Capítulo 8

Ustedes tal vez pensarán:

«Oh dioses, Denki cayó sobre Shinsou y quedaron en una posición comprometedora.»

Pero no, Kaminari cayó sobre la alfombra, su trasero dolía y no de la forma que él quería.

Shinsou se llevó la peor parte, su cabeza fue a parar en el escritorio y si no fuese por los muñecos de felpa que Mighty derribó para escapar al ver que su vida peligraba, no la contaba.

Bueno tal vez, exageré, pero sí le iba a doler.

Kaminari ignoró su propio dolor y se acercó con rapidez al pelimorado.

—¿Estás bien?¿Te golpeaste fuerte?¿Te duele algo? -Preguntó mientras tomaba el rostro del chico en sus manos y le hacía un chequeo visual.

Hitoshi ladeó la cabeza.

—Sólo me duele un poco la espalda, la cobardía de Mighty me salvó. -Murmuró el chico, estaba algo sorprendido por el excesivo contacto del rubio.

Kaminari suspiró aliviado y se alejó un poco de Shinsou.

A ambos les molestó la distancia, pero ninguno dijo nada.

—¡Ahora podré mandar el mensaje! -Exclamó alegre con el teléfono de Shinsou en alto.

—¡No mandes eso! -Le dijo el más alto mientras intentaba arrebatarle el teléfono.

Denki soltó una carcajada y se levantó dispuesto a huir y a terminar de redactar el mensaje, pero Hitoshi no se lo iba a dejar fácil, los dos comenzaron a forcejear, pero Denki reía tanto que se notaba que estaba en desventaja en aquella "Pelea".

Shinsou lo había obligado a retroceder hasta una pared, el rubio sonreía divertido cuando el otro lo acorraló.

—Lamento informarte que ya es tarde porque... ¡Oh no! -Denki hizo un pequeño puchero cuando observó el teléfono.

A Shinsou le ganó la curiosidad y se inclinó hacia el rubio y miró atento la pantalla que mostraba su chat con Kaminari en el cual había un sólo mensaje:

Hola hermhdjdi3814!/(

Hitoshi no pudo reprimir una carcajada.

—Tal parece que no salió como espera... -El pelimorado levantó la vista y se encontró con el rostro se Denki a tan sólo unos centímetros, sus ojos dorados lo miraban fijamente, con un ligero brillo en ellos, la boca del rubio estaba entreabierta y Shinsou se encontró pensando en cómo sería entrar en contacto con ellos.

Kaminari parecía tener la misma interrogante porque lentamente fue acortando la distancia entre ellos, sus respiraciones se entremezclaron, Shinsou no se apartó y para Kaminari eso fue un permiso porque sonrió ansioso mientras tomaba el rostro de Shinsou con sus manos.

Pero una música los sacó de su burbuja, Hitoshi se separó con sorpresa y carraspeó un poco.

—¿Eso es el opening de Pokémon? -Denki hizo un pequeño puchero.

—Sí es... Mi teléfono. -Lo sacó con mucha pesar y contestó la llamada sin siquiera ver quién era. —¿Qué? -Preguntó tajante.

¡A mi me hablas bien inútil porque me debes una muy grande! -Exclamó la voz de Mei.

El rubio abrió los ojos con sorpresa.

—¡Perdón! -Contestó seguido de una risa nerviosa.

¡Como sea, estoy afuera de la casa de Shinsou, sal para que pueda golpearte correctamente! -Le contestó, en realidad estaba enfadada.

—¡Pero ya te dije que fue culpa de Naomi! -Le dijo mientras tomaba su chaqueta del suelo y la colgaba en su hombro.

Créeme que ella ya lo pagó, ahora sal Rayito, te esperamos. -La chica cortó la llamada y Denki se giró hacia Hitoshi.

—Mei ha venido a buscarme, yo... Debo irme. -Le dijo con un tono de tristeza.

Hitoshi aún estaba algo abrumado por la escena de hace unos momentos por lo que no le molestó del todo que el rubio se fuera.

Pero luego se encontró preguntándose, ¿Qué hubiera pasado si no los interrumpían?

Shinsou sacudió su cabeza para apartar esos pensamientos y suspiró.

—Bueno... Te acompaño afuera. -Murmuró antes de darse la vuelta para dirigirse al pasillo.

Denki inspiró hondo y lo siguió cabizbajo.

Midoriya y Todoroki se habían trasladado a la sala junto con Eri y tanto el pecoso como la niña miraban ensimismados la pantalla del televisor donde reproducía un episodio de All Might Adventures, que seguía la historia de un superhéroe que era mundialmente conocido como El Símbolo de la Paz.

—¡Tío Toshinori se ve muy joven! -Exclamó la peliblanca con emoción.

Los ojos de Izuku parecían brillar cuando All Might rescataba a los civiles.

