Always

Neji dejó el vaso de cristal en la mesa observando un punto inexistente, con aire ausente, no importaba lo que tomara, el nudo en su garganta no había desaparecido.

Un mes había pasado desde que había mandado al diablo cualquier acuerdo con Danzo y las apariencias eclesiásticas que había guardado durante todo este tiempo y regresó en búsqueda de Tenten, encontrándose con ausencia dolorosa de la fémina, sintiéndose tan perdido, desesperado y la esperanza esfumándose con rapidez de su cuerpo, aquella esperanza que tanto había repetido en sus celebraciones que debían mantener para ser guiados por su señor. Y esas palabras, las suyas, no podían sonar más absurdas ante esa situación.

Había pensado absurdamente que al regresar y hablar con Tenten....tal vez las cosas podrían arreglarse, enmendar sus palabras, pero jamás consideró el hecho de no encontrar a la fémina. Pensó que su ausencia durante toda esa semana siguiente a su ruptura era para mantener la distancia entre ellos, pero que desapareciera de ahí...era demasiado.

Por lo que ahí, en la oscuridad de la noche, con sus maletas en mano y sin ningún lugar a donde ir, se sintió perdido. Consideró regresar a la iglesia, pero no quería involucrarse de nuevo con cuestiones eclesiásticas y más considerando que el que él estuviera ahora mismo fuera de la casa de Tenten dejaba en claro su secularización de la iglesia católica. No tenía su vocación, su familia le había dado la espalda desde que se enteraron de su relación con Tenten y los rumores corriendo por la iglesia desde hace tiempo dejaba en claro que la gente no tenía la mejor imagen de él.

Neji Hyūga estaba solo y perdido.

Hasta que sintió su pierna vibrar, extrayendo su móvil y leyendo la notificación que tenía.

"No puedo permitir que hagas algo de lo cual te arrepientas así que vuelves acá o iré a buscarte aunque sea a la fuerza"

Rock Lee siempre había sido comprensivo y empático con la gente, apoyándola en sus decisiones, pero de igual forma tenía una personalidad fuerte de hacer lo correcto y extender su mano para evitar que te hundieras. Esa era una de las razones por las cuales alguien como él terminó siendo amigo de Lee al ser tan contrarios. Adicional de su buen corazón y calidad humana.

Por lo que esa noche en la cual se sentía tan desesperado por la ausencia de Tenten, terminó en la puerta del templo de San Sebastián mandandole un solo mensaje a su amigo.

"Estoy afuera"

No estaba seguro de estar ahí, realmente no estaba seguro de que hacer, que pensar o que era lo que debía hacer ¿Ir al pueblo donde había sido enviado? ¿Esperar que Tenten volviera? ¿No hacer absolutamente nada? No tenía ni idea, jamás se había enfrentado a una situación como esa. Por eso mismo decidió contarle a Lee, quien al terminar de hablar lo miró con aquel gesto tan serio que no iba con su personalidad.

―Creo que es bastante evidente lo que tienes que hacer ahora.

Neji dejó entrever un gesto de confusión y de que no entendía las palabras que su amigo decía con tanta facilidad, como si realmente fuera muy evidente.

―¡Tienes que buscarla! Ella te ha ofrecido todo lo que tienes. ―Por supuesto que Neji no le había contado la verdadera procedencia de Tenten, simplemente le había dicho que decidió quedarse en el pueblo, trabajar en la iglesia por él a pesar de los rumores. ―No puedes quedarte de brazos cruzados, es momento de que tú hagas algo para demostrar lo que sientes.

Neji lo observó con detenimiento mientras las palabras de su compañero cobraban sentido en su cabeza, experimentando una revelación absoluta. Lee tenía razón, toda esta relación había sido posible por los avances, la enorme paciencia y la voluntad de Tenten. Le tocaba a él hacer algo y más con todo lo que le había dicho.

Eso lo llevó dedicarse toda una semana a enfrascarse en una averiguación con los vecinos y amigas cercanas de Umi para averiguar su paradero, al menos los pocos que recordaba. No era muy consciente de la gente que rodeaba a Umi ni de todas sus amistades, solo había acudido a mujeres mayores preguntandoles si la conocían. Teniendo que lidiar con la sorpresa inicial de verlo ahí cuando días atrás había informado de su cambio y el entendimiento se presentaba en su rostro prontamente cuando preguntaba por el paradero de Umi. Noticia que no tardó en extenderse por todos lados y los rumores se propagaron.

Adicional su móvil sonando con el nombre Danzo en él, por supuesto que lo contactaría al enterarse de que no había llegado a su nueva residencia, pero decidió ignorar cada llamada. No podía darle más igual lo que pensara o hiciera el Obispo, su prioridad en ese momento era encontrar a Tenten.

