Capítulo 23
Denki jugueteaba con su bolígrafo mientras el profesor hablaba de algo que hacía que todos estuvieran atentos.
Unos golpecitos en su pierna lo hicieron mirar a su novio, que estaba con el ceño levemente fruncido.
—Presta atención a la clase. -Lo regañó en un susurro.
Kaminari bufó aburrido y apoyó su cabeza en el hombro del pelimorado mientras ponía todo su empeño para concentrarse en esa aburrida clase de historia.
Pero simplemente no podía.
Sus ojos comenzaron a cerrarse con lentitud y el ligero barullo de la clase se fue volviendo cada vez más lejano.
Sintió un suave movimiento en sus hombros.
—Rayito, despierta, la clase terminó y estás babeando sobre mi hombro. -El rubio abrió sus ojos con lentitud y levantó la cabeza con pereza mientras se giraba hacia Hitoshi. —¿Te sientes bien? -Preguntó éste preocupado mientras ponía una mano sobre la frente ajena. —¿Desayunaste?¿Trajiste algo para comer ahora? Deja que te compre jugo, vamos.
El pelimorado no esperó a que contestase y lo tomó de la mano para arrastrarlo fuera del salón, luego de excusarse con su grupo de amigos, por supuesto.
Denki le sonrió a su novio cuando éste le entregó la pequeña cajita junto con un sorbete.
—Estoy bien Toshi, es sólo que ayer dormí mal. -Se explicó mientras tomaba un pequeño trago bajo la atenta atención del pelimorado. —Tú también toma un poco. -Dijo mientras extendía la bebida y colocaba el sorbete en los labios del otro.
Hitoshi sonrió y se inclinó levemente para sorber.
—¿Y por qué dormiste mal? -Le preguntó Shinsou mientras entrelazaba sus dedos con los del rubio.
Kaminari se encogió levemente de hombros.
—Es que... Hay veces en los que recuerdos específicos vuelven a mi... -Apretó un poco la mano de su novio antes de seguir. —Y me atormentan más que nada durante la noche, cuando estoy sólo. -Murmuró por lo bajo, algo avergonzado.
El pelimorado lo tomó suavemente del mentón y lo obligó a mirarlo.
Sus ojos se encontraron y Shinsou sonrió levemente.
—Entonces busquemos la manera de que nunca estés sólo de noche, ¿De acuerdo? -El rubio asintió un tanto confundido y los dos comenzaron a caminar hacia el patio del instituto para encontrarse con sus amigos. —Estaba pensando. -Mencionó Hitoshi mientras acariciaba suavemente el dorso de la mano de Denki. —¿Qué te parecería dormir en mi casa hoy?
Kaminari no lo pensó dos veces antes de aceptar.
Finalmente encontraron a su dos grupos de amigos sentados en el césped debajo de un árbol, desde que Hitoshi y Denki comenzaron a salir sus grupos se habían unificado, más que nada gracias a Mina y Uraraka que eran un dúo inseparable.
—Hasta que llegan mis tórtolos favoritos. -Dijo Ashido con una sonrisa mientras acariciaba los cabellos de su novio, que dormía sobre sus piernas. —Vengan, sientense por aquí, llegan en el momento perfecto. -Mencionó la pelirrosa mientras apuntaba al resto del grupo. —Estábamos pensando en juntarnos en la casa de Bakugo, resulta que sus padres no estarán éste fin de semana.
El recién mencionado chasqueó la lengua.
—Y yo les recuerdo que jamás acepté que usurparan mi casa. -Respondió con tono mordaz.
Kirishima sonrió y apoyó su mano sobre el hombro del rubio.
—Lamento informarte, Blasty, que ya le he preguntado a tu madre y está más que encantada de que vayamos a tu casa todo éste fin de semana. -Mina y Uraraka rieron al ver la mueca en el rostro de Katsuki.
Denki puso su mano sobre la pierna de su novio y le sonrió a sus amigos.
—Díganme que no soy el único que está pensando en llevar bebidas. -Uraraka, Izuku, Mina y Kirishima asintieron con emoción.
Por su parte, Iida, Todoroki y Shinsou suspiraron recordando lo que había sido la fiesta de Sero.
Bakugo frunció el ceño.
