Trafic

Baekhyun está varado en la autopista debido a un embotellamiento, pero en lo único que piensa es en tener las manos de su novio sobre su trasero.

~Ahora déjame verte, te necesito bebé~

Inspirada en la canción Beep Beep de Little Mix.

Palabras: 5k 




El día para Baekhyun había empezado del asco.

Primero el despertador no sonó y no tuvo tiempo de ni siquiera cepillarse los dientes, se contuvo de no golpear la mesa de trabajo al escuchar las burlas de sus compañeros por el mal olor y la falta de combinación de sus prendas. No era su culpa que en medio del apuro haya agarrado lo primero que literalmente encontró. Para él una remera negra manga larga, un suéter de lana blanco, su chaqueta de cuero y una bufanda era más que perfecto para el clima invernal que Corea estaba atravesando.

Desde pequeño amaba el invierno, era su estación preferida, la más esperada del año por él. Le gustaba como el cielo se veía. Pero definitivamente salir con el cabello mojado con esas temperaturas tan bajas no fue su mejor elección.

Y sin querer había confundido un suéter de lana blanco con un suéter con estampado de ositos, que le había obsequiado su mejor amigo Jongin cuando cumplió los treinta, hace ya seis años.

Definitivamente iba a matar a ese chico o iba a pedirle al novio de este, Kyungsoo, que lo haga.

¿Quién con veinticinco años se le iba a ocurrir regalarle un suéter de osos a otro de treinta para su cumpleaños?

Kim Jongin era todo un caso. Por fuera parecía un bendito adonis, musculoso y alto, pero por dentro era un osito de felpa, cariñoso y soñador. Tenía una sonrisa perfecta, y un talento excepcional.

Conoció a Jongin por una demanda que inició hacia la empresa de entretenimientos SM, estos habían revelado una falsa información y Baekhyun se encargó de la demanda, claro que los resultados fallaron a su favor.

Jongin, o mejor conocido como Kai, era un excelente modelo, no había cámara que se le resistiera, no existía prenda alguna que no le quedara tallada a mano. Es por lo que los contratos se les dispararon de las manos cuando la noticia de que Kim y Do Kyungsoo estaban saliendo. Kyungsoo era un aclamado vocalista del dueto más famoso del mundo, Soochen.

Los medios se encargaron de difamar información falsa sobre la pareja, como que consumían estupefacientes, o que organizaban fiestas clandestinas, solo para manchar la imagen pública de ambos.

Baekhyun y Jongin hicieron amistad de inmediato, ambos tenían tanto en común, Jongin llenaba el espacio de hermano que Baekhyun necesitaba, y Baekhyun llenaba el espacio de confidente y familia que Jongin buscaba en un mejor amigo. Se amaban con la profundidad más sincera que entre un hermano y otro podrían tener, y aunque muchas veces Baekhyun se quejara por lo infantil que podría ser Kai, no lo cambiaría por nada en el mundo.

Actualmente Kai y Kyungsoo concibieron dos hijos, el pequeño Jimin de dos años y la hermosa Joohyun de cuatro meses. Se casaron al mes del nacimiento de su primogénito en una pequeña recepción a lo lejos de la ciudad. Claro que alejados porque los periódicos los hostigaron para recibir una declaración de la pareja. Solo visitan a Baekhyun, a su pareja y a algunos familiares cuando es necesario.

Además de querer asesinar a su único y mejor amigo desde que tiene memoria por regalarle una prenda tan infantil, su departamento era un mugrero. Desde la última visita de su pareja no había tocado una escoba, ni siquiera pasó un trapo, o puesto a lavar la ropa, ni hablar de preparar algún platillo, vivía a base de ramen o comida rápida poco saludable. Sin querer subió unos cuantos gramos, que sus colegas le remarcaban diariamente con chistes que no tenían gracia alguna.

Debían entenderlo, estaba triste porque su novio tuviera trabajo hasta el cansancio y no puedan verse ni dos segundos. Aunque lo llamara por las noches y se contaran sobre su día, Baekhyun claramente ocultaba toda la tristeza que sentía por la ausencia del menor. No quería procesionarlo con sus problemas.

También chocó con el sofá en los apuros por encontrar su teléfono móvil, se contuvo de no gritar para que no lo echaran del edificio como sus vecinos gruñones lo intentaron en una ocasión por la puta música y desde ese día les juró venganza.

