28

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—Él está molesto. 

Jungkook alzó la vista desde donde estaba detrás de la barra y asintió cuando la puerta de la oficina de su jefe retumbó por lo fuerte que fue cerrada. O golpeada, más bien. 

—Esta semana ha estado así. —Jungkook dejó el vaso que estaba limpiando junto a los otros y miró a su compañera de trabajo —se ve sexy enojado. 

Ella sonrió de inmediato —a ti todos los hombres te parecen sexys. 

—No todos. 

—Claro que si Jungkook, solo basta que te digan que tienen más de 30 años y ya estás babeando. 

Jungkook rodó los ojos —solo me gustan los que son exitosos, esos que son seguros de sí mismos y ganan su propio dinero —el azabache se encogió de hombros mientras tomaba un nuevo vaso de vidrio —a cualquiera nos podrían gustar los hombres así. 

Sumin asintió pensando, tiró un poco más de desinfectante sobre la madera y siguió limpiando. —Mi hermana a veces cuida a dos niños, viven al frente de mi casa y el papá de ellos es tan atractivo —Sumin lamió sus labios —es padre soltero y todo eso. 

Jungkook arrugó su nariz —no me gustan los niños ni los problemas, prefiero hombres que no tengan familia. 

—Es lindo ver ese lado paternal en un hombre. 

—No me gusta la verdad. 

Sumin se acercó al azabache y mientras lo hacía miró hacia la barra buscando seguramente un poco de privacidad. 

—El profesor Kim está casado y tiene hijos y aún así no te importó coquetearle por una nota. —Susurró. 

—No pasó nada ahí, niña. Simplemente tomé la oportunidad, él es tan descarado y pensé que podía sacar provecho. 

—Y ahora no te deja de molestar. 

Jungkook le dio la razón a su amiga, se habían conocido en el bar donde trabajaban, tenían muchas cosas en común, incluso asistían a la misma universidad. 

—Me dijo que se va a separar —Jungkook se echó a reír —esa es la primera mentira que te dice un hombre casado. 

—Ten cuidado, no me gustaría que apareciera el esposo del profesor a patear tu culo. 

—¡Pero si no he hecho nada! Ni siquiera me atrae como para follarlo. Si él pensó otra cosa no es mi culpa, estoy más interesado en atrapar al policía. 

—Uh si, ¿Cómo te ha ido con eso? 

—Es escurridizo —Jungkook dejó el vaso y lo alineó con los otros usando el mismo paño para no ensuciarlos con sus dedos. 

—Me gustan de esos —Sumin suspiró. 

—A mi me gusta él, pero no se deja. Después de la última vez no creo que vuelva a verlo. 

—Abrimos en diez chicos, la barra tiene que estar impecable, ya saben que al jefe le gusta que esté todo limpio. 

El azabache alzó su dedo en respuesta al administrador y observó su lugar de trabajo, estaba bastante limpio por lo que salió de detrás de la barra y fue hasta el baño de empleados, limpió sus manos cuando terminó de orinar y de vuelta se encontró con la mirada asustada de Sumin. 

El jefe de ambos, el dueño del bar estaba revisando la barra con sus ojos entrecerrados y una mueca sería en los labios que de alguna manera le hacía ver mucho más atractivo de lo que ya era. Sumin había tenido razón mientras conversaban, a él le gustaban los hombres mayores, pero más que eso, le gustaban los hombres que se veían y actuaban poderosamente. 

Y su jefe estaba encabezando su lista.

El hombre había llegado pocos meses antes a hacerse cargo del bar ya que su antiguo dueño había decidido dejar todo atrás y enfocarse en su matrimonio. El viejo siempre fue un aventurero a los ojos de Jungkook. 

El bar había revivido gracias a Jung Hoseok y si antes Jungkook no encontraba una real motivación para sus días de trabajo, luego de conocer a su actual dueño, eso había quedado en el pasado. 

—¿Quien limpió los vasos? 

Jungkook dio un paso al frente y miró al enojado hombre —yo los limpié. 

—Están sucios. 

Los ojos del azabache se abrieron grandes y miró a su jefe y luego a los dichosos vasos. —No lo están, me aseguré de no tocarlos con mis dedos.

