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Capítulo de larga duración, gracias por seguir aquí 🌻









❤️

Un ruido proveniente de la cocina asustó a Seokjin que se levantó de un salto luego de escuchar a Jungkook gritar fuerte. Sin siquiera ponerse ropa y solo en boxer corrió hasta la cocina.

—¿Que mierda te pasó?

Jungkook tenía la mitad de su brazo bajo el chorro de agua y su rostro denotaba dolor.

—Una pequeña quemadura.

—Déjame ver.

—Estoy bien.

Jin se acercó de todas maneras y miró el brazo no tatuado de su compañero de piso, estaba rojo. —Esto no se ve tan bien que digamos.

—Tengo crema para las quemaduras.

Seokjin cerró la llave y buscó un poco de papel para su compañero. —Las cremas no sirven.

—Esa sí.

Un Jungkook irritado era difícil de ver pero al parecer esa mañana había comenzado de mala manera.

—¿Que estabas haciendo?

—Salchichas... Estaban húmedas y las tiré en la sartén que estaba más caliente de lo que pensé. —Jungkook se encogió de hombros —me he quemado otras veces. Da igual.

—Busca esa crema, yo seguiré con esto.

Jungkook dejó la cocina y Seokjin buscó uno de los delantales, se lo puso sobre su pecho desnudo y movió las salchichas que lucian un poco quemadas. Bajó el fuego y encendió la cafetera, con suerte el café estaría listo antes que las salchichas.

—Iba a hacer tostadas, no quería despertarte, lo siento.

—No es tan temprano, no te preocupes.

—Puedo continuar, no me quemé tanto.

Seokjin asintió, se quitó el delantal y lo colgó. Salió de la cocina y se metió a su habitación, buscó ropa, un pantalón deportivo y una polera liviana para desayunar. Volvió a la cocina, olía de maravilla, Jungkook adhirió huevos y una pequeña ensalada de tomate.

—¿Trabajas hoy? —Seokjin preguntó mientras buscaba los tazones para el café, no se le pasó por alto lo tenso que de pronto se volvió su compañero de piso.

—No... Tengo la semana libre.

El café estuvo listo mientras Seokjin terminaba de poner las cosas sobre la isla, se subió a uno de los taburetes y sirvió el café mientras Jungkook se sentaba a su lado. Más silencioso que lo habitual, Seokjin, estaba seguro que algo había pasado.

—¿Sabes teñir cabello?

—¿Teñir?

—Si —Seokjin se tocó su cabello rubio —necesito quitar este color, quiero volver al negro.

—Nunca he teñido nada, ¿me lo preguntas porque soy gay?

—¿Que? —Jin se echó a reír —¡claro que no! Te pregunto porque no quiero gastar dinero y que alguien me lo haga —Seokjin se encogió de hombros —yo puedo hacerlo pero no quiero quedar todo manchado, mañana trabajo.

—¿No vas a ir donde tu novio hoy?

Jin negó, tomó un sorbo de su café mientras pensaba en Yoongi. El día anterior había sido muy cansador. La salida con los niños, el fallido almuerzo y la pequeña discusión lo había dejado deshecho. Quería verlo pero también quería un día fuera para calmar sus ideas.

—Seguramente nos veremos el lunes.

—¿Están enojados? No recuerdo la última vez que te quedaste en un día libre aquí.

—¿Has tenido algún novio que tenga hijos?

—Carajo, no. —Jungkook se rio —no me gustan los niños y novios no he tenido.

—¿Nunca?

—Solo cosas pasajeras, nada para volverse loco... Supongo que no estoy buscando eso.

—Es bueno que tengas las cosas claras y lo que quieres de un hombre.

—Si —Jungkook suspiró —lamentablemente no se puede tener todo lo que quieres.

—¿Hablaste con Namjoon?

Jungkook asintió mientras comía una de las tostadas, no lo miró en ningún momento por lo que Seokjin estaba seguro que esa conversación no había salido del todo bien.

—Yoongi tiene dos hijos, eso ya lo sabías, ¿cierto? —Seokjin no quería empujar a Jungkook a hablar sobre Namjoon por lo que prefirió conversar sobre sus propios problemas.

—Oh si, los delfines, ¿no?

—Los delfines —Jin sonrió —ellos son buenos chicos pero están en etapas complicadas y ayer tuvimos una discusión con Yoongi.

