6. ¿AMIGOS?
Le seguí el beso sin dudarlo, Ethan tenía unos labios suaves, carnosos. No dejaba de apretarme el culo. Se separa para coger aire mientras jadeamos los dos.
- ¿Donde decías que estaba tu habitación? - me suelta.
Me río ante su impaciencia.
- Arriba. Iba a estudiar pero... - miro abajo y veo el bulto de su pantalón para luego mirarle a los ojos. - creo que no vas a poder esperar una o dos horas. - le digo riéndome.
- No creo, princesa.
- Ven. - le cojo de la mano y caminamos hacia arriba. Cuando llegamos cierra la puerta tras él para después estamparme contra ella y besarme con más deseo que antes.
Se quita la camisa que llevaba debajo del jersey y me vuelve a besar mientras me va levantando mi blusa desabrochando mi sujetador. Me va tocando todo el cuerpo mientras va bajando hacia abajo y y llega hasta mi pantalón, me lo desabrocha y cuela la mano entre el pantalón para empezar a sobarme el culo. Su mano se dirige a la parte delantera y mete la mano por la tanga, rozando toda mi intimidad. Se separa de mis labios oyéndome jadear.
- ¿Te gusta? - me pregunta con una mirada lujuriosa.
- Me encanta.
- ¿Quieres que siga?
- Ajá...
El sonríe y sigue su tarea mientras se va bajando los pantalones y sacando un sobrecito de plástico. Se pone el condón y la mete de cuajo dentro de mí mientras me tiene acorralada contra la puerta.
- Joder... - dice maldeciendo. - Estás buenísima.
- Lo sé. - le contesto.
Me coge levantándome las piernas haciendo que yo las envuelva alrededor de su cadera y me lleva a la cama. Le tengo encima moviéndose mientras le araño la espalda.
- Sigue... - le digo en un susurro.
De repente sale de mi y me da la vuelta poniéndome a cuatro patas y metiéndose otra vez, hasta que se cansa y se tumba él para que me ponga encima suyo. Me muevo rápido pero no tanto para acabar mientras veo su pelo negro y ojos cafés.
- Me voy a correr Vanessa.
- Sigue Dereck... - ESPERA, ¡¿QUÉ HE DICHO?!
- Llámame como tú quieras preciosa, pero no pares... - Dice Ethan cerrando los ojos.
De repente me paro en seco y le miro con los ojos abiertos. ¿He dicho Dereck? Definitivamente le he llamado Dereck. No me puede estar pasando esto, no a mí.
- Sigue Vanessa no pares. - pero no me muevo, estoy en shock. En ese momento reacciono y me quito de encima suyo, poniéndome la ropa. Él me mira entre enfadado y preocupado mientras me pregunta qué cojones me pasa, y el problema es que ni yo lo sé.
- ¡Vanessa espera! - dice saliendo detrás mío de la habitación con solo los bóxers puestos. - ¡No me jodas, me has dejado a medias! ¡¿Eso haces con todos o qué?!
En ese momento me doy la vuelta y le cruzo la cara con todas mis fuerzas.
- Lárgate ahora mismo de la casa de mis padres.
- Tenlo por seguro.
Vuelve a la habitación para coger la ropa y sale con paso enfurecido de la casa. No puede ser, he dejado pasar una gran oportunidad. Un chico guapo, rico y encima trabajando para... ¡MIERDA! Seguro que ya no va a querer trabajar para él y tendré la culpa de todo. Papá va a tener que buscar un nuevo becario.
- Joder... - digo para mí misma. - A la mierda. - me voy a mi habitación ya con la ropa puesta aunque desaliñada, para luego meterme en la ducha, estoy asquerosa y confundida, lo segundo mucho más.
Dos horas después ya había salido de la ducha y me había puesto a estudiar lo de hoy. Al terminar me siento vacía. Me siento culpable de lo que ha ocurrido hoy. Escucho el ascensor abrirse mientras estoy en el salón con el móvil y veo a Ethan entrando mirando el suelo. Se queda parado delante mío, y yo aún sigo en el sofá.
- ¿Qué quieres? - le pregunto con tono amenazante. Si me va a volver a faltar al respeto ya se puede ir largando de aquí.
- Lo siento. - me suelta de repente. - No sé tus motivos pero me los imagino. Además, siento haber insinuado que eras una puta. No espero que me perdones, solo quería decírtelo.
