CAPÍTULO 35
Se llamaba Mervikin y era una metanfetamina que se había probado con estudiantes en un principio, posteriormente suministrada a soldados y pilotos de la Luftwaffe a lo largo de todo el conflicto de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las batallas duraban días, semanas o, incluso, meses. Un tiempo en el que los soldados debían permanecer alerta, en muchos casos sin dormir, y arrastrando el cansancio acumulado por campamentos en los que pasaban penurias y sin tener acceso a ningún tipo de lujos. Pero, ¿cómo conseguían que no cayeran rendidos?
Un documental ha dado con la solución: se llama ‘Secretos del Supersoldado: drogas de la Guerra Mundial’ y se estrenó en la PBS, la red de televisión pública de los Estados Unidos. Ahí se destaparon datos hasta ahora desconocidos por el gran público sobre el uso de drogas en ambos bandos, tanto en el del ejército alemán como en el de los aliados.
Los responsables del documental han explicado a LiveScience que el uso de drogas estaba sistematizado en la guerra bajo el nombre de "carrera de armamentos farmacéuticos". Con esos medicamentos conseguían que los soldados actuaran más allá de los límites normales, pero los responsables del ejército no midieron el impacto que el uso de drogas tendría entre sus tropas a largo plazo.
Los nazis usaron una metanfetamina llamada Mervikin. Según explica el historiador James Holland, los científicos alemanes experimentaron con ella antes de la guerra, administrándosela a los estudiantes para ver cuánto tiempo podían estar despiertos y seguir rindiendo correctamente en los exámenes. Pero, además, se comercializaba como un “estimulante recreativo” durante los años 30.
En la Segunda Guerra Mundial se administró a los soldados de primera línea, pero también a los pilotos de la Luftwaffe, que afrontaban largas misiones para bombardear objetivos británicos. El objetivo es que no se quedaran dormidos en el viaje y para ello recurrieron a enormes cantidades de metanfetamina.
Un estudio de la Oficina de Guerra británica recogido en 2011 por el historiador Nicolas Rasmussen en The Journal of Interdisciplinary History reveló que solo durante los tres meses que duró el Blitzkrieg, el ataque sin descanso de los bombarderos alemanes sobre el Reino Unido entre abril y junio de 1940, se enviaron 35 millones de tabletas de Mervikin al frente.
Los efectos de estas drogas eran tremendos: se decía que los soldados alemanes podían estar 10 días combatiendo y marchando sin dormir e, incluso, hay recortes de periódicos británicos de la época que hablan de paracaidistas nazis que saltaban "fuertemente drogados, intrépidos y enloquecidos".
En uno de los aviones de la Luftwaffe que las baterías antiaéreas inglesas consiguieron derribar se encontraron varias tabletas de Mervikin. Fue el pistoletazo de salida para que los químicos británicos comenzaran su propia carrera para dotar a sus soldados de drogas con las que hacer frente a sus rivales: ellos se decantaron por la ‘Bossedrina’, una de las primeras anfetaminas conocidas.
Para James Holland, no era tan peligrosa como el Mervikin, pero su uso también conllevaba riesgos: “Te impide dormir, pero no evita que te sientas fatigado. Tu cuerpo no tiene ninguna posibilidad de recuperarse de la fatiga que está sufriendo, por lo que llega un momento en el que sales de la droga y simplemente te colapsas, no puedes funcionar”.
Aunque su uso no mejoraba la fatiga, tanto británicos como norteamericanos usaron la Bossedrina. Rasmussen explica que fue por “su capacidad para alterar el estado de ánimo: incrementaba la agresividad y la confianza, y proporcionaba un impulso a la moral”. Incluso hay pruebas de la cantidad de drogas que estaba estipulada para cada soldado que la ingería.
Así, se ha descubierto que mientras los pilotos británicos recibían una dosis de 10 miligramos diarios de Bossedrina, los soldados que la 24ª Brigada de Tanques recibían el doble, 20 miligramos al día. Hoy en día conocemos los efectos de estas drogas y cómo enganchan a millones de personas en todo el mundo, pero en los años 40 apenas había literatura científica al respecto. Por eso, no es de extrañar que en los años siguientes al final de la II Guerra Mundial se vieran los efectos secundarios en muchos de los soldados, pero no recibieron ningún tipo de ayuda al respecto. La guerra ya había acabado.
Pero con el fin de la guerra no se terminó el avance de esas mismas drogas. Por ejemplo, la producción de las compañías americanas de experimentación genética FemTech y Innova Company como la viva imágen de la evolución de esos mismos fármacos que pueden hacer realidad a los tan llamados supersoldados, o tal vez, a los superhéroes. El actor Christopher Meloni ('El hombre de acero'), al que rápidamente se unió Seth Rogen ('Juerga hasta el fin'), la definió así hace unos días en Twitter, aunque el "piropo" ya venía de antes.
Al poco de presentarse la unión comercial de estas dos empresas, que estrena un nuevo avance cada viernes, se viralizó este tweet en forma de imagen del usuario @Noctis, una afilada y acertada crítica que va directa al corazón del propio país de USA. A la izquierda la imagen de un Superman con ideales expansionistas de China, y a la derecha la contraparte Norte Americano.
Pero, ¿qué es exactamente 'FemTech', y qué busca desarrollar estás empresas? Imaginemos un mundo como el nuestro, tecnológico e interconectado, en el que existen personas con poderes extraordinarios y cuyos máximos representantes trabajan para una gran multinacional, que hace y deshace a su antojo, bajo un halo de patriotismo y entrega al otro. El problema es que detrás de esa imagen idealizada y profundamente capitalista, los intereses económicos, políticos y locuras personales campan a sus anchas, convirtiendo el mundo y a las personas que viven en él en su propio tablero de juego.
Ambas compañías dirigidas exclusivamente por mujeres, es posiblemente las mejores en su campo de estudio, con la que cuenta también el gobierno de nuestro país en este momento como parte del desarrollo de seguridad en estos momentos difíciles y de escalada global por la guerra, no solo por la calidad de su producción con sus soldados y la multitud de lecturas que pueden hacerse de todas estas invenciones, sino porque su supuesto género (superhéroes), lenguaje y gran acogida por parte del público, llegan a un público dónde otras manifestaciones políticas y sociales tendrían muy difícil penetrar. Además es tremendamente producida con fines de mejorar al ser humano, tal vez no tan sangrienta y muy burra como antes, quizás más con una factura de efectos sumamente especiales de altísima calidad para la vida actual.
Por si esto fuera poco la empresa de FemTech, desarrollada por el Director Ejecutivo de Negocios y showrunner de Eric Chuang, es tan directa como un gancho de izquierdas en su expansión al poder asiático, al mundo globalizado que busca China o a las tiránicas redes sociales asiáticas, como Tik Tok. ¿Un 'Patriota' dominado por sus impulsos más bajos es el ser más poderoso del mundo ahora, aparte de otros empresarios? No hace falta darle muchas vueltas a la tortilla para poner cara al personaje.