—Aún no me creo que sea mi papá que adora hacer competiciones de eructos todos los días. -Murmuró sin despegar los ojos de la pantalla.

Todoroki esbozó una sonrisa.

En ese momento la bombilla en el cerebro de Kaminari respecto a esos dos.

—¿Acaso él..?-Una mano se posó con rapidez sobre sus labios.

—¿Auto de tu hermana está afuera? Sip, lo está, despídanse de Kaminari. -Intervino Shinsou, salvando la situación.

Eri se levantó e hizo un pequeño puchero.

—¿Volverás a visitarnos Denki? -La niña hizo su cara de perrito mojado y todos en la habitación quisieron gritar al unísono ¡Sí! .

Pero fue Denki el único en contestar.

—Si a tu hermano no le molesta, con gusto volveré. -Los ojos de los dos se centraron en el pelimorado, quien colocó una mano en su nuca y ladeó su cabeza.

—No me hagan esa cara... Está bien, de todas formas tenemos que estudiar. -Denki hizo un mohín con su boca.

—Aburrido... -El de ojos dorados se asomó a la cocina donde los adultos seguían cocinando. —Ya debo irme, gracias por recibirme futuros s... Digo, profesores... Digo... -El rubio suspiró. —Adiós. -Murmuró abochornado.

Mic soltó una carcajada.

—¡Adiós Kaminari, vuelve pronto! -Lo despidió el rubio mayor.

Aizawa bufó.

—O no vuelvas nunca. -Murmuró entre dientes, pero Denki ya se había ido junto con Shinsou.

Mei estaba apoyada en un increíble auto negro, cuando los vió puso sus brazos en su cadera y frunció el ceño.

—¡Hasta que te dignas a salir Rayito! -Le dijo la rubia, dentro del auto Naomi lo miraba ceñuda.

Fue el turno de Kaminari para fruncir el ceño.

—¡Me abandonaste desgraciada! -Le gritó mientras apuntaba a la pelinegra acusadoramente.

La chica rodó sus ojos y se colocó los audífonos.

—¡No me ignores! -Exclamó mientras golpeaba el suelo con su pie, infantilmente.

Mei se acercó al rubio y lo tomó de la oreja.

—¡Lo mismo digo señorito! -Lo llevó hasta el auto y lo obligó a sentarse en el asiento trasero.— ¡No sabes la de excusas que tuve que darle a mamá!

Denki hizo un pequeño puchero en dirección de Shinsou que los miraba con una ceja alzada.

Mei dejó de golpear a sus hermanos menores y se giró hacia el pelimorado con una sonrisa dulce.

—Gracias por avisarme Shinsou, eres un ángel. -Le dijo antes de casi asfixiarlo con un abrazo.

Kaminari le hizo señas desde la ventanilla y cuando Mei lo dejó respirar el rubio ya había sacado la mitad de su cuerpo para tomarlo del brazo y atraerlo hacia sí.

—La próxima vez no nos interrumpirán, no lo permitiré Toshi. -Le susurró antes de plantarle un beso en la mejilla.

Denki ya había agotado toda su valentía, por lo que se volvió a meter en el auto y evitó verlo a los ojos.

Las dos hermanas mayores del rubio se sonrieron.

—¡Espero que nos veamos pronto Shinsou! -Le dijo Mei mientras encendía el motor.

Naomi se quitó uno de sus audífonos y le sonrió.

—¡Siempre puedes volver a nuestra casa, tenemos dulces! -Comentó alegre la pelinegra.

El auto arrancó y Denki le dedicó una última sonrisa.

Shinsou quedó parado frente a su casa, mirando el punto exacto en el que Kaminari le había hablado y besado.

No sabía cómo sentirse al respecto.

Todo lo que involucraba al rubio de ojos dorados lo confundía.

Nuevamente, decidió no darle más vueltas al asunto y se adentró en su casa donde Izuku estaba sentado en el sofá, junto a Todoroki y le enseñaba algo en su teléfono.

—Tal vez deba dedicarme a la fotografía, ¿No crees? -Le preguntó al bicolor mientras le sonreía.

Shinsou se daba una idea de a que le había tomado fotos el pecoso, mejor dicho, a quienes.

—Sabes... Yo anoche pensé lo mismo, deberías ver ésta fotografía que tomé, me superé a mi mismo... -Sus ojos se posaron en el chat de Kaminari, que aún estaba abierto, soltó un suspiro y buscó la foto.

Midoriya había vuelto a activar su modo frutal ¿Sería un tomate o una fresa?

Y Todoroki había puesto una mano en su rostro para intentar ocultar su leve sonrojo.

Shinsou adoraba molestar a sus amigos.

Kaminari se recostó sobre su cama y Toshi se acurrucó en sus piernas.

El chico tenía mucho en lo que pensar, había pasado por muchas cosas en un corto lapso de tiempo.