—¿Por los niños?

—Él sigue creyendo que voy a salir arrancando ante cualquier dificultad que tengamos. Tiene miedo a que lo deje como lo hizo el padre de los niños —Jin mordió su labio, no quería ventilar la vida de Yoongi, menos su relación pasada pero no tenía idea que necesitaba conversar con alguien hasta que Jungkook le prestó atención. —Yo... Me cuesta hablar de mis temas personales...

—Lo entiendo, no te preocupes, no es como si te fuera a juzgar cuando tú nunca lo has hecho conmigo... ¿El es tu primer novio serio?

—Si, antes tuve solo una relación pero fue hace diez años, ha pasado un largo tiempo de eso, no era serio en ese entonces, no tenía motivación. Ella quería más de lo que yo podía y quería darle.

—Entiendo, no quieres que pase lo mismo con tu novio.

—Él nunca me ha exigido nada, no me pide cosas... Me refiero a metas laborales, él me acepta así tal cual.

—Eso se llama amor, Seokjin. También comprensión.

—Si, lo sé. Él me ama, yo también lo amo pero su miedo a veces me hace sentir inseguro de lo que ve en mi. Yo también tengo mis días malos pero no puedo mostrárselo.

—Terapia.

—¿Que?

—Tienen que hacer terapia, él por el abandono que vivió y tú por querer complacerlo siempre.

—Yo no hago eso.

—Si lo haces, dime, ¿quien es el que siempre cede cuando tienen una discusión? ¿quien es el que da el primer paso?

—Yo... Ambos lo hemos hecho.

—Mira, quizá yo no sé mucho de relaciones pero si no le hablas de tus miedos él va a creer que todo está bien siempre cuando no es así. Y algún día ese miedo que él tiene a ti te va a hartar.

—Si, se lo dije ayer.

—Es bueno que tengan ese tipo de comunicación, deberías decirle lo que realmente sientes ante su constante miedo. Yo no lo conozco a él, ni a los niños, pero tú eres feliz a su lado, ¿no?

—Lo soy, por eso quiero conservarlo.

—Y yo creo que él piensa lo mismo. Es muy fácil terminar las cosas pero si constantemente lo están intentando a pesar de los problemas es porque realmente hay amor.

Seokjin asintió conmovido, no era fanático de conversar sobre él mismo pero necesitaba sacar las cosas fuera de él. —Gracias por escuchar, Jungkook.

—De nada —Jungkook sonrió —al menos uno de los dos tiene una historia de amor.

Seokjin hizo una mueca, a él le seguía gustando la idea de Jungkook y su hermano juntos pero no era su labor empujar aquello, no sé entrometeria.

—Ya llegará la persona indicada para ti. Suena ridículo y a veces no pasa, lo sé.

—¿Tú conoces al hombre del que Namjoon está enamorado?

—¿Te contó?

—Si, amor de juventud pero se nota que lo quiere aún.

—A ellos les hace falta un cierre, Jimin se acaba de separar y lo que te voy a decir quizá Namjoon ya te lo comentó.

—¿Que es?

—Jimin es la ex pareja de tu profesor, ese tipo que te acosaba.

—¿Que?

Los colores abandonaron el rostro de su compañero de casa, Seokjin lo observó y deseó que las cosas no fueran tan complicadas.

—Taehyung es hermano de Yoongi, de mi novio... Yo supe de todo esto la noche de halloween.

—Mierda. ¿Estás hablando en serio?

—Si, lamentablemente es así.

Jungkook lo miró por unos momentos y después se puso a reír como un loco. Seokjin pensó que realmente había enloquecido porque no paraba de reír mientras se movía sobre el taburete.

Después de cinco minutos el chico se calló, se quedó mirando hacia el refrigerador en completo silencio. Seokjin solo se quedó allí esperando, no tenía idea que es lo que estaba pasando por la cabeza de Jungkook.

—En mi vida siempre he tenido que luchar para lograr las cosas, me pongo metas y trabajo demasiado para alcanzarlas. Tu hermano era una de esas metas, quería conquistarlo de alguna manera, que se quedara a mi lado, que me eligiera... Pensé que lo estaba logrando, últimamente nos vemos seguido, hablamos de cosas más importantes, recuerdos de infancia y cosas así pero cuando me dijo que se había reencontrado con su novio de juventud supe que todo el esfuerzo que había hecho no serviría de nada. No puedo batallar contra eso, lo vi en sus ojos. Lo ama, quizás es una historia sin cierre pero él lo quiere, Seokjin.