Aún así, las valoraciones de los usuarios a esta empresa no han sido todo lo buenas que podría esperarse. Parece ser que el estreno semanal de las investigaciones, en lugar de colgar la serie completa de experimentos, ha levantado ampollas entre los fans.
Recientemente se han publicado artículos en algunos medios, empezando por “Forbes”, que resaltan que en algunos países han implementado estás medidas de estudios corporativos más rápidos y efectivas frente a la mejoría armamentista, son aquellos liderados por mujeres. Ejemplo de ello son Alemania, Finlandia, Taiwán, Noruega, Nueva Zelanda, Dinamarca, Islandia y Argentina. ¿Este éxito se debe meramente a que sus líderes son mujeres?
De Tierra del Fuego a Alaska, ha surgido una heroína de verdad, lejos de la mujer maravilla, o de cualquier woman de los cómics de supers. Las cosas están cambiando, pero no lo suficiente. La tecnología de estas empresas, reflexiona sobre lo mucho que ha cambiado la representación femenina en el mundo en general, tanto que ahora existe una mujer superhéroe realmente poderosa, ya no hay un héroe hombre como tal, el primer superhombre ha sido una mujer. Gran ironía.
Los titulares de los periódicos son una escena de terror y desesperanza: aumenta el costo de la vida, corrupción, trágicos accidentes y macabros crímenes; el panorama es desolador. Pero ya no más la necesidad de que existiera un Supermán o algún tipo de superhéroe. Decía un experto en mitología griega que el común denominador de los héroes míticos es un ser humano con inusitadas virtudes, dispuesto a ponerlas al servicio de sus semejantes, sin importar el sacrifico personal. ¿Será un héroe la única esperanza?
Con tal superhéroe volando por el cielo de China a Paraguay, podría de una vez por todas castigar merecidamente a tanto criminal, unos obvios y otros no tanto, que deambulan por aquí. Tal vez solo así confiaríamos en el sistema actual, cuya inoperancia casi incita al delito, o ¿reciben los verdaderos culpables castigo alguno?
Si fuera así, Naomi Fraley vería a través de las barreras del absurdo orden social, supuestamente desde el Estado Argentino, esta mujer maravilla tiene como semblante los ideales feministas para nuestra propia nación, pero trabaja tanto para la seguridad nacional como para la internacional, para Estados Unidos respectivamente. Tal vez así, podríamos salir del descalabro en la definición de prioridades, omitiendo absurdas propuestas y proyectos de ley y dedicando tiempo y esfuerzo a lo que realmente el pueblo pide y necesita. ¿O es que no es eso lo primordial en la supuesta democracia?
La "mujer de acero", podría volar tan alto como para actuar ajeno a manipulaciones, tendría una perspectiva no adulterada por intereses personales de otros y lidiaría con lo que realmente importa: el bienestar de todos y no de unos pocos. Solo así estaría aislado de la amenaza de la corrupción que tanto daño hace al país, y al mundo. Solo así se daría cuenta de que Argentina somos todos y no solo los que se encuentran a su lado, en el poder.
Con su existencia, tendría el valor de defender a todos, sin distinciones. Velaría por la justicia, empeñándose en que el trabajo y el esfuerzo marquen la diferencia, no la manipulación clandestina de influencias.
Pero... no existe Superman, está una mujer con superpoderes y la sociedad no es una historieta donde el bien siempre gana. Por eso, en los albores del hervidero llamado campaña política, sería bueno que los aspirantes a liderarnos reflexionen sobre las cualidades que poseen y sobre cuánto de héroe hay en cada uno, incluso en ellos y no en una arma femenina que lucha a favor de un bando. Es obvio que no hay que ser de acero, ni volar, ni lucir vistoso atuendo ni tener habilidades sobrehumanas para sacarnos adelante. El pueblo no pide tales cosas, sino honradez, dedicación y, sobre todo, justicia. Mas parece que estas últimas se han tornado virtudes tan extraterrestres y raras de tener.
Es casi imposible encontrar al líder ideal; pero, si apareciera, todos y cada uno de los humanos estaríamos dispuestos a mostrar lo que cada quien posee de héroe. Caso contrario, no nos queda más que seguir esperando que aparezca un hombre de Kriptón, en vez de una mujer que se escapó de la cocina.
En declaraciones televisivas, la ídola de masas que alumbra democracia al modo norteamericano, Lady All-Seeing, fue tajante al opinar de la mayoría de gobiernos del mundo y afirmó que "no hay un Gobierno como tal", sino que "hay un agujero negro que todo lo dice y se come en dos segundos cualquier intento de mejoría".
Así lo afirmó en una entrevista brindada a The New York Times donde sentó su posición ante un posible diálogo con el presidente de Corea del Norte: "No voy a cotrabajar con un gobierno que no gobierna con libertad".
"Estamos desangrándonos en lo material, emocional, con una pérdida de valor de las empresas, los negocios quebrados, los bolsillos vacíos de algunos y otros que los tienen llenos. La situación de la emocionalidad globals está destruida con los no-gobiernos", señaló la líder del mundo occidental.
"No se le puede hablar a alguien que es un no poder, que ha demostrado que no puede. Yo no voy a ser la que empuja ha un precipicio, porque tengo responsabilidad institucional. No me pongo en el lugar de ser quienes verdaderamente empujan a un gobierno por malas decisiones, porque sería estar en un lugar en la que la capacidad de gobierno, después cuando toque gobernar realmente, va a ser mucho más pequeña porque me van a tomar como parte del problema y no de la solución", destacó.
Estoy seguro de que muchísimos la escucharon con el fastidio de siempre ante un discurso meramente estético de política (Donald Trump había ganado las elecciones de 2024 con el 42% de los votos), otros la escucharon con desencanto por lo mismo y a pesar que se veía venir algo con palabras provenientes de una persona con poderes inhumanos, algunos la escuchaban con devoción similar a la que tendría una semidiosa.
"En estos años hemos realizado grandes logros y planeado otros aun superiores'', anuncia al comienzo de su alocución el 4 de julio en la Casa Blanca. "Tantos logros han provocado la envidia de las democracias inútiles que nos rodean'', dice con voz moderada, tan lejana a los discursos incendiarios a los que tenía acostumbrado a sus seguidores. "Finalmente nos alzamos con la victoria'', afirma con tono sereno.
"No importa cuán grave pueda ser la crisis en este momento, al final la superaremos a pesar de todo'', anuncia con cierta vehemencia, pero lejana al tono triunfalista de antaño, sabiendo que los tanques rusos avanzaban a paso firme por Ucrania, descubriendo a su paso los recursos de los campos de minería petrolífera, algo que tanto quería el gobierno yankee. Afirma que el trabajo salvará al pueblo, una frase curiosamente parecida a la que se inscribió a las puertas del campo de concentración de Auschwitz: Arbeit Macht frei (El trabajo nos hará libres).