Estuvo casi toda la fiesta junto al chico que le gustaba, pudo tomarlo del brazo... Dioses, había ido a dormir a su casa.

Incluso pudo usar su ropa y...

Habían dormido juntos.

Kaminari se había despertado más temprano por el ruido que hizo Mic al sacarle fotos, o eso pensó el rubio, ya que no se atrevió a abrir los ojos, pero aún así él lo había sentido, Shinsou lo estaba abrazando.

Suspiró como cual enamorado y no pude borrar la sonrisa de su cara.

Sacó el celular de su chaqueta y vió con alegría un mensaje de un número desconocido, aunque ya sabía quien era y no tardó en agendarlo.

Toshi <3

Hola hermhdjdi3814!/(

Denki bb

Oh, es raro que me inicies la conversación :o

Holii

El rubio dejó el aparato sobre su escritorio, de seguro el chico tardaría en responderle, así era Shinsou.

El celular tardó unos segundos antes de vibrar.

No quiero decir que Denki se abalanzó sobre él pero... Bueno en realidad lo hizo.

Toshi <3

¿Tienes una conversación unilateral o...?

Además, ¿En serio te agendaste como «Denki bb»?

Ah, y hola.

Kaminari olvidó cómo era que se respiraba.

Denki bb

Es un nombre genial, tienes que admitirlo

Además yo ya sabía que te daría
pena agregarme así, lo hice por ti ;)

El mensaje fue leído al poco tiempo y eso hizo acelerar el corazón del rubio.

Toshi <3

Sisi, por supuesto, lo haces
por mí.

Como sea, me da pereza
cambiarlo.

Denki bb

Te da pereza o te gusta como
está? :D

Aunque siempre tienes pereza...

Toshi <3

Definitivamente es pereza.

Y no soy tan perezoso como
crees, algunas veces se nota que
tengo energía¿?

Denki bb

Tú mismo lo dudas, así que sólo confirmas mis sospechas...

Eres un perezoso :p

Mei tamborilleaba el volante con sus dedos y mordía su labio inferior, una enormes ojeras adornaban su bello rostro.

—¿En serio estás bien? -Le preguntó Denki con preocupación. —Te dije que te quedaras en casa, puedo venir sólo.

La rubia negó repetidamente.

—No lo entiendes Rayito... -Murmuró mientras estacionaba frente al instituto y le daba un sorbo al café que hace unos minutos se habían detenido a comprar.

El chico se cruzó de brazos.

—Por supuesto que no lo entiendo, desde el fin de semana que las tres se ven alteradas, necesito que me digan qué pasa... No me dejen fuera, puedo ayudar. -No quería que su voz saliera quebrada, pero no pudo evitarlo.

Mei suspiró pesadamente.

—Mamá no quiere que lo sepas Rayito, pero te lo diré. -La chica tragó saliva. —Papá ha vuelto a la ciudad, ha estado haciendo algunos movimientos bancarios sospechosos con las acciones de la empresa que le corresponden, y como quiero averiguarlo tengo el doble de trabajo, pero eso no es lo peor, él... Él quiere contactarse con nosotros.

Denki se quedó mudo.

Su padre...

—¿Ese desgraciado después de diez años quiere contactarnos? -El rubio cerró con fuerza sus puños.

Mei mordió con fuerza su labio inferior.

—Mamá tiene miedo que se nos acerque, sobre todo a ti... Por eso nos pidió que te cuidáramos, así que no te preocupes Rayito. -Le dijo antes de darle un beso en la coronilla. —Naomi vendrá a buscarte, yo... -Suspiró. —Debo ir a la empresa, no pienses mucho en eso hermanito. -Le sonrió y Kaminari bajó algo mosqueado del vehículo.

En la entrada sus amigos lo esperaban sonrientes.

—¡Hasta que bajas del auto Kami! -Dijo con alegría la pelirrosa pero su sonrisa se esfumó al ver el rostro de su mejor amigo. —¿Te pasa algo Rayito?

El rubio tragó saliva.

—No es nada importante. -Murmuró antes de forzar una sonrisa.

La chica notó claramente que el rubio le mentía pero decidió no molestarlo, al menos por el momento.

—¡Cuéntame todo lo que pasó el sábado! -Exigió Mina con una sonrisa.

Denki volvió a recuperar su ánimo habitual mientras le contaba como iba mejorando su relación con el pelimorado.

Kirishima aplaudió fuertemente.

—¡Eres genial Kamibro! -Le dijo alegremente el pelirrojo mientras palmeaba la espalda de éste.

En un poco tiempo Kirishima se había integrado con facilidad y ya era un miembro oficial de "Los bro's".

—Es verdad que es sorprendente... Incluso estuviste a nada de besarlo. -Dijo asombrado Sero.

Mina chilló.