Y dedicó cada día en busca de una pista, pero la realidad es que en todo su tiempo ahí, Tenten no había sido cercana a nadie y por parte de Umi, nadie parecía saber de su paradero, entonces ¿Donde se habían metido? Y aún más importante ¿Donde estaba Tenten y que estaría haciendo? Esa búsqueda se alargó unos días, luego unas semanas y finalmente un mes había transcurrido.

Lo cual lo llevaba a la actualidad, con un estridente dolor de cabeza que desataba su malhumor y aquella ansiedad de considerar lo que había estado negándose en todo ese tiempo, que tal vez Tenten no volvería y que no la vería de nuevo.

―Siempre he pensado que un día te quedarás con el ceño fruncido. ―La voz de Lee lo hizo fijar su atención en su amigo sacerdote que estaba sentado enfrente suyo degustando un té.

Tenía la ropa eclesiástica negra que solía representarlos, con el cuello clerical...ropa a la que hace un mes Neji había renunciado y verlo a Lee con ella y a él no al inicio había sido confuso, sintiéndose fuera de lugar. Sin embargo, se había acostumbrado a su ropa casual de camiseta y jeans. Lee lo había dejado quedarse ahí mientras terminaba lo que tenía pendiente, lo cual no podía tener más emocionado a Lee, recordando su mensaje que le había mostrado una dirección aquel día donde dejó todo por Tenten.

―¿Qué es lo que quieres hacer? Nadie parece saber nada.

Neji lo contempló y finalmente volvió la atención al vaso de cristal vacío, no tenía ni idea, había agotado todas sus alternativas y se sentía sin rumbo. Lo único que quedaba era esperar, esperar y rogar por que Tenten regresara, pero la ansiedad de tener que quedarse sin hacer nada no lo dejaban tranquilo.

―Creo que deberíamos descansar y con la cabeza fría pensar en algo.

Lee se levantó perdiéndose en su habitación y luego de unos minutos Neji se adentró al pequeño cuarto donde estaba durmiendo, dejándose caer en la cama, sin poder dormir.

El martirio de su mente haciéndose presente cuando giró en la cama, acostándose de lado y casi pudo jugar que Tenten estaba a su lado recostada, con aquella sonrisa dulce y podía escuchar aquella risa que la representaba junto con una sonrisa sagaz. Cerró los ojos oliendo su aroma, pero cuando sus parpados se abrieron estaba por completo solo.

Tenten siempre había estado a su lado, por lo que su ausencia en ese punto era inimaginable.

Su pecho presionó con una fuerza aplastante, un dolor con el que estaba viviendo, la había tenido y la había dejado ir...había sido un completo idiota. Si Danzo no hubiera ido para meterle ideas en la cabeza su realidad seria distinta aunque si él no hubiera cedido a la manipulación del Obispo, si hubiera sido más seguro de si mismo. Solo necesitaba pensarlo un poco para darse cuenta que ellos serían señalados en ese sitio pero si se hubieran alejado de ahí, donde nadie los conociera...otra historia seria.

Fantaseó toda la noche hasta que finalmente sus parpados se cerraron por el cansancio de las malas noches vividas durante un par de semanas.

La risa dulce llenando la habitación y la calidez del cuerpo fémina contra el suyo al estar recostada en su pecho, jugueteando su móvil pero manteniendo la cercanía entre sus cuerpos.

Neji rodeó su cintura y sus dedos acariciaban la piel expuesta, trazando pequeños círculos en su cadera, un gesto discreto pero que era una caricia de su parte, algo que Tenten disfrutaba. La mujer encima suyo movía su dedo en la pantalla, buscando una en particular para enseñarle al sacerdote. Los orbe malva observaban cada imagen hasta que algo captó su atención.

―¿Donde es eso?

Tenten levantó la mirada para encontrarse con la masculina con la duda presente en su rostro.

―¿Qué cosa? ―Su dedo se movió regresando las imágenes.

―Esa

Tenten se detuvo observando la imagen en su teléfono. Estaba ella observando a la cámara con una ligera sonrisa y los dedos indice y medio en una v. Detrás suyo podía verse una gran cascada con una caída que formaba un lago y los arboles resaltando por todos lados, parecía un bosque, como si estuviera en medio de la nada.

―Oh...antes de unirme a la iglesia solía salir de viaje con Umi, ese lugar un respiro a todo el ajetreo emocional.―Sus ojos castaños observaron la imagen sonriendo con cierta melancolía. ―Ahí puede sentirse el aire agradable, parecía un...refugio.

En aquella ocasión Neji no dijo nada, su mano subió acariciando el cabello castaño fémina y atesorando aquel mundano pero agradable momento.



