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Seokjin levantó su taza de café para tomar un sorbo pero mientras veía a Jungkook entrar a la cocina se detuvo. El chico traía flores y varias cajas de chocolates en sus brazos y caminaba directamente hacia la basura ante el asombro del azabache.

El primer ramo cayó directo en la bolsa, su compañero de departamento parecía molesto mientras miraba las flores en sus brazos.

—¿Vas a botar todo eso?

—No quiero nada de esto.

—Esas flores son lindas —Jin se puso de pie —dame los chocolates.

—¿Que?

—¿Cómo vas a tirar eso a la basura?

—Porque me las dio alguien que rechacé.

—Y aún así, es un desperdicio. Al menos comamos unos cuantos bombones —Seokjin tomó una de las cajas y la observó —esta tiene crema de avellanas.

Jungkook frunció sus labios y le entregó todo lo que tenía en los brazos, luego se sentó en una de las sillas del comedor luciendo molesto y hasta un poco triste.

Algo no estaba bien con su carismático compañero y Seokjin sabía que no debía involucrarse pero parecía que Jungkook necesitaba hablar con alguien.

Dejando las cosas sobre la encimera, Seokjin volvió a su lugar y tomó un sorbo de café.

—¿No tienes clases hoy?

—En la tarde.

—¿Que pasó? y no digas que nada pasa porque anoche te la pasaste rezongando por todo el departamento.

Jungkook se pasó una mano por su cabello y arrugó su ceño mientras miraba la mesa, se veía enojado, muy enojado y Seokjin no tenía idea que había sucedido.

—Estoy teniendo problemas con alguien, es todo. No es algo tan importante.

—No parece que fuera así, estás enojado tirando regalos a la basura.

—Sus regalos no los quiero. No quiero nada de él.

—Ya veo.

—Él... —Jungkook mordió su labio inferior luciendo nervioso —él es un profesor de la universidad, tengo que tomar su clase por obligación y estúpidamente pensé que un poco de coqueteo no haría daño, pero lo hizo y me siento mal por eso.

—¿Te sientes mal por él?

Jungkook negó de inmediato —el tipo tenía familia, una vida familiar que dejó porque pensó que nosotros teníamos algo.

—¿Que? ¿Cómo llegó a esa conclusión?

—No lo sé, yo jamás le dije nada, solo eran estúpidos mensajes subidos de tono ya sabes, divertidos pero no pasó de eso —Jungkook dejó salir un suspiro lamentable mientras lo miraba —nunca le dije que iba a estar con él, jamás accedí a sus invitaciones y aún así él dejó a su familia y me siento una mierda por eso.

—No es tu culpa.

—Siento que en parte lo es.

—Quizás él ya no quería estar con su familia y fuiste la excusa perfecta para dejarlos. Hay hombres que son así de miserables, la paternidad les queda grande.

—Quiero creer que es así, él me dijo que ya no lo quería. Ama a sus hijos según sus palabras.

—¿No te sientes atraído por él aunque sea un poco?

—Es guapo, eso no podría ocultarlo aunque quisiera... Es simpático y todo eso, pero no es  mi tipo.

—No te culpes tanto, él debía mantenerse al margen por ser tu profesor... La única culpa que tienes es por tentarlo.

—Lo sé, lo sé —Jungkook echó su cabeza para atrás y volvió a suspirar fuerte —su materia es difícil, odio estadística y quería pasarla sin problemas este año. Mira como terminó, lo más probable es que repruebe de todas maneras.

Seokjin terminó su café en silencio, no sabía como ayudarlo ya que no estaba en sus manos hacerlo de todos modos, Jungkook iba a aprender de aquel error pero verlo así de abatido, cuando siempre era un chico alegre y risueño, era lamentable.

—Ya lo superarás, pero si el tipo se pone muy intenso tendrás que hacer algo.

—El día de halloween lo mandé a la mierda, me fue a ver al bar y exploté la verdad. Le dije que no quería volver a verlo, que no iba a pasar nada entre nosotros.

—¿Y que te dijo?