Jung alzó una de sus cejas y Jungkook lamió sus labios ante la visión de ese hombre irritado y no entendía pero se veía atractivo de esa manera. 

—Estoy diciendo que están sucios y si lo digo es porque así es. 

Mordiendo su labio para no rebatirlo Jungkook asintió lentamente —los limpiaré de nuevo, señor. 

—Por supuesto que lo harás y cuando termines dirígete a mi oficina. 

Jungkook tragó saliva, de reojo vió a todos sus compañeros mirarlo, sentía sus mejillas sonrojadas por lo que solo asintió torpemente. 

Una vez que su jefe salió de su área para revisar los baños él de inmediato comenzó a limpiar los benditos vasos, enojado por tener que hacer de nuevo la tarea tomó un paño nuevo, uno limpio y comenzó con la tarea. 

—Hijo de puta —balbuceó enojado. 

—Suerte para la otra Jeon. 

El barman golpeó su espalda y Jungkook luchó por no decirle todas las groserías que tenía para él. Odiaba que le dijeran que hacía mal su trabajo. 

Los vasos habían estado relucientes desde el inicio. Llevaba casi dos años en ese lugar, sabía como hacer su labor. 

Cuando terminó se dio cuenta que el bar ya estaba bastante concurrido, era noche de sábado. El bar Dona era de los preferidos de los adultos jóvenes, y ese era el público que atendían de lunes a sábado. 

—¿Vas a ir ahora? 

—Si —Jungkook se quitó el delantal negro que amarraba a su cintura para no mojar su uniforme y lo dejó bajo el mesón. 

—Trata de no discutir ¿Si? —Sumin se veía preocupada —ya sabes que no le tiembla la mano para despedir a quien le hace frente. 

—No te preocupes, linda. Necesito este trabajo hasta que pueda obtener mi título, solo unos meses más y seré libre. 

—Suerte. 

Jungkook salió de la barra y saludó a varios clientes habituales, uno de ellos fue extremadamente cariñoso, el azabache lo odiaba, siempre trataba de comprarle alcohol aún si él se había negado varias veces. 

Se pasó una mano por su cabello cuando estuvo fuera de la oficina y sin siquiera anunciar su llegada él entró a la oficina. 

—No, la mesa no se ocupará. 

Su jefe estaba parado a un costado de la ventana hablando por teléfono mientras miraba hacia la calle. Llevaba una camisa blanca ajustada, su pantalón era gris y se amoldaba bastante bien a su delgado cuerpo. Pero eso no era lo que más había llamado la atención de Jungkook. Era su cabello, sedoso, ligero y siempre bien peinado, Jungkook tenía una fijación por ese cabello castaño oscuro. 

Jungkook aclaró su garganta y su mirada encontró la de su jefe que se giró para enfrentarlo. 

—Hablamos luego, Daniel. 

El hombre no dijo una palabra mientras dejaba su teléfono sobre el escritorio y se sentaba en su asiento, miró a Jungkook por varios segundos en silencio haciendo que Jungkook quisiera salir corriendo de allí. 

—No sé que tipo de relación tenías con mi tío, pero no me gustan la insubordinación y la poca disciplina. Tienes un trabajo que realizar y yo espero que lo hagas bien porque para eso se te paga mes a mes. 

Mierda, el tipo era un antipático. Jungkook no dijo nada y asintió esperando que el sermón no fuera tal. Se sentía como un idiota.

—¿No vas a decir nada? 

—Haré un mejor trabajo la próxima vez. 

Su jefe volvió a hacer esa maldita mueca con sus labios viéndose como un mafioso. 

—Puedes retirarte. 

¿Solo eso? Jungkook arrugó su ceño y como nunca había sido de los callados él abrió su boca. 

—Con todo respeto señor, usted sabe los años que llevamos aquí los que decidimos quedarnos cuando su tío se fue. Era un buen jefe y jamás se desquitaba con nosotros por sus asuntos personales. 