Los orbes malva se abrieron de golpe, con la frente aperlada de sudor, había sido solo un sueño, más específicamente un recuerdo de un momento en especifico de varios meses detrás. ¿Porque había soñado con eso en ese momento? ¿Que relevancia tenía? Súbitamente el entendimiento lo golpeó en el rostro.

Se levantó con rapidez de la cama buscando papel y un bolígrafo, siguiendo los trazos que su mente le dictaba. No era un dibujo prolijo con muchos detalles, hizo lo que pudo y lo que sus vagos recuerdos del sueño le dictaban. Luego de unos minutos contempló la hoja enfrente suyo y algo en su interior se estremeció.

Podía sentirlo, que Tenten estaba en ese sitio, no podía ser una coincidencia aquel sueño, era una clara señal. Sin embargo, antes de cualquier cosa debía descubrir que sitio era. Tenten jamás había mencionado el nombre, su única pista se resumía a aquel bosquejo mal hecho sobre aquel sitio.

Que realmente se aferraba a que estuviera ahí, aunque no podía estar seguro, pero era todo lo que tenía.

Al día siguiente le habló al respecto a Lee quien lo ayudó a preguntar a la gente si conocían dicho lugar, sin éxito. Y nuevamente la ansiedad se hizo presente en el cuerpo del sacerdote y el desaire de no obtener ninguna información.

Llegando a una cafetería para poder comer algo, Neji se sentía tan derrotado y desesperado como siempre. Había pasado tanto tiempo, demasiado para su gusto, sin ninguna información, ninguna pista, sentía como el tiempo se le estaba terminando y que si demoraba más...temía lo que fuera a suceder.

Los pensamientos negativos comenzaban a tomar dominio de su mente.

Soltó la hoja que tenía entre sus manos en la mesa, dejando salir un suspiro pesado, no tenía hambre pero Lee había insistido en ir ahí. La gente lo miraba, como siempre, susurrando por lo bajo. Se había acostumbrado a tales comportamientos. La gente había pensado que la renuncia de Tenten, junto con el cambio de Neji dejaban en claro que él la había terminado y la había dejado de lado por su religión. Algo que no era del todo mentira pero que la connotación era distinta, la gente pensaba que las cosas entre ellos había terminado terriblemente y que Neji se dio cuenta del tipo de mujer que Tenten era. Por eso mismo cuando él apareció de nuevo ahí, buscando a la castaña, nadie podía creérselo.

Y la confusión fue más evidente aunque Neji no estaba dispuesto a aclarar nada y la gente no lo buscaba para hacerlo. Lo saludaban en la calle por costumbre de tenerlo antes como sacerdote aunque de vez en cuando el Hyūga recibía ciertos desplantes de gente muy radical.

―Tal vez mañana tengamos más suerte.

―He demorado demasiado, si no la encuentro pronto...

Se reprendió mentalmente, incapaz de terminar de decir la idea, estaba realmente desesperado. La frustración se abría paso ante él por el hecho de no preguntarle a Tenten tiempo atrás por el lugar o por no tener ninguna pista. Si tan solo tuviera algo, lo que fuera.

―Ese es un buen dibujo del bosque ____, padre. ―Una voz femenina llamó la atención de ambos hombres quien vieron a una mujer mayor observándolos desde arriba. ―Oh bueno, ya no es padre ¿ex-padre? ¿Padre? ¿Cómo debería llamarle?

―Neji estaba bien. ―No quería que fuera vinculado con nada con su antigua vocación, pero las palabras de la mujer resonaron en su cabeza. ―Espere ¿conoce este sitio?

La mujer mayor asintió con cierta duda por un momento, tenían un dibujo de _____ era extraño que le estuviera preguntando como si ellos no lo conocieran considerando el bosquejo en sus manos.

―Si, he ido un par de veces junto a Umi, un lugar bastante agradable.

Súbitamente Neji se levantó de su sitio con su corazón latiendo esperanzado y la desesperación presente en su rostro.

―Necesito que me diga todo lo que sabe.



Los dedos de su pie se entrelazaron con el césped que estaba debajo, sintiendo la frescura de la vegetación, hundió las manos y respiró profundamente mientras se dejaba caer en el suelo. El firmamento azul despejado se alzaba encima suyo. Las aves volando con libertad y sin perturbaciones.

Sus orbes castaños intentaban descubrir la forma de la nube que se movía lentamente, no estaba segura si era un oso o tal vez un cerdo. El aire soplando delicadamente entre el follaje de los arboles. Había una calma y silencio como jamás tuvo oportunidad de escuchar en la ciudad. Cerró los ojos disfrutando de tal tranquilidad.