Luego se resbaló con una cáscara de plátano tirada de algún día. No llegó a desayunar porque la heladera estaba vacía.

Sin su novio la casa estaba patas arriba y era algo que debía admitir muy a su pesar.

—¿Cuándo será el día en el que deje de depender tanto de mi gigante? —se preguntó en voz alta. —Na, nunca, para algo está.

Corrió hasta el estacionamiento para buscar su automóvil y conducir hacia su trabajo. Tiró el maletín al asiento del copiloto y colocó las llaves en el switch de ignición, casi le da un infarto cuando el automóvil no prendió. Pero después de unos cuantos intentos arrancó y se tranquilizó.

En definitiva, lo peor no fue lo sucedido anteriormente.

Apenas puso un pie en su oficina los clientes lo bombardearon a llamados y citas. Su asistente, Moonbyul, no daba abasto y eso lo irritó de muchas maneras porque, aunque la chica fuera muy buena, por su embarazo no ayudaba como lo hacía siempre. Los papeles pesaban, se caían, algunas personas la trataban mal y era entendible que esté sensible.

Ilusamente creyó que la mañana estaría tranquila después de cumplir con los llamados y exigencias de la gente.

Hasta que el odioso Wong Yukhei, su estúpido jefe, estuvo persiguiéndolo durante horas para que acepte almorzar con él. De todas las benditas formas había rechazado las invitaciones y ya no sabía qué hacer para que el hombre no se le acercara más de lo suficiente. Al pasarle papeles intentaba mantener el contacto de sus manos y era algo que a Baekhyun solo le generaba asco.

El jefe era insistente, y se comenzaban a rumorear millones de cosas sobre Baekhyun.

"Escuché que Byun fue contratado como prostituto para el señor Wong"

"Wong ya se folló a Byun y por eso ascendió de puesto."

¿Baekhyun con su jefe? Por favor.

Baekhyun sabía de sobra que era constantemente atacado por sus compañeros de trabajo, pero tampoco podían negar que le tenían mucha envidia. Era aterradoramente bello. Pelirrubio, ojos color miel, labios chiquitos y apetitosos, muslos rellenos y unas caderas que soltaban suspiros cada vez que se paseaba por las oficinas. Estatura promedio, sonrisa de ángel. Todo lo que muchos quisieran ser. Era todo un encanto natural cuando llegabas a conocerlo. Su clásico sarcasmo y personalidad confrontativa solo eran una máscara para el chico dulce y sensible que llevaba dentro.

En su mente, nadie más que su novio, su amigo Jongin, Kyungsoo, sus sobrinos y Moonbyul merecían de su amor.

El pelirrubio poseía ese tipo de personalidad por los padres que tuvo. A los catorce años lo dejaron abandonado con su tío Hoseok, aunque este lo educó con amor y cariño siempre estuvo aquello que no lo llenaba, no era dinero, no era un beso, no era nada más que ser querido sinceramente. Hoseok lo aceptó porque no logró concebir ningún hijo y su marido Yoongi lo abandonó luego de que dijeran que no podrían formar una familia.

¿Todos los hombres son idiotas? La respuesta puede ser tanto positiva como negativa.

Baekhyun sabía de sobra que Hoseok lo veía como la pieza fundamental de un rompecabezas que jamás podría ser unido porque las fichas simplemente no encajaban.

Sí, eran muy parecidos, ambos eran graciosos, todos querían acercárseles por lo alegres y juguetones que eran, muy inmaduros para la edad que tenían, hablando sinceramente.

Hoseok lo animó a tomar clases de canto, ya que Baekhyun se sentía feliz al cantar, el adulto estaba feliz por cada mejora del chico.

Ambos fueron abandonados y trataron de formar una familia de dos.

Hasta que el día del cumpleaños número veinte de Baekhyun, Hoseok se olvidó completamente de su día especial y al regresar de las clases de canto se encontró con noticia de que consiguió pareja, un tal Namjoon, que se iba a vivir a China y lo dejaba solo. Lo abandonó en el momento en el que Baekhyun pensó que podrían llegar a lograr unir el rompecabezas.

A partir de ese mismo día dejó de sonreír, ya no festejaba sus cumpleaños, anuló la beca en la universidad de arte, no quiso saber más nada de cantar. Hoseok le quito todo intento de ser feliz, así como sus padres.