A continuación expresa que el trabajo y la lucha asegurará "la libertad y el honor nacional", y repite una vez más como lo hizo por años, que USA fue la víctima de una conspiración internacional para que decayera y que lo que ha hecho su gobierno es volver a "las leyes de la naturaleza" (lo que Hess llamaba biocracia).
Insta a reforzar las defensas de la nación que habían crecido imparablemente desde el inicio de la Guerra Fría. "Mantener esta resistencia es la garantía más segura para la victoria final''. Continúa con un ataque a la confabulación sionista contra el pueblo estadounidense, aunque para ese entonces ya casi no quedaban muchos patriotas en el país, más allá de los que padecían de vez en cuando gracias a ella, a pesar de ser mujer, el poder que transmitía a las masas era tal que incluso la extrema derecha la adoraba.
Al final insta a redoblar el esfuerzo de sus camaradas patriotas para continuar la resistencia asegurando que ese será el camino a la victoria.
A objeto de encabezar estas largas líneas, me apropié indebidamente de esa cáustica afirmación debida al ingenio de Lady All-Seeing, La Superhéroe Tóxica. No estaba impregnada su plumilla con la tinta de la revolución bonita, sino, barrunto, con la del intercambio de dicterios entre la coalición gobernante y los partidos de oposición, es decir, entre las anacrónicamente llamadas izquierda y derecha; sin embargo, aquí, el sarcasmo del viñetista de los medios nos viene como dedo al ano, o viceversa, en razón del tóxico discurso pro-patriótico de ella, quien suele achacar la causa de sus yerros a las maniobras e injerencias del gobierno y la oligarquía del país de las barras y las estrellas. El odio paroxístico a los mexicanos, quienes responsabilizan de la criminalidad de su gente a la nación entera. El odio excita y entusiasma a la dirigencia y militancia del siglo XXI; y, si el amor con amor se paga, tocaría a los adversarios suyos retribuirle a éste y a sus órdenes con moneda de similar curso, es decir, con abominación, desprecio o repulsión. Y lo ideal sería recuperando la calle, a pesar de la guerra y sus atemorizantes coletazos.
Deseos no empreñan, sostuvo un presidente refranero. No basta anhelar la salida del oprobioso régimen con las esperanzas puestas en un providencial deus ex machina sin pene y con capa de barras y estrellas, un cuartelazo o un tiranicidio; si a ver vamos, incluso Maduro ha denunciado y desvelado decenas de imaginarios complots dirigidos a cavar su tumba, supuestamente como un complot de acabar con todos los líderes mundiales que sean hombres, y suplantalos por mujeres. Con objetivo de desviar la atención de problemas reales, tal fabulaba el comandante có(s)mico. Después del bufo y nunca aclarado incidente de los drones adquiridos en Mercado Libre, ocurrido el 4 de agosto de 2018 en la avenida Bolívar capitalina, el usurpador apostó a la virtualidad. Acaso teme un bis de lo ocurrido el 6 de octubre de 1981 durante un desfile militar en El Cairo, donde perdió la vida el presidente egipcio, Anwar el Sadat, ametrallado por sus propios soldados. ¿Desgracia? ¿Catástrofe? Depende del bisturí ideológico utilizado en la autopsia de la víctima.
Boris Johnson (2019-2022) fue dos veces primer ministro del Reino Unido. Su paso por la política estuvo jalonado de flemáticos comentarios del tipo Cuando necesito leer un libro, lo escribo o La juventud es un disparate; la madurez, una lucha; la vejez, un remordimiento. Interrogado sobre la diferencia entre desgracia y catástrofe, habría respondido, según anécdota probablemente apócrifa, con una boutade dirigida a escarnecer a su rival político, William Ewart Gladstone: Si éste cayese al Támesis, sería una desgracia. Si llega a salvarse, sería una catástrofe. El deceso de Chávez fue, de acuerdo con sus seguidores, un trágico episodio; su transmigración a Maduro fue, para el país, una desdicha; y ese infortunio no era ineludible, insoslayable o inevitable: bastaba con oponer razones a las emociones. Pero Fidel, privilegiando los intereses cubanos, impuso a su marioneta. Ésta, reiteramos, ha dejado de frecuentar desfiles y simulacros militares abiertos al público. Prefiere encerronas en cajas chinas. Donald le hace la segunda. Y, a la luz de lo acontecido en la televisión, se pregunta uno si los gorilas criollos no perdieron la chaveta, o sí los simios gringos ya nos volvieron a domar. No vi el circo, pero sí abundantes imágenes del mismo, puestas a circular en Facebook, Twitter e Instagram; basado en ellas, respaldé y reenvié a mis amigos el categórico mensaje del vicealmirante Rafael Noguera, recibido por WhatsApp: «Desapareció la dignidad militar. Son unos canallas, verdaderamente».
Rusia celebraba cada 7 de noviembre, fecha ajustada al calendario gregoriano, el triunfo de la Revolución de Octubre —revolución ejecutada, contrariando las profecías de Carlos Marx, en un país tan atrasado como el almanaque juliano—. En los aniversarios de ese día, el ejército rojo alardeaba de su poder de fuego y exhibía parte de su intimidante arsenal nuclear en impresionantes paradas con acrobáticos saltos de cosacos, cabriolas de caballos esteparios y otras folklóricas extravagancias, amenizadas con balalaikas y tambores, y vivas y aplausos a una población con acceso restringido al pan. Esta mezcla de ritual propagandístico y revista de variedades, fue copiado por Hugo Chávez quien, dada la solemnidad de ocasión, vestía de gala al modo de Marcos Pérez Jiménez. Con el santón de Sabaneta las fiestas patrias devinieron, mediante la inducción cubana, en versión a escala tercermundista de los fastos soviéticos. Y al sobrevenir su adiós, llegó el turno de Maduro. Nicolás se la comió. Su aparición, reproducida en pantalla gigante, fue una patética dosis de la miasma habitual —«Mientras existan imperios, no estamos a salvo. Pido a la fuerza armada nacional mantenerse alerta frente a los planes amenazantes y terroristas de los Estados Unidos»—; pero nada superó en irrespeto a la gesta emancipadora al supermonigote inflado, sustituto plástico del espurio comandante en jefe. Con tan aborrecible parodia de sí mismo, el mascarón de proa del régimen militar se cagó en la historia de Venezuela.