—Lo siento mucho.

—Está bien —Jungkook sonrió levemente —solo necesito enfocarme en mis proyectos y el trabajo que tomaré después de graduarme.

—¿Tienes todo eso resuelto?

—Un poco. Me ofrecieron un empleo de verano, es un campamento de niños.

Seokjin arrugó su nariz —no te gustan los niños.

—Es un trabajo —Jungkook se encogió de hombros —después veré lo que me están ofreciendo pero lo más probable es que trabaje en el Parque Nacional.

—¿En serio?

—Si, hice una postulación hace meses y espero entrar.

—Te va a ir bien, estoy seguro. Tienes motivación y eso es lo más importante.

—Todos tenemos algo que nos motiva. Yo necesito ocupar mi cabeza para no pensar en tu hermano.

—¿Y si no decide por Jimin?

Jungkook lo miró, sus ojos grandes y brillantes le daban un aspecto tierno, era un tipo fuerte con un rostro lindo. Seokjin estaba seguro que eso era lo que había llamado la atención de su hermano. Siempre iba detrás de tipos así.

—No soy rencoroso, si vuelve a mi lo haría muy feliz.

Seokjin sonrió deseando que las cosas fueran diferentes para Jungkook. Merecía su propia historia de amor.





🐬🐬



Jin cerró sus ojos mientras se quitaba la tintura de su cabello, estaba un poco nervioso por la reacción de Yoongi cuando lo viera y a pesar de que había querido un día para relajarse ahora solo quería verlo y estar con él.

Masajeó su cuero cabelludo y abrió sus ojos para ver el color del agua, no dejaba de salir oscura por lo que siguió por un largo rato quitando todo el producto hasta que el agua se volvió clara. Tomó su shampoo y se echó un poco, siguió masajeando por unos momentos y lo enjuagó, miró el acondicionador, no solía usarlo todos los días pero odiaba el olor que dejaba la tintura de cabello por lo que se echó un poco.

Después de muchos minutos Seokjin se ató una toalla a su cintura y salió del baño. El departamento estaba en silencio, Jungkook había salido luego de pintar su cabello por lo que tenía todo el lugar para él, pero no quería estar ahí, quería ver a su novio y a los niños.

Miró la ropa que estaba sobre la cama y buscó un boxer negro, calcetines y después de diez minutos estaba listo. Se miró en el espejo, se veía más pálido con su cabello negro pero le gustaba, se veía bien y esperaba que su novio pensara lo mismo.

Su teléfono sonó unos segundos después y como cada vez él lo tomó y sonrió al darse cuenta que era Yoongi. Su corazón comenzó a acelerarse, se llevó el aparato a su oreja sin dejar de sonreír.

—Hola cariño.

—Hola —respondió Seokjin mientras se acostaba sobre su cama —¿cómo amanecieron?

—Todos bien, Jihwan despertó hace poco y Eunho todavía está acostado, ¿y tú?

—Desperté temprano. No fue tan malo. —Jin se rio, solía dormir hasta muy tarde, incluso no levantarse en todo el día. Al no trabajar ni tener alguna motivación para su día a día, Seokjin, había pasado mucho tiempo descuidando el departamento e incluso a él mismo. —No estaba cansado cuando desperté.

—Está bien... ¿Tienes algo que hacer en un rato más?

—No, ¿por qué?

—Sé que dijiste que querías un día lejos para calmarnos... Pero arrendé una cabaña en las afueras de la ciudad y quiero invitarte a que vayas conmigo a pasar la noche... Sé que ayer las cosas se salieron un poco de control pero...

—Yoongi —Seokjin lo interrumpió.

La respiración un poco más agitada de su novio le hizo sonreír, un Yoongi nervioso no era algo que veía todos los días, o escuchabas. Y saber que estaba así por él era increíblemente adictivo. De sentía poderoso de alguna manera.

—¿Si?

—Contigo iría a cualquier parte del mundo, ¿a qué hora nos vemos?

Una risita aliviada llegó a sus oídos y Seokjin sonrió rendido ante aquello. Se despidió de su novio y se levantó de la cama, al parecer Yoongi estaba listo para pasar por él.

