Capítulo 24

-¡Baymax no! -Las lágrimas rodaron por sus ojos y Eri rápidamente pasó un pañuelo por ellos.

-No llores papi, ya hemos visto ésta película muchas veces y sabes cómo termina. -Le dijo la pequeña a Hizashi.

La niña volvió a sentarse en el regazo de Aizawa quien suspiró mientras palmeaba la espalda de su esposo.

-¿Ves por qué te dije que no debíamos mirar ésta película?

Denki mordía fuertemente su labio inferior mientras evitaba parpadear demasiado.

-¿A ti también te pone triste ésta parte? -Le susurró al oído Hitoshi.

El rubio se giró hacia su novio que le había cedido el sofá para sentarse en el apoyabrazo junto a él.

-¿A ti no?¿Toshi acaso tú tienes corazón? Ésta parte es... -Inspiró hondo para evitar llorar mientras veía como Hiro dejaba atrás a Baymax para salvar a la mujer.

Shinsou apretó sus labios para evitar reír, gesto que no pasó desapercibido para Denki, quien frunció el ceño.

-Toshi eres un tonto. -Fue lo que le dijo antes de girar su cabeza con fastidio, ignorando la reacción de sorpresa de su novio.

-Pero Denki... -El rubio lo chistó y murmuró entre dientes que quería ver la película.

-Vamos Rayito, ¿Seguirás ignorandome? En la cena apenas si me has hablado. -Dijo Hitoshi con un puchero mientras veía como Denki se quitaba la ropa para así ponerse el pijama. -Rayito... -Le susurró al oído antes de abrazarlo por la espalda y apoyar su mentón en el hombro del rubio. -Si me perdonas haré lo que tu quieras.

Los ojos dorados se iluminaron apenas se posaron en los del pelimorado.

-¿Lo que quiera? -Preguntó con una sonrisa traviesa.

Shinsou tragó saliva.

-Sí. -Respondió.

Denki sonrió abiertamente y abrazó a su novio.

-Pareces un niño Toshi, no te presto atención por un momento y haces estupideces. -El rubio tomó una sudadera de Shinsou y se la puso antes de tirarse sobre la cama. -Mañana después de clases te diré qué es lo que quiero, buenas noches.

Hitoshi suspiró pesadamente y se tomó su tiempo para cambiarse, una vez estuvo frente a la cama respondió:

-De acuerdo Rayito, pero no te pases. -Besó la frente de su novio y se acostó a su lado.

Por la mente de Hitoshi resonó con fuerza una interrogante.

¿En qué lío me he metido?

-¡Es maravilloso! -La felicidad no parecía caber dentro de Denki y eso hizo que Shinsou sonriera. -Siempre fue mi sueño hacer algo así Toshi, realmente eres un novio maravilloso. -El rubio se acercó y tuvo que estirarse un poco para darle un fugaz beso a Hitoshi. -¡Ahora debemos sacarnos una foto!

El pelimorado se sintió algo avergonzado de tomarse fotos en el espejo de aquella tienda, pero no podía negarle nada a Denki viéndolo tan feliz.

La pareja se tomó varias fotos bajo la atenta mirada de los encargados de la tienda quienes sonreían al verlos.

-Bueno ya es suficiente Rayito, paguemos así luego vamos a tomar algo a la cafetería que está aquí cerca. -El rubio hizo un puchero y guardó su teléfono.

En la caja tuvieron una pequeña disputa sobre quien pagaría, al final terminó ganando Kaminari pero sólo si dejaba que Shinsou pagara lo que comerían luego.

Denki salió sonriendo mientras entrelazaba sus dedos con los de su pareja y miraba su teléfono.

-Están maravillosas Toshi, no sé cuál será la que subiré a las redes... -Hitoshi observaba embelesado a Denki quien parloteaba felizmente de sus fotos, sobre la cabeza del rubio reposaba la capucha de su nueva sudadera amarilla, de Pikachu por supuesto.

Kaminari lo había hecho correr luego del instituto para ir al shopping a una tienda en específico que vendían sudaderas personalizadas, allí habían comprado unas para ellos, por supuesto que el rubio quería una de su pokemon favorito y a Hitoshi le había comprado una de un pokemon que Denki relacionaba siempre con el pelimorado, Gengar.

-¡Es que me hace muy feliz Toshi! -El pelimorado no lo pudo resistir y tiró del brazo de Kaminari para así abrazarlo.

-Creo que por ti haría ésto muchas veces Rayito, tu felicidad es la mía. -Le susurró al oído.

Denki se apretó contra él y sonrió aún más.

-Me gustas mucho Toshi. -Le dijo contra su pecho.

-Me gustas aún más Rayito. -Respondió Hitoshi.

Se sentían cómodos en los brazos del otro, tan ensimismados estaban en la burbuja que crearon que no se percataron de que había alguien frente a ellos sino hasta que se oyó el ruido de una cámara.

-Es que es sencillamente hermoso, ¿No es así Shocchan? Se ven tan lindos juntos, quién diría que podría ver a Hitoshi de ésta forma.

