08

Dedicado a Yarelinus, porque eras la razón por la que el NamMin no es feliz. 🤣🤣🤣🤣🤣🤣


Nada estaba bien.

La semana de clases había empezado y terminado y Jimin no le había dirigido una sola palabra. A penas si lo había visto en el apartamento y en esos momentos el rubio lo había ignorado completamente.

En la distancia, en el campus lo había visto un par de veces, riendo y sonriendo como nunca antes. Siempre rodeado de chicos y chicas, siempre haciendo algo. Una verdadera mariposa social, totalmente contrario a lo que era él. Namjoon no se catalogaba como un solitario per se, pero tampoco se podía decir que era una persona sociable. Siempre reservado, siempre concentrado en sus clases o en sus tareas. En cambio Jimin, parecía que los profesores y alumnos lo conocían de toda la vida. Era adorado y querido por todos sin importar el género o edad. Tan distantes socialmente el uno del otro. ¿Éste era el verdadero Jimin? ¿Qué había pasado con la masita sonrosada que había conocido? ¿Era solo un acto que había dejado cuando no había conseguido lo que quería?

Namjoon se estaba acabando las uñas de solo pensar que su alma gemela era ese tipo de persona. No quería juzgarlo sin conocer todos los hechos. Pero no podía evitar ponerse un poco nervioso al pensar que estaba pensando en cambiar su orientación sexual por alguien que no lo valía. Y bueno, técnicamente no es como que se pudiera hacer algo así, sino que simplemente alguien le había mostrado un lado de sí mismo que no conocía.

Namjoon agitó la cabeza de forma negativa. Estaba pensando tonterías ahora, culpando al rubio por cosas sin sentido. Si había sentido cosas por un hombre era su problema, no de Jimin. El color negro se había desvanecido completamente del hilo rojo en su dedo, pero Jimin seguía sin hablarle.

Lo extrañaba en los desayunos. Las comidas se sentían solitarias y el apartamento se le hacía frío sin el hermoso rubio en él.

Entendía que podría sentirse sexualmente frustrado por la interrupción, pero no era para tanto como para darle la ley del hielo por una semana. Él mismo se había sentido frustrado de parar todo en ese momento. ¿Por qué no había ignorado la llamada? Namjoon suspiró, acostado sobre su cama con un brazo cubriendo su rostro. Pero si la hubiese ignorado, no se habría dado cuenta que tenía que cortar su amor unilateral con Yareli por lo sano.

El hilo rojo en su dedo dió un pequeño tirón y luego escuchó la puerta de la entrada abrirse suavemente. Jimin había llegado finalmente. Tenía que hablar con él, aclarar la situación. Poner en claro lo que había pasado.

Si solo había sido un juego por parte de Jimin, se sentiría herido, pero lo entendería. Vería como ganarse el corazón de su alma gemela lentamente en el futuro. Ver una forma de que funcionara, o en su defecto, convertirse en la primera persona en romper su lazo con su alma gemela.

Pero si había sido un mal entendido y pasaba que Jimin solo era un poquito dramático y estaba molesto por detener todo ahí. Le pediría perdón y trataría de que todo volviera a ser como antes. Estaban muy bien antes.

Namjoon se estaba rompiendo la cabeza. Nunca se había encontrado en una situación así. Realmente no sabía que hacer. Si lo ponía en términos prácticos, Jimin sería su primera relación en veinte años. ¿Cómo se suponía que debía actuar? A demás, sabía que Jimin había estado en una larga relación con alguien que le había hecho mucho daño, con Yoongi. ¿Y si no confiaba en él por culpa de eso?

Tomando dos respiraciones que le dieran valor, se levantó de la cama y salió de su habitación sin hacer el más mínimo ruido, abriendo con cuidado la puerta de Jimin, sin siquiera pedir permiso, encontrado la habitación en completa penumbra. No se veía absolutamente nada. Era como un fondo oscuro en el que la luz no entraba. Con pasos ligeros, Namjoon llegó hasta donde estaba la cama de Jimin, y sabiendo que a éste le gustaba dormir del lado izquierdo, se escurrió debajo de las mantas, con él, abrazando su cintura y pegando el pequeño cuerpo de Jimin a su pecho.

--¿Qué dem-? ¿Namjoon, qué demonios crees que estás haciendo? ¡Suéltame!

Jimin forcejeo un poco para tratar de liberarse, pero Namjoon no le dejó, y simplemente lo abrazó más fuerte, enterrando la cabeza en su hombro. Eventualmente, Jimin se cansó de forcejear y simplemente lo dejó ser, aun tenso entre los brazos de Namjoon.

--¿Qué demonios, Namjoon? A tí ni siquiera te gustan los hombres, así que suéltame. Para alguien heterosexual, esto es muy gay.

--Es verdad, no me gustan los hombres...

--Entonces suéltame, maldita sea. Ya estuve, por mucho tiempo, con un bastardo idiota que no se preocupaba por mi o por mis sentimientos, como para sumarte a tí a la lista.

--... Pero me gustas tú, Jimin.

Jimin se detuvo, y suspiró con cansancio. Namjoon no lo podía ver, pero lo podía sentir temblar entre sus brazos, como si estuviese llorando. ¿Lo había herido de alguna forma? Esa no era su intención. Sin esperar un segundo, le dió la vuelta entre sus brazos, manejando su cuerpo con facilidad. Namjoon colocó una mano sobre su mejilla, sintiendola húmeda, confirmando sus sospechas.

--¿Es-estas bién? No era mi intención herirte de ninguna forma. ¿Minnie?

Para su asombro, en lugar de apartarse, Jimin enterró la cara en su pecho, llorando en silencio. Namjoon no entendía como habían llegado a éste punto. O por qué habían llegado hasta aquí.