Ya en una edad adulta, comprendió y perdonó a todos los que lo lastimaron, pero se prometió que jamás abriría ni permitiría que jueguen con su felicidad.

Encontró una profesión que lo aburría, por más buena fuera la cantidad de dinero en su cuenta bancaria todos los meses, detestaba a las personas y sabía que las personas lo detestaban a él.

Abrió su corazón cuando vio por primera vez a un alto e idiota chico, y joder, Baekhyun no creía en el amor a primera vista ni en nada de todas esas asquerosidades románticas hasta ese día.

—¿Estarás disponible para la hora del almuerzo? —Baekhyun alzó su vista de los papeles y los dejó sobre el escritorio, dándole una mirada aburrida al mayor que estaba ingresando a su oficina.

—Ya le dije que para usted siempre estaré ocupado.

A Baekhyun simplemente se le soltaba la lengua y le importaba poco quien sea al que se estaba dirigiendo.

Cuando se cansó de ser rechazado, Yukhei lo había obligado a separar uno por uno los documentos por orden alfabético, como una especie de castigo por no aceptar sus invitaciones.

Jodido tipo.

—¿Se está divirtiendo?

El rey de Roma, o el rey de los idiotas, como a Baekhyun le gustaba llamarlo, se acercó sigilosamente hasta colocarse detrás suyo. Viendo como renegaba con los documentos desordenados.

—Quisiera decirle que sí jefe, pero este es un trabajo que hacía cuando tenía veinte años y era apenas un aprendiz. — sonrió falsamente, en sus pensamientos el tipo estaba siendo asfixiado por la hermosa almohada con funda de cachorros en la que Baekhyun recostaba su cabeza todas las noches después de su trabajo de mierda.

—Podrías estar haciendo otro trabajo—el hombre tocó sus hombros e intento mover un poco la blusa para ver la piel debajo de esta— uno en el que pueda apreciar ese bonito trasero que te cargas y hacerlo retorcerse de placer.

Baekhyun se tragó una arcada por la imagen mental, el jefe era bonito claro, pero era un asqueroso de primera. Lo enfrentó y el tipo le sonrió, Baekhyun volvió a sentir náuseas por la mirada que le daba, llena de deseo. Pervertido.

—Discúlpeme, no estoy para esas cosas, sepa que debe respetarme— estaba furioso, nadie lo respetaba como el gran abogado que era, todos creían que era alguien cualquiera de una noche— Si usted cree que sólo soy un buen culo lamento decirle que no es así, tengo muchos dotes para miles de cosas, que no necesariamente implican estar en su cama, o en la de algunos otros, no cuando sabe perfectamente que me espera un hermoso hombre en casa, ahora si me perdona, debo continuar con su encargo.

Baekhyun a su edad logró ser vicepresidente de un reconocido buffet de abogados.

Tenía un promedio superior en todos sus estudios. Así como para que el estúpido de su jefe pensara que era solo era un chico bonito al cual cogerse.

Quería reírse en su cara y tomar un gran café para no matar a nadie, necesitaba cafeína en su sistema o moriría.

—Debe cuidar su vocabulario, no me haga arrepentirme del puesto que le di.

—Me lo gané, y lo sabe, ¿necesita algo más?

Cabreado, el jefe lo mandó a buscar unos papeles al otro lado de la ciudad. Baekhyun no tuvo opción más que aceptar y tomar la autopista más rápida para llegar lo antes posible y quedarse un rato para evitar verle la cara a su jefe y pegarle unos buenos puñetazos, claro que si lo hacía estaba seguro de que lo despedirían, adiós a los autos de lujos y hola a los medios de transportes. Baekhyun sudó frio de solo pensarlo, no era un gran amigo de estar rodeado de muchas personas. Lamentablemente para su humor no contó con la autopista estuviera congestionada de automóviles.

Un enorme embotellamiento terminó por arruinar su fatídico día.

Decidió colocar un poco de música y tratar de relajarse un poco. Por suerte estaba sonando su canción favorita. You de Xiumin, el mejor vocalista que pudo tener la industria musical coreana.

«When an idea leaves me alone

Think about us»

Tarareó mientras se quitaba la chaqueta de cuero y al olerla le recordó a su novio, al observarla pudo darse cuenta de que por equivocación tomó la de él en lugar de la suya.

