16. INTRUSO
- Vanessa.
Silencio.
- ¡Vanessa!
- ¿Qué? - digo distraída.
- Evan y yo intentábamos hablarte desde hace 10 minutos, ¿qué te pasa? Hasta Zeus se ha preocupado. - dice mi padre desde el asiento del conductor. Sí, hoy Evan no conduce.
- Nada, nada.
- ¿Seguro?
- Sí, papá. Tranquilo. - me mira por el retrovisor sin estar muy convencido de mi respuesta, pero lo deja estar.
Noto la mirada de los dos, incluso la de Zeus. Olfatea mi brazo para que le haga caso sin mucho éxito y vuelve su cabeza hacia otro lado. Se libera de mis brazos para ir a los de Evan. Al salir los tres junto con Zeus del coche me entra un ligero escalofrío. Lo odio.
- No tengo un buen presentimiento...
- ¿Has dicho algo? - me pregunta mi padre.
- No, no he dicho nada.
Al subir en el ascensor nadie dice una palabra. Es un silencio bastante incómodo. Al entrar en casa, mi padre sale primero y se dirige a la cocina seguido de Zeus detrás suyo. Yo me dirijo hacia mi habitación.
- Hey... - me agarra Evan de la mano antes de entrar por la puerta de mi dormitorio. - No estás bien, lo sé. Cuéntame.
Suspiro y le invito a pasar. Él se sienta en la cama, mientras hace que me siente sobre sus piernas.
- ¿Qué te pasa?
- Me encontré a Dereck en la tienda, otra vez. Cuando estaba contigo él no dejaba de mirarnos y ya me harté. ¿Te acuerdas que te dije que me iba un momento? - le miro y asiente con la cabeza a modo de respuesta. - Pues fui para decirle cuatro cosas y que me dejara en paz. Estoy contigo y estoy feliz. No quiero que nadie me lo arruine. Y de repente se enfadó conmigo y le pregunté que por qué se comportaba así conmigo. Después de eso le pregunté en broma que si tenía problemas con Claire, mi mejor amiga con la que salía y al parecer la dejó. Me quedé sin habla y entonces fue cuando le pregunté que por qué la dejó. Claire es una buena chica, nunca haría daño a nadie.
Paro un segundo y miro al suelo.
- Entonces me dijo que no la había dejado por nada, sino por alguien.
- Y ese alguien eres tú.
- No lo sé.
- Sea como sea, tiene que entender que tú estás con una persona que te hace feliz. Tiene que aceptarlo, no puede pretender que tú lo dejes todo por él.
- Lo sé. Y no sé qué hacer para que lo entienda.
- Encontraremos una solución, tranquila.
- Te quiero. - le digo mirándole a los ojos mientras me subo a horcadas encima suyo.
- ¿Pretende algo, señorita Grey?
- Nada en especial, señor Miller.
Se ríe para luego besarme de manera apasionada.
- Veo que tienes ganas, cariño. - le digo. - Pero... está mi padre abajo.
- Déjale que se entretenga con Zeus. - dice besando mi cuello. Mierda, mi punto débil.
- Venga, pero rapidito. - le digo besándole de nuevo y quitándole los pantalones.
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Al terminar con lo que Evan y yo empezamos en la habitación, bajamos a tomar algo a la cocina. De repente a Evan le empieza a sonar el móvil. Noto en su mirada que se pone un poco nervioso, pero no le doy importancia.
- Ahora vengo. - dice mientras se aleja y sube las escaleras. - ¿Dígame?
(...)
NARRA EVAN
- He dicho que no quiero seguir con esto. - digo a través del aparato.
- Has firmado un contrato de varios meses, Evan. Debes ejecutar todo lo que viene en dicho documento. Te denunciaríamos si te opones.
- No puedo, no lo entenderíais, pero no puedo. Ya habéis hecho suficiente.
- Si no terminas con tu trabajo, lo haremos nosotros. Tú decides. Fin de la conversación. - y cuelgan.
