El apareamiento de la pareja de tigre y conejo duró todo el resto de la mañana y toda la tarde, cuando el cielo ya estaba casi oscuro es que detuvieron en su actividad sexual. En realidad Jungkook se detuvo porque la pancita del tigrecito gruñó y no quería que el pequeño pasara hambre.

El cuerpo del castañito temblaba un poco, el sudor empapaba su cuerpo y sus orejitas seguían algo agitadas, sus ojos estrellados parecían contener agua y había un rastro de lágrimas en sus ojos, sus mejillas seguían sonrojadas y muchas marcas de amor cubrían su blando cuerpo.

Taehyung se encontraba con sus manos todavía apretando las sábanas solo que estas se habían soltado un poco al terminar, sus piernas estaban dobladas y abiertas, dejando ver la esencia del conejo que escurría de su entrada, recorriendo sus muslos y manchando un poco la sábana.

El tigrecito seguía aturdido y solo hizo un sonidito cuando sintió la polla del conejo salir de su interior, Taehyung miró al azabache, Jungkook no pudo resistirse y besó la mejilla del castañito.

— ¿Tienes hambre? —cuestionó Jungkook mientras se ponía la ropa que el tigrecito le había dado con anterioridad.

El castaño asintió algo ido, en realidad tenía mucha hambre.

El conejo sonrió y le extendió su ropa al castaño, Taehyung intentó levantarse para vestirse, pero no pudo por el repentino dolor que le dio en las caderas, sus orejas marrones bajaron y su colita tembló.

Jungkook lo notó, pensó en que debía ser un poco más considerado y se sintió mal por hacerle sentir dolor, con una expresión arrepentida comenzó a ayudar al tigrecito a vestirse.

Taehyung notó la desanimada mirada del conejo, aunque le dolía no sentía que fuera malo hacer estas cosas, se había sentido bien.

El castaño abrazó al azabache mientras este lo vestía, Jungkook correspondió el abrazo y no pudo resistirse a acariciar con picardía la colita del pequeño.

— ¡Hm! —exclamó el castañito, su cola era muy sensible por lo que no pudo evitar emitir un gemidito.

Jungkook casi no puede evitar introducirse en esa estrecha entrada nuevamente, solo se resistió al recordar el hambre de su bebé.

— Haré algo de comer. —Jungkook terminó de vestir con rapidez al tigrecito y se fue casi volando de la habitación, si seguía allí su lujuria iría en aumento.

Su tigrecito era muy tentador.

Taehyung se quedó allí aturdido, no sabía que el conejo supiera cocinar pero no le dio importancia, se quedó sentado en la cama por un momento antes de decidir levantarse de la cama.

El tigrecito se estremeció del dolor pero se resistió a soltar un sollozo, sus ojos se llenaron de lágrimas pero logró llegar al pequeño baño de la casa.

En el camino miró por un rato al conejo mientras este cocinaba lo que parecía ser un caldo de verduras, olía muy bien y parecía ser delicioso.

Taehyung fue al baño y se lavó la cara con agua, los rastros de lágrimas secas desaparecieron pero las esquinas de sus ojos quedaron algo rojas. Sus labios seguían rojos y su cuello tenía muchas marcas rojas y algunas mordidas.

Un puchero se instaló en sus labios, sin embargo, antes de intentar borrarlas le restó importancia, de todas formas casi no salía de casa últimamente.

Así, el tigrecito dio inicio a la indulgencia hacia su amante, solo que aún no se había dado cuenta.

Taehyung caminó hacia la sala, vio como el conejo seguía cocinando la cena por lo que se sentó en una silla del comedor a esperar.

Mientras lo hacía pudo escuchar ruidos provenientes del exterior, además de los grillos y búhos, pudo escuchar pasos, estos eran fuertes, por las pisadas Taehyung pudo identificar que era un híbrido depredador.

Sus orejas se levantaron en alerta y sus instintos le gritaban que huyera ahora mismo del lugar, lágrimas inundaron sus ojos y entró en pánico.