Shinsou rió por lo bajo y se separó un poco del rubio para mirar a su amigo, quien sonreía inocentemente.

-No esperaba encontrarte aquí Izuku. -Le dijo el pelimorado.

Denki se terminó de separar de su novio y les sonrió alegremente a Midoriya y Todoroki, los ojos dorados se posaron con poco disimulo sobre las manos unidas de los recién mencionados.

-¿Vinieron de compras? -Preguntó Izuku mientras guardaba su teléfono dentro de uno de los bolsillos de su jeans. -¿O están en una cita?

Kaminari sonrió y ladeó ligeramente su cabeza, como pensándolo.

-Yo diría que un poco de ambas, ¿Ustedes qué hacen por aquí? -Preguntó de forma curiosa el rubio.

Las mejillas de Izuku se encendieron y fue Todoroki el que respondió.

-Le prometí a Izuku una tarta de fresas y en la cafetería de aquí venden unas exquisitas. -Explicó con calma el de ojos heterocromáticos.

Hitoshi sonrió de lado.

-Así que ustedes también están en una cita... -Comentó como si nada, las mejillas de Midoriya se encendieron aún más y para sorpresa de Kaminari Todoroki también se avergonzó, el rubio le dió un codazo a su novio. -No seas bruto Rayito o me comeré tus dulces favoritos. -Eso hizo que Denki lo golpeara con más fuerza.

Izuku los observó curioso.

-Si también tomaran algo aquí podemos sentarnos juntos. -Les dijo con una sonrisa amable el pecoso.

Shinsou asintió.

-Está bien, será una cita doble. -Dijo con una sonrisa burlesca.

Ésta vez el golpe lo recibió tanto de Denki como de Izuku.

Los cuatro escogieron una mesa un tanto alejada de la demás clientela y ordenaron, para Hitoshi y Midoriya un latte, para Denki un submarino y para Todoroki un té. Por supuesto que todo iba acompañado de muchos dulces y tartas.

-Recuerda que tu pagas Toshi. -Dijo Denki con una sonrisa al ver que su novio seguía ordenando tartas.

-Algo me dice que luego deberemos hacer mucho ejercicio. -Murmuró Midoriya mientras palmeaba su estómago. -Papá no tendrá compasión a la hora de entrenar.

Shinsou sonrió.

-¿Aún sigue levantándote a las cinco de la mañana? -Preguntó el pelimorado.

El pecoso hizo un puchero.

-Así es y tú maldito traidor dejaste de venir para acompañarnos. -Le reclamó su mejor amigo.

Hitoshi se encogió de hombros.

-Papá dijo que le molestaba que hiciera ruido tan temprano y me prohibió ir. -Respondió con simpleza.

Denki sonrió, la verdad es que sí se esperaba eso de Aizawa.

Cuando su orden llegó los cuatro se pusieron a comer y charlar de forma amena, Toshi e Izuku no perdían el tiempo y devoraban los dulces y tarta con bastante entusiasmo.

Todoroki se había quedado mirando fijamente una tarta de chocolate que Izuku comía con una sonrisa, el peliverde notó la mirada del de ojos heterocromáticos y partió un pedazo para girarse con una sonrisa hacia el de cabellos bicolor.

-¿Quieres un poco Shocchan? -Preguntó dulcemente mientras le extendía la cuchara, Todoroki asintió con seriedad para inclinarse un poco y comer lo que el pecoso le ofrecía.

Las mejillas de Midoriya se sonrojaron levemente pero aún así sonrió.

-Si te gusto puedes tener un poco. -Le ofreció mientras dejaba un pedazo sobre el plato que Shoto estaba utilizando.

Shinsou y Kaminari se sonrieron de forma cómplice y el rubio pellizcó a su novio para que se abstuviera de decir algún comentario que avergonzara a Shoto e Izuku.

-Oye Rayito ya se está haciendo tarde y hoy debemos cenar con mi abuela. -Comentó el pelimorado mientras veía la hora en su teléfono. -Creo que es hora de irnos.

-¿Crees que deberíamos ir como estamos vestidos ahora? -Preguntó el rubio apuntando a sus sudaderas a juego.

Hitoshi se encogió de hombros.

-Por supuesto que sí, no les veo nada de malo. -Respondió con simpleza el pelimorado mientras sacaba el dinero para pagar su parte y la de Denki.

Kaminari sonrió enternecido.

-Igual nos cambiaremos, presiento que la casa de Takao está llena de lujos y quiero ir vestido para la ocasión. -Dijo con una sonrisa.

La pareja se despidió de sus amigos, Hitoshi le susurró algo al oído a Izuku que hizo que éste se sonrojara de forma violenta y le gritara a su mejor amigo que se vaya.

-Bueno primero iremos a mi casa para que yo pueda cambiarme y luego iremos a la tuya para que también lo hagas, ¿Estás de acuerdo? -El rubio asintió y así los dos, tomados de las manos, se encaminaron a la casa del pelimorado.

