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—Joder, tu cocina parece sacada de un catálogo, ¿Realmente vives aquí? 

Yoongi se echó a reír y se tambaleó levemente dentro de su cocina de catálogo. Seokjin tenía razón, su lugar estaba limpio e impecable, parecía que nadie la había usado en años y ese era el mejor elogio que alguien le podía haber dado porque se pasaba muchas horas limpiando para que se viera como nueva. 

—Me gusta el orden y la limpieza —Yoongi se encogió de hombros. Se acercó a uno de los muebles aéreos y sacó dos platos, luego abrió su refrigerador y tomó varios huevos, un poco de queso y jamón. Estaban hambrientos por lo que habían dejado la conversación en pausa y se habían deslizado a la cocina para preparar algo. 

—Y te gusta cocinar también al parecer. 

—Me gusta, pero no fue elección, ya sabes, con dos hijos debes hacerlo. 

—Yo nunca podría hacer esto —Jin movió sus manos —tienes una casa muy bonita por cierto. 

Yoongi sonrió y miró de reojo a su invitado, Seokjin se veía bien para estar tan borracho como él mismo se sentía, pero a diferencia, el rubio hablaba bien, su voz no se escuchaba divertida. Lo único que lo hacía parecer borracho era el leve tambaleo mientras observaba el lugar. 

—Gracias, fue muy difícil renovarla y caro por supuesto —Yoongi tomó un recipiente hondo y echó cuatro huevos dentro, cuando tuvo eso fue hasta otra de las tantas puertas y sacó una tabla de cortar. 

—¿Quieres que te ayude?

—¿Sabes cocinar? —Yoongi miró a Seokjin que se había desplazado por la cocina hasta llegar a su lado. 

—¿Por qué pareces tan sorprendido? —Jin se echó a reír mientras subía las mangas de su camisa. Abrió la llave y se lavó rápidamente las manos.

—No lo sé, no pareces del tipo doméstico. 

—No lo soy, más bien soy del tipo hambriento. Debo comer en algún momento ¿No? 

Yoongi asintió —buena respuesta.

Seokjin tomó el queso y el jamón, lo llevó hasta la tabla de picar y miró a Yoongi que se había quedado en silencio mirando hacia la pared frente a él. —¿Duermes de pie? 

Yoongi pareció salir de su aletargamiento y sacó un cuchillo de uno de los cajones. —Toma, veremos qué tan bueno eres cortando. 

—¿Es un desafío?

El azabache miró esos ojos color miel y esa pizca de diversión que vio allí le hizo apartarse. Alejó todo tipo de pensamientos sobre lo hermoso que se veían esos ojos brillantes porque ya era demasiado tener a un tipo así de guapo en su espacio más personal y saber que no obtendría nada al final de la noche. 

Volviendo a la conversación Yoongi aclaró su garganta. Se tragó las ganas de decirle que era el hombre más guapo que había visto en su vida y a cambio le ofreció una sonrisa que esperaba que fuera amistosa y no coqueta. 

No quería que el rubio saliera corriendo de su casa. 

—Muéstrame y quizás estás a la altura de cocinar para mí. 

La risa que brotó de su acompañante hizo que apretara los dientes para no reírse también, en cualquier otro momento él habría seguido esa línea, habría bromeado y eso los llevaría a quizás algo más divertido que cocinar una simple tortilla de jamón y queso, pero no, esa no era la opción que estaba sobre la mesa. 

—Estaré a la altura, estarás orgulloso de mí cuando termine. 

Yoongi se quedó callado y solo se dedicó a revolver los huevos, buscó un poco de orégano y una pizca pequeña de sal. Miró de reojo a Seokjin estaba concentrado en su tarea por lo que su acompañante no se dio cuenta de que Yoongi observó detenidamente sus manos, sus largos dedos y esas bonitas uñas que no eran tan largas ni muy cortas, tenían el tamaño ideal. La piel de Seokjin se veía suave y tersa, los pocos vellos de sus brazos se veían finos y Yoongi tuvo el insano pensamiento de saber cómo sabría la piel del rubio. 

—¿Yoongi? 

El azabache alzó de inmediato su mirada y se encontró con los ojos de Seokjin, ojos evaluadores y entonces Yoongi entró en pánico. 

—¿Si? —balbuceó.

—No has dejado de ver como cortaba esto, ¿Eres tan perfeccionista? 