Cuando abrió los ojos luego de un largo tiempo se incorporó hasta sentarse y observó el agua cayendo por la cascada que estaba a un par de metros de su posición. Dejó salir un suspiro mientras su atención estaba fija en el caer del agua, hasta que el color traslucido del agua se tornó violeta por los rayos del sol y la reacción fue instantánea, su pecho agitándose dolorosamente.

Recordó los orbes malva que le quitaban el aliento y aquella fatídica noche.

Escuchó en su cabeza nuevamente lo que el Hyūga le había dicho, que jamás la elegiría sobre su religión y su pecho dolió estridentemente, aflorando la herida que seguía fresca. Esas palabras habían sido como una bofetada que le había quitado el aliento y que mandó una sola idea a su cabeza: salir de ahí. Necesitaba alejarse, huir de aquel dolor que le impedía pensar y respirar adecuadamente y del responsable de infringirlo.

La ansiedad dominando todo su cuerpo mientras las lagrimas nublaban toda su vista, había tomado el pomo de la puerta con las manos temblando y salido de ahí, intentando respirar y sintiendo como su interior estaba rompiéndose y sus intentos de mantenerse unida. No sabía como había llegado a casa de Umi, batallando con la puerta para que su llave entrara por los temblores de su mano.

Fue cuando entró que soltó el sollozo que había estado conteniendo y se dejó caer en el suelo, incapaz de pensar en nada más que lo que había sucedido. Y como todo se había ido a la mierda tan fácilmente. Aquellos dos años que había invertido, entregándose por primera vez a un hombre fuera de lo sexual, sacrificando todo lo que era y tenía...y siendo desechada con tanta facilidad. No había sido elegida.

Prontamente unas manos la sujetaron de los brazos y la sacudieron sacándola de aquel agujero oscuro donde estaba hundiéndose y visualizó el rostro arrugado de Umi.

―¿Qué sucedió? ¿Qué paso?―La voz de la anciana se escuchó como si estuviera subiendo el volumen.

Tenten no podía escuchar su voz para poder responder y simplemente miró el suelo, incapaz de pronunciar aquello que ni ella misma se creía. ¿Cómo había sucedido esto? ¿Cómo eso se había acabado tan fácil? Desde aquel primer beso, primeras caricias hasta llegar a intimar, Tenten realmente había pensado que había algo muy fuerte entre ellos, a tal grado que Neji dejaría todo atrás por ella. Siempre había esperado esa resolución, solo le estaba dando tiempo para que dejara el sacerdocio. Pero esta situación se le había salido de sus manos.

Ella era la única que pensaba que había algo lo suficientemente fuerte para abandonar a todo su mundo y a su misma raza.

―¿Acaso ha sucedido algo con Neji? ―Escuchar la voz de Umi paralizó su pecho y simplemente negó.

Dejando en claro que esa era la razón de todo...el Hyūga era todo lo que tenía en ese momento, por el que había dejado su inmortalidad. Sin él ¿valía la pena estar aún ahí? Levantó el rostro con desesperación y encontró su voz que se había perdido desde que salió de la casa del párroco.

―Necesito volver....―Susurró con la voz rota. ―Necesito que me digas como puedo volver a Arcadia, yo...no quiero estar mas tiempo aquí, ―Se acercó lo más que pudo a Umi, con los ojos totalmente abiertos.

No podía quedarse ahí, no cuando ese dolor aplastante no se iba. Necesitaba alejarse, huir de todo esto y tal vez aquel suplicio se quedara en la tierra. No tenía más razones para estar ahí, necesitaba regresar a Arcadia y perderse ahí un par de años, los suficientes para olvidar todo esto.

―Tenten....―Umi habló ligeramente.

―¡Dime como vuelvo a Arcadia! ―Mencionó en el borde del colapso, con las lagrimas escurriendo por sus mejillas.

Umi la observó durante unos segundos con cierta melancolía, y pena, jamás pensó en ver a una mujer tan fuerte como Tenten en ese estado ¿qué era lo que había sucedido que la tenía de esa forma? Se atrevía a imaginar que posiblemente Neji jamás había tomado una decisión y que ese día lo había hecho.

―No puedes hacerlo―Habló cuidadosamente, pronunciando cada palabra como si le pesara. ―Una vez que renuncias a Arcadia, no hay forma de regresar.

Su vista se nubló y las nauseas la dominaron en demasía, estaba asfixiándose, la oscuridad llenando su vista. El pánico la llenó por completo y comenzó a intentar respirar con desesperación pero finalmente la oscuridad la consumió.