—Ni se les ocurra cometer estupideces en mi casa o juro que los mataré. -Amenazó mientras sus amigos le sonreían de forma inocente.
Se quedaron charlando un rato y riéndose de las caras que hacía Sero mientras dormía, Izuku ya estaba llenando su memoria con fotos del pelinegro cuando éste se levantó alarmado.
—¿Q-Qué pasó? -Preguntó con sus cabellos ligeramente despeinados y con una hoja de árbol sobre su cabeza.
Denki y Mina soltaron una carcajada, contagiando también a los demás.
Denki y Hitoshi se detuvieron frente a la entrada del jardín de infantes.
—Mis papás dijeron que podemos adelantarnos, parece que Mic olvidó corregir unos exámenes así que deberán quedarse un poco más. -Mencionó Shinsou mientras terminaba de leer el mensaje de Shouta.
Kaminari enarcó una ceja.
—¿Aizawa también se quedará? -Preguntó.
Shinsou asintió y guardó el teléfono en su bolsillo.
—Dice que lo ayudará para que termine más rápido, mis papás están... Ansiosos de cenar contigo hoy. -Le dijo con una sonrisa.
Denki tragó saliva con nerviosismo y Hitoshi lo tomó de la mano.
—Tranquilo, no será nada de otro mundo. -Dijo para tranquilizarlo.
Las puertas de la entrada se abrieron y los pequeños comenzaron a salir de forma ordenada con ayuda de sus maestros y maestras.
Eri fue de las últimas en salir, la maestra de ella le sonrió a Shinsou al reconocerlo y dejó que la pequeña corriera hacia él, Hitoshi se preparó para recibir el entusiasta abrazo de su hermanita y...
—¡Denki, estás aquí! -Eri abrazó con fuerza al rubio, quien sonrió y le devolvió el abrazo.
—Así es Eri, hoy me quedaré en tu casa, ¿Te molesta? -Preguntó mientras se acuclillaba para quedar a su altura.
Los ojos de la niña se abrieron con ilusión.
—¡Por supuesto que no hay problema, vamos rápido a casa! -La pequeña lo tomó de la mano y comenzó a arrastrar a Denki, dejando a Hitoshi boquiabierto, un tirón en su mano por parte de Kaminari lo obligó a caminar con ellos.
Shinsou lo meditó un poco y finalmente carraspeó.
—Eri, ¿No te has olvidado de algo? -Preguntó con falso desinterés.
La niña se giró hacia él, sorprendida.
—Es cierto... ¡Toshi comprame golosinas para comer a la noche! -Shinsou bufó y soltó la mano de Kaminari para cruzarse de brazos.
Denki rió disimuladamente al ver la actitud infantil de su novio.
—Eri, creo que aún no has saludado a tu hermano. -Le susurró el rubio a la niña.
La pequeña miró sorprendida al rubio y se tapó la boca con sus pequeñas manos.
—Lo había olvidado. -Susurró antes de correr a los brazos de su hermano. —¡Toshi, apurate así en casa puedo darte el regalo que te tengo preparado!
El pelimorado la miró con curiosidad.
—¿Regalo? -Preguntó con una ceja en alto.
Eri asintió repetidamente.
—¡Así que compremos rápidamente los dulces y vayamos!
Hitoshi pareció satisfecho con esa respuesta por lo que se agachó y le hizo una seña a su hermana para que se subiera a su espalda, cosa que hizo que Eri riera.
—¡Quiero música! -Pidió con una sonrisa mientras buscaba los auriculares en la mochila de su hermano y le arrebataba el teléfono.
Shinsou la dejó hacer mientras suspiraba.
—¿Quieres que escuchemos los dos? -Preguntó mientras su hermana se le subía a la espalda.
Eri bufó.
—¡Claro que no, tú habla con Denki, no seas maleducado!
Denki rió por las palabras de la niña mientras Hitoshi suspiraba.
Pronto la pequeña se ensimismó en la música que había escogido para ella.
—¿Por qué lo escucha tan fuerte? Le hará daño a sus oídos. -Mencionó Shinsou mientras comenzaba a caminar al lado de Denki, quien estaba llevando las mochilas de ambos.
Kaminari sonrió.