Las cejas del hombre frente a él se alzaron han arriba que Jungkook las vio desaparecer detrás del cabello castaño oscuro. Miró hacia un costado ante la notable irritación de su jefe, pero no daría pie atrás, él no había dicho nada malo, ni siquiera había sido irrespetuoso. 

—¿Me estás echando la culpa a mi por tu falta de buen desempeño? 

Jungkook negó —solo creo que no merecemos que nos trate como su fuéramos una mierda inservible. 

Jung Hoseok se puso de pie y Jungkook tragó saliva de pronto asustado por esa mirada seria. Nunca había notado lo definido de los rasgos del hombre que ahora se acercaba a él. 

—¿Tienes la manía de decir siempre lo que piensas? —Hoseok deslizó sus ojos por el uniforme del chico y alzó una de sus cejas al leer su nombre —Jungkook. 

¿Había dicho que su jefe se veía sexy enojado? Pues Jungkook estaba pensando seriamente que se veía más bien apetitoso. Le gustaba esa vibra de hombre Todopoderoso que fluía de él. 

Aún si el infeliz no sabía su nombre.

—Siempre soy sincero y respetuoso, señor. 

Los ojos de su jefe se clavaron sobre los suyos y el azabache no bajó la mirada, sus dedos de retorcieron entre sí pero no dio pie atrás. 

—Ve a trabajar Jungkook. 

Jungkook asintió y cuando se giró su brazo fue tomado, una leve presión que sintió por todo su cuerpo. Giró su cabeza y se encontró con el atractivo rostro de su jefe. 

—¿Tiene algo más que decir, señor? 

Hoseok lamió sus labios y Jungkook por supuesto que siguió el movimiento con sus ojos. 

—Este tema no está terminado, solo para que lo sepas. 

Jungkook tragó saliva y cuando fue liberado él abrió torpemente la puerta y salió por el pasillo al bullicioso bar. No estaba seguro si lo que había ocurrido segundos antes había estado dentro de las normas laborales pero no le importaba un carajo la verdad. 

Mordiendo sus labios volvió detrás de la barra y tomó su delantal, mientras lo hacía sintió en su camisa negra el perfume de su jefe, habían estado así de cerca que el perfume de este había quedado impregnado en la tela. 

—¿Hoy estarás en sala o en la cocina? 

Jungkook miró a su compañera y ella se acercó de inmediato a él. —¿Que? 

—¿Tienes calor? 

—¿Eh?

—Tus mejillas están rosadas. 

El azabache alzó sus dos manos y se tocó las mejillas mencionadas. Negó dos veces y se dio la vuelta para comenzar a trabajar de una maldita vez. 

—Estoy en sala. —Jungkook tomó una bandeja y se dirigió al área de bar, esa noche haría de mesero por lo que pasó por la caja y tomó una libreta y un lápiz. 

Se pasó una mano por el cabello cuando vio entrar a un grupo de mujeres, observó la mesa a la que se dirigían y cuando ellas tomaron asiento él se acercó. Les dirigió una de sus sonrisas ganadoras y ellas se quedaron mirándolo con sus bocas abiertas. Esperó a que se acomodaran bien y se acercó.

—¿Buenas noches, bienvenidas a Dona, que desean tomar esta noche? 

Una de ellas dirigió una sonrisa traviesa hacia él seguramente pensando en algo más que comidas y bebidas. Jungkook estaba acostumbrado al recibimiento que tenía por parte de las mujeres. No le molestaba en lo absoluto. 

—Mhm, todavía no decidimos guapo, pero quédate cerca para darte nuestro pedido. 

Jungkook asintió y se desplazó por una mesa desocupada recientemente, quitó los vasos y los platos para llevarlos hasta la barra. Tomó su bandeja nuevamente y miró hacia el lugar. Parecía que todos estaban atendidos e incluso habían mesas que se notaba que llevaban varios tragos encima. 

Cerca de él una mano fue alzada y Jungkook se dirigió hasta allá. Era el grupo de chicas, al parecer su orden estaba lista. 

