Mitsuki emocionado, saludando con la mano con una sonrisa– ¡Hola mamá! ¡Hola, papá! ¡Hola, Leo! ¡Estoy saliendo en la tele!

Terminando de colocar la cámara con una gotita de sudor– Mit... Esto no sale en la tele...

-Oh... –murmuró pensativo y luego sonrió de nuevo emocionado, saludando– ¡Hola mamá! ¡Hola, papá! ¡Hola, Leo! ¡Estoy saliendo en algún sitio!

La presentadora suspirando y negando levemente– si no fueses tan mono... Bueno, Mitsu, ¿algún secreto que escondas por ahí?

-Pues... –Mitsuki pensó, con una mano en su barbilla y mirando al techo, intentando recordar– le... Le tengo miedo a las calabazas...

-Eso ya lo sabemos... ¿Otra cosa que contar? –cuestionó de nuevo con curiosidad la presentadora en busca de algo interesante.

-Pues... –se frotó el brazo algo dudoso– me da pánico dormir sin sentir que abrazo algo... Aunque sea la almohada, porque me da miedo la oscuridad... –explicó algo avergonzado mirando al suelo.

-Aw... –murmuró enternecida– ¿entonces siempre duermes abrazado a tu novio?

-A mi prometido –corrigió feliz mirándose el anillo del dedo.

-Que mono.. –susurró enternecida viendo el rostro sonrojado de Mitsuki.

El mayor sonrió y luego,
ladeó la cabeza con curiosidad– ¿algo más que deba de-?

-Bu –alguien con una cabeza de calabaza estaba a su lado.

-¡Ahhhh! ¡Mamiiiiii! –gritó Mitsuki aterrado saliendo a correr como alma que lleva el viento.

El responsable se rió y se quitó la cabeza de calabaza mostrando su cara.

-¡Shigeru! Idiota, lo has espantado –gruñó lanzándole una chancla.

-Es que es diver- ¡Auch! –se quejó con un puchero el peli azul tocando la cabeza.

Suspirando frustrada– mejor lo dejamos aquí... ¡Nos vemos! –despidiéndose animadamente junto a un dolorido Shigeru