CAPÍTULO 8

-En multimedia: el coche de Víctor-




24 de Abril de 2015

POV AMANDA

Al día siguiente de que hablara con Víctor, me mandó un mensaje diciendo que los obreros se pasarían esa tarde, y así fue. Les explique todo y se fueron a hacer los planos del porche y el listado de todo el material que necesitarían, prometiéndome volver hoy y enseñarme sus proyectos. Son agradables y parecen buenos trabajadores. 

El equipo A, se llaman a sí mismos. Ángel es joven, de pelo castaño y rizado, ojos marrones y con un cuerpo muy trabajado en el gimnasio, de unos 30 años, agradable y gracioso conmigo. Alfonso, más mayor, de pelo canoso y con algo de barriga cervecera, de unos 50 años, es más serio que Ángel, pareciendo el más responsable de ambos.

—Buenos días, Jefa — me dice Ángel con una gran sonrisa al entrar en casa.

—Buenos días chicos, —les hago pasar a la cocina —he preparado una cafetera. Vamos a la cocina y allí miraremos las propuestas.

Entramos a la cocina y se sientan en la mesa que hay en medio. Les sirvo el café y me explican el proyecto que más les gusta. Cuando lo veo me quedo prendada de su idea. Es un porche que sobresale 3 metros desde la puerta de atrás, con grandes pilares de madera y una pequeña valla rodeándolo. Todo de color crema, casi blanco. El suelo, todo de láminas de madera, de color más oscuro. Y el balancín que quería a conjunto.

—Es precioso. —les digo emocionada. Es lo que quería hacer. Han sabido captar mis ideas.

—Si te gusta, podemos encargar todo hoy en la ferretería. Y la semana que viene empezar con el porche, en cuanto recibamos todo el material. — me dice Alfonso.

—Perfecto.

—Ahora podemos pasar detrás e ir preparando y alisando el terreno. —me dice Ángel.

—Estáis como en casa. Adelante. — Les digo — Yo estaré pintando aquella habitación.

—Si necesitas ayuda con cualquier cosa, avísanos, — me dice Ángel —mover algún mueble o alguna duda, lo que sea.

Ellos pasan a la parte de atrás, para empezar a preparar el porche. Yo me voy a mi habitación. Ya la he vaciado y empapelado. Me hago una cola de caballo, me pongo una gorra y empiezo a pintarla de color azul celeste. Será la habitación principal. Es la más grande.

Está quedando bonito, me paro a mirar la pared ya pintada. Un mechón me ha caído a la cara, molestándome, me lo aparto con el lateral de la mano.

—Aún con la cara pintada estás preciosa.

Doy un respingo, empujando hacia atrás el pincel, manchando parte del techo y casi a Víctor. Joder. Está apoyado en el marco de la puerta. Con un traje chaqueta gris muy elegante ¿Cómo ha entrado aquí? Casi le mancho el traje con pintura...

—Voy a la cuidad a unas reuniones y al pasar por aquí, he decido entrar a saludar. He visto al Equipo A metiendo trastos, y como tenían la puerta abierta, me he auto invitado.

—Ya veo. —Le digo — ¿Quieres un café?

—Estaría genial. —dice, dándome una de sus agradables sonrisas.

Nos vamos a la cocina, y lavo mis manos y mi cara. Víctor se asienta en la mesa, justo detrás de mí. Cojo un par de tazas y la cafetera y me giro, está observándome descaradamente.

—Estos son los planos de lo que será el porche que van a montar. —Le indico ignorando su picara sonrisa. —Me ha gustado su propuesta, era lo que yo tenía pensado.

—Me alegro Mandy, —mira los planos detenidamente —quedará bonito. Sabía que con ellos dos acertaríamos.

Le dedico una gran sonrisa de modo afirmativo y él me guiña el ojo. Se le ve tan formal...

« Prométeme que si te encuentras a Víctor, no vas a ser una estúpida y te vas a cerrar, que ya no sois unos niños...» La frase de Paula, resuena en mi cabeza. Es verdad que ya no somos esos niños, y voy a darme la oportunidad de conocerlo.

—Cuéntame — le digo sentándome enfrente con mi taza de café. Él ladea la cabeza y sonríe — ¿Qué ha pasado en tu vida estos 10 años?

—Bueno, creo que lo puedes observar, tengo la gerencia del hotel junto a mis hermanos, y nos va muy bien.

—Me alegro.

—También tengo dos perros: Anakin y Leia. —Sonrío ante los nombres — Son dos pastores alemanes, que tenemos como "guardianes" en el hotel.

— ¿Acaso eres un friki de la Guerra de las Galaxias? — rio.

— Si, —se cruza de brazos — ¿Algún problema?

— No... —estoy aguantando la risa, le señalo con la mano —pero tú, así tan elegantemente vestido... no te pega.

—Ah claro, —dice sarcásticamente — por que los frikis son gordos, desaseados, con gafas y camisetas de sus aficiones favoritas ¿no? — me encojo de hombros con humor —   Pero ya ves, los guapos y sexys también tenemos aficiones. ¿Y cuáles son las tuyas, preciosa? Ya te he dado bastante información mía. Ahora quiero saber sobre ti.

—Leer, cocinar y el cine. Soy muy típica. Y sobre mi vida, pues estuve estudiando enfermería, y he trabajado en el hospital, lo dejé. Cuando vuelva ya buscaré faena en otro hospital.

—Sabes, hace una semana buscaban personal en el hospital de aquí. Pásate haber si te interesa trabajar ahí.

