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Yoongi mordió su labio hipnotizado. Seokjin mantenía sus ojos cerrados mientras se movía sobre él. El tipo estaba duro y húmedo, tan húmedo que a cada roce la muestra de su excitación quedaba sobre la tela de su pantalón.
Jin estaba desnudo sobre él, la toalla que lo cubría había caído rato antes gracias a él mismo que la había quitado sin preguntar. Sus manos se deslizaron por la suave piel de Seokjin y Yoongi se deleitó con la suavidad de la misma. Casi no había vello en su torso ni en sus piernas.
Yoongi gruñó cuando sus labios fueron succionados por esos impresionantes labios y él deslizó su lengua tomando uno y cada uno de los suspiros del hombre rubio.
—Yoon —Seokjin susurró.
Abriendo sus ojos, que no se había dado cuenta que había cerrado, el azabache miró al atractivo hombre y el deseo que sintió le hizo maldecir ante la vista.
—Eres tan impresionante Seokjin.
—Y tú eres muy bueno diciendo cosas que me hacen avergonzar.
Yoongi sonrió al ver también una sonrisa en los labios del rubio. Deslizó de nuevo sus manos por la espalda de Seokjin y hasta su culo sintiendo como la piel se erizaba mientras lo hacía.
No iba a presionar a Seokjin a hacer algo más esa noche, le bastaba de hecho con haberlo visto desnudo, el tipo tenía una hermosa y apetitosa polla que ya quería probar, pero eso sin embargo podía no ocurrir esa noche y Yoongi estaba bien con eso.
Relajándose Yoongi se acomodó en el sofá con Seokjin sobre él, parecía tranquilo pero la tensión en los hombros del rubio le decía otra cosa.
—Relájate.
Jin lamió su labio inferior, sus mejillas tiernamente rosadas le hacían ver más joven y precioso de lo que ya era.
—Lo estoy intentando. Es difícil.
—¿Quieres vestirte? —Yoongi miró hacia el piso y vio la toalla que antes Seokjin había estado usando.
—No. Quiero que te quites la ropa también, me siento en desventaja.
La boca de Yoongi se secó, él también quería quitarse su ropa y follar al bonito hombre que lo miraba sin siquiera pestañear, y la verdad sea dicha, su autocontrol estaba llegando a un límite.
—Creo que no es la mejor idea.
—¿Me estás rechazando en esta situación?
—Claro que no, pero…
—Entonces cállate —Seokjin le abrió aún más la camisa y deslizó sus manos por el pecho desnudo. —Quiero probar.
Yoongi temía haberse caído de cabeza en camino al departamento de Seokjin, porque no tenía otra explicación a que el rubio, en un principio homofóbico, ahora quisiera probar, lo que sea que significara eso para él.
Su camisa fue quitada y él no se opuso cuando los dedos de Seokjin trabajaron en su cinturón de cuero y luego en su pantalón de tela. Yoongi respiraba más rápido, los nervios se dispararon ante lo que estaban haciendo.
Nunca se había sentido de esa manera, ni cuando había sido un chiquillo virgen ante su primera vez, pero tenía que haberlo sabido mejor, Yoongi estaba realmente aterrado de que Seokjin lo viera desnudo cuando siempre había elegido a las mujeres.
Pero no dejó que eso lo detuviera, estaba bastante satisfecho con su polla y si Seokjin quería verla entonces él se dejaría ver.
El rubio se quitó de su cuerpo y se sentó a su lado sin dejar de mirar el bulto que asomaba bajo la tela de su boxer y a esa altura Yoongi estaba tan duro que estaba siendo doloroso soportarlo.
Alzó su cadera para quitarse el pantalón y luego sus calcetines, no se atrevió a tocar su bóxer y miró a Seokjin que mantenía sus ojos en ese lugar.
—Pagaría por saber que estás pensando ahora mismo, Jin.
Los ojos, los hermosos ojos del rubio se encontraron con los suyos y sin más su boca de tomada y una temblorosa mano acarició su polla todavía bajo la tela Yoongi gimió, su autocontrol yéndose a la mierda. Él realmente lo había intentado.
Yoongi se movió sin dejar de besar a Seokjin y le hizo acostarse sobre su espalda, comenzó a besar su cuello, lamió su mandíbula y se deleitó con los gemidos del rubio. No dejó de besarlo mientras suavemente comenzó a raspar con sus dientes la piel de su pecho viendo en todo momento la reacción de Seokjin que mantenía sus labios y ojos abiertos.
Con su lengua probó uno de los pezones y el gemido que Seokjin dejó salir hizo que Yoongi se llevará una de sus manos a su polla para no correrse ahí mismo.