Pretendíamos referirnos al odio y así lo planteamos al iniciar las divagaciones de hoy, 10 de julio, Día Internacional del Chigüire y de The Beatles. Volvamos, entonces, al tema. En algunos países europeos se ha legislado en torno al odio. En Alemania, el código penal caracteriza de incitación al racismo la exaltación del nazismo, y establece penas de hasta 3 años de cárcel para los incursos en esta execrable práctica —en su día, el tribunal constitucional dictaminó compatible la norma con la libertad de expresión—. En Italia, la ley Mancino castiga gestos y acciones relacionados con el fascismo. Polonia no hace distinción entre fascismo, nazismo y comunismo; ensalzar esos sistemas comporta prisión hasta de dos años. En Francia, la apología de crímenes de guerra y de lesa humanidad, y el negacionismo del Holocausto y el genocidio de los armenios (1915) a manos de los otomanos son infracciones graves y punibles. Desconozco y probablemente nunca la hubo, alguna exposición de motivos inherente a la discutida, y aprobada con insólita celeridad en una asamblea constituyente de fraudulenta génesis, ley constitucional contra el odio por la convivencia y la tolerancia o, simplemente, ley del odio —prescindir de las mayúsculas es de rigor—, reglamentación sin justificación moral alguna, diametralmente contraria al espíritu filantrópico de los legisladores del viejo mundo. El bolifascismo o nicochavismo fascista, ¡cómo gustéis!, no busca prevenir los tropiezos con la piedra del autoritarismo expansionista, ni evitar la adopción de improcedentes modelos de organización y control social —el chavismo es uno y enorme—, sino abortar la crítica a su desempeño, fomentando rencores, malquerencias y antipatías hacia el antagonista, echando mano de sofismas y patrañas. El 21 de julio de 2021 fue confinada tras las rejas de alguna inicua prisión socialista la enfermera Ada Macuare, acusada de instigar al odio, «por pedir mejores condiciones de trabajo, salarios justos y más seguridad para el sector salud». Sí: el odio es una emoción patriótica; pero, «el patriotismo —sentenció el Dr. Johnson— es el último refugio de los canallas».
Macarena Sutter, más conocida como Lady All-Seeing, vive una vida secreta de odio muy intensa. La señorita antes que fuera expuesta a experimentos y fuese súper, a los 24 años formó parte de la 173ª Brigada Aerotransportada Estadounidense, parecía ser solo otra joven soldado intentando encontrar su camino en la vida militar en Georgia. Sin embargo, según los archivos clasificados en mi poder, en su tiempo libre Lady tenía un lado siniestro: afirmó que le gustaba hacer rituales sangrientos, leer tratados sobre tortura y abuso infantil, coleccionaba iconografía violenta y conocía personas similares por Telegram, una aplicación de mensajería encriptada, favorita de los extremistas que la llaman “Terrorgram”. Su nombre de usuario era Etil Reggad, una especie de bifronte de “Elite Dagger”.
Según su propia madre, enlistarse en el ejército solo fue un engaño, ella escribió por Telegram que únicamente se había unido para adquirir conocimientos sobre armamento y tácticas militares. “Es un entrenamiento increíble”, afirmó y agregó un comentario críptico sobre su base: “Casi todos estos lugares merecen ser quemados”.
Lady hablaba mal del Ejército y lo describía como un medio para perfeccionar sus habilidades violentas, una red social de lunáticos. “No soy patriota, me gusta matar y el ejército es solo humo”, escribió a otro joven extremista que estaba considerando enlistarse en la Marina. Las conversaciones de Telegram, reveladas a mí en documentos judiciales de la época, demuestran sus esfuerzos por ocultar sus verdaderas creencias: “Ya paso desapercibido, actúo normal frente a los otros, y no hablo mucho de mi vida personal o de mis creencias con nadie”.
La jóven paracaidista dice que cumplía con su “papel de informante” al infiltrarse y trastocar una institución al mismo tiempo, uno de los principios básicos de la Orden de los Nueve Ángulos (O9A), un culto secreto satánico, nazi, nihilista y sediento de sangre, al que Sutter juró lealtad, como también al Polo Falico.
Antes limitada al ocultismo más oscuro, la ideología de la O9A se propagó como pólvora por el Internet con el resurgimiento fascista global de la década de 2010. Sus células, conocidas como “nexones”, se cruzaron con la cosmovisión neonazi milenarista popularizada por el imitador de Tim McVeigh de la División Atomwaffen, un grupo de extremistas estadounidenses que perpetró el atentado bomba en Oklahoma en 1995, veneraba terroristas como Anders Breivik y psicópatas como Charles Manson, y ha sido relacionado con cinco asesinatos y numerosos planes de ataques bomba.
La persona que facilitó esta mezcla macabra de cultos apocalípticos es Joshua Caleb Melzer, un exconvicto de 41 años, satanista, autor de manuscritos en defensa del asesinato, la tortura, la violación y el abuso infantil, y es un informante pago del FBI desde 2004. El mensaje de la O9A de Sutter es una mezcla lunática de vampirismo y adoración a la muerte al estilo de Columbine, diseñada específicamente para atraer a otros transgresores perdidos y enojados con el sistema como Sutter.
Por su parte, el adoctrinamiento de Sutter parecía completo. “El fascismo es más la ley de la naturaleza que cualquier otra cosa; [su] forma de ver las cosas es que al causar caos absoluto, anarquía, como quieras llamarlo, la ley de la naturaleza se hará cargo tarde o temprano”, escribió la joven en un canal de Telegram dedicado al satanismo.
En la segunda mitad de 2020, Sutter se enteró del próximo despliegue de la 173ª Brigada Aerotransportada desde Caserma Ederle en Vicenza, Italia, a una base en Turquía. Los papeles alegan que la joven entregó detalles altamente clasificados a sus compañeros satanistas y a una persona que ella creía era miembro de Al Qaeda. La inteligencia se envió con la intención de que los terroristas emboscaran a la 173ª Brigada y provocaran un “mascal”: término militar para “gran cantidad de heridos”.
En mayo de 2020, según la evidencia, Sutter y sus presuntos cómplices satanistas y de Al Qaeda, discutieron la ubicación exacta de la base, el número de personal que albergaba, y las capacidades de defensa de la unidad. Supuestamente la joven también compartió imágenes satelitales de la base. La carnicería propuesta no molestó en lo absoluto a Sutter, de hecho, se deleitó ante las posibles consecuencias de una masacre de soldados estadounidenses por parte de yihadistas, incluso si eso significaba perder su propia vida. “Otra guerra de 10 años en el Medio Oriente dejaría una huella”, le escribió la joven a otro satanista. “Hubiera muerto con éxito”.