Cuando despertó horas después la noche había llegado y al incorporarse observó una maleta hecha en el borde de su cama. Se levantó en contra de sus verdaderos deseos y encontró a Umi en la sala, con una maleta. La anciana la observó durante unos segundos hasta que finalmente se levantó.

―Bien, ya es hora.

―¿De qué? ―Tenten escuchó su voz irreconocible y su garganta le quemaba.

―Tenemos que salir de este maldito sitio.

Antes de poder reaccionar o ser totalmente consciente, estaban en un autobús mientras la ciudad se alejaba poco a poco. Hasta que luego de unas horas llegaron a Itamori, el refugio que Tenten había utilizado todo ese tiempo. Perdida entre el gran bosque que rodeaba a la pequeña comunidad, pensando que aquella lejanía esfumaría aquel dolor sofocante que la acompañaba.

Grande fue su sorpresa de darse cuenta que ni aún a tantos kilómetros podía respirar adecuadamente.

El Hyūga no salía de su mente, rememorando cada momento bueno a su lado y siendo eclipsados por sus palabras filosas acuchillando su pecho. Eso la llevó a encerrarse varios días en casa de la amiga de Umi hasta que empezó a salir, hundiéndose en el bosque intentando simular que estaba en Arcadia, que ese era su refugio. ¿Qué debía hacer para que ese dolor desapareciera? ¿Cuánto más duraría? No tenía ni idea, no se suponía que las fathas conocieran el amor y no se suponía que su relación con el sacerdote terminara de esa forma.

Apoyó sus brazos en las rodillas y hundió el rostro, recordando las palabras de Kankuro sobre que terminaría mal y que podría buscarlo cuando todo se fuera al diablo. No quería pensar en interactuar con nadie más en ese punto, solo quería dejar de pensar, dejar de sentir, dejar de quererlo.

Suspiró mientras se levantaba y salía de ahí, estaba atardeciendo y debía regresar.



El agua fría lanzaba estremecimientos en su cuerpo, hasta que finalmente su cuerpo tomó la temperatura del mismo agua. Movió los pies en gesto ausente, los días pasaban tan lentamente y ella se refugiaba en el bosque a pesar de que Umi parecía preocupada.

Había pasado más de un mes y Tenten se esforzaba en comportarse como una persona funcional, aunque Umi intentaba integrarla con sus amigos, Tenten necesitaba tiempo a solas. El tener que socializar le parecía cansado. Y eso la hacia sentir mal porque Umi la había ayudado para evitar que se hundiera luego del ataque de ansiedad que había experimentado, entendiéndola y sacándola de la ciudad. Solo necesitaba un poco de tiempo y podría salir de eso.

El problema es que no sabía cuanto tiempo más le tomaría olvidarse de aquellos orbes, la calidez de su piel y su voz profunda estremeciendo hasta su médula.

Por su inmortalidad jamás le había cruzado por la cabeza el hecho de considerar la muerte o sentir algún tipo de dolor. Pero en ese momento, aquel dolor recurrente le hacía pensar si de esa forma sentían las personas al estar a punto de morir.

Tragó saliva al percibir aquellos pensamientos negativos de nuevo en su cabeza y se levantó, era momento de irse, tal parecía que su tiempo a solas más que consolarla era una tortura constante sin que aquellos orbes exóticos desaparecieran de su mente. Dio media vuelta y sus pies se detuvieron a la par que su propio corazón, para dar paso a un latido sumamente lastimero.

Ante ella estaba aquella figura masculina que había sido su martirio todo este tiempo. La impresión de sentir la mirada profunda encima suyo la llevó a retroceder y perder el equilibrio cuando su pie pisó el borde del lago de la cascada.

Estiró la mano en un intento de sujetar algo para no caer, un impulso absurdo considerando que no había nada cerca. Cerró los ojos, pero una mano sujetando su antebrazo con fuerza evitó que cayera. Tiraron de ella hasta incorporarla, alejarla del borde y quedando lo suficiente cerca para percibir aquel olor corporal del que había estado tan familiarizada y que había olvidado hasta ese momento. Su propio cuerpo se estremeció al reconocerlo y atraerla con gran magnetismo.

Contrario a lo que su propio cuerpo le suplicaba, se obligó a si misma a soltarse de aquel agarre y retroceder un par de pasos, originando nuevamente la presión en su pecho. Ahí estaba, Neji Hyūga, con aquel porte que lo representaba, su cabello largo atado en una cola baja, sus labios delgados y esos orbes exóticos penetrantes fijos en todos sus movimientos.

―¿Qué estas haciendo aquí?―Se enojó al escuchar su propia voz débil, como un susurro.

