27. Una reflexión en la noche
Fue una noche intranquila, no tanto porque al llegar habíamos pensado que para ese momento cada uno tendría una sola habitación, siendo esto algo de lo que no tardamos en olvidarnos, sino por todo lo que papá nos contó tras ver lo crueles que los abuelos fueron con él.
Leni se quedó junto a las gemelas para calmarlas por lo afectadas que resultaron tanto por la historia de papá, como por las agresiones del abuelo, quedándose Lily y Lisa con Luan.
—¿Qué piensas de todo esto? —Lynn me preguntó a mi derecha. Su mano se encontraba con la de Lucy encima de mi pecho.
—No estoy seguro todavía. Todo fue muy repentino. Creí que este tipo de cosas sólo podían suceder en las telenovelas.
Lucy gimió sin apartarse de mi izquierda.
—He leído toda clase de tramas extrañas en mis libros, pero puedo asegurarles que nunca imaginé una tan turbia como esta... mucho menos que llegaría a involucrarme en una. *Suspiro*. No es nada divertido a como imaginaba podría serlo de sucederme.
Tras acomodar un poco mejor a Lily, Luan chasqueó la boca.
—Es extraño pensar que somos unos... no lo sé. Al menos no se cumplió la profecía de los abuelos acerca de las colas con ojivas y cuernos, ¿cierto, Lisa? No podría ser posible, ¿verdad?
—Sólo paparruchadas y supersticiones sin fundamentos científicos. Mitos creados con el único fin de evitar que la gente mantuviese relaciones dentro de su mismo núcleo familiar o cercano al mismo, esto por un lado para respetar las normas sociales.
—¿Y por el otro? —Lana preguntó.
Lisa incómoda tardó en responderle.
—Evitar ciertos... defectos genéticos a las generaciones posteriores producto de la endogamia.
La mayoría tembló ante este hecho. Lola se frotó la cara donde el abuelo la había golpeado.
—¿Defectos?
—Tranquilos. Esa es una situación a la que no nos vimos afectados por ser la primera generación posterior al primer cruce endogámico. Dichas irregularidades se presentan por lo general en la segunda y en otras hasta la tercera o posteriores generaciones de mantener la costumbre de emparejamientos dentro de la misma familia. Piensen en las enfermedades y trastornos que aquejaban en la antigüedad a los monarcas europeos o faraones egipcios debido a la práctica constante, antes de darse cuenta con el pasar de las generaciones, que en lugar de fortalecer la "sangre real", por el contrario, la debilitaban gravemente.
Asentí comprendiendo complacido lo que mi hermana nos explicaba. No estábamos enfermos y eso era lo importante.
—Entonces... nunca corrimos riesgo de que tuviéramos... "algo". Corrimos con la suerte de ser perfectos.
—No estamos cien por ciento saludables como cualquier individuo puede llegar a estarlo, pues la perfección no existe. Sencillamente cualquier problema consecuente derivado de la endogamia que pudimos tener, se mantuvo al mínimo en la mayoría.
Lynn a mi lado se enderezó para mirarla.
—¿La mayoría? ¿Es que alguna de nosotras tiene algo que no debió de tener si nuestros padres no hubiesen sido primos?
Aunque preocupada seguramente por ella, de pronto pensé en mi cabello blanco, hasta que recordé que Pop-Pop también lo tenía igual desde su niñez. Lisa con miedo miró hacia Leni, que sorprendida permaneció en silencio adoptando una seria expresión, hasta que de pronto sonrió como si fuese navidad.
—¡Eso es genial!
Hasta Lily la miró como si hubiese enloquecido. Lisa acababa de confirmar algo que muchos sospechamos acerca de ella y su poca lucidez, siéndonos evidente que no había comprendido lo que Lisa quiso decir. Luan trató de explicárselo.
—No, Leni. Eso no es algo bueno.
—Yo creo que si lo es. Siempre pensé que era tonta porque no prestaba atención a las cosas, o que me costaba trabajo concentrarme en ser inteligente. Ahora sé que soy como soy porque no tuve elección. Nunca fue por algo que yo hiciera, simplemente nací así.
Su respuesta nos dejó fríos. Después de todo sí que había comprendido demasiado bien su problema, pero de igual modo nos incomodaba que tomara la noticia con tanto optimismo.
—¿Y tú estás bien con eso? —Lynn le preguntó—. ¿No estás molesta que por culpa de lo que hicieron papá y mamá tú tienes... ah... eres así?
—¿Por qué debería molestarme? Si papá y mamá no se hubieran enamorado, no hubiera nacido. Como que ninguno de nosotros lo hubiera hecho. Pero se enamoraron y aquí estamos. Sí, tal vez soy un poco tonta, pero estoy viva y eso es algo por lo que me siento feliz.
Creo que no fui el único en sentir una especie de golpe directo al corazón. Todos nos habíamos estado preocupando por lo que nuestros padres, primos entre sí, hicieron, tal vez renegando de su relación y sintiéndonos como unos raros, siendo Leni la que de pronto nos hizo ver más allá de eso. Me sentí avergonzado por las quejas que había estado pensando.
Nos sumimos en un silencio. Pareciera que nadie quería decir ya nada, cuando de pronto Lola nos preguntó.
—¿Ustedes piensan que papá de verdad podrá hacer que la abuela nos quiera?
—Tiene qué —respondió Luan—. No creo que tenga un plan B si fracasa.
—Pero vieron lo que ordenó le hicieran a papá —exclamé también con duda—. ¿Cómo se supone que lo logrará?
—Pues algo se le ocurrirá. Son viejos y aburridos. Tendrán que entrar en razón en algún momento y querer hacer las cosas bien.
Quería contagiarme de esa positividad que Leni inyectó al resto, pero me costaba trabajo. Mis hermanas inmediatas volvieron a recostarse junto a mí y de pronto me alarmé.
—Tal vez debería irme a la habitación de las escaleras.
—Quédate con nosotras, hermano —Lucy me pidió abrazándome con fuerza para retenerme—. Al menos por esta noche que será la primera de una semana muy larga.
—¿Y si el abuelo viene y se enoja por vernos juntos?
Lynn encogió sus hombros antes de imitar a Lucy y abrazarme también del otro lado.
—Le diremos a Lana que lo muerda con más fuerza.
Miré a Lana, que a pesar de tener un ojo hinchado, sonrió mostrando los dientes. Leni le hizo una caricia en el cabello y volvió a recostarse a su lado.
Traté de dormir a la vez que intenté de dejar de pensar en todo. Quería olvidarme de lo que papá dijo y el abuelo. De pronto recordé la puerta al final de las escaleras de mi nueva habitación. Mañana le pediría a Leni que intentara abrirla.
* * *
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No tengo palabras para agradecerles a todos la gran recepción y aceptación que le han dado a esta historia hasta el momento. Les mando un fuerte abrazo y un gran saludo a todos.
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