—Tú también escuchas muy fuerte tu música, en clase todos te oímos. -Le respondió.
Hitoshi bufó y cambió de tema rápidamente, charlaron de forma amena de camino a la casa del pelimorado.
—Pásame la sal. -Extendió su mano y enseguida llegó lo que había pedido. —¿Tienes algún problema con los condimentos? Es que yo los amo.
Hitoshi rió.
—No puedo creer que realmente sepas lo que haces. -Denki se giró con un puchero hacia él. —No tengo ningún problema con los condimentos Rayito, y creo que Eri tampoco los tiene.
El rubio se encogió de hombros mientras condimentaba la salsa.
—Siempre hacía desastre en la cocina pero un día Mei me compró un libro de recetas y me amenazó con romper mi consola si volvía a romper algo de la cocina... -Murmuró nostálgico. —De todas formas ahora no estoy haciendo nada de otro mundo, sólo son fideos y salsa.
Hitoshi se acercó por detrás de él y olfateó el delicioso aroma que desprendía lo que el rubio estaba cocinando.
—Disculpa pero éste exquisito aroma me hace pensar que es algo de otro mundo. -El pelimorado puso sus manos sobre la cintura del de ojos dorados y se acercó a él. —Siempre logras sorprenderme Rayito. -Le susurró al oído antes de dejar un beso en su mejilla.
Denki rodó sus ojos y se giró hacia su novio.
—Por supuesto que sí Toshi, soy alguien asombroso. -Revolvió la olla con lentitud. —¿Ya te fijaste qué está haciendo Eri? Me preocupa no oírla, no debiste dejarla sóla.
Hitoshi sonrió.
—Ya hace rato me fijé, estábamos dibujando un poco y sólo vine aquí a ver cómo estabas tú. -El más alto se separó. —Iré a verla, no te preocupes.
Kaminari le hizo un gesto vago para que se retire y Shinsou salió de la cocina bufando.
La tele aún estaba encendida, dando el capítulo favorito de Eri de All Might Adventures, la niña había estado dibujando en la mesita frente al sofá, sus crayones reposaban silenciosamente sobre algunas hojas de papel que ya contaban con los monigotes que la pequeña dibujaba, la susodicha estaba recostada sobre la alfombra junto Mighty, ambos completamente dormidos.
Hitoshi sonrió antes de acercarse silenciosamente.
—Siempre se duermen aquí, es una mala costumbre que debemos quitarles. -Susurró el pelimorado mientras tomaba con cuidado a su hermanita y la llevaba hacia el sofád de tres cuerpos, tomó una frazada de lana que reposaba allí y la tapó correctamente, Mighty no tardó en levantarse e ir a dormir junto a la niña.
Hitoshi apagó la televisión y se volteó hacia el rubio que lo había estado observando.
—Se durmió y aún no almorzó. -Mencionó Denki mientras apoyaba su mano sobre la cadera. En ese momento Hitoshi tuvo una vista perfecta de su novio con el delantal anaranjado de su padre y no pudo evitar sonreír. —¿Y por qué sonríes? La niña debe alimentarse correctamente. -Lo reprendió con el ceño fruncido.
Shinsou caminó hasta él y besó su frente con suavidad.
—Sonrío porque te ves precioso con ese delantal. -Confesó haciendo sonrojar al de ojos dorados. —Y no te preocupes, Eri comió algunas galletas mientras estábamos dibujando.
La mirada severa volvió al rostro del rubio.
—¿Le diste galletas antes del almuerzo? Te creí más responsable Toshi. -Lo reprendió mientras le pegaba suavemente en el hombro.
Hitoshi rodó sus ojos antes de tomarlo de la cintura y atraerlo hacia él.
—Vamos, no te preocupes, despertará en un rato y almorzará. -Le dijo con una sonrisa tranquilizadora. —Yo te creí más rebelde Rayito. -Murmuró antes de unir sus labios brevemente.
Denki correspondió a ese gesto durante unos segundos y repentinamente se separó.
—Hay que almorzar Toshi, no preparé la comida por nada. -Depositó un último beso antes de separarse para volver a entrar a la cocina.
Shinsou sonrió y lo siguió de cerca.