Una vez que había superado la ansiedad social inicial, el enojo e indignación la habían llenado. Porque el Hyūga había estado jugando con ella todo este tiempo, la había destrozado con unas simples palabras ¿No podía ser honesto desde el inicio? Si realmente no quería una relación, lo hubiera dejado claro desde el inicio y ella se había ahorrado todo ese sufrimiento. Lo observó con cautela e intentando que su pecho no terminara desarmándose en ese momento.

Neji intentó dar un paso hacía ella en la distancia que la fémina había puesto pero regresó sobre sus pasos. No era el mejor momento para acortar la distancia y más considerando las actitud desafiante y cautelosa de la mujer. Pero había sido inevitable, su corazón presionaba con fuerza, con gran anhelo, respirando profundamente como no había podido hacerlo en todo este tiempo.

Ante él estaba Tenten, con un vestido blanco sencillo y su cabello suelto, estaba descalza y la imagen de la mujer cuando le reveló su verdadero origen resurgió en su memoria. Esa vista era lo más maravilloso que había presenciado en toda su vida. Pero el verla ahí, tan sencilla....estaba tan sublime, mucho más de lo que recordaba y sus manos picaban por acercarse y tocarla.

Después de tanto tiempo podía verla enfrente suyo...luego de enterarse del lugar donde estaba Tenten, ese mismo día tomó unas pocas cosas y abordó el primer autobús que dirigía a Itamori....o al menos lo más cercano posible, porque no había un autobús que lo dejara en el mismo poblado. Se vio obligado a intentar localizar un taxi y al fallar rotundamente terminó pidiendo aventones, con una sola resolución en su mente. No descansaría hasta volver a verla y ahí estaba, como si fuera uno de los sueños recurrentes que tenía, de tenerla enfrente, pero esta vez era real y no permitiría que todo se arruinara de nuevo, necesitaba de alguna manera recuperarla.

―Estoy aquí por ti. ―La voz profunda sobresalió de aquel tenso silencio que flotaba entre ambos.

―¿Por mi? ―Soltó bruscamente. ―¿Es acaso una clase de broma?

―El estar aquí es la cosa más sería que he hecho.

Tenten se quedó de pie observando al masculino sin procesar las palabras que estaba diciendo o tal vez negándose a entenderlo.

―¿Y eso que significa?

Neji se atrevió a dar un paso, otro paso más y quedar a una corta distancia, logrando que sus ojos se encontraran entre ellos y el mismo tiempo se paralizara, con la tensión flotando tan tangiblemente que podrían tocarla.

―Que me he equivocado, he actuado con la intención de protegerte pero terminé dañándote y alejándote de mi, que me arrepiento. Estoy aquí, dispuesto a hacer cualquier cosa...―Las palabras se atoraron en su garganta.

Tanto él como ella sabían que no era la mejor persona con las palabras, lo cual dejaba en claro con sus palabras tropezadas y como decir eso, dejar ver sus sentimientos con palabras era algo que le estaba costando de sobremanera y aún así lo estaba intentando.

Pero Tenten lo observó cautelosa, queriendo retroceder por la cercanía pero resistiendo sin intenciones de mostrar ninguna debilidad ¿de verdad esperaba que se creyera algo como eso? ¿Qué el orgulloso y reservado Neji Hyūga estaba ahí por ella, para recuperarla, después de lo que había dicho? ¿Y de que se supone que la estaba protegiendo?

―¿Protegiéndome? ―Dejó salir su mayor duda.

―A mi lado jamás dejarías de ser señalada.

La mirada penetrante malva la aturdió y desvió la mirada un instante, franqueando la dignidad que sostenía fuertemente. ¿Se refería a los rumores que habían corrido en la ciudad? ¿Él la había terminado para que aquellos rumores desaparecieran y que en el futuro no se repitiera tal acto? Su pecho se estremeció con anhelo pero desechó aquel sentimiento.

No podía pensar que el venir hasta ahí y decir aquellas palabrerías la harían olvidar lo que había dicho, a pesar de que su propio cuerpo estaba expectante por la cercanía del masculino. Levantó nuevamente el rostro y atrapó la mirada masculina entre la suya.

―¿Harias cualquier cosa?

―Si ―Neji mencionó sin dudar, levantando la mano para tocar su rostro pero deteniendo su gesto al darse cuenta que estaba actuando incorrectamente.

Tenten levantó una ceja ante su respuesta segura y concisa, esperando tal vez que se creyera lo que decía.

―Tendrías que abandonar la iglesia.

―Ya lo he hecho.

Aquellas palabras removieron el interior de Tenten y la propia esperanza se abrió paso, sintiéndose mal de aquello, se suponía que nada de lo que él dijera debería afectarle. Pero ese tema en especial era sumamente delicado entre ellos, considerando que eso los había llevado a fragmentar su relación o lo que sea que tenían.