Caminó hasta allá y de soslayo se dio cuenta de varias mujeres que lo miraban. Sonrió engreído, le gustaba cuando lo miraban. Se paró frente a la mesa y anotó los pedidos, fue amable con los coqueteos de algunas de ellas y riendo por un chiste bien contado fue hasta el totem que usaban para hacer las boletas con los pedidos de los clientes. Ese pedido iba directo hasta la barra y a la cocina donde hacían los tragos y comida. 

Jungkook se acercó a la barra y pasó detrás de esta. Su amiga pasó por su lado pero se detuvo detrás de él. Jungkook se quedó quieto cuando ella se acercó hasta su oído. 

—Al final de la barra hay un hombre que no te ha quitado los ojos de encima, preguntó por ti y todo. 

Jungkook arrugó su ceño pero no miró enseguida y cuando Sumin se alejó él se agachó para buscar su botella de agua y tomar un trago. Cuando terminó la volvió a dejar donde mismo y ahora sí miró hasta el final de la barra. 

Y maldita sea si su policía malo no se veía como todo un dios sexual mientras bebía de su vaso, el líquido se perdía dentro de esos maravillosos y gruesos labios.

La mirada que le dio Kim Namjoon era obscena y Jungkook mordió su labio inferior con fuerza. No había tenido noticias del hombre en cuestión y había quedado bastante claro la última vez que se habían visto que Namjoon no quería volver a verlo. Entonces, ¿Que hacía allí? 

Y por sobre todo, ¿Por qué lo estaba mirando como si quisiera follarlo sobre la barra?

Negándose a tomar esa invitación indirecta es que el azabache dejó la barra para salir de ella, el pedido de la mesa de las chicas estaba listo. Tomó la bandeja y caminó seguro por el lugar y ahora, que sabía que Namjoon estaba también en el bar, sintió la penetrante mirada del hombre sobre él. 

Entregado el pedido y luego de darse varias rondas tomando pedidos y sirviendolos, Jungkook decidió tomar un descanso y eso significaba que saldría por la parte de atrás y fumaría un cigarrillo. Esa era su tradición y esa noche no sería diferente a las otras. 

Estaban autorizados a salir unos minutos en lo que transcurría el turno y tomar un descanso más prolongado de veinte minutos que Jungkook jamás tomaba. 

Se quitó su delantal y avisó a sus compañeros que saldría por un rato, en todo el tiempo que estuvo en la sala perdió de vista a Namjoon que al parecer se había aburrido de su falta de atención. No importaba de todos modos, el tipo había sido enfático en que no le gustaba repetir y aunque se había tragado sus palabras, Jungkook sabía que el tipo no era para enamorarse. 

La parte trasera del bar era un callejón, estaba bien iluminado y tenía un área especial para fumadores.

Jungkook se sorprendió de ser el único en estar en ese lugar, pero no por mucho. 

—Buenas noches, ¿Viniste a esconderte? 

El azabache sacó del bolsillo de su pantalón una cajetilla de cigarros y se metió un cilindro a la boca, una llama apareció ante sus ojos. Namjoon le sonrió y Jungkook odió sentirse tan tonto por un hombre que lo había despachado semanas antes. Guardó de nuevo la cajetilla y miró al atractivo policía. 

—Es habitual que tome descansos y no sé si lo sabes pero este lugar es exclusivo del personal, ¿Que haces aquí Namjoon? 

—¿No es obvio? Vine a verte. 

Jungkook le dio una calada larga a su cigarrillo y botó el humo mientras trataba de encontrar las fuerzas para rechazar a semejante hombre. 

—Entiendo. 

—¿A qué hora sales hoy? 

—No. 

—¿No? 

—No, no haré esto de nuevo, no iré detrás de ti para que luego prácticamente me eches de tu departamento… Creo que ya llené las casillas de rechazos este mes. 

Namjoon suspiró y se pasó una mano por su cuello, se veía nervioso, incluso un poco inquieto. Jungkook no lo había visto así antes. Y había conocido bastante del agente de policía que trabajaba con su padre hace un par de años. 

—Fui una mierda, lo sé. 

—Ajá, estamos de acuerdo en algo —Jungkook le dio otra calada larga a su cigarrillo y lo terminó. Se acercó al cenicero y lo apagó. 

—No busco algo estable y lo sabes, te lo dije.