—¡Y no recibió quejas al respecto y durmieron juntos! -Gritó la pelirrosa mientras sacudía violentamente a su novio.

Sero suspiró.

—Grítalo más fuerte que en un rincón del instituto no alcanzaron a oírte.

Mina le sacó la lengua infantilmente y siguió hablando de que era su sueño de fujoshi hecho realidad.

El grupo miró algo a las espaldas del rubio y éste los miró curioso.

—¿Bakugo ya se enteró que volví a decir que su madre era hermosa?¿O se enteró que sin querer besé a Kirishima? -El chico notó claramente su error cuando vió a un Bakugo furioso frente a él. —¡Cierto que estabas aquí Bakubro, déjame explicart...!

El de ojos rubí avanzó un paso y Kaminari ya se encontraba en plena huida.

—¡Kirishima ayúdame! -Imploró el rubio mientras corría despavorido.

El pelirrojo intentó detener a Bakugo pero no lo alcanzaba.

—¡Déjame explicarlo, yo tropecé y...! -Pero Bakugo soltaba tantas maldiciones que dudaba que lo estuviera oyendo. —¡Voy a morir joven! -Lloriqueó Denki hasta que se topó con unos ojos morados que lo miraban con curiosidad.

El chico no lo dudó en segundo para ir a ocultarse tras un confundido Shinsou.

—¿Qué crees que estás hac...? -Calló al ver como Bakugo se les acercaba furioso. —Ah, debí imaginarlo.

Los ojos rubí se veían más perversos de lo normal.

—¿Por qué te ocultas Pikachu? Hablemos... -Dijo con un falso tono de amabilidad.

Denki asomó su cabeza y le hizo un pequeño puchero.

—¡No te creo, ve a pedirle explicaciones a Kirishima, fue culpa suya!¡Y lo de tu madre es culpa de Sero y Mina, ellos dijeron que piensan lo mismo!

Eso no tranquilizó para nada al chico de cabellos rubio ceniza, para fortuna de la vida de Kaminari, Kirishima los había alcanzado.

—Blasty, debes calmarte, yo te explicaré lo que pasó. -Bakugo iba a decir algo pero el pelirrojo puso una mano sobre su boca. —Cállate y déjame explicar... Lo que pasó es que durante la fiesta con Kaminari decidimos hacer una competencia de shots y cuando él iba a buscar los tragos yo quise ir al baño sólo que los dos caminamos en direcciones opuestas y terminamos chocando nuestros rostros y bueno... Fue una especie de beso pero juro que ninguno de los dos lo disfrutó, además nuestros dientes chocaron de forma espantosa...

El de ojos dorados hizo una mueca.

—Pensé que me había roto uno... -Murmuró.

Bakugo chasqueó la lengua.

—No me interesaba lo que pasó entre el estúpido Pikachu y tú. -Kirishima se notó herido, por lo que agregó con rapidez. —No pongas esa cara pelos de mierda, sé que no besarías a ese idiota voluntariamente.

Kaminari salió de su escondite y puso sus brazos en jarra.

—¡Oye no me desprecies así, de seguro muchas personas quisieran besarme! -Le reclamó mientras inflaba sus mofletes.

Bakugo rodó sus ojos ojos y la campana de inicio de clases sonó.

Shinsou le dió una última mirada antes de ser arrastrado por Iida que insistía en no llegar tarde.

Mina y Sero se le acercaron con preocupación.

—¿No lo viste cierto? -Preguntó el pelinegro, Denki ladeó la cabeza con confusión. —¡El profesor Aizawa oyó todo lo que nos contaste!

Kaminari abrió la boca con sorpresa.

Aizawa había oído todo y Denki sólo pudo pensar: Mierda, soy un idiota.

Era probable que durante su relato haya soltado algunos comentarios como: "Entonces el sensual Shinsou", "Está tan bueno", "Me calienta más que sol de verano", y bueno, cosas de esa índole.

—E-espera, ¿También escucho que besé... Y que la mamá de Bakugo...? -El rubio no vió el asentimiento de sus amigos ya que había ocultado el rostro en sus manos, sonrojado.

Kaminari entró con la vista fija en el suelo ya que, para su mala suerte, la primera hora les tocaba con Aizawa.

Inconscientemente sus ojos buscaron al pelimorado.

Midoriya y Tsuyu reían escandalosamente de algo que Uraraka había comentado mientras que Iida, Todoroki y Shinsou los miraban con extrañeza.

—¡Es que en serio, y entonces ella dice...! -Pero la historia de vió interrumpida por un carraspeo que silenció al salón, carraspeo que se oyó justo detrás de Denki quien tragó saliva con dificultad y se dirigió a paso apresurado a su asiento.

Aizawa observó como su hijo seguía con la mirada al rubio y suspiró pesadamente.

No puede ser, realmente está pasando. Dijo para sus adentros el mayor. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top