Capítulo 19
Una insistente vibración perturbó sus bellos sueños y se vió obligado a abrir sus ojos.
Hitoshi, quien lo abrazaba por la cintura, seguía durmiendo plácidamente.
Kaminari sonrió cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron a él.
Realmente había pasado, eran novios... ¡Eran novios!
Estuvo a punto de ponerse a gritar de felicidad cuando nuevamente la vibración lo interrumpió, sobre la mesita de noche el teléfono de Shinsou vibraba con insistencia.
—Toshi... -Llamó el rubio antes de sacudir suavemente al pelimorado. —Alguien te llama, ¡Toshi!
Aún así el más alto no despertaba.
Denki suspiró y tomó el dichoso celular para ver quién insistía tanto tan temprano.
Izuku.
Kaminari se sorprendió al ver la cantidad de llamadas pérdidas y volvió a intentar despertar al más alto.
—Hitoshi, te están llamando. -Sacudió con mayor violencia al pelimorado y éste finalmente abrió los ojos. —Izuku te está llamando desde hace rato, debe ser importante. -Shinsou se terminó de despertar al oír eso y tomó el teléfono que Denki le ofrecía.
—Izu, ¿Qué pasó? -Preguntó con la voz ronca.
Kaminari lo miró dudoso y finalmente decidió levantarse de la cama, se colocó los shorts que había traído y optó por usar la camisa que Shinsou había usado la noche anterior, ya de por sí le iba grande al pelimorado así que a Denki le llegaba hasta unos centímetros arriba de la rodilla.
El rubio se giró para ver a su novio quien estaba ensimismado hablando con su amigo, sus miradas se encontraron brevemente y Denki sonrió.
—Iré a cepillarme los dientes. -Le susurró antes de dirigirse a la puerta.
Kaminari se tomó su tiempo, refrescó su cara un par de veces sólo para asegurarse de que aquello era real, estaba a punto de regresar a la habitación del pelimorado cuando una voz lo distrajo.
—Mighty no puedes subirte ahí, mis papis se van a enojar. -Esa voz... Definitivamente era Eri.
Denki frunció el ceño, extrañado ya que aún era muy temprano en la mañana, y se dirigió a la cocina donde se encontró a la pequeña sola, en pijama y con sus cabellos alborotados, llevaba en sus brazos a Mighty quien ronroneaba.
—¿Habrá galletas? Mighty tengo hambre y mis papis duermen. -Se lamentó la niña.
Kaminari sonrió y finalmente se adentró a la cocina.
—Buenos días princesa Eri. -Los ojos de la niña brillaron al ver al rubio y corrió a los brazos de éste.
—Denki, ¿Me ayudarías por favor? -Suplicó la niña.
El de ojos dorados enarcó una ceja.
—¿Quieres que busque a Toshi? -Preguntó.
La pequeña negó con la cabeza.
—Ayúdame a preparar un rico desayuno para todos.
La sonrisa de la niña casi lo obliga a decir que sí.
—No sé Eri... Tal vez debería llamar a Toshi y que él... -En los ojos de la niña comenzaron a acumularse las lágrimas y Denki entró en pánico. —¡De acuerdo, de acuerdo, te ayudaré!
Eri rió con alegría y así se pusieron manos a la obra.
Eri más que una ayuda fue... Una complicación, la pequeña quería ayudar pero eso retrasaba el trabajo del rubio, quien debía asegurarse de que la niña no se haga daño, al final hizo café para, los mayores, una deliciosa chocolatada para Eri y Hitoshi (La niña le había indicado al de ojos dorados que eso desayunaba su hermano siempre) y un té para él, lo acompañó con unas tostadas y Eri felizmente les untó mermelada, en el proceso el rubio había peinado el cabello de la menor quien quedó encantada.
Naomi lo había obligado a aprender distintos tipos de peinados ya que a ella se le daban fatal y no quería verse tan simple en sus conciertos.
Los dos estaban terminando de acomodar la mesa cuando un carraspeo los interrumpió, en la entrada de la cocina Shota, Hizashi y Hitoshi los observaban.