Me quedo callada unos instantes. Parece arrepentido. Se empieza a ir cabizbajo hacia el ascensor.
- Te perdono.
Se da la vuelta repentinamente con los ojos abiertos como platos.
- ¿Qué?
- Que te perdono.
Se queda perplejo.
- Gra... gracias.
- ¿Quieres sentarte?
Se sienta no muy convencido.
- ¿Qué te pasa?
- Nada. - me dice. Venga ya.
- Ethan, no te lo voy a volver a repetir. - le suelto. Sí, cuando sé que algo pasa y la gente no quiere confiar en mí me pongo nerviosa y borde, y sé que eso no ayuda, pero yo soy así.
- Que no me pasa nada. - me dice mirándome con una mezcla de furia y dolor.
- Está bien... - No voy a insistir, ya que ha venido a pedirme perdón no voy a hacer otra bronca. - ¿Quieres comer algo?
- Vale. ¿Pedimos comida china?
- Me parece bien.
Después de unas cuantas risas amigables en el comedor y en el salón nos encontramos viendo una película y con cartones y bolsas tiradas por ahí de la comida china.
- Estaría bien recoger un poco esto. Mi madre se pondrá histérica si ve esto.
- Vamos. - me dice levantándose del sofá.
Al terminar de recoger las puertas se abren y vemos a mis padres entrando.
- Hola hija. - me dice mi padre. Dios, ¿podría ser un poquito más moderno en vez llamarme hija como en la Edad Media? Se queda mirando a Ethan, luego a mí, y así hasta 3 veces. Oh oh...
- ¿Ocurre algo, papá?
- Ethan, - comienza a decir a Ethan, ignorándome. - ¿has aprovechado a hacer los informes que te dejé en la mesa del despacho?
- N... no, señor Grey... - dice con temor, dado que papá le está mirando con furia. De repente mi teléfono comienza a sonar.
- Lo siento, tengo que atender una llamada. Ahora mismo vuelvo.
Me voy a una parte apartada de la sala en la que se encuentra mi padre e Ethan hablando. Mi madre ya se fue hace bastante tiempo a la habitación para ponerse el pijama y meterse en la cama.
- ¿Hola? - contesto sin ver quien me ha llamado.
- ¡VANESSA LIA GREY!
Me separo rápidamente el teléfono, ya que quien me ha llamado, que en ese momento vi quien era me ha reventado el oído derecho.
- Hola, Claire. - la respondo con cansancio.
- ¡¿QUÉ HA PASADO?! ¡¿ESTA MAÑANA ME LLAMASTE Y DESDE QUE COLGASTE SIN NINGUNA RAZÓN?! ¡PENSÉ QUE HABÍAS TENIDO UN ACCIDENTE, IDIOTA!
- Claire, Claire, tranquila por favor. Me estás reventando el oído.
- TE LO MERECES.
- Te odio.
- Me amas, y lo sabes.
- Bueno, ¿quieres que mañana vayamos a comer?
- Vale. Además tengo algo que contarte.
- Yo ti también, amiga. - la digo mirando a Ethan, que ahora está en la oficina con mi padre mirando unos documentos antes de irse a su casa.
- Chao. - me dice antes de colgar.
Veo la expresión de Ethan a través del cristal. Tiene miedo. Tiene miedo de mi padre y está muy nervioso.
- Bien, hemos terminado. Puedes retirarte. - veo a papá enfadado y a Ethan muy aterrorizado. Sale del despacho y se dirige al ascensor. Lo paro cuando va a llamar, agarrándolo del brazo.
- Ethan, ¿estás bien?
- Lo sabe.
- ¿Qué?
- Tu padre sabe lo que ha pasado. Se lo imagina porque sabe como eres, y lo peor es que sabe como soy.
- ¿Que eres qué? ¿Qué ocurre?
- Nada Vanessa. Nada. - me dice casi en un susurro mientras se abre la puerta del ascensor. - Chao Vane.
- Adiós. - y se cierra la puerta del ascensor.
Estoy furiosa, estoy cabreada. Por una persona que me cae bien, y no solo porque folla bien, sino porque se ha preocupado en venir a pedirme perdón y ha caerme bien, mi querido padre le va a arruinar la vida. Y no lo voy a permitir.
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