La media sonrisa que le dio Seokjin hizo que el alivio recorriera su interior. Alejándose buscó los utensilios, solo tenedor aunque en último momento decidió también por los cuchillos. Como no quería malograr su mesa de comedor diario puso dos individuales. 

—¿Lo junto todo? 

Yoongi asintió y respiró hondo. No tenía idea que mezclar alcohol y a Seokjin en su maldita cocina lo iba a tener tan perdido, no sabía como diablos actuar sin poner incómodo al guapo rubio. 

Maldición. 

—Si, hay que mezclarlo. —Se sentía como un tonto por lo que cuando la mesa estuvo lista se acercó al refrigerador y revisó las opciones para beber, supuso que Seokjin ya no quería más alcohol. —Tengo gaseosa y cerveza. 

—Gaseosa está bien, no quiero hacer algo de lo que me vaya a arrepentir mañana. 

—¿Si? —Yoongi sacó una botella de Coca cola y la dejó sobre la mesa, se apoyó en esta y miró hacia el impresionante rubio. —¿Y eso qué sería? —si Seokjin no quería que coqueteara con él, le estaba haciendo la labor un poco difícil. 

—Como decir algo que no debería —Jin revolvió todos los ingredientes y cuando estuvo todo junto se giró para observar al dueño de casa —soy muy privado, los asuntos personales son importantes para mi. 

—Respeto eso, tampoco suelo andar por la vida hablando sobre mis asuntos personales. 

—Se nota, eres bastante silencioso. 

Lo era. Yoongi siempre había sido de esa manera y no pensaba que las demás personas pudieran darse cuenta de aquello. 

—Pareces ser muy observador. 

—Lo soy —Jin se apoyó en la encimera, todavía sentía el alcohol por todo su organismo. —Así puedo conocer a las personas sin que ellos lo sepan. 

—Eso suena interesante. 

—No sé si tanto, pero por ejemplo me doy cuenta y viendo esta casa que haz trabajado mucho para tenerla y te ves bastante orgulloso al respecto. 

—No es un secreto, te he mostrado casi toda la casa —Yoongi se rio. 

—Creo que hay algo más y supongo que es la razón por la que no respondiste mi pregunta en la sala. 

Yoongi lamió su labio inferior y se enderezó, caminó hasta la encimera eléctrica, la encendió y tomó uno de sus sartenes, uno mediano. Luego le tiró un chorro de aceite de oliva y esperó a que tomara temperatura. 

—¿Por qué estás tan interesado en saber si soy feliz siendo padre a esta edad? No tengo 20 años, Seokjin. Soy un hombre adulto. 

—No te pregunté si eras feliz con tus hijos porque creo que sí lo eres, tengo la impresión de que eres un padre espectacular. —Jin se acercó y se paró justo al lado del azabache —mi pregunta fue si habías planeado ser padre joven. Todavía recuerdo que me dijiste que tu hijo mayor tiene 12 años, entonces significa que tenías 23 años cuando fuiste padre por primera vez. 

Maldición, ¿Por qué Seokjin quería saber sobre su vida?

—No estoy seguro de tener que responder a eso. 

—Eso está bien —Jin hizo un gesto hacia Yoongi para abrir la puerta y cuando el azabache asintió él sacó una cuchara honda de plástico negro y tomó con esta un poco de la mezcla para luego tirarla sobre el sartén, estiró el jamón con el queso y huevo como si hubiese cocinado toda su vida en ese lugar. 

Yoongi dio un paso atrás decidido a olvidar lo que acaba de ver y es que el rubio se veía cómodo en su lugar y no estaba preparado ni en un millón de años a aceptar su compañía como si fueran algo más que… ¿Socios? 

Negando con su cabeza Yoongi fue hasta la sala, tomó la botella de whisky que estaba a la mitad y decidió que necesitaba mucho alcohol si iba a derramar su historia familia con un desconocido. 

Cuando volvió tomó asiento en su silla preferida y por primera vez en demasiado tiempo dejó que alguien más tomara el control de la comida y era tan raro porque él se había pasado los últimos doce años cocinando… Que locura. 

—¿Sediento? —Jin apuntó a la botella de whisky. 

—Cambié de opinión, creo que sí quiero hablar contigo —se encogió de hombros mientas vertía una pequeña cantidad de alcohol dentro de su vaso. 

Jin asintió y miró su preparación con sumo interés pero desde donde estaba parado podía ver de reojo cada movimiento de Yoongi que se veía metido en sus pensamientos que pensó que iba a ser difícil conocerlo un poco más. 