Tomó su mochila y la desocupó por completo, buscó ropa limpia y sus útiles de aseo que metió sin fijarse en el orden. Abrió su clóset y tomó el paquete que su hermano le habia regalado, con mucha más confianza que semanas atrás metió la bolsa completa en su mochila y salió de su habitación.

Pasarían la noche en la cabaña y su novio no había nombrado a los delfines por lo que cuando llegó a la cocina abrió su refrigerador y tomó las dos botellas de champagne que habían sido olvidadas por un hombre que pidió matrimonio en el espacio de flores del café y que había sido rechazado cruelmente. Seokjin pensaba que también hubiese dejado todo tirado si lo hubiesen rechazado de esa manera.

Mientras iba camino a la puerta le escribió un mensaje corto a Jungkook y recorrió el departamento viendo que todo estuviera en orden para poder salir sin preocupaciones. Ajustó su mochila y salió. Pasó por la puerta del edificio justo cuando llegó el mensaje de Yoongi. Lo buscó en el estacionamiento y corrió para no perder tiempo.

Abrió la puerta y se deslizó en el asiento del copiloto, dejó su mochila entre sus piernas y se giró para saludar a Yoongi.

—Hola —Seokjin se acercó y besó los labios ajenos. Yoongi no se movió, estaba completamente en silencio mientras lo miraba —¿pasó algo?

Yoongi negó pero levantó su mano para acariciar los mechones de cabello que caían sobre su frente.

—Te ves increíblemente joven con el cabello negro.

—¿Te gusta? —Jin había olvidado que se había cambiado el color.

—Mucho —Yoongi lo tomó de la camiseta y lo atrajo para un beso, sus labios se abrieron de inmediato mientras su novio se hacía cargo. Cerrando sus ojos, Seokjin, disfrutó del beso. Últimamente sus besos siempre eran interrumpidos por los niños y tenían que esperar y asegurarse que no los vieran para poder probarse en la boca del otro.

Sus manos tomaron el suave rostro de Yoongi y profundizó el contacto al máximo mientras trataban de estar lo más unidos en el poco espacioso lugar.

Sin aliento se separaron y Yoongi le sonrió mientras se acomodaba en su asiento.

—Creo que me voy a dejar el cabello negro para siempre si me besas así.

—Cualquier color se ve bien en ti, pero creo que el negro se lleva el premio mayor.

Jin se rio, el automóvil salió del estacionamiento mientras se ajustaba el cinturón de seguridad pero no lo uso demasiado ya que bajaron en uno de los supermercados cercanos al departamento.

—¿Que necesitamos? —Seokjin tomó un carrito y siguió a Yoongi por los pasillos.

—Unas pocas cosas para comer y tomar. Cocinaré para ti.

—Me está gustando esto.

Yoongi solo se rio bajito, su novio se volvía tímido a ratos, descarado y mandón en otros momentos y él simplemente lo amaba.

—Nos falta vino y el postre.

—Yo compro eso —Jin los dirigió hasta el pasillo de las galletas, eligió dos paquetes para acompañar el helado de chocolate que minutos después metió en el carrito. —¿Frutillas? —preguntó a su novio mientras elegían un vino tinto.

—Cerezas mejor —Yoongi se acercó a él y puso su mano sobre la suya, no se habían tocado demasiado desde que habían entrado al supermercado —tengo un par de ideas para esta noche.

Seokjin lamió su labio inferior y asintió lentamente mientras la mano de su novio acariciaba la suya lentamente.

—Si tienes planes es mejor irnos de una vez, ¿no?

—Si, vamos por las cerezas.

Luego de pagar guardaron las cosas y Yoongi le entregó la llave de su automóvil. Jin se relajó detrás del volante y es que le encantaba manejar, sobre todo si tenía una carretera despejada.

—¿Los delfines?

—Con mi hermana, la llamé temprano y aceptó cuidarlos. Están todos en la casa ahora mismo.

—¿Así de simple?

Yoongi se rio —digamos que tengo una cena que preparar el próximo fin de semana.

—Es buena contigo, no cualquiera quisiera quedarse con dos niños.

—Lo es, siempre que he necesitado de ella ha estado dispuesta a ayudarme. Y bueno, antes de ti nunca había hecho esto... Tomarme una noche y todo eso.