—Mierda —Jin echó su cabeza para atrás y se rio —nunca había probado eso.
—Suerte para mí.
Yoongi volvió a su tarea y lamió de nuevo la protuberancia oscura haciendo que Seokjin alzará sus caderas chocando su polla con su muslo desnudo. Se miraron unos segundos, sus respiraciones eran tan rápidas y aún no habían hecho nada, pero la tensión era fuerte y la podían sentir con solo mirarse a los ojos.
Necesitaba una confirmación de lo que iba a pasar, necesitaba saber si Seokjin estaba dispuesto a dejar que lo probara, porque eso era lo que quería hacer. Era en lo único en que podía pensar.
Una mano se posó sobre su mejilla y Yoongi entendió el mensaje, le sonrió al hombre antes de bajar el último tramo. Miró la polla bellamente erguida y lamió sus labios antes de meterla a su boca. El sabor de Seokjin golpeó su lengua y quiso probar más por lo que chupó la cabeza húmeda y un alto gemido le hizo detenerse unos segundos.
—Si —Jin echó su cabeza para atrás. Sus ojos se mantenían cerrados.
—Abre tus ojos —Yoongi mandó —mírame y toma atención. Luego va a ser tu turno.
Seokjin pegó una carcajada y Yoongi también comenzó a reír. Jamás había hecho eso de bromear mientras estaba a punto de chuparle la polla a un tipo, pero era Seokjin, era el hombre que estaba iluminando todo a su alrededor.
Antes de que Seokjin volviera a reírse deslizó su lengua por la cabeza húmeda y luego fue besando y chupando todo el tronco duro. La maldición que Seokjin gritó le hizo ir más allá y llevarse toda la polla a boca. Él mismo hizo un ruido ante el sabor pero más le interesaba el hombre que mantenía ahora sus dos manos sobre su cabeza disfrutando de la mamada que estaba recibiendo.
Y Seokjin estaba haciendo caso, lo estaba mirando con sus ojos brillantes y su boca abierta mientras ruiditos de placer escapaban de esos labios obscenamente gruesos.
Yoongi no se detuvo mientras se deslizaba por la carne dura disfrutando de lo que estaba haciendo. Una de sus manos bajó hasta su propia erección y se tocó sobre el bóxer mientras se llevaba la polla del rubio hasta su garganta.
—Si, así —Seokjin dirigió —más rápido, me voy a correr.
Sonriendo Yoongi deslizó sus manos por los muslos delgados y suaves. Ancló sus grandes manos en la cadera de Seokjin y comenzó a chuparlo más fuerte y rápido. Quería su semen en su lengua, quería comerse la corrida de Seokjin tanto como quería correrse sobre él.
—Mierda, mierda —Jin recitó mientras sus dedos se enredaban en el cabello de Yoongi hasta el punto del dolor —no pares.
Yoongi quería responder pero no lo hizo, en cambio se complació con los movimientos de Seokjin buscando su orgasmo. El tipo que había creído heterosexual estaba follando su boca y Yoongi nunca fue más feliz cuando un gemido largo y tembloroso llenó el silencio del departamento.
El azabache chupó hasta que todo el semen estuvo fuera de Seokjin y se lo tragó ante la mirada caliente y sorpresiva de este. Yoongi lamió sus labios y se arrodilló entre las piernas de Seokjin mientras se miraban sin decir palabra alguna.
El sudor bajaba por la sien del azabache. Hacía calor en el departamento y Yoongi se pasó una mano por su cabello desordenando el peinado que tanto le había costado lograr. Se había preparado tanto para la cena fallida pero no se arrepentía en absoluto.
¿Cómo podría arrepentirse de ser el hombre por el que Seokjin estaba dejando atrás sus miedos?
Yoongi se limpió la comisura de sus labios y miró detenidamente al hombre desnudo y silencioso que lo estaba mirando sin siquiera pestañear.
—Este es el momento en el que te vuelves loco porque un hombre te hizo un oral. —Yoongi probó con una broma, esa siempre era la dinámica que rompía los tensos momentos entre ellos, pero Seokjin no rio como siempre, ni siquiera un atisbo de sonrisa se podía apreciar.
Yoongi quería alejar esa maldita inseguridad que sentía desde que esa tarde había ido hasta la cafetería en donde Jin trabajaba, había sido un momento de impulso repentino luego de ir a dejar a sus niños a natación. Necesitaba verlo aunque sea unos minutos, pero no contó con lo que vio al entrar a la cafetería.