Jungkook era un conejo macho y había sido entrenado desde pequeño muy duramente, sus sentidos eran agudos, poco antes de que el tigrecito sintiera los pasos, él los había sentido antes.

Enseguida apagó la estufa y agudizó más sus sentidos, pronto identificó que el depredador era una pantera negra.

Los dientes del azabache crecieron, sus ojos antes marrones ahora poseían un destello plateado en ellos, su cabello se erizó al igual que su cola y orejas.

Corrió rápidamente hacia donde estaba su tigrecito, lo encontró en una esquina del salón mientras sollozaba, parecía muy asustado.

Jungkook quería consolarlo, pero al escuchar fuertes golpes en la puerta solo pudo tomar a su bebé y sostenerlo en sus brazos, manteniéndolo seguro mientras la pantera desconocida abría la puerta de manera forzada.

— ¿Dónde estás? ¡Maldito tigrillo! —El grito hizo estremecer al castañito, Jungkook se enojó mucho al notar el miedo de su amante.

Taehyung tenía miedo y sus ojitos estaban cerrados con mucha fuerza, sin embargo, se relajo ligeramente al sentirse seguro en los brazos del conejo.

El castaño se aferraba a Jungkook con fuerza, vio la apariencia de pelea del conejo y se asustó pero con un par de respiraciones logró calmarse.

Lo estaba protegiendo, no debía temerle.

La pantera volteó y los miró, al hacerlo pareció sorprendido al ver al híbrido de conejo macho, pero una sonrisa maliciosa se instaló en su rostro.

El hombre híbrido de pantera era muy alto, era moreno y de ojos ámbares, miraba al tigrecito con avaricia, cosa que ponía muy incómodo al objetivo de esos ojos.

— Cálmate tigrecito, te protegeré. —murmuró bajito el conejo en el oído del castañito, Taehyung asintió y se calmó un poco.

Jungkook le protegería.

La pantera no dijo nada más, solo se lanzó a la pelea con el conejo, Jungkook rápidamente colocó a su amante tras su espalda y comenzó la pelea entre ambos.

Taehyung estaba horrorizado ante las heridas que aparecían en el cuerpo del azabache, las mismas iban de pequeñas a grandes y botaban mucha sangre.

Lágrimas inundaban los ojos del castaño, su cuerpo temblaba y hubiera intentado detener la pelea si no fuera porque Jungkook lo miró en medio de la misma y le sonrió, acto seguido el conejo comenzó a ganar terreno.

La pantera se llenó de cortes más profundos y sangrantes, sus ojos parecían observados pero justo cuando pensó en cambiar a su forma animal para esquivar los ataques del conejo, Jungkook vio su intención y no lo dejó, acabo con todo rajándole el cuello con sus uñas algo largas.

La sangre roja salió a borbotones del cuello del moreno, sus ojos eran de sorpresa, el cuerpo cayó al suelo con un fuerte golpe; algo inerte.

Taehyung calló sus sollozos, estaba aliviado de que todo hubiera acabado pero seguía algo asustado por la bestial forma del conejo macho.

Jungkook respiraba con fuerza, la sangre cubría su cara y cabello, manchando sus hebras azabaches con el color de la sangre.

El tigrecito se acercó a Jungkook con algo de miedo, sus piernitas temblaban pero trago grueso y tocó su hombro con delicadeza.

— Kookie... ¿grr? —preguntó con duda e imitando el ruido que emitía el conejo constantemente.

Jungkook respiró y miró a su tigrecito con ojos suaves, los mismos ya no eran plateados sino negros.

— Grr... —La pareja rio mientras se abrazaban, al tigrecito no le importó la sangre del conejo, estaba agradecido y algo asustado todavía.

Jungkook notó el miedo de su amante y no dijo ni cuestionó nada del porqué había una pantera a esa hora en este lugar, solo abrazó a su tigrecito en silencio.

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