Seokjin estiró su mano sin dejar de mirar la carretera, tomó la mano de Yoongi y la estiró para luego dejar un beso sobre ella. Giró su cabeza solo unos segundos para mirarlo. Sus ojos se encontraron en esos segundos y Seokjin pudo ver el hermoso rubor que comenzaba a teñir las mejillas de su novio. Pero duró solo un momento, tuvo que mirar hacia el frente, sus manos no se alejaron mientras se acercaban a la cabaña.

—¿A la derecha? —Jin fue disminuyendo la velocidad mientras se internaba en un camino secundario que los llevaba a un enorme complejo de cabañas según lo que podía ver a lo lejos.

—Si, es la número quince. —Yoongi dijo mientras sostenía su teléfono.

Seokjin se estacionó y miró por el lugar, cada cabaña estaba separada por varios metros de la siguiente. Todo el perímetro estaba cercado y era espectacular.

—Que lindo lugar, no había venido nunca.

—Me gustó mucho cuando vi las fotografías. Sabía que te podía gustar, es bastante tranquilo y tiene una vista preciosa.

Se bajaron del automóvil y juntaron sus manos, Yoongi sacó de su bolsillo una llave y abrió la puerta de la cabaña. Seokjin se asombró una vez más del buen gusto que tenía su novio pero había algo más, algo en lo que había estado pensando.

—Esto se ve lujoso... Tiene dos salas —Jin estaba maravillado —¿Jacuzzi?

Yoongi se rio —mira esto.

Lo arrastró hasta el fondo de la cabaña y Seokjin entendió a lo que se refería su novio con decir que el lugar tenía buena vista.

Salieron a una especie de terraza que tenía un sofá grande y una mesa de café. Rodeando aquello había una cerca que dividía la cabaña de un lago. Las aguas tranquilas lo saludaron y Seokjin amó aún más el lugar.

—Me encanta.
.
Yoongi asintió mientras se giraba para mirarlo, sus manos se deslizaron por su pecho. Los vellos de sus brazos de erizaron mientras su novio hacia un lento recorrido por sobre su camiseta tocando todo tan lentamente que hizo que fuera un ejercicio de control no saltar sobre él.

—De vez en cuando haremos esto, salir solos, visitar algún lugar bonito y solo ser nosotros dos. —Yoongi dio un paso más cerca.

—Lo necesitábamos.

—Si —Yoongi estiró sus brazos por detrás de su cuello y lo acercó aún más. Sus labios se tocaron y Seokjin lo abrazó por la cintura para besarlo.

Su lengua encontró la de su novio y se sumergió en esta, su brazos rodearon aún más fuerte el cuerpo de Yoongi. Mordió su labio inferior sacándole un gemido bajito que fue suficiente para conducirlos hasta el sofá que estaba allí para que ellos pudieran usarlo.

Yoongi echó su cabeza hacia atrás mientras Seokjin lamía su cuello y dejaba besos por todo el lugar. Con sus manos recorrió su cuerpo y se deleitó con los sonidos que salían de la boca de su novio. Amaba desarmarlo de esa manera con solo su boca y sus manos.

—Dios —Yoongi alzó su cadera y gimió cuando chocó con la dureza que Seokjin no podía ocultar.

—Amor —Seokjin murmuró contra su cuello mientras sus caderas se movían creando una fricción deliciosa que lo tenía jadeando buscando más.

—Mhm, no pares.

Jin se rio y se detuvo —nos pueden ver desde las otras terrazas, ¿quieres salir en algún vídeo? No me habías dicho que eras un exhibicionista.

Yoongi se rio a carcajadas —no lo soy, pero ha pasado mucho tiempo, perdón por ponerme caliente si tengo a mi novio frotándose sobre mi con todo ese cabello negro...

—Te amo pero no nos vamos a arriesgar. —Jin besó su mejilla y se puso de pie, se pasó una mano por su polla dura cubierta por el pantalón y mordió su labio. —Debe haber una cama en este lugar, ¿no?

Los ojos de Yoongi estaban muy dilatados, parecía un maniático sexual mientras se tocaba también por sobre su ropa.

—Muy lejos.

Iin se agachó, tomó el mentón de su novio y le dio un beso fuerte que casi hizo que se quitara la ropa para darle a Yoongi lo que estaba pidiendo.

—Adentro, vamos.