Sonrió por eso, pero a la vez hizo una mueca. Hace casi una semana no lo veía y el mal humor volvió a él.

Su estúpido novio, Park Chanyeol, era el sueño de todos, alto, guapo, cariñoso, romántico, risueño. Nada era imposible para ese hombre. Llevaban ya dos años de ser pareja y seis en conocerse.

Baekhyun de ese entonces treinta salió a divertirse con su mejor amigo Jongin en celebración de su cumpleaños, con la promesa de que Kyungsoo le presentaría un amigo, un año menor.

Nunca fue de tener novios ni nada formal, a decir verdad, siempre buscaba placer y nada más. Eso hasta que conoció a Chanyeol. Este era tan distinto a él, tan cariñoso, lleno de sueños y esperanza, además de ser sumamente apetecible.

Mientras que Baekhyun era frio e insensible, Chanyeol era cálido y adorable. Logrando una combinación única y poderosa.

El chico pelinegro tuvo que rogar cuatro años para que Baekhyun le aceptara alguna de las citas. Lo llamaba todas las noches para que le cuente sobre su día y para decirle que se abrigue porque sabía cómo era el mayor, sumamente despistado que se olvidaba de colocarse un abrigo o una bufanda en épocas polares.

Cuando organizaban una cita Chanyeol siempre le daba presentes al mayor y en el fondo el rubio se sentía mal por no ser igual de detallista, quería también llevarle cosas al chico, pero no quería que se ilusione con un Baekhyun que no era, que no iba a ser así siempre, que temía a enamorarse.

El presente más hermoso que Chanyeol le dio, fue en su cumpleaños número treinta y dos. Un boceto de Chanyeol y él vestidos a juego, las poleras decían CyB. Baekhyun portaba la C y Chanyeol por lo tanto la B.

El alto era un aficionado a la moda y deseaba inculcarle sus conocimientos al mayor, ya que según esté portaba lo primero que encontraba y no le importaba nada como se veía.

— Sé que Baekhyun Hyung no necesita ponerse nada elegante para sobresalir, pero quiero que me diga ¿qué es lo que más desearía hacer con su pareja? Así tal vez logre conquistarlo alguna vez.

Baekhyun quería decirle que ya lo había hecho, que ya tenía su corazón atrapado. Chanyeol era tan malditamente cursi que no tardo ni dos meses en caer por él, pero se aguantó años para darle el bendito sí. Claro, Baekhyun deseaba portar ropa de pareja el día que esté enamorado, y joder, lo estaba.

Chanyeol lo llevó a un mirador y ahí le hizo la famosa pregunta, claro que sí quería ser su novio, Baekhyun no dudo ni un segundo en aceptar.

Estrenó el regalo de Chanyeol en la segunda cita después de aceptar ser su novio.

Baekhyun, increíblemente, invitó a Chanyeol a una cita en el cine, quería ver el estreno de "La llorona". Aunque la película le pareció un gastadero de dinero innecesario, aprovechó a meterle mano dentro de los pantalones del chico, y masturbarlo lentamente, ya que la sala estaba vacía, nadie fue a ver esa película desastrosa para fortuna de Baek y un sonrojado Chanyeol.

Cuando Baekhyun conoció a Chanyeol, el alto apenas estaba empezando su marca de ropa, realizaba bocetos y muchas veces hacía de modelo para él o Chanyeol lo tomaba como inspiración. Baekhyun llegó a ayudarlo con los diseños, pero no era bueno dibujando así que desistía, se dedicaba a besar el cuello de su novio y para tal vez después terminar follando en el sofá del chico alto o en las duchas, dependiendo del humor de Chanyeol.

Poco tiempo después la pequeña empresa tuvo un peso en la industria y cada vez más gente conocía el nombre de "CB Designs". El éxito se lo debía también a su amigo, Kai posó en secciones fotográficas luciendo un estilo distinto a lo que acostumbraba, siendo además la primera actividad después del escándalo.

Al principio Chanyeol se encargaba de los bocetos, de la confección, de la pasarela y cuando el negocio comenzó a crecer también dirigió la popular revista que estaba en tendencia.

Era todo un maldito genio. Y era SU novio.

