CAPÍTULO 5
-En multimedia: Víctor -
—¿Qué haces aquí? — es lo primero que me sale, tras el shock inicial. ¡Dios!, "pero qué borde he sido". Menuda primera impresión después de tantos años...
—Hola Mandy. Es un placer volver a verte. —dice, ignorando mi estúpido comentario y estrechándome la mano mientras se le forma una alegre sonrisa.
—Hola.— acierto a decir. Le devuelvo el apretón, y parece ser más largo de lo normal. Su piel es suave y caliente mientras que el roce de nuestras manos hace erizarme la piel. No sé qué decir. Me siento cohibida, no esperaba verlo, no tan pronto.
Le observo detenidamente, los años le han sentado de maravilla, está guapísimo, lleva una barba de unos 2-3 días que le queda fenomenal y va vestido de forma casual.
Sí que es verdad, se me han caído las bragas, tal y como decía Camila. Es una versión muy masculina y sexy del Víctor adolescente que recordaba.
No puedo evitar mirar de arriba abajo, lleva unos vaqueros muy apretados que le marcan el paquete, "!menudo paquete!". Veo aparecer instantáneamente una leve sonrisa en el rostro de Víctor. "Mierda, ¿y si me puede seguir escuchando ahora? Bueno yo no le oigo su mente". "!Joder!" , "No pienses nada". Mi yo interior quiere darse golpes contra la pared más cercana.
Siento que me estoy sonrojando y me arde la cara. "Tranquilízate", cierro los ojos por un segundo, los abro y le miro, veo en sus ojos azules una chispa de alegría que me están observando muy detenidamente. "Me está escuchando seguro..." Seré tonta, aquí estoy yo con mi discusión mental y sin hablar, se pensará que no le dirijo la palabra.
—He venido cambiar unas bombillas que se me han fundido del hotel. — explica de repente, alzando sus cejas con aire burlón e irónico. — Si necesitas de alguien, pásate por allí y hablamos. Conozco mucha gente que trabajaron con nosotros en las reformas del Hotel que puedan ayudarte. Además me gustaría quedar contigo después de tantos años sin vernos. Tenemos cosas pendientes de qué hablar...
— Gracias — "No pienses nada", "No pienses nada", es lo único que se repite en mi cabeza una y otra vez. —me pasaré por tu hotel y hablaremos sobre las obras. Yo... Ahora... tengo prisa. Un placer verte de nuevo Víctor. Adiós.
Le sonrío brevemente y salgo a toda prisa de allí empujando el carro, menos mal que ya tenía todo guardado dentro. Meto rápidamente las bolsas dentro del coche y me voy de allí antes de que Víctor salga.
Estoy guardando las últimas compras en la nevera cuando tocan al timbre. No sé quién puede ser, pero mi pulsación a empezado a ir a cien por hora. Espero no sea Víctor, con lo típico de que se me ha olvidado algo en la tienda con las prisas. Abro la puerta y veo a Becca con un corte de pelo por el hombro sonriéndome. Es raro verla así, siempre iba con el pelo larguísimo, hasta la cintura.
—¡Becca! — la abrazo efusivamente, devolviéndome ella esa efusividad.
—Hola Mandy, que alegría volver a verte. Me mandó un mensaje Katia diciéndome que estabas aquí, instalándote en casa de tu tía y no he podido evitar venir. A Katia le venía mal venir ahora, tenía que llevar a Emma a casa de sus suegros.
—Entra — le indico — Disculpa el desorden, pero he vuelto hace un rato de comprar y aún estaba guardando las cosas. ¿Quieres un refresco?
— Vale. — le doy un refresco y ambas nos sentamos en el sofá.
— Aquí estoy de nuevo. Voy a reformar la casa y hacer un poco de obra. Nos la dejó mi tía cuando murió, como parte de su herencia.
—¡Entonces te has trasladado a vivir aquí siempre!
—Bueno, tengo un año para decidirme — le digo, la veo muy entusiasmada con mi regreso — ¿Y tú qué me cuentas? ¿Qué es de tu vida? ¿Y los novios?
— Yo... Bueno, soy maestra aquí en el pueblo. — me dice con una gran sonrisa — Así que he conseguido uno de mis propósitos.
—Y tú sueño. —Le digo— Yo también lo he conseguido, soy enfermera. Tan solo me falta volver a trabajar en ello.
—Woow, que bien. ¿No conseguiste trabajar en la ciudad?
—Sí, pero lo dejé. Había un médico, que siempre estaba fastidiándome, y acosándome. Decidí salirme, y aquí estoy. Con nuevos planes. — intento cambiar el tema de conversación, no quiero volver a hablar de esa etapa de mi vida — ¿Y ese pelo corto? Que por cierto te queda muy bien.
—Gracias — ríe.
—Siempre decías que lo llevarías largo. Que nunca irías con el pelo corto. ¿Y ese cambio de opinión? —veo que abre la boca y la vuelve a cerrar enseguida— ¿No tendrá que ver con Lucas? Él siempre adoraba tu larguísimo pelo negro.
