Ꮺ ! O4: tuyo.
El tigrecito se sorprendió por la palabra que salió de la boca del conejo. No entendía con exactitud a lo que se refería el rubio con esa palabra.
— ¿Tuyo...? —cuestionó con duda, no estaba seguro de haber escuchado correctamente.
— Mío. —afirmó el conejito, su cola pomposa se movió con emoción y sus orejitas se agitaron ligeramente.
— ¿Qué quieres decir con eso? —Las defensas del tigrecito habían bajado casi por completo, el conejo no parecía querer hacerle daño, y de alguna forma, le parecía muy lindo.
— Eres mío, serás mi pareja de vida. —afirmó Jungkook con seguridad, esas palabras aturdieron al contrario, no se esperaba que el azabache le dijera eso.
Jungkook se sorprendió en cuanto vio como dos orejas de tigre color anaranjado claro brotaban de repente de la cabeza del castaño, mientras que una colita tigrilla se asomaba atrás de él.
Taehyung finalmente entendió las palabras de Jungkook y además de sorprenderse se sintió avergonzado.
El conejo no le conocía de nada, además si le conociera él no conocía al conejito, no podía aceptar al contrario.
Sus orejas surgieron por su sorpresa y sentimientos confusos.
Jungkook parecía haber olvidado las palabras anteriores del tigrecito y repartió besos por su cuello, también hizo nuevas marcas.
Taehyung gimió bajito, entonces, de repente cayó en cuenta de que el conejo todavía se encontraba desnudo.
— P-primero debes vestirte. —murmuró desviando la mirada al techo de su habitación.
Jungkook miró su propia desnudez y entendió la repentina vergüenza de su lindo tigrecito, asintió sonriendo ampliamente y liberó a Taehyung de su fuerte abrazo.
Ambos se levantaron de la cama y se quedaron parados en medio de la habitación, el castaño se quedó embobado por la figura del conejo frente a él.
El azabache tenía una fila de músculos en el abdomen, sus piernas eran poderosas, todo su porte era fuerte y elegante.
Su cabello cayó hasta llegar al comienzo de su cintura, sus orejas se movían con cada sonido y su cola se agitaba suavemente, además sus facciones eran duras, pero hermosas, sin embargo, sus ojos eran definitivamente lo más hermoso.
Jungkook se encontraba lamiendo sus muñecas, era un instinto de su raza el hacer eso, sus uñas eran muy largas y aunque rozó su rostro con ellas no se hizo daño alguno.
— Tigrecito, ¿dónde puedo conseguir algo de ropa? —En ese momento Taehyung recuperó su ingenio, sacudió la cabeza y con nerviosismo caminó hacia su armario, allí había un hanbok color negro muy hermoso y mucho más grande que su propia figura.
— Esto era de mi padre, tómalo. —murmuró el tigrecito extendiéndole la prenda al contrario, Jungkook asintió satisfecho y tomó la ropa.
— Y-yo saldré para que te cambies. —En ese momento Taehyung cayó en cuenta de que hace un rato no veía al pequeño bebé conejo.
Buscó con la mirada al animalito pero no lo vio, corrió y lo buscó en toda la vivienda, no lo encontró.
Sus ojos expulsaron un par de lágrimas que muy pronto cayeron por sus mejillas, se detuvo en medio de la casa y lloró. No estuvo por mucho tiempo con el pequeño pero le había tomado mucho cariño, estaba preocupado por su seguridad y se culpaba por no estar al pendiente.
Jungkook terminó de cambiarse y notó la ausencia del tigrecito, caminó con calma hacia la sala de la vivienda y allí observó como el tigrecito lloraba.
Sus ojos brillaban más que nunca por el agua que los cubría, sus mejillas se enrojecieron y sus manitas limpiaban inútilmente las lágrimas que caían.
Sus orejas se habían bajado por su bajo ánimo, su cola tigrilla se movía cada tanto.
El azabache abrazó a su tigrecito por la espalda y colocó su mentón en el hombro del castaño.
— ¿Por qué lloras, tigrecito? —cuestionó el conejo, suponía el porqué pero igualmente preguntó.
— Y-yo estaba con un bebé conejo, ¿no lo has visto? —El castaño miró al azabache con esperanza en sus ojos, esos luceros brillantes conmovieron al conejo, el cual sintió un inexplicable impulso de reclamar al tigrecito.
Y así lo hizo.
Taehyung jadeó y abrió los ojos con sorpresa en cuanto sintió unos suaves labios chocando con los suyos, sus orejas tigrillas subieron de golpe y su colita se agitó mucho.
El tigrecito se veía muy lindo en ese estado de confusión y sorpresa.
Jungkook intensificó el beso introduciendo la lengua en la boca del tigrecito, volteó el cuerpo del castaño y lo abrazó con fuerza, lo tomó por la cintura y colocó una de sus manos detrás de su cabeza.
Taehyung poco a poco se relajó y se dejó llevar, aún pensaba en el conejito bebé, pero por alguna razón había comenzado a sospechar que el hombre que ahora mismo lo besaba era ese pequeño.
Jungkook se sintió feliz al ver como el castaño no se resistía a su beso, comenzó a acariciar el cuerpo del castaño con ambas manos. Taehyung gimió al sentir las manos del conejo acariciándolo.
Las manos del azabache pasaron por su cintura hasta su espalda, finalmente se detuvieron en su trasero, Taehyung se sonrojó al sentir como el conejo apretaba el par de firmes montículos.
Jungkook sonrió al ver el intenso sonrojo del tigrecito y su tierna vergüenza que intentaba esconder mirando hacia otro lado.
— Mhm... —balbuceó el castaño—. N-no me toques allí. —murmuró con pena, sus orejitas se movían ligeramente, pero su colita demostraba sus verdaderos sentimientos de vergüenza.
Jungkook soltó al tigrecito al cabo de un rato, Taehyung entonces pudo hablar con claridad, y decidió reclamarle al contrario por besarle tan de repente.
— Yo soy ese bebé conejo. —Esas palabras detuvieron todos los regaños del tigrecito, sus orejas bajaron con desconcierto y sus ojos lo miraron con confusión.
— ¿Qué? —preguntó confundido.
— Sí, yo soy ese conejo que recogiste ayer en la montaña, sucedieron muchas cosas y acabé allí, gracias por salvarme, Tete. —dijo el conejo con una sonrisita en el rostro, si no fuera por esa herida que le proporcionaron sus enemigos no hubiera conocido al tigrecito.
Taehyung tenía muchas dudas, pero no dudaba de las palabras del contrario, de alguna manera se parecía a ese pequeño bebé y el conejo le había dado confianza.
No sabía que lo había impulsado, pero lo hizo, Taehyung caminó hacia el conejo y lo besó.
El beso fue corto y casto, solo un pegue de labios, duro unos pocos segundos, al separarse sus instintos o tal vez su corazón le hicieron decir una palabra que pensó nunca diría en su vida.
— Tuyo. —Y se lanzó a los brazos del conejo, el cual lo recibió con una amplia sonrisa.
♡ ggukcotton | 2O24 ♡
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