En verdad Chanyeol no le negaba nada a Baekhyun, todo lo que quería lo tenía. ¿Quería ir de vacaciones a Busan? Chanyeol sacaba los pasajes e iban por más que estuviera repleto de trabajo. ¿Quería helado a las cuatro de la madrugada? Chanyeol se levantaba cansado e iba a buscar el helado favorito de Baekhyun. Y pelirrubio esperaba que esta no sea la ocasión en la que lo rechace.

—Hasta que respondes Park. —Baekhyun llamó a Chanyeol por una necesidad básica o una locura. No lo sabía y no quería saberlo.

Amor, buenos días para ti también—Chanyeol se burló— siempre con ese humor tan bueno que te caracteriza.

Vaya que Chanyeol sabía cómo molestar a Baekhyun.

—Lo que digas, estoy en un puto embotellamiento y todo lo que quiero es tener tus manos en mi trasero.

Cariño... sabes que estoy sumamente ocupado, si no ya hubiera ido a casa a darte tus mimos, quedan dos días para el desfile y no puedo dejar trabajo sin hacer.

Chanyeol era un tarro de azúcar, pero, aunque lo tratara con amor, Baekhyun no iba a aceptar que Chanyeol le dijera que no a una ronda de sexo en el auto. No cuando estaba tan necesitado y frustrado por su horrendo trabajo.

—Amo que me hagas el amor, hace una semana no te toco, no te beso, estoy atascado en la 202. ¿El estúpido trabajo es más importante que tu novio?

Y si, Baekhyun era muy, muy egoísta cuando se trataba de su gigante.

Llegaré a casa más temprano, prometo dejar de hacer estas cosas así no te sientes que te dejo de lado. Prometo no dejarte solo una semana nunca más. —Chanyeol intentó que su novio no se cabreara, lo conocía, y de sobra.

—Solo quiero que me jodas—dijo sincero mientras suspiraba—¿Me ayudarás?

Joder bebé, sabes cuánto quisiera...—la voz sonó aún más ronca de lo que normalmente era.

—Si no vienes en menos de cuarenta minutos te juro que te dejo, Park Chanyeol.

Sin esperar respuesta Baekhyun colgó la llamada, comenzó a desabrocharse el pantalón y frotarse con su mano su miembro sobre el bóxer. Estaba pensando solamente en las manos de su chico, en esas enormes manos, de lo mucho que le encantaba que esas toquen su piel y que sus dedos estén dentro suyo. De que una de sus manos agarre la suya mientras caminaban felices de tenerse mutuamente.

Cuando estaba por bajar su ropa interior y liberar la erección, tocaron el vidrio de la puerta de copiloto. Se asustó y subió el pantalón rápidamente.

—Ahh, eres tú. — Baekhyun se arrepintió de haberse colocado la ropa y aunque no quisiera admitirlo estaba asombrado que su novio fuera por él, además de que reconociera su vehículo entre tantos. Es decir, ¿cómo llegó tan rápido? De cualquier manera, no importaba.

—¿Esperabas a alguien más? — sonrió divertido mientras se sentaba en el asiento a su lado.

Esa puta sonrisa por la que tanto Baekhyun suspiraba.

—Cállate y follame.

—¿Ni un beso para tu novio? —Baekhyun sonrió y se lanzó a los brazos de Chanyeol. — Te extrañé tanto.

—Me dejaste solito por una semana, estoy tan necesitado de ti. —el pelirrubio hizo un tierno puchero que tocó el corazón de Chanyeol.

—Vamos a la parte trasera, parece que no me esperaste como prometiste. — Chanyeol observó los pantalones abiertos del chico y este se sonrojó.

El alto agarró la nuca de su novio y comenzó un beso desesperado. Baekhyun separó sus labios y abrió un poco su boca para que la lengua de Chanyeol pueda entrar y la suya pueda hacer lo mismo en la boca de él.

La lengua de Chanyeol juega haciendo un movimiento suave y gentil alrededor de la punta de la lengua de Baek

Abandonó sus labios para bajar y chupar su oreja derecha y seguir por el blanco cuello del mayor.

—C-chan...

El cuello de Baekhyun estaba siendo atacado por los dientes del chico, comenzó a succionar y marcar. Dejando un área roja y babeada.

—¿Te gusta Baekhyunee? — preguntó con su voz seductora y sexy.