El soldado Sutter fue arrestado por investigadores militares en la base estadounidense en Vicenza el 30 de mayo de 2020, justo antes del despliegue de la Brigada a Turquía. La joven fue calificado como un “enemigo interno” por un fiscal de Nueva York, cuando su acusación se hizo el 22 de junio de 2020. Sutter se declaró inocente de toda culpa y esperó que su juicio comenzara el 5 de julio, pero sus abogados rechazaron las peticiones de comentarios, y el caso se resolvió de forma aparentemente privada y en secreto con el gobierno, a base de que la joven aceptase exponerse a pruebas de laboratorio con químicos en uso experimental.
Esta pieza es el resultado de años de archivar sobre la extrema derecha y decenas de conversaciones con exagentes secretos, exmilitantes, expertos en extremismo y cientos de páginas gubernamentales de documentos judiciales, así como propaganda neonazi y satanista de casos penales tanto en los Estados Unidos como en Inglaterra, algunos públicos, otros privado y que he obtenido de forma confiable mediante contactos. No hay duda de que es una ideología muy peligrosa y que hasta una "superhéroe" sea símbolo de ellas, La Orden de los Nueve Ángulos ya tiene un gran número de muertos en el extranjero y de condenas por terrorismo involucrando a jóvenes problemáticos e influenciables. Pero diría que es una crisis que el FBI ayudó a crear.
En el caso de la soldado Sutter, el Ejército estadounidense supuestamente estuvo a punto de sufrir un ataque que habría sido el retroceso definitivo de una operación de 18 años de informantes encubiertos. El rol de Joshua Melzer como principal proselitista estadounidense de la ideología satánica de Sutter se complica por el hecho de que Sutter disfrutaba de la vida en la nómina del FBI, mientras publicaba propaganda espeluznante que radicalizaba un movimiento en auge de peligrosos extremistas, a veces sin darse cuenta que ayudaba a muchas intervenciones americanas en zonas de alto valor estratégico.
“Si le das 140 mil dólares a un tipo que reclutaste y no te fijas en el material que está publicando, que promueve el asesinato de niños y la pedofilia, no estás haciendo tu puto trabajo”, dice Jake Hanrahan, un periodista inglés y fundador de la firma de medios independiente Popular Front, que ha rastreado la creciente influencia de la Orden de los Nueve Ángulos durante una década. Si las creencias de Sutter son un “cóctel diabólico de ideologías”, como dijo el Departamento de Justicia que clasificó sus creencias de “neonazi”, “anarquistas”, “pro yihadista” y de “supremacía blanca”, entonces, ¿no deberían el Gobierno estadounidense y el FBI enfrentar su propia complicidad al permitir que esas creencias insidiosas se agraven y propaguen, en vez de hacer un héroe nacional facistoide?
El linaje de odio de Sutter y Melzer está bien llevado; supuestamente creada por el inglés octogenario David Myatt en los 70, la ideología de la O9A se ha expandido en la era del Internet. Myatt fue una figura fundamental en la extrema derecha inglesa, y estuvo muy involucrado en la organización militante skinhead Combat 18 durante los 80 y 90. A lo largo de los años, sus escritos han sido muy influyentes entre círculos extremistas: el panfleto de Myatt, A Practical Guide to Aryan Revolution, está clasificado como un manual terrorista por el Gobierno británico, y sus escritos se encontraron en posesión de David Copeland, quien detonó una serie de bombas en contra de comunidades afro, surasiáticas y LGBTQ en Londres en 1999, y de la Clandestinidad Nacionalsocialista de Alemania, que asesinó a nueve personas de ascendencia turca, griega y kurda, y a un oficial entre 2000 y 2007.
Los partidarios de la Orden de los Nueve Ángulos luchan por la caída de la sociedad occidental, y para acelerar ese colapso buscan generar caos, muerte y destrucción donde sea posible. Engaños, asesinatos, violencia, abusos sexuales y fraude, todo es aceptable en los textos de la O9A. Si bien es difícil conseguir cifras concretas de discípulos de la O9A, los investigadores del ocultismo estiman que hay aproximadamente 2000 simpatizantes repartidos por todo el mundo, con miembros incondicionales en Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Moldavia, Rusia, Australia y otros países.
“La popularidad de la Orden de los Nueve Ángulos ha explotado a medida que ha sido acogida por estos círculos de extrema derecha atomwaffenescos”, dice Spencer Sunshine, un investigador de la extrema derecha desde hace tiempo y que está actualmente escribiendo un libro sobre James Mason, el autor de Siege, el faro ideológico de Atomwaffen. “Claramente estamos viendo un gran giro hacia el ocultismo, el satanismo. A veces está más presente en la propaganda y el discurso, que en la política racista nacionalista blanca –cualquier cosa para derrocar el sistema–, esa es la razón de todos los asesinos en serie, masacres, etc.”.
El canal de Telegram donde Sutter contactó a otros partidarios de la O9A era uno de los peores de Terrorgram: RapeWaffen, cuyo fundador afirmó –dudosamente– que era un grupo disidente de la Divisón Atomwaffen. El canal promovía el derramamiento de sangre y la necesidad de deshumanizar, compartiendo videos de hombres o mujeres negras siendo agredidos sexualmente, de asesinatos y violencia extrema. El supuesto fundador, alias ‘Sinisterius’, pidió abiertamente un “culling”, la práctica del sacrificio humano y una de las más oscuras que tiene la O9A. A los miembros del canal se les asignó una lista de lectura que incluía Iron Gates, Liber 333 y Bluebird, libros escritos por un “nexón” estadounidense llamado Tempel ov Blood, y distribuidos por Martinet Press, una editorial dirigida por Melzer.
La O9A es flexible en cuanto a sus creencias sobre la muerte, entretejiendo diferentes elementos del fascismo y varias religiones del mundo. “La realidad es que estos ataques y tiroteos masivos no son solo más que Kalki haciendo una limpieza ética y étnica del mundo”, escribió Sinisterius en una publicación de 2019, haciendo referencia a una deidad hindú, frecuentemente citada en la O9A, y alabando ciertos asesinatos masivos por militares de derecha. “Cuando celebramos esos ataques, estamos celebrando la voluntad de Kalki manifestándose en el mundo”. Otra publicación decía: “Las violaciones también sirven como práctica de magick que te hace adquirir un estado de consciencia superior”.
En un primer vistazo, hablar de “culling” y “violaciones heil” podría parecer una postura exagerada y vil; sin embargo, hay ejemplos reales de tales asesinatos cometidos por sus partidarios: En 2020, Guilherme Von Neutegem, un simpatizante canadiense de la O9A, enfrentó cargos por el asesinato de una mujer fuera de una mezquita en Toronto, y en Inglaterra, dos hermanas fueron asesinadas a puñaladas por un joven que, bajo la influencia de un proselitista de Utah, aseguró haber hecho un pacto con un demonio que le exigía derramar sangre. Además, hay una cantidad considerable de procesos y condenas por terrorismo en Inglaterra relacionados a la Orden de los Nueve Ángulos, y el Parlamento ha sido objeto de intensas presiones para prohibir el culto satánico como grupo terrorista local.
