dejándome a la vista la piel de su espalda.
Abro la boca con sorpresa e incredulidad, su marca era diferente, la marca que distinguía a los que controlaban el agua se ha modificado, la representación de la gran cascada con un pequeño lago de agua cristalina desapareció, en su lugar, un iceberg en medio de algo de mar lo sustituye, su información de la evolución de las marcas de algunos de nuestros compañeros está siendo comprobada por mis propios ojos. Intento hablar pero no me salen las palabras, no quieren fluir, no quieren brotar. Sigo mirando la marca con atención, ella se mueve mirándome de perfil.
- ¿Ahora ves porque era urgente?- pregunta, me limito a asentir, dejo de mirar su espalda, retira su cabello de su hombro lanzándolo hacia atrás, puedo notar que se cubre sus zonas privadas con la blusa- ¿Has notado algún cambio en tú marca?- me pregunta.
- No suelo verla muy seguido, la última vez que quise verla fue hace una semana.
- Ya he confirmado varios casos- dice ella- Varios hombres y mujeres acudieron a mí para pedirme una posible explicación del porque podían convertir el agua en hielo o porque de poder controlar el viento a su favor, pueden crear ambientes venenosos, de tal forma que las toxinas afectan de inmediato a las personas que no son controladores, un sólo caso de algún controlador de la tierra he confirmado, de pasar de crear terremotos, daños en los suelos superficiales, puede crear variaciones en la superficie terrestre como fango, arenas movedizas, precipicios, crear cráteres y una destrucción masiva del terreno, ningún caso de algún controlador del fuego evolucionado me ha llegado- me explica- Me dí cuenta de que mis poderes están descontrolados cuando fuí a beber agua esta mañana al volver de una reunión con los nobles, mi sólo tacto con la base de cristal fue necesaria para que el agua se volviera hielo, verifique mi marca y es tal como lo imaginé, es igual a los otros tres casos que he examinado.
- ¿Crees que sea posible que yo...?
- Vine a confirmarlo- responde con decisión- Quítate la camisa- me pide, me doy la vuelta, siento que ella hace movimiento, agradezco en mis adentros que se cubriera, el verla casi desnuda me recuerda que llevo tiempo en ayuno, me retiro la camisa, siento su tacto sobre mi espalda y me estremezco, es diferente sentir su tacto en la piel de mi espalda que en mi rostro.
- ¿Algún cambio?
- ......- no responde.
- Te hice una pregunta responde- exijo.
- S-si- musita casi sin voz- Ahora tienes un río de magna proveniente de un volcán y un par de asteroides dirigiéndose a ese río- no puedo evitar demostrar mi impresión- Las pequeñas antorchas que antes tenías desaparecieron, ahora creo que puedes controlar la lava, el magma- dice con voz temblorosa.
- ¡¿No intentas tomarme del pelo?!- me doy la vuelta y la confronto.
- ¡Si no me crees iré por un maldito espejo!- dice molesta- ¡Entra al baño y espera ahí!- camina a las escaleras, escucho sus pasos por el piso de arriba, a regañadientes entro al pequeño cubículo, unos segundos la veo entrar al lugar, posicionarse detrás de mí, oculta su rostro con el espejo, veo mi marca y maldigo en mis adentros en desconfiar en esta mujer en estos precisos momentos- ¡¿Ahora si estas contento?!- exclama bajando el espejo que oculta sus rasgos faciales.
- ¿Soy el único?- le pregunto.
- Registrado por mí si- válida mi cuestionamiento.
- Debo conseguir dominar mis nuevos poderes.
- Va a ser difícil- dice la castaña- Si en serio puedes manejar el magma que es mas letal que el fuego, tendrás que ir a entrenar a alguna zona volcánica.
- Es demasiado extremo.
- Lo sé, pero es lo único que se me ocurre- observo su cuello unos segundos, mirando con atención la piel, todo gracias al reflejo del espejo- ¿Has estado con alguien?
- ¿Qué?- pregunta con sorpresa- No- niega- Hace como cinco o seis años que no hago esas cosas, ¿Por qué diablos me preguntas eso?- inquiere nerviosa.
- Gracias a que te desnudaste frente a mí sin peros...- la veo abrir los ojos aún más de lo normal- Y yo estoy en el mismo estado pasivo que tú, me has encendido.
- Santa mierda- maldice- ¡¿Cómo me sales con esas cosas?!, ¡Consigue a alguien más!
- ¿Quieres decirme que no quieres repetir lo de esa vez?- pregunto con una sonrisa zocarrona.
- ¡Estábamos borrachos!- chilla saliendo del baño- ¡Te recuerdo que me insultaste, me sacaste a patadas de tú antigua casa y me culpaste de lo sucedido!, ¡Cuando el que me sedujo fuiste tú!
- Está vez es diferente- hablo caminando detrás de ella- ¿No quieres volver a sentirme?, ¿No quieres que vuelva a tocar tú piel?
- Para que vuelvas a ignorarme, no lo creo- respondes con amargura, te alcanzo y te tomo de la cintura pegándote a mi torso, pegas un pequeño grito por la repentina acción.
- Estoy consciente de que quiero recorrerte de nuevo- hablo cerca de tú oído- ¿Acaso en serio no lo deseas?
- Mentiría si dijera que no- responde con la respiración entrecortada- Pero si aceptara me haría daño a mi misma, yo no lo veo como un acto de una noche, yo lo veo de otro modo.
- Arruinas los momentos con esas cursilerías- bufo molesto- Ya te he dicho que no obtendrás nada de mí- insisto hablando sobre tu cuello- Ya deberías saberlo muy bien, por hoy sólo deseo un poco de placer proveniente de tí y viceversa, será lo único que obtendrás de mí.
- Haz lo que quieras- se aparta de mí agarre, deja el espejo apoyado entre dos sillones de la sala- ¿Alguna vez dejarás de verme como una simple controladora del agua?, ¿Cómo una simple mujer?- pregunta, voy a responder pero me interrumpe- Nunca lo harás, después de todo no significo nada para tí- me mira directamente a los ojos- Adelante, obtén lo que deseas, actuaré como sumisa este día.
- Eso era lo que quería escuchar, aunque es mejor que no actúes como sumisa- me acerco a tí de forma peligrosa.
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