Y debería haber estado preparado para ver a Jin coquetear con su compañera de trabajo, ella era la misma chica que semanas atrás Seokjin había follado con los ojos, Yoongi lo recordaba muy bien.
Sintió celos pero no dijo nada, simplemente abandonó el lugar y lo llamó para esperarlo fuera, ellos no eran nada, no eran novios, no tenían más que algo sin nombre pero Yoongi aún así sintió la posesividad de decir que el espectacular hombre era suyo.
Ahora, mientras Seokjin se sentaba frente a él, Yoongi se preparó para ser despedido, la curiosidad había sido develada, él ya no tenía nada más que hacer ahí.
—¿Por que cada vez que avanzamos un poco retrocedes y me tratas de echar de tu vida?
Yoongi arrugó su ceño y negó lentamente —no es así, solo…
—¿Crees que alguna vez hice esto con algún otro hombre? Maldición Yoon, necesito que dejes de pensar que voy a salir corriendo.
—Lo siento —el azabache miró hacia la pared más cercana sintiéndose cohibido de pronto. —Me cuesta confiar.
—Me he dado cuenta.
—Llevo cinco años solo, no había querido conocer a nadie más para algo más serio, ya sabes, los niños ocupan gran parte de mi día, de mi vida. Entonces la idea de conocer a alguien no estaba en mis planes, pero apareciste tú y yo… —Yoongi giró su cabeza cuando la cálida mano de Seokjin se apoyó en su mejilla.
—Mírame.
Yoongi tragó saliva y se esforzó por no apartar la vista de esos ojos curiosos. —Yo comencé a querer más. Quería verte todo el tiempo, saber de ti, besarte, pero solo era un trabajo ¿No? —Seokjin asintió en acuerdo a su razonamiento. —Nunca pensé que me quedaría con un hombre heterosexual para romper con mi soltería auto impuesta, ¿No crees que se escucha como una locura?
Jin suspiró. —Si, estuve pensando en eso hoy en la tarde.
—Las circunstancias hicieron que esto ocurriera, que avanzaramos tanto y entonces no puedo dejar de preguntarme si estarás aquí cuando te des cuenta que esto que estamos formando va muy en serio. Que esto no es una simple curiosidad.
—Nadie tiene su destino escrito, Yoon.
—Si, tienes razón —Yoongi suspiró —no confío en las personas porque me han desilusionado demasiado, no espero nada de las personas porque siempre terminan haciendo daño y yo no quiero que eso pase contigo.
—Yo tampoco quiero salir dañado de esto —Jin se acercó un poco más y ahora sus dos manos estaba sobre sus mejillas —estoy dando lo mejor de mi aquí. Necesito que lo veas. Necesito que des cuenta que yo… —Jin se mordió el labio —necesito que creas que esto es real. Es real, lo que siento por ti no es un juego y me estoy aventurando mucho porque quiero hacer esto contigo, quiero todo. Tienes que confiar.
Era pronto para hacer declaraciones de amor, él lo sabía, pero no le importaba conocer a Seokjin hace poco tiempo, ni tampoco las causas de como se originó el que ellos hubiesen terminado sintiendo más allá de su acuerdo comercial.
Yoongi terminó con la distancia y besó los labios del rubio que cerró sus ojos de inmediato ante el acto. Sus pechos se rozaron y Yoongi bajó sus manos hasta la cintura ajena para abrazar al hombre que estaba provocando estragos dentro de él.
No quería joder las cosas, quería más de Seokjin, quería que juntos pudieran construir algo más.
—Ya que conversamos —Jin apoyó sus manos sobre sus hombros haciendo que Yoongi se sentara en el sofá nuevamente —quiero pasar a la segunda parte. —Dijo cuando el beso acabó.
—¿Segunda parte?
—No me sorprende que hayas pasado tanto tiempo solo —Jin se rio mientras se sentaba otra vez sobre su regazo. —Eres lento.
Yoongi sintió su polla despertar nuevamente mientras las manos de Jin comenzaban a tocar sobre su bóxer.
—Y tú eres bastante curioso, me sorprendes.
Jin sonrió amplio, sus dedos ahora al borde del bóxer —créeme que de los dos el más sorprendido soy yo.
Yoongi lamió sus labios mientras su polla era sacada de sus confines. Respiró profundamente y miró al hombre que estaba mirando su miembro como si fuese sujeto de investigación.
Los latidos de su corazón iban a la par de su pulsante polla mientras Seokjin la mantenía en sus manos estudiándola con interés.
—Soy ligeramente más grande que tú —Yoongi nunca era tan hablador a la hora del sexo pero con Seokjin no podía mantenerse callado, quería saber exactamente donde trazar límites.