Joder.
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NARRA VANESSA
- ¡Hola! - le digo. - Mira, he hecho crepes, ¿quieres uno?
- ¡Claro!
- Toma.
Lo saborea lentamente.
- Delicioso, ahora sí me disculpas debo irme. Me han llamado de la universidad.
- ¿Qué?
- Como lo oyes.
- ¿Ha pasado algo? Eres el alumno más brillante.
- Tranquila. - me dice acercándose a mí y besando mi frente. - Querrán enseñarme un examen, nada más.
- Suerte. - le digo con una sonrisa.
- Gracias. - y desaparece por el ascensor.
Le pasa algo, estoy segura. Pero no quiero presionarle. Debería llamar a Claire, y preguntarle qué tal está. Debe de estar destrozada. Subo a mi habitación y la llamo.
- Hola.
- Hola... - me responde con una voz sin vida.
- ¿Qué tal estás?
- Mal... ¿Puedo ir a tu casa?
- Claro, te lo iba a proponer.
- Ahora mismo voy. - y cuelga. Dereck la ha destrozado, y lo sé perfectamente.
- ¿Con quien hablabas? - me pregunta mi madre bajando por las escaleras.
- Con Claire. La he invitado a venir y supongo que pediremos algo para comer. No hay problema, ¿verdad?
- No, ninguno. Es su casa, ya lo sabe. - me dice sonriendo. Estoy preocupada por mi mejor amiga, y creo que se me nota bastante en la cara cuando mi madre me pregunta. - ¿Ha pasado algo?
- Bueno... ¿te acuerdas el chico que estaba saliendo con Claire? - ella asiente con la cabeza. - La ha dejado, y está destrozada.
- Vaya...
- Sí... Por cierto, mamá.
- Dime.
- ¿Sabes si le pasa algo a Evan?
- No, ¿por?
- No sé, está raro.
- Tranquila, no te preocupes.
Se abre la puerta del ascensor. Claire.
- Hola. Oh... - mira a mi madre y se limpia un poco las lágrimas. - Hola, Anna. No sabía que estabas aquí.
- Tranquila, os dejo.
- ¿Y papá?
- En la oficina. - miro hacia ella y veo le veo dentro dispuesto a salir. - ¿Os vais a algún lado?
- Sí, creo que nos vamos a dar una vuelta.
- Vale.
- Bueno, os dejo. Adiós chicas.
Claire se sienta a mi lado y la abrazo. Ella intenta mantener las lágrimas en los ojos para que mi padre no la vea llorar después de esto.
- Hola, Claire. - le dice mi padre con una sonrisa.
- Hola, Christian.
- ¿Qué tal, pequeña?
- Bien. - le dice mi amiga con una sonrisa fingida.
- Me alegro. ¡ANNA, NOS VAMOS! - le dice a mi madre desde el comienzo de las escaleras.
- ¡VOY! - dice está corriendo escaleras abajo.
- Adiós, chicas. Pasadlo bien. - nos dice mi padre mientras nos da un beso en la cabeza a cada una, al igual que mi madre lo hizo antes que él.
- Adiós. - les decimos las dos al unísono.
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- Así que eso fue lo que pasó.
- Sí...
- Hay personas y hombre mejores que ese idiota de Dereck. Solo es un chulo prepotente que no hace más que follar a todo lo que se mueve a su alrededor.
Veo como mi amiga se ríe ante los gestos tan exagerados que hago mientras pongo verde a su ex-ligue. De repente la puerta del ascensor se abre. La comida.
- Voy yo.
Le cojo la comida al repartidor y le doy el dinero. Cuando me doy la vuelta escucho un sonido que, a través de las películas puedo reconocer cuál es. Me están apuntando con una pistola. Mantengo la calma aunque no me muevo y estoy estática sin saber qué hacer. Claire está igual, así que le hago un movimiento con los ojos para que toque el botón de emergencia que se encuentra bajo el sofá.
¿Voy a morir?
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