Kaminari rió con nerviosismo y Eri corrió a los brazos de Aizawa.
—¡Con Denki les hicimos el desayuno! -Exclamó la niña.
El rubio sonrió.
—Yo sólo ayudé, Eri tiene todo el crédito. -Dijo mientras acariciaba la cabeza de la niña que estaba en los brazos de su padre.
Los cinco se sentaron a desayunar y charlaron tranquilamente sobre la noche anterior.
—Es una lastima que se hayan ido tan temprano. -Se lamentó Mic. —No me sorprendió de ustedes e Izuku y Todoroki pero Kirishima y Bakugo... Parece que ahora todos son buenos amigos.
Shinsou se atoró con la tostada y Kaminari casi termina escupiendo su té.
El rubio sintió la mirada de Aizawa sobre él y sonrió nervioso.
—Bueno es que... -Un tono de llamada interrumpió su vaga excusa.
Hitoshi extrajo el teléfono de su bolsillo y atendió.
—¿Hola? Sí, está conmigo... Por supuesto. -El pelimorado le entregó el teléfono al de ojos dorados. —Es Mei.
Denki frunció el ceño y acercó el aparato a su oído.
—¡Denki!¡¿Dónde diablos estás?!
Kaminari bufó.
—En la casa de Toshi, Naomi sabía de eso. -Le contestó para así evitar un regaño por parte de su hermana.
—¿Qué? Esa chica... -Se escuchó el sonido de una puerta y un quejido por parte de Naomi. —¡Por no decirme donde estaba Rayito!
Denki rió y tomó una tostada.
—Mei, ¿Para qué me llamaste? -Preguntó el rubio antes de comenzar a comer.
Él no la veía pero aún así sabía que su hermana estaba haciendo un puchero.
—Oh Rayito... ¡Fue horrible! Yo sólo llegué a casa un poco más temprano y escuché ruidos raros... Ya estaba por golpear a Naomi y a Rei o a ti y a Shinsou pero... ¡Era mamá!
Kaminari se atragantó y Shinsou tuvo que palmear su espalda suavemente.
—¡¿P-Por qué me cuentas eso?! -Hitoshi lo miraba confundido mientras Denki se sonrojaba violentamente.
Mei se rió.
—¡Es que cuando los descubrí el tipo, alias jefe buenorro, se presentó y nos invitó a cenar! -Denki abrió sus ojos sorprendido. —¡Vuelve cuanto antes que mamá ya entró en crisis de vestuario!
Y cortó así sin más, con Denki procesando aquella información.
Shinsou ladeó su cabeza cuando el rubio le entregó el teléfono.
—¿Qué pasó? -Preguntó curioso.
Kaminari pestañeó un par de veces y se giró hacia su novio.
—Bueno... Hoy conoceremos al sugar dad... Digo, al jefe de mi madre, Erik. -Respondió aún confundido.
Hitoshi sonrió y despeinó los cabellos del más bajo.
—Ustedes metieron a su madre en ésto, no sé de que te sorprende. -Le dijo divertido.
Kaminari bufó y se cruzó de brazos como un niño berrinchudo.
—Pero no esperaba que sucediera tan rápido... -Murmuró entre dientes.
Mic los observaba divertido y Aizawa intentaba descifrar la extraña atmósfera que rodeaba a los dos adolescentes.
Terminaron el desayuno y Kaminari decidió que ya era hora de volver a su casa para interrogar a su madre.
El rubio estaba en el cuarto de Shinsou terminando de guardar sus cosas cuando sintió que alguien lo abrazó por la espalda.
—No le dí los buenos días a mi lindo novio. -Le susurró Hitoshi en el oído.
Kaminari sonrió y se dió la vuelta para observar el rostro del contrario.
—¿Realmente está pasando Toshi? -Preguntó con ilusión.
Hitoshi sonrió y unió brevemente sus labios.
—Por supuesto que sí Rayito, aún no puedo creer que me hayas dicho que sí. -Le dijo con una sonrisa el pelimorado.