-¡Toshi hace rato que no te veía por aquí! -Dijo Shin mientras saltaba a los brazos del pelimorado y empujaba a Kaminari en el proceso. -¡Mira hasta pareces más alto! Eres tan guapo lástima que has elegido salir con ese rubiecito torp...

Naomi le había pegado una patada a Shin para que se corriera y fue ella la que abrazó a Hitoshi.

-¡Toshi debes venir a ver nuestro concierto, te regalaré una entrada vip, por favor dí que sí! -Suplicó la pelinegra.

Shinsou sonrió.

-Sí, me encantarí...

-¡¿Hitoshi está aquí?! -Se oyó su voz escaleras arriba y unos tacones que rápidamente se dirigían allí.

La rubia llevaba un vestido largo y formal de un rosa sobrio, ajustado y de escote pronunciado, llevaba joyería de color plata y unos zapatos a juego, también se había maquillado levemente y recogido el cabello de forma sofisticada.

-¿Y a dónde vas tú? -Le preguntó Denki con una ceja en alto. -Estás hermosa. -Agregó con una sonrisa.

Shin se adelantó al pie de la escalera y extendió su mano de forma caballerosa, Mei rodó sus ojos pero aún así aceptó el ofrecimiento y bajó los últimos escalones con ayuda del joven.

-Definitivamente está hermosa. -Mencionó Shin mientras le guiñaba un ojo. -Para tu información Denki, hoy me llevaré a ésta bella dama a una aburrida fiesta llena de ricachones que lo único que saben hacer es hablar de los números de sus empresas.

En ese momento Hitoshi se percató del traje azul que Shin lucía elegantemente, el peliazul chequeó la hora en el reloj que llevaba en su muñeca.

-En unos minutos debe llegar la limusina. -Mencionó antes de sacar su teléfono para comprobar algo.

Mei se soltó del agarre del joven y se acercó con una sonrisa hacia los adolescentes.

-Hitoshi, lamento tener que irme apenas llegas pero hoy es una oportunidad perfecta para buscar futuras alianzas y contratos de suma importancia. -La chica se percató de sus sudaderas a juego y sonrió. -Así que finalmente lo lograste Rayito.

Denki sonrió ampliamente.

-Así es hermana, ahora tengo un novio con el cual compartir sudaderas de pokemon. -La rubia rió y palmeó el hombro de su hermano.

-Me alegro por ti Rayito. -Un claxon hizo que la rubia suspirara. -Creo que es hora de irse, ven a dormir a casa un día de éstos Hitoshi.

Mei les decía eso mientras entrelazaba su brazo con el de Shin, quien sonreía alegremente.

-¡Hasta luego! -La rubia salió y caminó sin prisa hasta la limusina.

Naomi rodó sus ojos.

-Cada día están más pegados esos dos, juro que si llega a sacarme a mi baterista yo... -El ruido de una moto detuvo la amenaza de la pelinegra. -Oh, creo que Rei ha llegado, iremos a ver algunas cosas para el concierto o algo así, mamá no vendrá hasta más tarde Rayito, besos. -Besó la frente de su hermano y la mejilla de Hitoshi antes de tomar su chaqueta y apresurarse para ir con el pelirrojo que la aguardaba con el casco en la mano.

Denki bufó.

-¿En serio ella se queja de Mei? -Denki cerró la puerta de su casa. -Iré a cambiarme Toshi, esperam... -El pelimorado lo acorraló a un muy sorprendido Denki contra la puerta de la entrada.

-Yo creo que tenemos tiempo de sobra Rayito, ¿Qué dices si lo aprovechamos? -Preguntó antes de unir sus labios con rapidez.

Denki no se dejó sorprender por mucho tiempo y rápidamente correspondió, enredando así sus piernas alrededor de la cintura de su novio para pegar aún más sus cuerpos, Hitoshi lo tomó con fuerza de los muslos y se separó un poco.

-¿Subimos Rayito?


Aparezco después de mucho tiempo aaaa

Ustedes no se dan una idea de los problemas que tuve ah, primero que nada cometí una estupidez muy importante: desinstalé wattpad.

Necesitaba espacio para editar mi foto para instagram y lo desinstalé sin pensarlo mucho, pERO DESPUÉS NO PUDE VOLVER A INSTALARLO, no importa cuántas aplicaciones desinstalara o cuantos archivos borrara mi teléfono siempre decía que tenía poco espacio así que ahí fue que cometí otra estupidez: reseteé el teléfono.

La cantidad de cosas y contactos que perdí dios mío.

PERO BUENO, voy a luchar contra todas las adversidades para traerles los últimos capítulos de mi tan amado fanfic, no les prometo nada pero en lo posible dentro de ésta semana voy a publicar otro capítulo, estén atentis

Gracias por seguir leyendo y comentando, en serio me pone muy feliz leerles y espero que cuando Confesión termine apoyen mis otros fanfics, gracias, en serio.

Hasta el próximo capítulo mis cielites, Darkness

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top