—Nada, solo me escuchó y después se fue. Recibí las flores y chocolates días después. Él me sigue buscando.

—Un maldito loco te fuiste a buscar.

—Me lo merezco por jugar con fuego.

—¿No puedes denunciarlo?

—No creo que resulte, todos tapan este tipo de cosas, sobre todo los directorios, ya sabes para no poner a la universidad en tela de juicio ante el resto.

—A la policía entonces, ¿Le contaste a Namjoon?

—Si, él lo sabe. —Jungkook sonrió levemente —tu hermano es alguien bastante genial cuando lo conoces un poco más.

—Supongo —Jin hizo una mueca —fue siempre un arrogante de mierda.

—Dijo que vendría hoy.

Seokjin alzó una ceja —¿De que me perdí mientras no estuve aquí?

Jungkook se encogió de hombros y luego sonrió de lado —¿Quieres los sucios detalles?

—No, que asco.

—Oye, no muy diferente a lo que haces con tu novio —Jungkook apoyó su cabeza en la palma de su mano —te brillan los ojos.

—¿Que? —Seokjin parpadeó —eso no es así.

—Lo es y es lindo.

—No soy lindo. Yo no.

—¿Tu novio si? —Jungkook alzó sus dos cejas rápidamente.

—Bueno si, él es lindo y tierno.

—Aww, me matas de amor, en serio. Nam tenía razón.

—¿En que?

—Que estabas absolutamente perdido por ese hombre.

Seokjin no lo negó, ¿porqué lo haría? estaba perdido por Yoongi, enamorado como nunca antes y no sentía vergüenza en absoluto de decirlo. Amaba a su novio. Demasiado.

Jungkook se puso de pie y caminó fuera de la cocina, la puerta se abrió y escuchó claramente la voz de su hermano saludar y luego silencio.

No tenía idea que estaba pasando con ellos dos pero solo esperaba que Namjoon no ilusionara y después rompiera el corazón de Jungkook.

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Namjoon tomó de la cintura a Jungkook y metió su lengua en esa boca siempre dispuesta, mordió su labio haciendo que el chico hiciera sonidos obscenos que iban directamente a su pene medio duro.

—¿Estás solo? —Nam susurró en los labios de Jungkook.

—No, Jin está en la cocina.

—Maldita sea —Namjoon se rio entre dientes y lo dejó ir —tengo que ir a la comisaría ahora mismo. Solo pasaba a saludarte.

—Ya lo hiciste —murmuró Jungkook agitado por el beso.

—Lo hice, si. —Namjoon miró al hombre y asintió levemente. Jungkook era un hombre muy atractivo, masculino y hermoso. Tenía una risa estridente que le hacía sonreír sin razón aparente y un sentido de humor divertido y raro. No le extrañaba para nada que se hiciera tan rápido buen amigo de su hermano. —¿Trabajas hoy?

—Si —Jungkook hizo un puchero —¿Vas a ir a verme?

—¿Debería?

—Mhm, no lo sé... Eres mucha distracción.

Namjoon acarició el cabello negro brillante de Jungkook y luego bajó la mano de inmediato cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

—No te prometo nada, hoy debo preparar la muestra de mañana. Saldré tarde.

—Cierto, vendrás a mi universidad —Jungkook estiró su mano y acarició su pecho —me encanta como te ves con uniforme, vas a tener a las mujeres haciendo fila.

Namjoon se rio y alzó su mano de nuevo sin darse cuenta y quitó un mechón de cabello de la frente de Jungkook —no es mi culpa ser así de atractivo.

Jungkook resopló y Namjoon lo besó a cambio. No tenía idea que estaba haciendo, había tenido siempre el lema de alejar a todo hombre que quisiera algo más con él, pero, y aunque había tratado de hacerlo con Jungkook, no pudo. El chico se había metido de a poco en su cabeza y más preocupante, en su corazón.

—Me tengo que ir —Nam dejó los labios de Jungkook pero los tomó nuevamente para un último beso.