—Eso lo sé Namjoon, yo tampoco estoy buscando anillos, pero soy un hombre después de todo y la primera vez que me fui contigo lo hice porque ¿Quien mierda te diría que no? —Jungkook suspiró —y las otras veces, y te recuerdo que fueron varias, fue porque me gustó estar contigo y por supuesto quería repetir. Pero la última vez fue diferente y no me voy a excusar por eso.

Namjoon frente a él asintió en silencio, su ceño arrugado en demasía. Y ahora que Jungkook lo veía mejor sus ojos estaban rojos y se veía cansado, como si no hubiese dormido en muchos días. 

—Te vas a reír —Namjoon rio entre dientes —pero me siento solo esta noche… No te estoy usando Jungkook, también me gusta estar contigo y ni siquiera estoy ofreciendo sexo… Solo me gustaría comer algo, ¿Conversar? No lo sé, cualquier cosa que me haga olvidar, ¿Puedes hacer eso por mi? Solo por esta vez y te juro que nunca más volveré a buscarte. 

Maldición, no quería decir que no, pero no estaba seguro exactamente lo que Namjoon quería de él. 

—La última vez traté de conversar contigo y pusiste un enorme muro entre nosotros. —Jungkook se cruzó de brazos —no me gusta esto de que todo sea diferente solo cuando tú lo quieres. 

—No es así —Nam se acercó —estoy siendo sincero.  

Jungkook negó un par de veces antes de que su espalda chocara suavemente contra la pared de cemento. Las grandes manos del agente se aferraron a su cintura y él dejó de pensar. 

Abrió su boca cuando Namjoon presionó sus labios con los suyos, su lengua jugó con la ajena mientras sus manos subían por el pecho del mayor. Un quejido de satisfacción salió de sus labios cuando su boca fue liberada. Jungkook echó su cabeza hacia atrás y Namjoon comenzó a besar su cuello mientras sus grandes manos bajaban de su cintura hasta su culo masajeando hábilmente. 

Jungkook levantó sus manos y enredó sus dedos en el cabello de Namjoon. Tiró de las hebras y de inmediato el hombre dejó de besarlo. 

—Hay cámaras aquí —Jungkook dijo en un susurró, su voz sonaba caliente y necesitada. 

—Lo siento —Namjoon se echó a reír. 

El azabache entrecerró sus ojos acusatorio —no lo sientes. 

—La verdad es que no. 

Jungkook sonrió y cuando fue liberado él arregló su uniforme —debo entrar. 

—¿Puedo pasar por ti cuando termines? 

El azabache asintió, sabía que se ibas a arrepentir pero era débil ante Kim Namjoon. 

—Salgo a las dos, ¿Está bien?

Namjoon lamió su labio inferior y Jungkook se mantuvo de pie frente a él aunque el único pensamiento que tenía era el de arrodillarse y hacer que el hombre se corriera dentro de su boca. 

—Está bien, vendré por ti entonces. 

Jungkook asintió lentamente viendo como Namjoon se alejaba de él con una sonrisa traviesa en los labios y caminaba lejos saliendo del callejón. 

Cuando no estuvo a la vista Jungkook se pasó una mano por su rostro. Había tratado de ser fuerte y por supuesto que había fallado. 

A su lado la puerta se abrió y Sumin lo buscó con la mirada. 

—Jungkook —ella lo llamó nerviosa —hay alguien preguntando por ti. 

—¿Por mi? —El azabache siguió a su amiga y cuando ella se giró, antes de entrar al área de la cocina, Jungkook supo que no era cualquier persona —¿Quien está preguntando por mi? 

Sumin suspiró —es el profesor Kim Taehyung. Está aquí hace un par de minutos. 

—¿Que? —Los ojos de Jungkook se abrieron grandes y sin más entró nuevamente al bar confundido por quién y la razón del  por qué lo estaba buscando. 


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Holaaa aquí ando desbloqueando una nueva historia dentro de la historia grande 🤣.

Mañana subiré otro capítulo y esta vez con nuestra pareja 😍.

Gracias por el apoyo, tengan una excelente semana 💜

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