Y para alguien que no le importaba una mierda el resto, querer conocer a este hombre, a este padre soltero, era raro pero Seokjin no se detuvo a pensar el porqué todavía estaba allí y no se había ido a su deprimente departamento. 

A los minutos cuatro tortillas medianas estuvieron listas y Seokjin las llevó hasta la mesa, tomó un tenedor y puso dos tortillas en el plato del silencioso azabache y repitió la acción en su propio plato. Dejó el sartén en el lava platos y tomó su lugar frente al dueño de casa. 

—Deberías comer si no quieres que el alcohol se te suba a la cabeza. 

Yoongi entrecerró sus ojos pero hizo caso y tomó un bocado, luego otro hasta que se comió por completo una de las tortillas. —Está bueno. 

—Si, es el jamón. Es de los caros —Jin le guiñó un ojo haciendo toser a Yoongi. 

—Mierda —el azabache se tomó lo que quedaba del vaso y suspiró —no hagas eso de nuevo. 

—¿Que cosa?

Afligido Yoongi comió un poco más —esos gestos, yo podría tomarlo de otra manera, ¿No te da miedo? Podría atacarte. 

Seokjin ladeó la cabeza y quizás en otro momento hubiese salido corriendo despavorido por esa amenaza. Pero no fue el caso y solo se rio mientras se servía un poco de gaseosa. 

—Es algo raro pero no me das miedo. Desde la vez que nos juntamos en el parque me he dado cuenta que eres un hombre de palabra, te dije que no me sentiría cómodo si me halagabas —Jin mordió su labio ligeramente —no lo has hecho entonces me hace sentir cómodo pasar tiempo contigo. 

—Te estoy pagando para esto, Jin. 

—De hecho no, me pagaste para ir al bar, fui contigo y ahora estamos acá. 

—Como sea —Yoongi se sirvió más whisky sintiéndose realmente bien. —No me guiñes el ojo, soy un hombre bisexual y eres bastante apetitoso a la vista. 

Seokjin abrió sus ojos grandes y luego de eso se echó a reír a carcajadas contagiando al hombre frente a él. 

—Mierda —Jin se sacó dos lágrimas que habían acumulado en sus ojos —eres hilarante. 

Yoongi resopló y sonrió. —Es la verdad, pero como no quiero tentar mi suerte te voy a contar la historia de como me convertí en padre. 

—Solo si quieres. 

—Pensé que querías saber, pareces muy curioso al respecto. 

—Era una manera de hacer conversación, seremos novios falsos el próximo fin de semana, ¿No debería saber este tipo de cosas de mi novio? 

Novio. Yoongi se retorció en su silla pero asintió encontrándole la razón a Seokjin, aunque fuera por conveniencia.

—Bien, si, no es una cosa tan rara de todos modos… Conocí a Adam en la universidad cuando estaba en mi segundo año, en ese entonces tenía 19 años. 

—¿Adam? 

—Si, ese es el nombre del otro padre de mis niños. 

Seokjin asintió y se quedó en silencio para no interrumpir la historia que no sabía realmente por que quería saber. 

—Bueno él era profesor en la universidad, era 10 años mayor que yo y… —Yoongi suspiró —mira, hay mucha historia detrás de esto yo no quiero que me juzgues… No lo necesito —pidió en un susurro.

—No lo haré, confía en mí. 

Era difícil confiar en alguien que no conocías en lo más mínimo, pero Yoongi no solía conversar de esa historia con nadie, ni Taehyung tenía los reales detalles de todo lo que había pasado. Necesitaba desahogarse y mientras veía los ojos de Seokjin decidió que le contaría. 

—Él era casado, en ese tiempo… Tenía una hija pequeña, de unos tres años y llevaba casado la misma cantidad de tiempo. —Yoongi se apoyó en el respaldo de su silla y continuó —nos comenzamos a encontrar en la biblioteca, él como profesor joven, o eso creí yo, siempre estaba en ese lugar, hablaba mucho con los estudiantes y era bastante querido y respetado. No fue hasta que llegó a la cafetería en la que trabajaba que me di cuenta que él quería algo más y entré en pánico. 

—¿Pánico?

—Si, yo sabía que él era casado y que supuestamente amaba a esta mujer, todo el mundo lo sabía entonces me alejé lo suficiente, él pareció entender y lo siguiente que supe fue que se divorció y que quería salir conmigo. 

—Wow, eso no me lo esperaba. 

—Ni yo, pero de alguna manera Adam comenzó a mostrar verdaderas señales de que lo que decía era en serio y yo le creí. 