La vida de Neji giraba en torno a la iglesia y si él la había dejado atrás, significaba que él había dejado todo por ella...no podía ser tan fácil. No volvería a creerle con tanta facilidad.

―Dejar todo lo que conoces atrás, hasta la propia ciudad.

―Lo haré.

Apenas había terminado de hablar y él respondía, sin dejar de mirarla a los ojos.

―Y tu familia.

―No es relevante.

Aunque estaba dispuesto a hacerlo, no sentía nada por dejar a su abuela o tío atrás, la cuestión eran sus padres, que las cosas parecían ir mejorando. Pero no estaba en posición de oponerse a nada considerando que podría haber una posibilidad de revindicarse.

―¿Hasta de venir conmigo a donde fuera?

Neji asintió nuevamente, sin pensarlo, era algo que había afrontado tiempo atrás, que la mejor opción era mudarse y no le importara donde fuera, si eso incluía a Tenten, iría a donde fuera.

―Encontré una forma de volver a Arcadía y quiero regresar, contigo. ―Pronunció las palabras lentamente. ―Pero si aceptas, una vez en Arcadía perderás todo raciocinio, voluntad y decisión, vivirás tu vida anclado a mi, a mis acciones, tu mundo girará en torno a mi y solo podrás pensar en mi ¿Estas dispuesto?

―Lo haré.

Tenten lo observó fijamente durante unos segundos hasta que la mano masculina se aventuró a tocar su mejilla. La yema de sus dedos hicieron contacto con su mejilla y todo su cuerpo se encendió como fuegos artificiales, todo por una simple caricia. Retrocedió un paso, colocando una distancia entre ellos.

―Bien, si estas seguro, sígueme.

Tenten dio media vuelta, adentrándose al bosque y caminando entre los arboles, incapaz de pensar que realmente el Hyūga hubiera aceptado dicha situación. Pero al ver hacía atrás lo vi siguiendo sus pasos, con aquel gesto imperturbable. Luego de unos minutos un gran lago apareció. El agua era cristalina, pristina y algunas aves descendían para tomar del agua. Tenten se acercó a la orilla y estiró su mano.

―Una vez en Arcadia no habrá vuelta atrás.

Neji llegó a su lado y tomó su mano sin pestañear, la electricidad corrió por ambos cuerpo.Un sentimiento que seguía ahí a pesar del tiempo y lo que había pasado, un estremecimiento que llenó ambos cuerpos. La fémina comenzó a avanzar de espaldas mientras tiraba del Hyūga hasta que se adentraron al lago. El agua era un excelente portal que los Bufeos solían frecuentar, era la opción más viable y que había logrado encontrar en todo este tiempo.

El agua alcanzó sus piernas y Neji seguía cada uno de sus pasos, sin dejar de mirarla, hasta que ella se detuvo y cerró los ojos para concentrarse. El Hyūga esperó pacientemente, un mundo donde viviría por y para Tenten, realmente no sonaba mal, era algo que había decidido hacer cuando regresó por ella un mes atrás.

Tenten abrió los ojos viendo al Hyūga con los propios parpados cerrados, esperando. La fémina maldijo por lo bajo mientras soltaba la unión de sus manos y salía del agua con el enojo dominando su cuerpo. Estaba enojada con el sacerdote, ¿porque justo ahora se había arrepentido? ¿Porque luego de tanto tiempo y quería fingir como si nada hubiera sucedido? ¿De verdad pensaba que todo quedaría en el pasado? Aún le dolían sus palabras pero el hecho de verlo ahí, odiaba tanto como su cuerpo reaccionaba y como estúpidamente tenía aquel sentimiento de esperanza.

Pero el verlo ahí de pie, sin haber dudado, dispuesto a perderse él mismo con tal de estar a su lado...su yo del pasado hubiera estado sumamente orgullosa de lograr tal cosa. Su versión reciente, estaba completamente enojada de la disposición actual del sacerdote considerando los eventos pasados. Y estaba aún más enojada porque todo su interior estaba sucumbiendo a él.

Una vez en tierra giró para ver a un Neji confundido siguiéndola, cuando el portal no fue abierto y aún seguían en la tierra. Todo eso había sido una puesta en escena para probar al Hyūga, para hacerlo retroceder y no repetir ni incrementar el dolor que la acallaba. Sin embargo, no había pasado lo que tenía previsto... él no había ni dudado a entregarse solo por estar con ella.

―Por supuesto que no puedo volver, te lo he dicho, dejé todo por ti. ―Farfulló enojada por tener que repetirlo. ―¿De verdad pensabas que podías volver luego de todo este tiempo y que fingiría que nada había pasado? ¿Que olvidaría lo que has dicho? Yo....realmente ya no quiero nada contigo, ya no siento nada por ti.