Jungkook lo abrazó por el cuello y Namjoon lo atrajo más cerca para estar completamente abrazados. Con sus ojos cerrados disfrutó del intercambio deslizando su lengua dentro de esa suave y dulce boca.

Soltó un gruñido y aunque no quería tuvo que dejarlo, no quería que su hermano lo viera clavando a Jungkook contra la puerta.

—Ven al bar en la noche... Podríamos comer algo después de mi turno.

Namjoon asintió, miró esos labios húmedos e hinchados y dio un paso atrás. —Llegaré tarde, tengo que trasladar unos carteles.

Jungkook hizo una mueca y Nam le dio un último beso.

—Cuídate. Llámame si me necesitas.

—Lo haré.

Namjoon abrió la puerta y Seokjin se asomó, su mirada de advertencia le hizo detenerse. Se quedaron viendo unos segundos y Namjoon finalmente salió del departamento con un leve sentimiento de estar haciendo lo correcto, quizá Jungkook era el hombre que necesitaba y que tercamente él había dejado pasar por no querer sufrir nuevamente.

Enamorarse era una mierda cuando te dejaban, a Namjoon todavía le pesaba que a él le hubiesen hecho eso, no podía ocultarlo, incluso no había podido hacerlo cuando tuvo a Jimin frente a él hablando de arrepentimientos y culpas.

Se subió a su camioneta luego de bajar corriendo las escaleras en vez de usar el ascensor, se puso sus gafas de sol y partió rumbo a su lugar de trabajo, debía recorrer media ciudad para llegar al instituto de Jimin. Y aunque no quería verlo, una parte de él sí quería hacerlo y eso le molestó más que nada.

Con los carteles listos contestó el décimo llamado que recibía esa tarde, sabía que estaba atrasado y que todos estaban esperándolo solo a él para terminar por eso medio molesto y medio divertido por hacer enojar a todos manejó hasta el instituto. Estacionó en el lugar casi vacío y tomó los dichosos carteles para luego caminar hasta el salón principal que él ya conocía.

Sus compañeros lo recibieron con gritos y burlas pero él solo podía ver a cierto hombre guapo vestido de camisa blanca y pantalón de tela oscuro parado en medio del salón.

Después de decir una frase estúpida, Namjoon caminó directamente hacia él y no pudo evitar sentir que su corazón se agitaba al tenerlo cerca. Y era una lástima que estuviera casado, Jimin seguía siendo tan atractivo como lo era en sus dieciocho.

—Profesor Park, no pensé que estaría aquí hoy.  —Namjoon dijo y sonrió ante el sonrojo de Jimin. Dejó que su compañero, Doyoung, tomara los carteles sin dejar de mirarlo.

—Hola. Ya me tengo que ir de todos modos, solo vine a ayudar... Creo que solo estaban esperando los carteles para retirarse.

—Si, me demoré un poco, el tráfico es una mierda a esta hora. La comisaría en la que trabajo está al otro lado de la ciudad. —Aunque también había estado por lo menos diez minutos besando a Jungkook, pero eso no lo diría.

—¿Vienes mañana?

Namjoon se sorprendió ante lo repentino de la pregunta y respondió. —No, yo soy parte del grupo que va a una universidad —Namjoon frunció sus labios, maldita sea, no podía dejar de pensar en Jungkook y que iba a verlo también en su universidad.

—Oh. —Jimin miró hacia otro lado y luego volvió su mirada a él —fue bueno haberte visto.

—¿Ya te vas?

—Si, tengo trabajos que corregir.

Namjoon asintió y le deseó un buen viaje. Jimin se despidió y salió del salón viéndose confundido. Namjoon había querido invitarle un café o algo parecido para conversar un poco más, pero era mejor dejar las cosas así.

Sin dejar de mirar a la puerta Namjoon volvió a pensar en Jungkook, a pesar de que no tenían una relación como tal, se preocupaba por él, no quería ser un patán pero tampoco podía negar que ver a Jimin le producía miles de sentimientos que no sabía como afrontar.

Para su sorpresa Jimin volvió a los segundos de haber salido, se veía decidido mientras caminaba hacia él y Namjoon de quedó donde mismo para esperarlo.