—Basta de juegos.

Baekhyun quitó velozmente el saco y la camisa de Chanyeol.

Como siempre quedó impresionado por la piel de su novio, sus abdominales marcados y esos brazos... esos brazos que lo volvían loco. Fuertes y ejercitados.

—No estoy jugando bebé. —Chanyeol carcajeó por la desesperación del bajito. No lo volvería a dejar solo una semana.

—Ahora vamos a jugar. —dijo Baekhyun mientras despojaba desesperado la ropa interior del alto.

Posó una de sus manos sobre el pene semierecto de Chanyeol y este comenzó a desesperarse.

Inició con suaves y delicadas caricias sobre el miembro de su novio y aprovechó que el alto estaba con los ojos cerrados para besarlo posesivamente sin dejar de subir y bajar su mano. Dio círculos deliciosos sobre el glande, haciendo que un gemido se escape de la boca ocupada del menor.

Baek dejó de besarlo y sonrió orgulloso.

—¿Quieres que Hyung juegue contigo? ¿O prefieres que te haga esperar como tú a mí?

Chanyeol asintió a la primera pregunta y Baekhyun mojó con saliva su dedo pulgar e índice para jugar con el frenillo del pelinegro. Acariciaba haciendo círculos el miembro en todo su esplendor.

Agachó la cabeza y la posó a la altura del miembro del otro, dándole una mirada seductora. Chanyeol tragó saliva y tiró su cabeza hacia atrás cuando sintió la preciosa lengua del rubio darle una lamida suave y tormentosa.

—B-baek—Baekhyun metió toda la extensión del alto en su boca y comenzó a chupar muy lentamente, mientras Chanyeol tironeaba el cabello del mayor para que vaya rápido. — Baek, deja de jugar y hazlo rápido.

Baekhyun obedeció y succionó con rapidez. Con sus manos libres aprovechó a acariciar los muslos y testículos del chico mientras el otro se ahogaba en gemidos. Estaba más que excitado porque su nombre saliera de esa hermosa boca en una forma muy obscena. Chanyeol era muy vocal.

Chanyeol sentía que estaba por acabar así que empujó la cabeza de Baekhyun hacia arriba, impidiéndole que continúe.

—No tengo condón, ¿no importa amor? — cuestionó el pelinegro un tanto afligido.

—No, sólo métete dentro de mí, ahora.

—Sólo por esta vez voy a joderte sin protección, no voy a permitir que nada te pase.

Baekhyun se sentó sobre Chanyeol y se miraron frente a frente. La atmósfera en el vehículo era de excitación y amor.

Los vidrios se estaban por empañar así que decidieron abrirlos apenas, mirando de paso si alguien más estaba observando, y no, los otros autos seguían en sus asuntos, algunos tocando la bocina o gritando. Tendrían varios minutos para divertirse ya que parecía no avanzar nada la fila.

Claramente la pareja no había escuchado ningún ruido que no sea el sonido de la boca y lengua de Baekhyun sobre el miembro de Chanyeol o los gemidos de este.

Chanyeol empujó hacia atrás a Baekhyun para que quede semi recostado y se puso de rodillas para comodidad, la altura no lo estaba ayudando en esos momentos.

Baekhyun abrió sus piernas dándole acceso y Chanyeol insertó primero un dedo, esperando que su novio se acomode, luego metió dos más y creó vibraciones, haciendo que el mayor soltara hermosos gemidos. —C-channie...

Una vez que estuvo listo y vio el lubricante natural, Chanyeol incorporó de a poco su miembro dentro de las paredes del rubio. Esperó a que Baekhyun inclinara su espalda para comenzar a embestir delicadamente al chico, lentamente, así su amor no estaría incomodo por la intromisión.

—Te extrañé tanto, mi Baekhyunee— besó los pezones del chico, haciendo que los gemidos de ambos sean más fuertes—Shhh nos van a escuchar, cielo.

—Que escuchen como mi hombre me hace suyo— un rastro de baba escapó de la comisura de los labios de Baekhyun por hablar— más rápido Channie, necesito que estés más adentro, ya estoy cómodo.

Chanyeol obedeció y comenzó con las embestidas duras y rápidas, mientras se sostenía de la pelvis del chico.