—No sé. —me encojo de hombros. Tendría un trabajo sí, pero eso significaría vivir aquí, que no entra en mis planes.

—Claro —hace una ligera mueca de decepción —porque eso significaría que te vas a quedar aquí. Y no quieres eso...

—No es del todo así. — Tampoco quiero que me vuelva a acosar otro médico.

Víctor alza las cejas sorprendido, mira su reloj y hace una mueca.

—Me tengo que ir. Otro día continuamos con la conversación. —Se levanta y yo hago lo mismo—Veo que estás en buenas manos. Gracias por el café.

—De nada. Puedes venir cuando quieras. —"¿Yo he dicho eso?" Lo acompaño a la salida.

—Adiós preciosa.

— Adiós friki, y que la fuerza te acompañe.

Le veo reírse mientras sube a su Mitsubishi Montero de color negro. Me da un breve saludo con la mano y se marcha.

Entro a la cocina y saco un par de limonadas para los obreros. Están quitando todas las hierbas y alisando el suelo, me agradecen la bebida y les dejo con lo suyo. Vuelvo a la habitación y me pongo a pintar otra pared.

No parece que Víctor me escuche la mente, y yo tampoco puedo oír la suya. Igual fue algo pasajero, no tengo el porqué temer eso. Me parece que tan solo quiere volver a ser mi amigo. Conocernos de nuevo, eso estamos haciendo.

Yo he sido una tonta, con miedos Me alegro de volver a tener al Víctor que recordaba en la adolescencia. Ahora es más seguro de sí mismo, sabe lo que quiere y está más bueno.






27 de Abril de 2015

Joder tía Laura, ¿no pueden ser un par de meses, o unos 6 meses de clausula para vender la casa?

No, tengo que estar aquí un año. Gracias.

Por una parte me alegro, vuelvo a tener mis amigos de nuevo. Pero por otra, quiero volver a la cuidad, con Paula. Allí es donde me siento segura, aquí no. No sé por qué. Es como un presentimiento. No estoy nada cómoda aquí. Pero tendré que ir acostumbrándome.

Me encuentro entrando por la puerta del hospital, Paula me ha convencido de que trabaje ese año allí. Un año es muy largo, y en unos meses ya habrán terminado las obras.

Tiene razón, ¿qué voy a hacer el resto del tiempo libre que me quede?

Una mujer bastante entrada en edad, llama mi atención. Esta detrás de un mostrador, en el que un cartel pone recepción.

— ¿Qué desea señorita?

—Me dijeron que buscan a personal, soy licenciada en enfermería. Le dejo mi currículum por si me necesitan.

—Gracias. Ahora va a empezar la campaña de verano. — me da una sonrisa complaciente —Seguro vamos a necesitar gente.

—Gracias.

Cuando salgo miro el móvil, tengo notificaciones del grupo muzzarella. Llevan días diciendo de quedar, y parece ser hoy un día que todos podemos quedar.

[KATIA - 12.43h]¿Entonces esta noche todos estamos disponibles?

[BECCA - 12.43h] Yo sí.

[YO - 12.43h] Yo también

[LUCAS - 12.43h] Nosotros hoy tenemos poca gente, así que sii. ;D

[KATIA – 12.43h] Pues quedamos a las 20:30h en Mozarella.

[BECCA - 12.44h] OK!

[YO - 12.44h] OK

[VICTOR - 12.44h]¡Oye, a la próxima será en mi hotel pues! ¬¬

[KATIA – 12.44h] Vaaale pesado, a la próxima a tu hotel.

[KATIA – 12.44h] Así llevaré a mi hija a cenar también, Mandy la conocerá.

[VICTOR - 12.45h] Ah! Pues entonces perfecto, ¡pizza! Como en los viejos tiempos.

[LUCCAS - 12.45h] Allí nos vemos. Hasta luego.

Vuelvo a casa y el equipo A, ha llenado toda la parte de atrás de maderas, tableros, laminas, y máquinas que supongo serán para cortar todo eso. Les he preparado unos bocadillos de tortilla para comer. Los pongo en una bandeja junto a unos refrescos y se los dejo en una mesa.

—Chicos, parad a comer un rato y descansad.

—Gracias Jefa —me dice Ángel

—Gracias — contesta Alfonso.

Ambos se sientan y empiezan a comer sus bocadillos cuando mi móvil empieza a sonar. Miro la pantalla y no conozco el número.

— ¿Si?

— ¿Amanda López?

— Sí, soy yo.

—Le llamamos del Hospital La Esperanza, nos gustaría que viniera a hacer una entrevista para trabajar con nosotros. 

  — Por supuesto, ¿cuándo?  

  — Esta tarde si puede ser, a las 17.00h . Nos urge el personal.

— Gracias allí estaré.

Vaya, no esperaba tan pronto su llamada. ¿Me aceptaran? Me alegra saber que volveré a ejercer de lo que me gusta. Una vibración del móvil me saca de mis pensamientos. Tengo una notificación.

[VICTOR - 13.55h] Tengo ganas de verte de nuevo. Te esperan muchas sorpresas esta noche...




******************************

Hola Wattpanianos!!!

Espero os guste mi novela.♥

Gracias a todos los que me leéis. Gracias de todo corazón a todas aquellas personas que siguen y leen mi historia, los que votan y comentan. Un abrazo de todo corazón para todos vosotros.

Un beso enorme y disfrutad.

. • * '¨ '* • ♥ • STEFFY • ♥ • *' ¨' * •.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top