Denki apoyó su frente en el hombro del más alto y sonrió.
—Estoy muy feliz Toshi. -Confesó tímidamente.
Shinsou se sonrojó levemente.
—Yo también estoy feliz. -Susurró.
Denki alzó su cabeza y los dos mantuvieron el contacto visual.
—Mi novio. -Le dijo antes de unir sus labios para darle un casto beso.
Hitoshi rió con ganas y Kaminari quedó encantado con su risa.
—Tu novio. -Respondió antes de besarlo con suavidad.
Kaminari cerró sus ojos y se dejó llevar, fue un suave apretón en la cintura del más bajo lo que hizo que profundizaran aquel beso, Shinsou había perdido su timidez y ahora sus manos tocaban con picardía el cuerpo ajeno.
Cuando las manos bajaron más de lo debido, aumentando la temperatura en aquella habitación, el opening de Pokémon los interrumpió.
Kaminari se separó y rió antes de tomar su telefono y responder.
—¡Denki nos vamos de compras! -Exclamó Mei.
El rubio ladeó su cabeza.
—¿Eh? -Preguntó confundido.
Mei suspiró del otro lado de la línea.
—Mamá encontró una solución a su drama de vestuario... ¡Nos vamos de compras! La jefa y yo estamos dispuestas a gastar mucho dinero, Naomi aceptó automáticamente.
Denki abrió sus ojos con ilusión, al fin podría comprarse la ropa tan bonita que había visto.
—¡Esperenme, ya estoy yendo! -Respondió antes de cortar y girarse alegremente hacia su novio. —¡Me voy de compras!
Hitoshi rió.
—Entonces apresurate. -El pelimorado entrelazó sus dedos con el de ojos dorados y salieron de la habitación.
Kaminari se despidió correctamente de sus... Vaya, ahora sí eran sus suegros y cuñada.
Shinsou acompañó al rubio hasta su casa.
Se detuvieron frente a la puerta del de ojos dorados y se sonrieron mutuamente.
—Nos vemos luego. -Le dijo antes de depositar un casto beso en los labios del más bajo.
Denki sonrió aún más, achicando levemente sus ojos.
—Mañana iré a verte mi lindo novio. -Le respondió antes de abrazarlo con fuerza.
Se quedaron unos minutos más entre besos y abrazos hasta que el rubio finalmente decidió entrar a su casa.
Hitoshi ingresó a su casa y se encontró con Mic mirando la televisión, en la cocina se oían las voces de Eri y Shota.
El pelimorado se sentó al lado de su padrastro y suspiró, Hizashi lo miró de reojo.
—Yo te recomendaría disimular un poco más. -Le mencionó sin apartar la mirada del programa que veía, Shinsou lo miró confundido. —Las marcas en el cuello de Kaminari, estaban expuestas.
El rostro de Hitoshi se sonrojó violentamente y el rubio mayor rió por lo bajo.
—Aizawa casi se infarta... Aunque logré calmarlo.
El pelimorado colocó una mano en su nuca y sonrió nervioso.
—Gracias, lo tendré en cuenta... Papá. -El mayor se giró sorprendido y Shinsou sonrió tímidamente.
Mic finalmente sonrió dulcemente y acarició los cabellos del adolescente.
—Shota me mencionó algo... ¿Realmente lo harás? -Preguntó curioso.
Shinsou se encogió de hombros.
—Eso creo... Ella me invitó a cenar hoy en la noche, tal vez vaya. -Mencionó mientras miraba el suelo.
Mic suspiró.
—Lo que sea que decidas nosotros te apoyaremos, lo sabes.
Shinsou sonrió agradecido.
—Gracias papá, de en serio.
—De nada hijo.
Holiii, capítulo corto pero es que enfrento una crisis llamada: ✨bloqueo de escritor✨
Poco a poco la historia está entrando en su fase final, no sé cuánto más voy a extenderlo pero la verdad es que ya estoy empezando a darle un cierre a la trama.
Bueno, perdonen por tardar en actualizar.
Gracias por leer, Darkness
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