Seokjin esperó a su novio y juntos buscaron la habitación principal, una cama enorme en medio de una decoración clásica pero a Seokjin no le podía importar menos, tenía solo una cosa en mente mientras veía a Yoongi sentarse sobre la cama invitándolo.

—Hace calor —Yoongi se quitó su chaqueta y la dejó a los pies de la cama, luego se quitó las zapatillas y calcetines.

—Vengo enseguida, no te muevas —Jin lo miró por última vez y prácticamente corrió al automóvil para rescatar su mochila. Aprovechó de sacar las compras y guardó lo que necesitaba refrigerarse. Todo de manera rápida para no hacer esperar a su novio.

Cuando entró a la habitación la tarde estaba cayendo y un hermoso atardecer iluminaba todo, pero lo único que a él le importaba era el hombre en medio de la cama. Yoongi se había quitado su pantalón y su camiseta. Seokjin lamió sus labios y una vez más le sorprendió el hecho de gustarle el cuerpo de un hombre, el cuerpo de su novio.

Sin perder tiempo abrió su mochila y sacó el paquete que había traído desde casa, lo tiró sobre la cama mientras comenzaba a desnudarse sin dejar de mirar a Yoongi.

—¿Que es eso? —curioso, su novio se sentó y tomó el paquete, miró su contenido y luego lo miró a él —necesitaré caminar mañana, cariño.

Seokjin se rio y también en boxer se subió a la cama, Yoongi retrocedió mientras se subía sobre él y lo besaba. Su novio se abrió enseguida para él.

—¿Cuál quieres usar primero?

Yoongi echó su cabeza hacia las almohadas y Seokjin besó su pecho, había algo que necesitaba probar. Quería sentir y conocer a su novio de todas las maneras posibles.

—Dios —Yoongi gimió mientras se retorcía sobre la suave manta que cubría la cama —me vuelves loco.

Jin bajó por su abdomen besando y adorando cada parte de su cuerpo. Lamió el hueso de la cadera de su novio y lentamente le quitó la única prenda que lo cubría. Deslizó sus ojos por toda esa piel suave y clara quedando finalmente en los ojos de su novio. Su pecho subía y bajaba mientras se miraban.

—Quiero probarte.

—Si —Yoongi abrió sus piernas mientras Seokjin se acomodaba entre estas.

Estaba nervioso, era la primera vez que haría algo así y quería hacerlo bien, quería que Yoongi lo disfrutara por lo que se tomó un poco más de tiempo mientras besaba los muslos internos de su novio. Yoongi se retorcía y Seokjin comenzó a darse cuenta lo sensible que era su novio cada vez que su boca tocaba su piel.

Tomó su pene y se agachó, antes de hacer cualquier cosa miró a su novio, este se veía como si fuera a eyacular en cualquier momento por lo que sonriendo probó con una broma.

—No vayas a darme en un ojo. —Yoongi se rio muy fuerte y Seokjin sonrió. Amaba verlo reír, sonreír, lo que fuera mientras estuviera feliz. Mientras él lo hiciera feliz.

—Deja de jugar y chupala de una vez.

Seokjin no espero a una nueva orden, en el fondo le gustaba que Yoongi le dijera que hacer lo cual debería ser un golpe para su ego... Pero no lo era, quizás era momento de incursionar sobre algún juego de rol...

Su lengua trazó un lento recorrido por la polla dura que tenía en una de sus manos. Yoongi dejó escapar un suspiro y Seokjin se animó a ir más allá. Rodeó con su lengua la punta probando el sabor de su novio. Un poco amargo y dulzón al mismo tiempo. Cerró sus ojos y deslizó un poco más, solo un poco, quería ver cuánto podía tomar.

Yoongi lo tomó del cabello y Seokjin se detuvo, no se quitó su pene de la boca mientras se miraban sin decir nada.

—Ven aquí, quiero besarte.

Obediente, Seokjin se incorporó y se acostó al lado de Yoongi, sus pechos se tocaron y sus piernas se enredaron mientras se besaban. Yoongi saqueó su boca gimiendo y gruñendo mientras deslizaba sus manos por su cuerpo. Él también lo hizo, su mano trazando un recorrido por su espalda hasta su culo para luego repetir.