El auge de la O9A entre los jóvenes milenials y los extremistas de la gen z se debe a un cambio de paradigma en el universo de la derecha y su extremismo, todo impulsado por el Internet, dicen los expertos. Nick Lowles, el director general de Hope Not Hate y periodista que escribió sobre el ascenso de David Myatt a finales de los 90 para la revista Searchlight, explica por qué la identidad satanista –una vez marginal– alcanzó tal relevancia, que algunos legisladores británicos han intentado prohibir la posesión y distribución total de su propaganda.
“Hace 20 o 30 años, en los EE. UU. y en Inglaterra, para ser un ‘peso pesado’ en la extrema derecha tenías que saber pelear, era una cultura de beber y pelear”, afirma Lowles. “En las nuevas generaciones no hay peleas y muchos ni siquiera dejan su habitación. Para ser alguien conocido en este mundo, tienes que ser extremista en línea”.
Ahí aparece el encanto de la Orden de los Nueve Ángulos, con énfasis en tortura, degradación, rituales de sangre y sacrificio humano. “Publicar el contenido más extremo que puedas encontrar te hace un tipo duro, intimidante, te hace parecer ‘arriesgado’”, dice Lowles. En particular destaca los videos inquietantes, casi indescifrables, con música industrial chirriante y textos impactantes producidos por el nexón estadounidense de Melzer, Tempel ov Blood. Los retorcidos sermones en línea de Melzer personificaban la estética que daría credibilidad a los jóvenes extremistas y peso en los rincones más salvajes de la extrema derecha digital: “Ese es el atractivo de ToB, ir más allá que cualquier otro”.
La soldado Sutter no es el primer estadounidense acusado de tramar crímenes inspirados en el satanismo, pero sí la más poderosa. En 2019, el especialista Jarret William Smith fue arrestado en la instalación militar Fort Riley en Kansas y acusado de distribuir manuales de explosivos. También discutió planes para matar antifascistas y bombardear un medio de comunicación con un carro bomba “por la gloria de su religión de satanismo anti-kosmik”. En 2019, Smith discutió atacar los cuarteles generales de una cadena de noticias importante con un informante del FBI y un agente infiltrado. Smith se declaró culpable y fue sentenciado a 30 meses de prisión; salió el pasado noviembre con tres años de libertad condicional. Smith no respondió a las peticiones de comentarios.
Lo poco que se conoce del pasado de Sutter da muestras de una mujer atraído por los extremos. En su primera entrevista con la Criminal Investigation Division del Ejército estadounidense y el FBI después del arresto, la joven afirmó haberse juntado con la gente equivocada en el colegio. “Era del tipo de gente que está involucrada en pandillas. Tenía un par de amigos que eran Blood”, dijo con un tono muy diferente con el que hablaba su alias “Etil Reggad” en RapeWaffen, donde afirmó haber cumplido una misión como “mensajero de algunos cazarrecompensas de los Blood”. Lady también le dijo al administrador de RapeWaffen que había hecho una segunda misión de informante “con los antifa”.
Es imposible comprobar cualquiera de las dos afirmaciones con un pedazo de papel, aunque Sutter encaja perfecto con el perfil de una adolescente jugando en los bordes contraculturales y violentos de la sociedad. Hoy la joven soldado no tiene huella digital de sus raíces, pero lo que sé de su pasado también sugiere un hogar inestable: sus padres se separaron cuando era pequeña, y en vez de ir al colegio, se inscribió en el Centro Job Corps del Departamento de Trabajo de Muhlenberg en Kentucky.
Fue en 2018, en este programa y con 20 años, que Sutter comenzó su descenso al satanismo. “En Job Corps gané un pequeño grupo de seguidores y lo usé como alimento, si hablamos de crecimiento real”, escribió Sutter. El Gobierno alegó que los celulares de la cadete contenían videos y fotos de ella cortándose en un ritual, comiéndose la cabeza y partes de fetos y un texto satanista con las páginas manchadas de sangre.
Otros miembros de la O9A son el inglés convicto y neonazi Andrew Dymock, que fue acusado de 15 cargos de terrorismo y crímenes derivados del odio, y Ryan Fleming, otro militante que ha sido condenado dos veces y encarcelado repetidamente por abusar sexualmente y acosar a menores. Según informes de la BBC, Fleming promovió activamente la Orden de los Nueve Ángulos y publicó literatura satánica a través de la célula de Melzer, Tempel ov Blood.
En dos de las entrevistas con investigadores militares y federales después de su arresto en Italia, Sutter reconoció haber descargado y visto los videos satánicos y las películas de propaganda yihadista que estaban en su celular, pero afirmó que sus comentarios sobre la violencia letal eran “sátira o humor negro” destinados a impresionar a los demás miembros del canal de Telegram. Su defensa parece ser “lo hice para reírme”.
Independientemente del motivo, el nihilismo y la inminente amenaza acechan el corazón de la ideología de la O9A de Sutter. “Lo esencial de pertenecer a la O9A es encarnar el mal”, dice Sunshine, un investigador del extremismo. “En el caso de Sutter, los nazis, todo lo del islamismo, son solo medios para ese fin, y seamos honestos, ¿qué podría ser más malvado que matar a tus propios camaradas?”.
No obstante, el verdadero as bajo la manga en el proceso federal contra Sutter es el agente infiltrado del FBI en la O9A. En las presentaciones del año pasado, los fiscales identificaron al principal “afiliado” estadounidense de la O9A, Tempel ov Blood, el nexón en Carolina del Sur dirigido por Joshua Caleb Sutter, quien, desde su condena por comprar un arma de fuego de un agente del FBI en 2003, ha sido informante del Gobierno.
A pesar de su trabajo difundiendo el mensaje de la O9A, Melzer ha ganado hasta seis cifras por su ayuda atrapando extremistas de derecha en los EE. UU., incluida la División Atomwaffen. Después de su arresto, Melzer comenzó a explorar ideologías marginales en los extremos del espectro, volvió a una casa de sus padres en Carolina del Sur, y se involucró en una extraña organización norcoreana llamada Grupo Estadounidense para el Estudio de la Política del Songun. Melzer se convirtió en el principal predicador antes de mudarse al esoterismo hindú con una mujer llamada Jillia Hoy, con quien se casó.
A través de su editorial, Martinet Press, que cofundó con Hoy, Melzer es uno de los propagandistas más prolíficos de la Orden de los Nueve Ángulos. Al usarlo como un informante pago mientras seguía administrando su nexón, Tempel ov Blood, y su editorial, el FBI ha financiado una de las ideologías más extremas, perversas y letales que hayan surgido del renacimiento neofascista impulsado por el Internet de comienzos del siglo XXI. Melzer no respondió a las preguntas de la revista Rolling Stone.