Tenten se dejó llevar por sus sentimientos de querer dañarlo de la misma forma en la cual él lo había hecho. Pero su tono de voz asfixiado había sido un delator y se reprendió a si misma, esperando que él no hubiera notado lo que de verdad sentía.

El Hyūga dio un par de pasos hasta llegar enfrente de la fémina sin despegar la mirada de su rostro y percibiendo el tono dulce de su aroma corporal.

―¿De verdad?

―¿Pensabas que una fatha no podría olvidarte? Yo ya no quiero nada contigo―Las palabras se atoraron en su garganta al ver al Hyūga dar un paso más.

Los labios masculinos atraparon los suyos en un beso desesperado y feroz que antes de darse cuenta estaba correspondiendo, sujetando la camiseta del sacerdote con fuerza, con el temor de que si lo soltaba este desaparecería o que todo eso era un sueño. Todo su cuerpo se encendió y su médula se estremeció al saborear aquel elixir que los labios de Neji Hyūga representaban. La forma en que se amoldaban a los suyos, su calidez, forma y...soltó una exhalación cuando él se alejó mínimamente.

―Entonces ¿porque no te creo?―Neji mencionó tan bajo que solo ella pudiera escucharlo en esa corta distancia.

Podía sentir la mirada afilada femenina, los tintes de su voz firmes y duros, el resentimiento y la desconfianza de sus movimientos. Pero el escucharla decir eso...la duda estaba presente y lo turbulento de sus ojos se lo confirmaban, que estaba mintiendo. Aquello que habían sentido y vivido no era algo que podría olvidar tan fácil.

―Eres un idiota. ―Tenten estaba a escasos centímetros de su rostro, no había tomado distancia de él y aún sujetaba su camisa.

―Dime que me vaya y lo haré....dime que me quede y jamás me iré de tu lado.

Malva y castaño chocaron con intensidad e ímpetu, una pelea de voluntad y decisión revoloteando entre ambos y la tensión flotando en ese corto espacio.

Todo el enojo y resentimiento que tenía hacía el Hyūga había disminuido hasta casi extinguirse.Jamás había dejado de quererlo, realmente no creía que fuera posible dejar de hacerlo. Tenten realmente había creído que no volvería a verlo pero, él estaba ahí, pidiéndole estar a su lado. Su corazón se estremeció, a pesar de que sabía que no debía hacerlo, su propio corazón y mente le suplicaban por una sola cosa.

―Quedate conmigo.

Eso era lo que siempre había querido, desde la primera vez que lo había visto.

―Siempre.

El Hyūga se inclinó atrapando sus labios contra los suyos, aquellos que tanto había anhelado en su ausencia y sintiendo su pecho estremecerse por aquel contacto cálido. Jamás en toda su vida le había interesado nada relacionado a las relaciones personales y su propia vocación lo alejaban de cualquier pensamiento referente a eso. Pero Tenten había llegado a su vida como un huracán, destruyendo todo a su paso y cambiando aquella idea a la cual se había aferrado toda su vida. Ella había derribado cada una de sus barreras y se había adentrando a su interior profundamente, haciéndolo sentir cosas que jamás pensó en sentir y más importante, a estar dispuesto a entregarse a las profundidades del pecado. Pero él estaba totalmente seguro de una cosa.

Neji Hyūga sería capaz de ir al mismísimo infierno o ir en contra de todo, si eso significaba estar con Tenten.


FIN

Y aqui se pone punto final a esta historia, luego de una larga travesía. He hecho hasta lo imposible para traer este capítulo como regalo de fin de año para todos los lectores que espero de verdad que disfruten, el final de una historia que no pensé que tuviera tanta popularidad pero que he disfrutado tanto en hacer, desde su planeación y de mostrar una relación prohibida entre ambos y como Tenten atrapaba a Neji en todo ese juego hasta que ninguno de los dos pudo escapar.  Por lo que...

Me gustaría leer sus opiniones finales, si les ha gustado o cualquier cosa, siempre sus comentarios me alegran y más en estas fechas. De igual forma si tienen alguna duda o pregunta, si hay muchas dudas o curiosidades podría hacer un apartado especial de la historia. Pero quiero ver que piensan de eso...

 Siempre que termino una historia me pongo muy sentimental y más cuando ha sido una larga, estoy algo melancolica de haber escrito el ultimp punto en esta historia y que no tendré que hacerlo de nuevo, pero de verdad espero que este cierre llegara a la altura de toda la obra. Sin más...

Estaré leyendolos por aqui, y de igual forma felices fiestas a todos. <3

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