—¿Hasta que hora trabajas hoy?

—¿Que? —sorprendido Namjoon arrugó su ceño. Pensó que había escuchado mal ya que Jimin miró hacia el resto de sus compañeros rehuyendo de su mirada.

—¿Quieres tomar una bebida conmigo cuando termines de trabajar?

Namjoon lo observó por varios segundos en silencio. Jimin lo estaba invitando a salir, su primer amor, el hombre que había hecho trizas su corazón estaba invitándolo a pasar tiempo junto. ¿Acaso no estaba en pareja?

No quería meterse en problemas y le había dicho a Jungkook que iría esa noche a verlo y lo estaba haciendo más seguido para ver si veía al tipo que lo estaba acosando. —Me gustaría pero tengo cosas que hacer. Tengo una cita a la noche.

—Oh, está bien —Jimin sonrió.

Namjoon conocía esa sonrisa y como era un idiota dijo rápidamente. —Pero... Podría cancelarla.

Jimin se negó y fue muy adorable de su parte, volvieron a despedirse y Namjoon sabía que quizá no habría otra oportunidad para estar cerca de él. Una vez más, se dijo, una última vez se repitió mientras corría fuera del salón.

Vio al rubio cerca de un automóvil sport y su corazón se agitó de nuevo cuando Jimin caminó hacia él luego de verlo.

—Eres rápido, pensé que te habías ido.

—Casi.

—Cancelé mis planes para esta noche, salgo a las nueve, ¿donde quieres ir? —Mintió, por supuesto que sí lo había hecho, así se había movido la mayor parte de su vida. Mintiendo y obteniendo los beneficios al hacerlo.

Jimin le sonrió y Nam se obligó a no suspirar. —Hay un lugar que tiene la mejor comida china que he probado... ¿Te gusta la comida china?

Le gustaba toda la comida en realidad pero no podía dejar de pensar en si se estaba metiendo en muchos problemas por lo que dejó la coquetería de lado y preguntó lo que quería saber hace mucho —antes de seguir con eso, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Puedes.

—No me estoy metiendo en alguna clase de problemas por salir contigo, ¿Cierto?

—¿Problemas? —Jimin ladeó su cabeza y a Namjoon ese gesto no debía gustarle tanto.

—¿Estás siquiera soltero, Jimin?

—Separado...  Estoy separado del padre de mis mellizos.

—Dame tu teléfono, pasaré por ti en la noche. —Namjoon no podía creerlo y todo se volvía más difícil al saber que Jimin estaba completamente soltero. Maldita sea.

El rubio le dio su teléfono y se despidieron, Namjoon volvió a la escuela mientras agendaba a Jimin. Cuando estuvo en el salón se sentó en una de las sillas y miró su foto de perfil. Miró detenidamente la imagen y es que trataba de no mirarlo fijamente cuando lo tenía frente a él.

Era una extraña mezcla entre miedo y fascinación. Algo que siempre había sentido cerca de él.

—No sabía que te gustaban los rubios.

Rápidamente guardó su teléfono y miró a su compañero de años, Doyoung se veía muy divertido y como se conocían hace años, Namjoon no podía dejar que viera lo vulnerable que se sentía con Jimin alrededor.

—Morenos, castaños... Todavía no pruebo a un pelirrojo, ¿conoces a alguno?

Doyoung se rio y palmeó su espalda —nos vamos a la estación, don Juan.

Siguiendo a su compañero salieron del instituto y se subieron a la patrulla. Pronto estuvieron en la comisaría para terminar el papeleo de ese día y prepararse para las demostraciones.

Cerca de las siete Namjoon tomó su teléfono para escribirle a Jungkook, lo mejor era ser sinceros y ellos no habían hablado de una relación ni nada parecido.

Solo la estaban pasando bien, conversaban de todo y tenían muchos temas en común para su sorpresa. Jungkook era un amante de los gatos pero era alérgico a ellos por lo que solo había tenido perros en su infancia. Había crecido en una familia donde había mucho amor y se notaba, lo habían criado para ser amado según sus palabras y se reía de eso ya que nunca había tenido una relación seria.