—¿Te manipuló? 

—Nada de eso —Yoongi sonrió levemente los recuerdos llegando a él —me conquistó y al tiempo nos hicimos novios. 

Seokjin estaba realmente impresionado con la historia, jamás pensó que una cosa así pudiera pasar en la vida real. 

—¿Y qué pasó con su antigua familia?

—Él veía a su hija día por medio, nunca dejó de hacerlo porque esas fueron unas de las tantas peticiones que le hice.

—Creo que estoy comenzando a entender, pero lo que no comprendo es como un hombre heterosexual se enamora de un chico… Un alumno.

—Era bisexual y aunque no lo creas cuando uno encuentra a esa persona especial, esa persona que te cambia la vida entonces el género es lo de menos. Las etiquetas no importan, Seokjin. 

—Supongo que es así.

Yoongi volvió a servirse un poco de whisky, tomó un sorbo y se acomodó de nuevo en la silla. 

—Cuando tenía 20 años nos fuimos a vivir juntos y no nos separamos. Después de 3 años nació Eunho gracias a una gestación subrogada y la verdad de todo es que… —Yoongi bajó los ojos hasta su mano que estaba envuelta en el vaso —yo no estaba preparado para tener un hijo siendo tan joven, pero él lo anhelaba, entonces yo cedi. 

—Eso… Eso no debería pasar. 

—Por supuesto que no, pero yo no era un niño, Seokjin, yo estaba al tanto que era una decisión importante y no fue problema nunca. Adam siguió trabajando y yo estudiando, mi hermana fue fundamental esos primeros años y nosotros seguimos siendo una pareja estable. Eunho creció y yo también laboralmente, encontré mi trabajo actual y comenzaron los problemas. 

Seokjin miró expectante al hombre frente a él e hizo una pequeña mueca con sus labios al ver como los ojos de Yoongi se iban apagando y ese brillo que había estado segundos antes desaparecía mientras retomaba la historia. 

—Cuando Eunho cumplió 6 años yo comencé a pensar que era una buena idea darle un hermano o hermana, no quería una diferencia de edad tan amplia, entonces comenzamos los papeleos para tener un segundo hijo. 

—¿Él estuvo de acuerdo?

—En ese tiempo si, supongo que lo quería. Económicamente estábamos bien, manteníamos la casa entre los dos, pero cuando Adam quedó sin trabajo tiempo después y creo que fue el momento que todo se fue a la mierda. Jihwan nació en julio y ya para agosto me había quedado solo con un niño de 7 años y un recién nacido en brazos. 

—¿Te dejó?

—Así es —el azabache jugó con su vaso —nosotros nos habíamos casado por el civil cuando Eunho tenía 2 años. Entonces una mañana me levanté tan cansado porque Jihwan no había parado de llorar en toda la noche que no me di cuenta que su ropa no estaba en la habitación, me levanté a tomar un café y vi un sobre blanco en la mesa del comedor. 

—Que hijo de puta. 

Yoongi rio entre dientes —supongo que lo es, pero no me engaño, todos los años que vinieron después me he pasado pensando que de alguna u otra manera iba a ocurrir. El tipo había dejado a una mujer y a su pequeña hija por mí, ¿Que me hizo creer que no haría lo mismo conmigo? Yo no fui lo suficiente para él entonces me dejó, así de simple. 

—Es una historia triste —Seokjin estiró su mano por sobre la mesa y tomó la mano de Yoongi.

El acto tomó por sorpresa al azabache que miró sus manos y Seokjin al darse cuenta sacó su mano de inmediato. Yoongi se puso de pie y el alcohol de inmediato se hizo presente. 

—Mierda, estoy muy ebrio —Yoongi se puso a reír y tambaleándose llegó hasta el sofá de su sala. Se desplomó de inmediato sintiendo su mundo dar vueltas y vueltas. 

Seokjin lo siguió y también se sentó en el sofá, el cansancio del día rápidamente llegó a él y cerró sus ojos sintiendo cerca de él la respiración uniforme del azabache indicando que se había quedado dormido. 

Yoongi entrelazó sus dedos sintiendo todavía la calidez de Seokjin sobre estas. Cerró sus ojos cuando el rubio lo hizo y la pesada mochila que había cargado todos esos años se hizo un poco más fácil de llevar. 

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Hola! Pasaba a dejar esto que escribí con todo el amor del mundo 🤗

Tengan una hermosa semana y cuídense mucho ❤️❤️

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