--Si esto es por lo que pasó la otra vez...

--No es por el maldito sexo. Eres tú. Tu estas enamorado de alguien más, lo ví en tus ojos. Pero... Pero no se que me pasa contigo. Me convierto en un idiota y en tartamudo a tu alrededor, me gustas más allá de la lógica... Y sé que tu no sientes eso.

Jimin se apartó, como si tratase de verlo aún en la oscuridad y Namjoon no pudo evitar estar sorprendido por las palabras del rubio. Sonrió, aun que sabía que Jimin no lo vería, sonrió. Jimin también sentía cosas por él. Aun si Namjoon no podía estar seguro de que tanto provenía del hilo rojo, o de la innata atracción que había entre los dos, de algo si estaba seguro. Seguir adelante con ello era la respuesta. Dejarse llevar por lo que sus sentimientos dictaran. Ir hasta el final de todo. No había error en amar a alguien, nunca. Sin importar si es el indicado o no. Si nos rompen el corazón o no, amar siempre está bien.

Tal vez Jimin no lo amaba en este momento, pero lo haría en el futuro, porque Namjoon sabía que sus sentimientos tampoco eran tan grandes como para llamarlos amor. Apenas y se conocían. Había todavía un mundo por describir.

Namjoon bajó la cabeza y capturó los labios de Jimin. Éste se resistió un poco, pero al final, se derritió en su boca, como un sabroso helado de frutos se derrite al sol. Fundiéndose en una danza que a pesar de ser la segunda vez, parecían saber de memoria.

Era impresionante sentir a Jimin tan familiar en sus labios, en sus brazos. Era adictiva la sensación de saber que alguien más en el mundo era tu otra mitad y que esa persona, era a la cual sostenías con toda tu fuerza. Total euforia se dispersaba por la sangre de Namjoon, en cada roce de labios, en cada movimiento de la lengua de Jimin y en la forma en la que hacia sonidos adorables cuando Namjoon mordía su labio inferior o chupaba su lengua en el interior de su boca. El beso terminó, casi sin querer, con ambos renuentes a apartar los labios del otro, pero el aire, tan necesario para vivir, se imponía sobre los deseos de ambos, dejándolos agitados, luchando por un aliento más en sus pulmones.

--Como... ¿Cómo sabes que no siento eso mismo por tí? Me apartaste de tí sin oportunidad de explicarme. No puedes decir que me amas, y tampoco puedo decir que te amo, pero hay algo entre los dos... Yo también lo siento, así como tu lo haces.

--¿Lo haces?

--¿Crees que te estaría besando si no fuese así? Tu mismo lo dijiste, soy heterosexual. ¿Por qué besaría a otro hombre si no siento nada por él?

--No lo sé, ¿tal vez por experimentar? ¿Ahora resulta que por besarme eres gay?

Namjoon se rió, abrazando a Jimin contra su cuerpo, sintiendo la risa, tan dulce y armoniosa contra su pecho. Era divertido y era un alivio sentir toda la tensión y el miedo desvanecerse de su mente, de su piel y del ambiente. De Jimin.

--Soy JiminSexual.

Le susurró al oído, sintiéndolo estremecerse entre sus brazos. Namjoon ya había notado antes que tenía un particular gusto por su voz y ahora sólo lo confirmaba más. Tal vez utilizara eso a su favor en el futuro.

--Eso no tiene sentido.

--Lo tiene para mi.

--Muy bien, asunto arreglado. ¿No tienes tu propia cama?

Namjoon sintió el ligero empujón en su pecho, y de alguna forma, sabía que Jimin se estaba sonrojando. El pequeño temblor en su voz se lo decía y la forma en la que hablaba con más timidez. Namjoon solo lamentaba que no hubiese luz para ver las adorables mejillas tornarse del color de las fresas.

--Mi cama no es tan cómoda como la tuya... Y tu no estas en ella tampoco.

--O-oye... Eso...

--Hay que dormir, estoy tan cansado de buscarte toda la semana. No sabes lo estresante que fue.

Namjoon lo sintió asentir con timidez contra su pecho, y finalmente lo abrazó también. Acomodando su cabeza con mayor comodidad sobre su brazo, buscando la posición más adecuada para dormir.

Cuando finalmente se estaba quedando dormido, escuchó la suave voz de Jimin llamarle, pero no le contestó, haciéndole creer que estaba dormido, y siguió respirando pausadamente, para dar la apariencia de ello. Entonces sintió los suaves labios de Jimin contra los suyos.

--La verdad es que... Estaba celoso y tenía miedo. Celos de ella que te conoce como a nadie y de tí, que la quieres, aunque ahora me digas que te gusto. Y miedo de...

Lo escuchó tomar aire de forma entrecortada y después lo sintió tomar dos respiraciones profundas antes de seguir hablando.

--Y tenía miedo de caer en otro círculo tóxico como el que tuve con Yoongi. Enamorado de alguien que nunca me iba a querer de verdad. De alguien que nunca me vería como su primero. De alguien que, eventualmente, me engañaría con otros. Pero parece que no eres ese tipo de persona, Joonie. De verdad espero que no lo seas. Buenas noches.

Namjoon sintió otro beso sobre sus labios y a Jimin acomodarse otra vez entre sus brazos, enterrando la nariz en sus cuello, respirando tranquilamente. El cuerpo de Jimin se relajó completamente entre sus brazos y un suave ronquido se escuchó. A Namjoon le picaron un poco los ojos, pero contuvo las lágrimas, en su lugar, apartó el cabello del rostro de Jimin con cuidado y depositó un suave beso en su frente.

--Te prometo que no seré ese tipo de persona, Jimin. Buenas noches.

Y se durmió, abrazando al chico que lentamente se estaba apoderando de su corazón.

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