Capítulo 8

JELENA.

Miré la desesperación en el rostro de cada una de las mujeres que entraron a mi habitación, mujeres nerviosas que miran la puerta cada tanto, mirando también a las dos personas en el cuarto conmigo, Misha y Delano se mantienen al margen tras de mí, esperando instrucciones de algún tipo.

- Irina, necesito una prueba de tu lealtad, no puedo llevarte conmigo pensando que quizá puedas traicionarme, tengo familia, lo sabes.

- Lo que quieras, lo que sea Jelena, no tengo nada, así que... lo que me pidas, lo haré, tengo quince minutos antes de que padre comience a buscarme, debo recibir a un cliente hoy - comenzó a llorar- No creo poder seguir haciendo esto... por favor... haré lo que sea...

Zara me hizo dudar desde el primer momento, en cambio Irina... sus ojos expresan miedo y cansancio todo el tiempo, está pálida, con apariencia muerta a pesar de ser tan hermosa.

- ¿Qué hay de ustedes? ¿Cuáles son sus razones? ¿Quiénes son?

Pregunté mirando al resto de mujeres.

- Somos esposas de sobrinos y nietos de Yakov.

Explicó una.

- Nosotras no elegimos casarnos, Yakov obligó a nuestras familias a entregarnos.

Explicó otra de las mujeres mientras lloraba.

- Yo ya tenía un prometido, era feliz, mi familia me quiere, pero... pero no me dejan salir de esta maldita casa dónde tengo que aparentar ser una muñeca perfecta del sigo dieciocho, estoy cansada.

Entre ellas comenzaron a consolarse, no son felices con el tipo de vida que llevan, yo tampoco lo sería si me mantienen atrapada aquí para fingir ser algo que no soy.

Y yo juzgándolas carajo... que vergüenza.

- Ok, haremos esto, iré a hablar con Yakov, le haré mi propuesta por ultima vez, de no aceptar, nos iremos hoy mismo, ahora. Y no se preocupen por la ropa, puedo conseguirles más, pero tienen que pensarlo bien, porque yéndose conmigo tendrán que convertirse en lo que yo me convertí, tendrán que aprender a cuidarse las espaldas por su cuenta, serán dueñas de sus vidas, cargarán armas y matarán de ser necesario, son ustedes, o son ellos, recuérdenlo.

- Pero... ¿Y mi hijos? -dijo una chica joven- ¿Yo quiero llevarlo conmigo, estos animales... estas bestias...

Tembló.

- ¿Los niños están en el cuarto con sus maridos?

- No, los niños se quedan en otro pabellón, con nosotras, nuestros maridos sólo nos llaman cuando quieren sexo.

Explicó una de ellas.

- Este lugar es de no creer -rodando los ojos- ¿Están de acuerdo con mis condiciones? Por supuesto que los niños vienen, los cuidaremos y las ayudaremos con el divorcio. Muy Volkov serán todos aquí, pero yo soy la Koroleva, la mujer más importante y poderosa de Rusia y tengo a mi esposo de mi lado, el Boss. Confíen en mí, estarán a salvo.

La afirmación fue a coro, todas querían irse hoy, querían salir de esta casa.

- Ok, cinco minutos - expliqué- Quédense con mis hombres de confianza, cuando les dé la orden, mis hombres comenzaran a moverse con sigilo, las sacaremos de aquí e iremos directo al avión para volar a casa.

- Ok, esperamos instrucciones.

Dijo Delano, mirando a las mujeres.

Dejé el cuarto con rapidez y pedí orientación a las criadas hasta llegar a la habitación del viejo, toqué tres veces sólo por educación y tras escuchar la aprobación, abrí la puerta viendo con notorio asco la escena.

Larissa estaba sentada en la cama frente a él, Yakov le quita la bata descubriendo sus pechos, la chica va desnuda y no parece sentir nada de repulsión, parece disfrutarlo, parece... ansiosa...

Ya veo por qué yo no le gusto como esposa de Alexander, yo le cortaría las manos si intenta tocarme, aunque sea una vez.

- Jelena ¿A qué se debe esta interrupción?

Preguntó acariciando los hombros de la chica.

- Una pregunta simple, pero veo que ya tomó su decisión.

- Divórciate. Esos mocosos ya sufrieron por el atrevimiento que cometiste en la comida, Ilias se regresó a su casa y tomó a ambos esta vez, normalmente se desquita con Liam, pero Naia tiene que conocer su lugar también.