—Bueno si, es por Lucas, no te voy a engañar. Pero es una larga historia.
— ¡De verdad! —Abro la boca sorprendida — ¡LO HAS HECHO PARA FASTIDIARLE! — Ella ríe conmigo, sabe que es verdad, que lo ha hecho para molestarlo — ¿Pero por qué? — Becca se encoge de hombros ante mi pregunta — ¿Pero estabais juntos o habéis estado juntos?
— No, y no lo estaremos. Mandy, metió la pata hace mucho y desde entonces que no quiero saber nada él en relación a salir juntos. Lo ha intentado. Pero por lo que hizo, no. — Ahora la sorprendida soy yo, ¿Qué habrá pasado con estos dos? — Y bueno, nuestra relación es rara, por así decirlo. Cuando coincidimos en las reuniones del "club de la muzzarella" alguna vez me suele coquetear o me busca o me manda besos....Ya sabes, es Lucas. Y yo, pues acabo cortándome más el pelo. Y él enfadándose más.
— ¡Acabarás calva! — me río con ella. Quién me iba a decir que la tímida y reservada Becca, haría esto nada más que para fastidiar a Lucas.
—Pues le ha debido de desagradar mucho, porque hace bastante que no se de él. Y mira que le debo un gran favor — alzo los ojos sorprendida — Oye, ¿Los has visto? A Víctor y Lucas. —no hace falta que me diga de quien habla, parece la pregunta del día.
—Me he encontrado con Víctor justo cuando salía de la ferretería, — me mira alegre — nada, que tengo que ir a buscarle para hablar de las obras que quiero hacer y me mande alguien.
—¿Y ya está?
—Si...—me extraño ante su pregunta — ¿Cómo que y ya está?
—Es raro, siempre me estuvo preguntando por ti. Cuando te fuiste, hubo una temporada que fue muy pesado. Me decía que tú tenías que haberme dado la dirección de tu nuevo hogar, quería contactar contigo como fuera. Yo siempre le decía que no la tenía y nunca me creía. Incluso cuando pasaron años, alguna que otra vez, me siguió fastidiando con lo de que yo debía de saber de tu vida, porque como éramos tan amigas me tenías que haber dado una dirección. Por eso me extraña su reacción de hoy, él siempre ha querido saber de ti. Entonces, ¿no ha pasado nada más hoy? ¿Un abrazo? ¿Ni un cuanto te he echado de menos?
Por una parte me sorprende y por otra, me lo esperaba. Hace años ya veía las señales de Víctor, vamos como para no verlas. Siempre le pillaba observándome, me sonreía, me guiñaba el ojo, y nos acabamos besando. Yo le gustaba. Por eso me esperaba que al principio quisiera saber que pasó. Pero me sorprende que después del paso del tiempo, alguna vez volviera a echarme de menos y a querer saber de mí. Eso sí que no me lo esperaba.
—Bueno, sí que me ha dicho que tenía ganas de quedar conmigo después de tanto tiempo. Que tenemos cosas de que hablar o algo así.
—¡Ah! Eso sí que me lo creo de Víctor. Pero tenéis que hablar, bueno tienes que hablar con todos ellos y explicarles.
—Lo sé — le digo — Por supuesto que lo haré. Quedaremos todos juntos de nuevo.
—¡Qué bien!, oye dame tu numero así nos mandaremos mensajes y quedaremos— le indico mi número y enseguida se lo apunta en el móvil—Que lastima que no existía esta tecnología hace años, ¡hubiéramos podido seguir en contacto!
—Vaya, es verdad.
—Bueno me tengo que ir, tengo que pincharle la inyección a mi madre que ya casi le toca.
—¿Vives con tu madre aún?
—Si claro. Me sabe mal dejarla sola, para irme a vivir yo sola también. Lo que estos días ha recaído un poco y necesita más cuidados.
—Que se mejore.
—Gracias Mandy— le acompaño hasta la puerta —Me alegro muchísimo de verte de nuevo.
—Yo también. Os echaba de menos, club de la muzzarella.
Me da un fuerte abrazo y la observo marchar. Estoy apoyada en el marco de la puerta observando algunos coches pasar. Aún no es muy tarde y en un impulso momentáneo, decido pasarme por el hotel para reencontrarme con los chicos.
Dejaré atrás mis miedos y tonterías infantiles, de que si me sigue leyendo la mente, y hablaré con Víctor como personas adultas. Tengo que buscar a personal cualificado para mis obras y espero que me ayude. Además le pediré disculpas por mi reacción de antes. No quiero que piense que me gusta o sigo enamorada de él y es por eso que he actuado así.
Quiero volver a quedar con todos y recuperar esa amistad con "el club de la muzzarella" y si actúo así, poco voy a hacer.
Decididamente cojo a Blue y me dirijo al hotel Montero.
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Hola Wattpanianos!!!
Espero os guste mi novela.♥
Gracías a todos los que me leéis.
Un beso enorme y disfrutad.
. • * '¨ '* • ♥ • STEFFY • ♥ • *' ¨' * •.
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