Un gemido escapó de su boca cuando Seokjin deslizó su mano por su pene. Su cabeza se sentía pesada y sus ojos se cerraron mientras el movimiento volvía a repetirse.
—Se siente bien esto.
—Se siente increíble —Yoongi abrió sus ojos y se encontró con la mirada de Seokjin, una de deseo que invitaba a muchas cosas. —Hazlo más rápido y mientras haces eso puedes besarme.
La orden fue respondida de inmediato y prontamente los labios calientes y húmedos de Seokjin estaba sobre los suyos mientras era masturbado ahora por una mano mucho más firme con golpes que lo tenían al borde.
Tomó el pequeño rostro del rubio y metió su lengua para probarlo amando los gemidos bajitos que hacía Seokjin cada vez que sus lenguas se encontraban.
El orgasmo comenzó a construirse dentro de él y Yoongi no lo detuvo, quería correrse en la suave mano de Seokjin. Quería dejarse ir y que Seokjin lo viera.
Los dedos de Seokjin hicieron un túnel sobre su polla y el movimiento de esa maliciosa mano se hizo más rápido haciendo que Yoongi no pudiera siquiera pensar.
—Quiero verte, Yoon. Córrete para mí.
Y eso fue todo lo que necesitó para alzar su cadera y cerrar sus ojos con fuerza cuando su orgasmo estalló fuera de él. El movimiento no se detuvo hasta que la última gota de semen salió de él.
Abriendo sus ojos nuevamente Yoongi suspiró satisfecho. Miró a Seokjin que estaba todavía sentado sobre él pero no lo estaba mirando sino que observaba su mano húmeda y llena de su escencia.
—¿Vas a probarlo o te vas a lavar las manos?
Seokjin negó con su cabeza riendo —tengo hambre pero no estoy preparado para tu semen la verdad.
Yoongi se encogió de hombros —es muy de porno barato lamerse la mano. —Yoongi alcanzó su chaqueta que no recordaba habérsela quitado y del bolsillo interno sacó un paquete de pañuelos desechables. —Toma.
Jin tomó el papel y limpió sus dedos mojados, luego descartó el papel y se acostó en el pecho de Yoongi.
—¿Estás cómodo?
—Lo estoy —Yoongi rodeó el delgado cuerpo del rubio con sus brazos y dejó un beso en su frente —estoy mejor que nunca la verdad.
Desde su lugar no podía ver el rostro de Seokjin pero quería creer que estaba sonriendo, tal y como él lo estaba haciendo.
Había caído tan rápido por Seokjin que ni siquiera se había detenido a pensar en nada más, quería al hombre más allá de su atractivo físico que fue lo que primero llamó su atención.
Lo quería en su vida y en la vida de sus niños.
—Yo también estoy bien, nunca me había sentido así —Seokjin alzó su cabeza —gracias por estar aquí, Yoongi.
El azabache asintió como un idiota enamorado y besó lentamente los labios que se estaban convirtiendo en una verdadera adicción.
—Creo que deberíamos vestirnos e ir a esa cena tardía ¿Que dices?
Jin le regaló la sonrisa más hermosa y dulce que Yoongi hubiese visto alguna vez en él y su corazón dio un latido fuerte que le hizo poner una de sus manos en ese lugar.
—Digo que si.
Yoongi se puso de pie cuando Seokjin salió de la sala y comenzó a vestirse, sus manos temblaban mientras abotonaba su camisa. Tuvo que hacer dos veces el nudo de sus cordones cuando se puso sus zapatos.
Dios, se sentía como un crío.
—Estoy listo, Yoon.
Yoongi miró hacia el inicio del pasillo y abrió su boca al ver al dueño de casa. Había peinado su cabello rubio y se había vestido completamente de negro.
¿Cómo había tenido tanta suerte?
—Estoy listo.
Con su chaqueta puesta ambos caminaron hasta la puerta, la vela se había consumido en algún momento de la noche haciendo que solo el olor pudieran sentir por todo el lugar.
Las luces fueron apagadas y la puerta fue abierta por Seokjin. Una última mirada y ellos ya estaban fuera del departamento.
Yoongi se quedó allí esperando por Seokjin y cuando este llegó a su lado estiró su mano. De inmediato entrelazó sus dedos y sin decir una sola palabra ellos comenzaron a caminar unidos no tan solo de sus manos, sino que también por la ilusión y la esperanza de haber encontrado en el otro a la persona indicada, esa que tanto esperaron para amar profundamente sin miedo a nada.
❤️
Tengan una linda semana 💜
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