Alejándose de la chica, yendo por unas fotos en su mesa de noche, acercándose para entregármelas.

- Esto es lo que provocas por no comportarte como una dama. Si sigues con tus jueguitos, a Ilias se le puede pasar la mano y los terminará matando, Viktor ya no está para impedir que los maten, Viktor odiaba muchas cosas, pero esos niños le agradaban.

Palidecí al pasar imagen tras imagen, ambos pequeños estaban tan golpeados... tan heridos...

Maldita sea, Naia tiene un hueso fracturado, espero que alguien le ponga yeso al menos ¿Irán al doctor? ¿Les darán medicinas? ¿Alguien los consolará?

- No voy a divorciarme, nos vemos para el desayuno, adiós.

Di media vuelta y dejé el cuarto mirando de reojo cómo él se acerca a la chica otra vez, esta ya se estaba recostando en la cama, separando las piernas para él, es una maldita enferma.

Ya en el pasillo tomé mi radio y di las indicaciones para que todo el mundo comenzara a moverse, lo haremos lento y pausado, habrá niños de por medio y yo necesito hacer algo por ellos ya que para mis hermanos sólo empeoré las cosas.

Regresé a mi cuarto vacío, Misha me esperaba con las maletas listas, salimos rápidamente de la mansión en completo silencio, subiendo las cosas a los autos, ayudando a mujeres y niños a montar primero y dejar la casa Volkov, quince minutos nos llevó la tarea, no subí a ningún puto auto hasta asegurarme de que las dieciséis mujeres y sus respectivos hijos dejaron el lugar, sólo entonces me subí al auto con mis amigos de confianza y nos marchamos rápidamente del lugar, conduciendo como unos putos locos hacia el avión que ya estaba listo para despegar, subieron las maletas, nos acomodamos y despegamos antes de que se dieran cuenta de que les faltaban ciertas personas.

Aún desconfiaba de estas mujeres cuando las saqué, pero todas estaban llorando, lloran abrazan y besan a sus hijos prometiéndoles que ya no les pasará nada, que "Papá" no volverá a pegarles.

Qué vida de mierda han tenido, joder, con la escena de ahora, todas mis dudas se disiparon.

- ¿Significa que habrá guerra?

Preguntó Delano de la nada, mirándome.

- Sí, así parece - suspiré- Quise ir por el lado bueno, pero todo lo que quiero ahora es matarlos a todos.

- Sabes, tu plan fue bien armado, pero nadie notó que yo también subí, mi reina.

Salté de la impresión al ver a Luka, tercer hijo, tomar asiento a mi lado, Delano de inmediato se puso a la defensiva, apuntándole con el arma sabiendo que no puede disparar dentro de un avión, muchas cosas pueden salir mal.

- Da igual, te cortaré el cuello antes de que esto aterrice.

- ¿Por qué? Yo también estoy escapando -puso rostro de circunstancias- Papá me odia, Viktor me odiaba, Ilias me odia, Irina me dijo que podía venir si quería salvarme de su furia, todo siempre es mi culpa, lo que mi hermana haga y a padre no le guste, siempre termina siendo mi culpa porque no la estaba supervisando - desabrochándose la camiseta- Estos me los gané hoy por no hacer nada cuando le dispararon a Ilias.

Mostrándome unos horribles cardenales y golpes, había manos marcadas en él, y por la posición, no pudo haberse hecho esto por su cuenta.

- Eres hijo de Yakov, eres hombre, entonces...

- Pregúntale a Alexander - tomó mi mano- Por favor pregúntale ¿Sí? Yo soy la oveja negra de la familia, no soy malo, el gen masculino está podrido, sí, pero Alexander es diferente, yo soy diferente, por favor créeme, por favor no me obligues a volver, mátame mejor, pero no me hagas volver.

Inclinándose hacia Delano para que le apoyara la pistola en la cabeza.

Parecía desesperado.

- ¡Esperen por favor!

La voz de Irina se hizo cada vez más fuerte, la mujer se acercó y atrajo a Luka contra su cuerpo, abrazándolo con fuerza, protector, hasta maternal, observándome con suplica.

- Él no es malo, por favor... - abrazándolo más fuerte- Padre le pega todo el tiempo, Ilias le pega... por favor... no lo hagan volver, no dejen que caiga en manos de ellos, juro por mi vida que él no es malo.

- Por favor, juro que no haré ninguna tontería, yo solo quiero sobrevivir o morir rápido, Irina dijo que podías ofrecerme cualquiera de esas alternativas, por favor, si no confías en mí, mátame... por favor...