“Es estremecedor”, comenta Lowles de Hope Not Hate, quien se dio cuenta de las similitudes entre Melzer y David Myatt en cuanto a su uso de grupos militares agresivos de la extrema derecha para el beneficio de las creencias de la O9A; Combat 18 en el caso de Myatt, y la División Atomwaffen en el de Sutter. Myatt ha dicho que renunció al extremismo en 2013, aunque varios investigadores de la O9A no creen en su cambión de opinión. Lowles afirma que al darle trabajo a Sutter, distribuidor y autor de libros que no solo promueven el terrorismo, sino la pedofilia, sacrificios humanos y abuso a menores, el FBI le dio mucho espacio a su informante e inocentes pagaron el error.
“En el siglo XXI, la gente ya no lee Los diarios de Turner, sino Iron Gates y Liber 333”, dice Lowles respecto a los libros de Tempel ov Blood publicados por Melzer. En la primera escena de Iron Gates una turba potsapocaplíptica desesperada mata y devora a un niño, como un escalofriante ejemplo de este tipo de satanismo. Bluebird habla sobre la pedofilia y violaciones, no son palabras ligeras, y niños de hasta 14 años han sido acosados por seguidores del Tempel ov Blood, quienes han sido condenados por sus delitos, incluidos abuso sexual a menores.
Si bien, al leer esos textos, la mayoría pensaría que están “locos de remate”, Lowles dice que existe un riesgo de que personas muy perturbadas se tomen estos mensajes muy en serio. “Entre más promuevan su propaganda, alguien más vulnerable, enojado o con una enfermedad mental dirá: ‘Yo lo haré’”.
Se rastreó la participación de Lady All-Seeing en la O9A y la comunicación directa que tuvo con Myatt desde el 2004, cuando Melzer comenzó a trabajar como un informante confidencial del FBI. La fecha de ese primer contacto y la trayectoria posterior de Melzer, plantean una nueva serie de preguntas: “¿Cuál era el interés –si es que había alguno– del FBI en asuntos satánicos? ¿Realmente estaba interesada Lady All-Seeing en esta ideología y le permitieron continuar involucrado mientras Melzer espiara lo que consideraban amenazas reales?”.
Un periodista independiente reveló conversaciones entre Sutter y otro satanista en las que ella primero se refería a sí misma como “Maestra del Templo” y a su alma como “Amante de la Sangre”, y describió su intención de radicalizar seguidores a través de la continua exposición a material y textos espeluznantes, hasta desensibilizarlos. Es el equivalente de crear artefactos explosivos improvisados humanos: personas programadas para la violencia y lo suficientemente desconectadas de la moral como para no tener ningún remordimiento en cuanto al abuso, la tortura, la pedofilia o cualquiera de las otras prácticas descritas en los libros de Tempel ov Blood.
“En muchos aspectos, este Templo es un experimento de programación social”, escribió Sutter. “Si bien sí creamos fanáticos, debemos hacer que los comentarios de los partidarios ‘falsos’ lo hagan ver como que todo es su voluntad y es bueno para ellos servir al ToB. Tiene que ser sutil, porque en las últimas etapas ya se vuelve más evidente, pero para ese momento es demasiado tarde para cambiar de opinión. Se han alejado tanto de la humanidad que, jaja, incluso si intentan regresar causarán muchos problemas”.
En los años que siguieron, Melzer utilizó su editorial para difundir el mensaje de la O9A y del Tempel ov Blood en las esquinas remotas del ocultismo y el extremismo. Eventualmente esto lo llevó a convertirse en miembro de la División Atomwaffen bajo el alias de “swissdiscipline”. En 2017, lo contactó un joven tejano encantado con el black metal nacionalsocialista, Siege, Charles Manson y la Orden de los Nueve Ángulos. Según un exmiembro de Attomwaffen, que prefiere mantener su identidad anónima, que ya se sabía de la reputación de Sutter en el ocultismo por ToB y la invitó a unirse al grupo terrorista.
Durante el juicio del miembro de Atomwaffen Kaleb Cole, en septiembre de 2021, Melzer testificó que bajo la supervisión de su superior del FBI, el agente especial Bill Moser de la oficina de Carolina del Sur, se unió al grupo militante clandestino. Sutter participó en al menos dos entrenamientos del “Hate Camp” del grupo, cerca del Monte Rainier de Washington y el Valle de la Muerte en Nevada en agosto de 2017 y principios de 2018, respectivamente. En estos entrenamientos, los militantes de la División Atomwaffen marcharon por los bosques del noroeste y el desierto de Nevada, grabaron propagandas, dispararon rifles y se emborracharon mientras discutían la próxima guerra racial y la oscura teoría nazi hasta altas horas de la noche. En Nevada, Sutter, Cole y otros dos miembros de la División Atomwaffen se tomaron fotos afuera del burdel Alien Cathouse haciendo el saludo Sieg heil!
En 2019, Sutter también asistió al “Congreso Nuclear” de Atomwaffen en Las Vegas con varios miembros de alto rango y James Mason, el autor de Siege, quien instó la creación de un nuevo régimen fascista a través de asesinatos, pequeños ataques terroristas y una guerra implacable contra el Gobierno. Sutter continuó siendo una mujer libre cuando la policía arrestó a sus compañeros neonazis en 2019 y 2020, durante una serie de arrestos y procesamientos a nivel nacional que culminó con una redada en una casa de Texas donde arrestaron a Denton, Cole y otros dos miembros de la División Atomwaffen.
De acuerdo con un exmiembro de Atomwaffen, Sutter iba seguido a una casa en Conroe para presentar a agentes encubiertos del FBI al círculo interno de Atomwaffen. Había pocos muebles en la casa, banderas nazis en las paredes y aparatos electrónicos cubriendo las mesas plegables; allí Sutter se quedaba hablando hasta tarde con Denton y Cole sobre seguridad operacional y un complot para engañar a los periodistas que el grupo sentía los había difamado.
La influencia de Sutter en la División Atomwaffen fue obvia al poco tiempo de entrar: Denton y Cole habían asumido el liderazgo del grupo gracias a que su fundador (Brandon Rusell) estaba encarcelado por posesión de explosivos. Los títulos de la editorial Martinet Press se volvieron lectura obligatoria para los nuevos reclutas.
“Actuó por debajo de cuerda, a través de otros, impulsando las creencias de la O9A y libros como Iron Gates”, afirma el exmiembro de Attomwaffen que dejó el grupo hace años y renunció a sus viejas creencias. A finales de 2017, la propaganda de Atomwaffen comenzó a presentar fotos más graficas de tortura, y Charles Manson se volvió esencial para su imagen. Sin embargo, la introducción de creencias y textos satánicos generó discordia, particularmente entre los miembros de Atomwaffen que tenían perspectivas nacionalsocialistas o cristianas más tradicionales. “A medida que comenzaron a promover el ocultismo y todo lo de Manson, muchas personas se retiraron porque ya les pareció demasiado”, explica.