Yoongi se incorporó y se subió sobre él. Primero le robó el aliento con un beso que lo dejó temblando de placer, luego fueron muchos besos y lamidas sobre sus pezones para finalmente aterrizar en su dolorida polla.

—No me falta mucho —Seokjin advirtió cuando Yoongi lamió su pene erguido.

— ¿Confías en mí?

—¿Que? —Jin levantó su cabeza.

—¿Confías en mí? —Yoongi volvió a preguntar.

—Si, lo hago.

Yoongi asintió y luego se volvió a meter entre sus piernas abriendolas para luego lamer su pene pero no fue por mucho rato. Esa malvada lengua después se trasladó hasta sus bolas. Seokjin alzó sus caderas ante el cúmulo de sensaciones que estaba obteniendo y cuando la lengua de su novio bajó un poco más todas las alertas se encendieron en su cabeza. Su cuerpo se tensó al máximo ante la incomodidad que solo duró unos segundos ya que el cosquilleo y una deliciosa sensación se apoderó de él haciendo que apretara la manta con sus dedos mientras su novio lamía en ese lugar que nunca había sido participe de sus encuentros sexuales.

—Yoon —murmuró casi sin voz, estaba aguantando las ganas de correrse pero su novio no hizo caso alguno.

Su espalda hizo un arco ante la placentera sensación de ser lamido de esa manera, era grotesco, jamás se le hubiese pasado por la cabeza hacerlo pero lo estaba amando. Amaba que Yoongi le enseñara.

Le faltaba muy poco por lo que tomó su dolorida polla y comenzó a trabajarla, su novio continuó con la tarea de joderle la cabeza con su lengua. Empujando comenzó a prácticamente follarle la cara mientras su mano se movía sin parar buscando su anhelado orgasmo y no fue hasta que Yoongi masajeó su anillo de músculos con uno de sus dedos que él explotó sobre su pecho. Bombeó su pene hasta que el dolor se hizo presente gimiendo y respirando con dificultad, su cabeza cayó sobre las almohadas completamente agotado. Yoongi se acostó a su lado y Seokjin reunió un poco de energía para buscar algo con que limpiarse. Solo encontró su camiseta que luego desechó para acostarse al lado de su novio.

—Eso fue sexy.

—Eso fue increíble —Jin lamió sus labios —¿no es...?

—¿Que?

—Hacer eso allá abajo.

—Estás limpio. No se puede hacer con cualquier persona... De todas formas si no te gusta o es muy incómodo entonces no lo volveré a hacer.

—Me gustó —Jin sintió sus mejillas ponerse rosadas.

—Te estás ruborizando.

—Claro que no.

—Te ves lindo.

Seokjin tragó saliva, sus ojos se movieron hasta la boca de Yoongi, ¿sería muy malo besarlo después de que estuvo lamiendolo? 

Yoongi se acercó un poco más, su mano recorrió su cuerpo desnudo lentamente. Sus vellos se erizaron y tragó saliva nuevamente. Yoongi siempre había sido cauteloso con él a la hora del sexo pero en ese momento su novio lo estaba mirando como si quisiera comerlo de nuevo y Seokjin lo quería, lo deseaba ahora que sabía lo que se sentía.

Se sentó en la cama y se subió sobre su novio, lo tomó de sorpresa ya que la expresión de asombro de Yoongi no se hizo esperar.

—¿Que estás...?

Seokjin confiaba en Yoongi, le podría entregar su vida entera y sabría que la iba a cuidar y atesorar. Le había contado su secreto Y sus más grandes miedos y desde allí Seokjin sabía que podía confiar plenamente en él.

—Quiero que lo hagamos.

—Lo haremos —Yoongi deslizó sus manos por su cadera. —De hecho es una de las cosas a las que vinimos, cariño.

—Quiero que tú me lo hagas a mi.

Los ojos de su novio se abrieron grandes y justo allí Seokjin vio la protección, la cautela por su historia. Jungkook tenía razón, Yoongi lo amaba y lo comprendía porque él mismo sabía que el recuerdo de esa noche volvía de vez en cuando a torturarlo. Seokjin estaba cien por ciento seguro que su novio se moría por follarlo pero también sabía que era puramente decisión suya hacerlo.

—Bueno eso es algo que podemos hacer en algún momento y no me debes nada. Lo que menos quiero es que te sientas obligado a hacerlo por complacerme.