Ambos pusieron la mesa y almorzaron juntos, frente a frente, charlando y riendo tontamente, fue un almuerzo gratificante para ambos.
Luego de almorzar decidieron hacer sus deberes (con claras quejas de Denki, por supuesto) y finalmente decidieron despertar a Eri para que comiera antes de que se hiciera más tarde.
Aizawa le había enviado otro mensaje a Shinsou avisando que llegarían tarde porque aún tenían otros asuntos que resolver.
—Tal vez sea una tarde romántica para tus padres. -Le susurró Denki cuando estaban sentados en el sofá, viendo un poco de televisión mientras Eri jugaba con Mighty sobre la alfombra.
Shinsou hizo una mueca y se giró hacia su novio.
—No digas esas cosas Rayito, nunca. -Le dijo haciendo énfasis en la última palabra.
Kaminari rió por lo bajo.
—Oh vamos Toshi, no es algo se otro mundo, los padres también pueden tener sex... -Las palabras del rubio se vieron ahogadas por la apresurada mano de Hitoshi.
Denki rodó sus ojos.
—Te advertí Rayito, no quiero hables de es... -Abrió sus ojos con sorpresa. —¿Acabas de lamer mi mano? -El de ojos dorados volvió a repetir aquella acción. —No tienes remedio. -Murmuró mientras limpiaba la saliva con la ropa de su novio, quien sonreía divertido.
La puerta de la entrada se abrió y por ella ingresaron Shouta y Hizashi, que iban cargando algunas bolsas.
—¡Papis llegaron! -Eri se levantó con rapidez y fue corriendo a abrazar a sus padres, Hizashi la tomó en brazos y repartió ruidosos besos sobre sus mejilla mientras exclamaba cuánto la había extrañado.
Aizawa sonrió de lado.
—¿Es que no tienen un botón de silencio? -Murmuró antes de besar la cabeza de su pequeña. —¿Cómo están? -Preguntó mientras se dirigía al sofá donde los jóvenes estaban y se sentaba en el medio, separándolos.
Shinsou rodó sus ojos.
—Estamos bien, ¿Cómo les fue con la corrección de exámenes? -Preguntó mientras se levantaba y se sentaba en el sofá individual. —Denki, ven. -Llamó mientras palmeaba su regazo.
El rubio abrió sus ojos con sorpresa y se atragantó con su propia saliva.
—C-Creo que e-estoy bien aquí. -Murmuró mientras sus mejillas comenzaban a sonrojarse bajo la atenta mirada de Shouta.
Hitoshi enarcó una ceja y miró a su padre mientras decía:
—No te preocupes Denki, ven. -Padre e hijo mantuvieron su mirada durante unos segundos mientras Kaminari quería ocultarse tres metros bajo tierra.
Hizashi bufó.
—Y luego se quejan de nosotros. -Le murmuró a su hija quien rió. —Vamos Denki, ve. -Le dijo mientras lo empujaba suavemente.
El rubio se levantó y le hizo un puchero a su novio antes de sentarse en su regazo.
—¿Por qué eres así? Tonto. -Le susurró mientras se acomodaba.
Shinsou sonrió y se encogió de hombros.
—Es divertido molestarte a ti y a mi padre al mismo tiempo. -Respondió con simpleza.
Aizawa frunció el ceño mientras le hacía espacio a su esposo y a su hija.
—Te he oído Hitoshi. -Advirtió el pelinegro.
Hizashi rió.
—Bueno, bueno, mejor veamos una película y ustedes dos dejen de discutir. -Advirtió el rubio adulto mientras los apuntaba de forma acusadora.
Aizawa y Hitoshi se encogieron de hombros mientras Denki y Hizashi suspiraban.
—No entiendo a los adultos. -Murmuró Eri.
Que ondaaaaaa
Aparezco de nuevo, tengo éste capítulo casi listo hace mucho tiempo pero entré en crisis existencial y nunca lo terminé correctamente.
Bueno en fin, acá está ah
Faltan dos capítulos para el final, ya tengo la idea bien en clara la cosa está en escribir todo pero voy a llorar pq le tengo cariño a éste fic, de igual forma tengo muchas ideas más para otros fics preparadas, estén atentis.
Bueno me voy a seguir escribiendo
Les tkm, Darkness
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