Suspiré rodando los ojos, soy demasiado blanda cuando se trata de salvar personas, yo fui salvada por un desconocido, él ni siquiera dudó, pues yo confiaré en estos desconocidos.

- Está bien, está bien, vives y te quedas con nosotros, pero debes jurar lealtad, es nuestro pilar más importante.

- Y el miedo, bonita, te ganaste a muchos por miedo - dijo Misha- No quieres verla enojada, mata hasta a sus propios hombres si hacen un solo comentario que no les guste.

- ¿Un ejemplo? Para no meter la pata.

Dijo Luka.

- Mmmm... comentarios machistas, sexistas, ya sabes, lo que un abusador diría, mi jefa defiende a las de su especie, hemos aprendido mucho con ella sobre el respeto.

Explicó Misha.

- Yo no soy de esos, así que no habrá problema - tomó mi mano- Koroleva, le juro mi lealtad, la protegeré, daré mi vida por usted.

- Pareces ansioso por morir la verdad.

Dejándolo ser.

- Debo estar siempre preparado para la muerte, y si es por ti, mejor, ya que si sigo vivo es gracias a ti, padre me hubiese culpado cuando se entere que todas estas mujeres escaparon de casa, sé que me hubiese matado a golpes, estoy agradecido.

Suspiré asintiendo, mirando sus heridas.

- Irina, hay un gran botiquín al final del avión pídeselo a la azafata y cura a Luka, sus heridas se ven bastante feas y no queremos que se infecten.

- Por supuesto - sonrió- Gracias, Jelena.

- Somos familia le guste a tu padre o no, yo no pienso dejar a Alexander, somos un equipo - sonriendo- Me alegra saber que al menos llevo parte de la familia de mi esposo a casa, familia con la que no tendremos que pelear, les enseñaré a mis hijos son una ternurita.

- Me alegra conocerte también, Jelena - dijo Luka- Alexander es afortunado, me alegra saber que por fin consiguió la familia que tanto quería.

- Somos felices, así que sólo una advertencia, arruina mi felicidad y considérate muerto. Tengo la manía de colgar cabezas como adorno y de tu color de cabello no tengo.

Sonriendo inocente, viéndolo tragar grueso y asentir.

No creo que vaya a tener problemas con él.

***

Por supuesto Alexander ya había sido notificado de mi regreso anticipado, mis hombres se encargaron de avisarle, y antes de decirme cualquier cosa, vino hacia mí, acunó mi rostro, mi besó con delicadeza y luego rodeó mi cuerpo con el suyo, abrazándome con fuerza.

- Joder...tenía tanto miedo... - admitió en susurros- Tenía miedo de perderte- sujetando mi rostro otra vez- ¿Te duele mucho? ¿Te duelen tus pechos? -los tocó- Están duros y calientes, deben dolerte, tú debes...

Entonces levantó la cabeza y miró a su alrededor cómo bajan y bajan personas del avión, niños, mujeres, bebés, sus tíos...

Ay carajo, aquí va a quedar...

- ¡Tía Irina!

Alexander sonrió y fue hacia ella dándole un fuerte abrazo, besando ambas mejillas de la mujer, mirándola con clara felicidad.

- ¿Sólo hay abrazos para ella? Que mal sobrino tengo...

Se quejó Luka, y claro que Alexander fue con él abrazándolo con la misma efusividad, mirándome con una sonrisa tan amplia mientras me llamaba que... que todo tomó sentido al fin, él estaba contento con esto, estaba eufórico.

- ¡Jelena los trajiste! ¡Los sacaste de esa maldita casa! ¿Cómo te diste cuenta? Mi amor eres fantástica.

Haciéndome girar entre risas, estaba tan contento mi pobre león.

- Bueno... Irina me dio un par de consejos, le dije que me visitara por la noche, hablamos un poco, y luego decidí traer a todos conmigo, niños y mujeres que querían ayuda.

- Es una buena chica, ella sí me gusta para ti, sobrino - lo felicitó Irina, acariciándole el cabello- Es justo lo que necesitas, una reina que no le tema a nada ni nadie.

Alexander me rodeó por la cintura, besando mi mejilla.

- El destino nos juntó, me enamoré, Lena me a ayudado tanto con mis traumas que casi no tengo ninguno, ella es la cura de todos mis males, me siento orgulloso de poder llamarla mi esposa.