—Quiero hacerlo mientras estamos acá. Estamos solos y estoy seguro que si llegara a odiarlo tu no me obligarias ni me harías sentir mal por no poder hacerlo.

—Jamás haría algo para asustarte o dañarte.

—¿Ves? —Jin se agachó y besó los labios de su novio —todo solucionado.

Yoongi se echó a reír —bien pero antes debemos comer y después te puedo comer nuevamente.

Jin miró la polla todavía media dura de Yoongi y la tomó sin previo aviso. Con un toque seguro deslizó su mano lentamente viendo a la vez a su novio cerrar sus ojos y morder su labio inferior. Siguió moviendo su mano un poco más rápido probando lo que más le gustaba a Yoongi y deleitándose con sus gruñidos y sus gemidos bajitos.

Quería más, quería que Yoongi sintiera lo mismo que él sentía cada vez que estaban  juntos por lo que se deslizó más abajo, quitó su mano y volvió a su tarea inicial, se metió de una vez la polla de su novio y esta vez no lo hizo despacio, lo succionó fuerte usando su lengua y yendo tan al fondo como se pudiera.

—Cariño —el apodo cariñoso le hizo mirarlo pero sin soltar su polla. Seokjin levantó su cabeza y lo soltó preguntándose si lo estaba haciendo muy mal.

—¿No quieres que lo haga?

—Me voy a correr.

Seokjin lo miró, arrugó su ceño —esa es la idea, ¿no?

Yoongi se echó a reír, su cabeza cayó en la almohadas mientras se movía a causa de las carcajadas. Luego de unos segundos se calmó y volvió a mirarlo.

—Me voy a correr en tu boca, cariño. No quiero que te sientas incómodo con todo mi semen cayendo sobre tu lengua.

—Lo quiero —Jin se movió y lamió la punta probando el líquido acumulado allí. —La vida es una, voy a correr el riesgo.

Yoongi negó con su cabeza sonriendo y él volvió a su tarea, sabía que no pasaría mucho hasta que su novio decidiera acabar en su boca y él lo estaba ansiando. Quería probarlo, sentirlo en su garganta.

Apuró el movimiento aún si su mandíbula dolía, su lengua se sentía extraña mientras chupaba a su novio pero no se detuvo, al contrario, sintió como el pene de Yoongi se endurecía un poco más y gimió ansiando el momento en que su hombre se rindiera y acabara. Su cabello fue tirado suavemente y finalmente obtuvo lo que había estado deseando.

Yoongi acabó ferozmente dentro de su boca gruñendo y quejándose mientras lo seguía ordeñando con sus labios. Tragó su semen y se incorporó sobre la cama después de aquello, el sabor no era tan malo aunque no estaba seguro si tenía que tragarlo cada vez que le hiciera un oral a Yoongi.

Después de limpiar la comisura de sus labios miró al hombre satisfecho y se acostó cerca de él. Tomó su mano y entrelazó sus dedos mientras escuchaba la respiración rápida de Yoongi.

—Ahora quiero dormir —Yoongi se rio.

—Somos dos, ¿hacemos una pequeña siesta?

—Pon tu alarma —Yoongi cerró sus ojos sin soltar sus dedos —creo que deberíamos meternos dentro de las mantas.

—Si —Seokjin no se quería mover, su teléfono estaba dentro del bolsillo de su pantalón por lo que debía sí o sí levantarse para poner una alarma.

Ninguno se movió más allá que para acurrucarse. Con su mano libre Seokjin tomó la pequeña manta que estaba a los pies de la cama y los tapo, solo sus piernas y hasta la cintura pero era lo más que podía hacer para mantener caliente a su novio.

—Solo un rato... —Yoongi murmuró acostándose sobre su pecho —te amo.

Seokjin ya tenía sus ojos cerrados, acarició la mano de su novio y dejó un perezoso beso en su cabello.

—Te amo más, amor.

La tarde dio inicio a la noche mientras ellos se rendían ante el agotamiento. Ya habría tiempo para cocinar y comer todo lo que habían comprado.

Eso era lo de menos mientras pudiera estar a su lado disfrutando de la comprensión y amor que construían día a día.


❤️


Aprovecho de dejar mis mejores deseos para todxs los que leen esta y mis otras historias. Que el 2023 sea el mejor año y que logremos todo lo que deseamos!

Lxs amo muuuuucho 💋










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