Con su mano libre volvió a acariciar los pezones de Baekhyun, ya que era una parte que excitaba al mayor. Después tocó los deliciosos muslos y la mayoría de la anatomía de su novio, recordando el placer de hacerle el amor a un ángel.

—Tan hermoso— lamió el abdomen de su chico, mientras seguía embistiéndolo. Vio como Baekhyun tenía los ojos cerrados y la cabeza para atrás—Me encantan tus muslos llenos, son una de mis cosas favoritas de ti, podría estar todo el día admirándolos.

—Déjame arriba amor. —pidió el mayor.

Dejó que Baekhyun tomará el control y comenzó a dar saltos sobre su pene, Baekhyun se movía muy bien. Chanyeol estaba a gusto con el placer de los movimientos.

El pelinegro posó sus grandes y fuertes manos sobre el delicado, suave y esponjoso trasero de Baekhyun.

—Oh sí, haz eso— pidió Baekhyun mientras seguía ejerciendo presión, su cabello estaba despeinado y el sudor le daba un aspecto brillante precioso—Te amo Loey, no me vuelvas a dejar así, si es necesario yo mismo hago esos bocetos.

Loey acarició con sus yemas ese delicioso trasero y se le vino una idea a la cabeza.

—Ponte de perrito—exigió y Baekhyun dejó lo que estaba haciendo para obedecer—Ahora Channie va a probar ese gran trasero que tienes, después de dejarlo abandonado unos días.

—Azótame. —Baekhyun estaba excitado y deseaba que Chanyeol cumpliera una de sus fantasías.

—No bebé, no haré eso y lo sabes, jamás golpearía alguna parte de tu precioso cuerpo.

—Por favor Channie, una sola vez. —suplicó Baek.

Chanyeol giró a Baekhyun y este se acomodó en la forma que Chanyeol pueda ver su trasero. Sin preparar entró en el ano del mayor de una sola estocada, logrando que un gemido alto se escapara de los labios del rubio. El alto comenzó rápidamente y después bajo la velocidad de sus embestidas, comenzando un juego y marcando un ritmo. Fue lento y rápido varias veces. Haciendo que la frente de Baekhyun golpeara el vidrio de la ventanilla del vehículo sin poder contenerse por el placer.

—¿Quién tiene el control sobre ti? —preguntó mientras le daba una suave nalgada haciendo que los jadeos se intensificaran, Chanyeol no deseaba marcar de más, así que solo dio tres seguidas para complacer al pelirrubio—Dime Baek, ¿tu jefe o yo? No creas que no sé cómo te mira ese bastardo, te come con la mirada sabiendo que le perteneces a alguien más.

—Tú, siempre fuiste tú, no tienes ni porque dudar. — gimió por lo sexy que le sonó eso.

—Me alegra escuchar eso. —y fue honesto.

Llegaron al orgasmo después de tres embestidas duras a la próstata del mayor, y soltó su semen dentro de las paredes del chico que gemía cada vez más alto. Sonrió orgulloso al ver que su esencia se esparcía por fuera del ano de su hermoso novio. Una preciosa vista sin duda.

Saco su pene para besar lentamente el trasero del chico y comenzó a masticarlo, generándole mucho placer a su novio.

—Oh chan, sí, por favor...

Luego de chupetear la parte trasera, lo volvió a girar y succionó lentamente el pene erecto de su novio y este llegó a la liberación después de unos minutos, haciendo que Chanyeol tragara aquello proporcionándole una mirada seductora.

Baekhyun se abrazó al cuerpo del alto, haciéndole saber que no iba a dejar que se ausente ni una semana más en toda su vida, porque sí, Baekhyun quería pasar el resto de su vida junto a Chan.

Luego limpió y vistió a Baekhyun tiernamente, para seguidamente hacer lo mismo con él mismo.

Se recostó con su ángel y se quedaron abrazados hasta que escucharon las bocinas de los vehículos, al fin podrían seguir su camino.

—¡Achís! —estornudó Baek mientras volvía al asiento del piloto.

—Creo que mi hermoso cachorrito debe ir a descansar a casa y yo cuidarlo.

—Calla tonto—río Baek— a casa no se puede ir porque es un desastre.

—Baekhyun. —Chanyeol lo retó con la mirada.

Chanyeol debió suponer que Baekhyun no iba a ordenar ni un mueble en su ausencia.

—¡Upsi!


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