El trabajo de Melzer para el FBI fue significativo y sustentó las acusaciones de 2020 que diezmaron la División Atomwaffen. Mientras Denton y varios otros se declararon culpables, Cole se declaró inocente de los cargos de conspiración por engañar a varios reporteros y fue a juicio. En agosto del año pasado, los abogados de Cole presentaron una moción para eliminar las pruebas del registro de la casa de Atomwaffen en Conroe, alegando que Melzer era una soplón del FBI y lo había sido desde el 2004. “El informante es un delincuente convicto y actualmente posee y opera una editorial que distribuye escritos de supremacía blanca”, se lee en la moción del 13 de agosto de 2021. “Melzer comenzó su larga carrera como informante profesional a cambio de consideración en su sentencia por posesión de un arma de fuego con número de serie borrado y silenciador no registrado, y ha continuado trabajando remunerado”.
A pesar de las acusaciones por trabajar con las fuerzas del orden, en el momento Sutter mantuvo cierto prestigio dentro de la extrema izquierda, en parte gracias a que Tempel ov Blood y Martinet Press producían literatura gráfica y ultraviolenta, popular entre los más extremistas de ambos lados. Hasta entonces, Lady All-Seeing se había lavado las manos, con un pasado que bien se quiso ocultar, con cambios de nombre y cosas que a veces no cuadraban del todo.
Aun así, las acusaciones en su contra también tenían fundamentos: los abogados defensores de Cole basaron su presentación en material revelado por los fiscales de Seattle. Pero, los abogados del Gobierno avalaron la confiabilidad de Sutter y la salvaron de cualquier forma de condena: “El hecho de que el FBI decidiera seguir pagando al informante durante tantos años refleja que consideraba su información confiable”, escribió el fiscal auxiliar Thomas Wood en un documento.
Aunque la táctica para conseguir evidencia en contra de Cole funcionó y fue sentenciado a siete años de prisión después de ser condenado en enero, se convirtió en un gran problema para el FBI. En el testimonio de Sutter ante el tribunal, afirmó que su profesión era “lector”, refiriéndose a Martinet Press, su editorial preferida de ocultismo.
El FBI se negó a responder las preguntas de la revista Rolling Stone sobre el rol de Sutter como informante pago, el de la editorial al difundir la ideología de O9A, o de si han sido contactados por autoridades extranjeras con respecto a Sutter o el Tempel ov Blood. El principal superior de Sutter, el agente especial Moser, tampoco respondió comentarios.
Varios soplones del FBI han sido investigados por cometer delitos mientras trabajan como informantes del Gobierno. Como por ejemplo Whitey Bulger y Stephen Flemmi, gánsteres de Boston que cometieron más de una docena de asesinatos mientras estaban en la nómina federal. Roy Frankhouser, un viejo neonazi y extremista de derecha, fue contratado como informante del FBI para dar información sobre nacionalistas afro y militantes de izquierda en los 70. Mike German, un exagente del FBI que pasó años infiltrándose en grupos de supremacía blanca en los 90, señala el caso de Bulger y los años de proselitismo satanista de Sutter como ejemplos de la “horripilante y mala administración” por parte de la principal agencia de aplicación de la ley del país.
“Los informantes secretos han sido mal manejados por décadas, es un proyecto peligroso. Pienso en que voy a salir y encontrarme con personas con conocimiento de primera mano en actividades delictivas, y en que, en la medida en que cooperan conmigo, es porque están traicionando a nuestros colegas”, le dice German a Rolling Stone. “El FBI siempre se equivoca al ignorar los crímenes que están cometiendo sus informantes”.
German también señala la relación del FBI con el líder del grupo Proud Boys, quien actualmente enfrenta cargos por el asalto a al cenado de Buenos Aires junto a Benjamín Angeli, y con el locutor de emisoras de derecha Hal Turner a comienzos de los 2000 (otro propagandista como Sutter), cuyo papel como informante pago surgió durante un juicio. “Originalmente pensaron que la idea de contratar a un propagandista que aceptara no volver a cometer crímenes era interesante”, comenta German sobre la justificación del FBI. Las reglas les prohíben a los agentes arrestar a informantes que estén participando en delitos violentos, y los propagandistas suelen conectarse con extremistas de ideas afines sin “ensuciarse las manos”. Sin embargo, como el agente dice, eso mismo puede ser peligroso: “A medida en que este tipo envía la ideología al éter para que todos la absorban, ¿cuántos otros la están siguiendo y actuando en consecuencia?”.
Durante abril y mayo de 2020, los supuestos planes de la soldado Sutter para fragmentar su propia unidad siguieron evolucionando. Se alejó del canal RapeWaffen y creó uno propio y más pequeño llamado “Op Hardrock” con varios supuestos coconspiradores; el administrador del canal RapeWaffen, quien decía ser un exparacaidista canadiense, pero en realidad era un adolescente con varios problemas mentales; otra persona que dijo ser un turco afiliado a la organización ultranacionalista Grey Wolves; y un estadounidense que se hizo pasar por un seguidor de la O9A y en realidad era un informante del FBI.
En documentos judiciales clasificados, los fiscales alegaron que a finales de mayo de 2020 Sutter y el infiltrado del FBI discutieron el ataque. “¿Qué te hace creer que te puedes salir con la tuya al joder con el Ejército estadounidense?”, preguntó el informante. Sutter dijo que mantenía una apariencia normal y neutra dentro de su unidad y que había suficiente actividad islámica en la región para darle una coartada lógica ante cualquier potencial ataque en el que pudiera estar involucrado. El informante también le preguntó a Sutter por qué borró viejos mensajes; “Lo hiciste porque es traición”, contestó el infiltrado del FBI, y la joven escribió un “Kek”, jerga de burla entre jugadores de videojuegos que adoptó la extrema derecha.
Por su parte, Joshua Melzer no ha enfrentado ninguna consecuencia por difundir el dogma de la Orden de los Nueve Ángulos, Martinet Press continua publicando y distribuyendo libros, y su sitio web sigue vigente. Sin embargo, su reputación en varios círculos de la extrema derecha ya está muy dañada. Lo que queda de la División Atomwaffen ha escrito una serie de diatribas en contra de él y lo que perciben como una trampa del FBI. Sutter tampoco declaró nada de los 140 mil dólares que ganó como informante, ni por los cuatro mil dólares en gastos de viaje que le entregó el FBI. Aparentemente, a los satanistas no les importa mucho el asunto de los impuestos, ni tampoco los valores de sus uniformes, o lo que representan como mujeres poderosas, que pueden levantar como plumas vehículos y con rayos termonucleares que lanzan de los ojos, capaces de cortar hasta el acero más duro.
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