Una noche, luego de haber tenido sexo, Jungkook le confesó que quería enamorarse, que le gustaría saber que se sentiría ser amado por alguien, ser la primera opción de una persona. Namjoon lo sintió como un golpe a como trataba al azabache y se dio cuenta que no podía jugar con él, ya no podía buscarlo por soledad, Jungkook era un chico genial, trabajador, muy responsable y que tenía metas claras para su vida. Sumado a eso se había hecho amigo de Seokjin y su hermano iba a patear su culo si lo hacía sufrir.

Namjoon se estiró en su silla y cerró sus ojos. Era una mierda egoísta pero le gustaba estar con Jungkook, más allá del sexo espectacular que tenían. Namjoon no había querido dejar entrar a nadie después de Jimin pero con Jungkook en algún momento había bajado sus barreras y ahora no sabía que hacer.

Anhelaba ver a Jimin, saber de él y ponerse al día. Los recuerdos lo movían a estar cerca  pero tenía un poco de miedo de conocer al Jimin adulto, al Jimin que era separado y que tenía dos hijos y que no le gustara esa desconocida faceta.

Mierda. Namjoon tomó su teléfono y miró la pantalla, Jungkook le había enviado un mensaje y luego de leerlo se puso de pie de inmediato.

Él está aquí de nuevo, tengo miedo, creo que voy a denunciarlo.

Namjoon fue directamente hasta la oficina de uno de sus jefes a cargo, que a su vez era el padre de Jungkook. Golpeó la puerta dos veces y entró. Por obvias razones su jefe no sabía que él se veía con Jungkook y es que a pesar de haber sido criado dentro de una familia amorosa, Jungkook, no comentaba sobre su vida con nadie de su familia. Es más, Namjoon estaba casi seguro que los Jeon no sabían que Jungkook se había cambiado de departamento.

—Jefe Jeon, pido permiso para retirarme dos horas antes.

El hombre lo miró por sobre sus gafas, casi llegando a sus cincuenta el hombre era recio y altivo causando temor entre los aprendices y cariño cuando ya llevabas años en la institución a causa de su rol más paternal que dictatorial.

—¿Pasa algo, Kim?

—Tiene que ver con su hijo, señor. —Namjoon mordió su labio inferior, Jungkook lo iba a patear por contarle a su padre pero el asunto de su acosador se estaba saliendo de control y no ayudaba que Jungkook no quisiera hacer la denuncia. Y Namjoon todavía no entendía porque se estaba negando a hacerlo.

—¿Jungkookie? —Por primera vez vio miedo en los ojos del hombre que se puso de pie de inmediato —¿que pasa con mi hijo?

—Hay alguien que lo está acosando hace un par de semanas, no sé si usted sabía pero Jungkook vive actualmente con mi hermano.

—¿Es su pareja?

—No, no lo son... Mi hermano le alquila una habitación de su departamento.

Jeon movió su cabeza y sacó su teléfono del bolsillo, hizo unas llamadas y luego lo miró.

—Hazte cargo de lo que sea que esté pasando, yo tengo una reunión ahora y no puedo faltar —exasperado, Jeon, se pasó una mano por su cabello —pero hablaré con Jungkook y si es necesario haré que vuelva a casa. No quiero ni saber qué va a opinar su madre al respecto, ¿porque no me lo dijo antes?

—Él quiere arreglar sus problemas solo, señor.

—Anda, cuidalo por mi por favor, ese niño sigue siendo confiado en sus actos, no de da cuenta que las personas pueden causarle daño.

Como una daga directa hacia él Namjoon asintió, salió de la oficina y luego de la comisaría. Tenía dos horas antes de verse con Jimin y no sabía que iba a encontrar en el bar donde trabajaba Jungkook.

Pero todo indicaba que Namjoon estaba a punto de elegir entre ver a uno y estar con el otro.

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Como me gustan los triángulos amorosos 🤗

Tengan un buen fin de semana ✨