Me tembló el labio y giré para abrazarlo mejor por la cintura, ocultando mi rostro en su pecho.

- ¿Qué sucede, bebé?

Preguntó acariciando mi cabello.

- No quiero que me vean así.

- ¿Así cómo? ¿Estás... llorando?

- Es que me gusta escucharte decir que estas orgulloso de estar conmigo, se siente bien.

Me cargó por las piernas haciendo que rodee sus caderas, frotando mi espalda, sujetándome bien.

- Es que sí estoy orgulloso, me haces bien, preciosa, y te amo.

El olor de Luka legó antes de poder sentir su mano en mi hombro.

- Llorar no es de débil, hace bien. Porque si acumulas la emoción, luego explotarás y no podrás parar por nada del mundo, somos humanos, Jelena, lloramos, reímos, gritamos, nos enojamos, nos sentimos tristes, ya sabes, sentimos, así que jamás te avergüences por llorar.

- Ustedes dos si me agradan - mirando a Irina y Luka- No le digan a nadie que lloré.

- Jamás.

Juraron ambos.

Alexander terminó bajándome al piso cuando una estampida de niños pequeños vino hacia él, resulta que las mujeres que traje son primas suyas, esposas de sus primos, y su tía, la esposa de Ilias, son su familia y se lleva bien con ellas, al parecer, no me equivoqué en mi decisión, al parecer esto lo hace feliz, nos hace felices a todos.

-Escuché que Zara está aquí ¿Puedo hablar con ella un momento?

Preguntó Irina, acercándose hacia mí mientras Alexander y Luka juegan con los niños, cansándolos para llevarlos a su habitación, es de madrugada, hora de dormir.

El personal acomodará a todos a medida que vayan necesitándolo.

- Claro, vamos por aquí, sígueme.

La guie por la casa, los pasillos, las puertas y por ultimo el sótano, bajando las escaleras dónde mi madre y su pequeña hermana duermen en su cama grande y cómoda para ambas, abrazadas y bien tapadas.

- ¡Buenas noches!

Encendiendo las luces, asustándolas.

- ¿Vienes a sacarnos de aquí? -Preguntó Laika- ¿Ya podemos irnos?

- Alguien quiere verlas.

Abriendo la celda, dejando que Irina entrara.

- ¿Lograste escapar? ¿Huiste?

Preguntó mi madre, saltando fuera de la cama, acercándose a ella.

- Así es y perdón, perdón por todas las cosas que dije, padre estaba mirando, si padre se enteraba que nos llevábamos bien... quizá que nos hubiese hecho, oh por Dios, Zara...

Ambas corrieron abrazándose con fuerza, mi madre lloraba, Irina lloraba, ambas se consolaban y terminó uniéndose Laika que parece ser una llorona de primera.

Parece que su relación era mejor que buena.

- ¿De qué me perdí?

Pregunté curiosa, mirando la escena.

- Bueno... chocábamos seguido porque su padre la obligaba a actuar de cierta manera - explicó Zara-Pero a puertas cerradas la historia es otra.

Suspiré.

- Zara, estoy un paso más cerca de reunirme con tus hijos, los traeré de regreso ¿Confías en mí?

- Lo hago, te juro que lo hago, tú sí eres buena opción, eres confiable, eres mi hija -estiró su mano- No volveré a dudar de ti, el enemigo es Viktor, no tú.

Suspiré y tomé su mano, yo también quiero momentos familiares, aunque sean vacíos.

- Lamento haberte pegado, Laika... me enojé.

- Disculpa aceptada, sobrina, tienes la mano pesada, me dolió.

Sonrió dulce.

Hasta lastima de secuestrarla y pegarle me dio.

- Ok, fuera de la celda - suspiré- Laika, llama a tus hermanos y avísales que estás bien, que mañana pueden venir a comer y te puedes ir con ellos -entregándole un móvil prepago- Zara, eres libre también, pero te recomendaría que te quedes aquí, Yakov se enfurecerá cuando se entere de que me llevé a dos de sus hijos y un montón de femeninas de su casa, saqué niños, saqué bebés, dejé su casa casi vacía, así que... queda a tu criterio, pero no puedo protegerte si no estás bajo mi visual.

- Yo me quedaré aquí - dijo Irina- Familia cuida a su familia.

Abrazándome por los hombros.

Mi niña interior, que siempre estuvo sola, está dando saltitos de felicidad por ser considerada por alguien como familia.

- Bien, pues nos quedamos aquí todos -sentenció Zara- Laika ¿No prefieres quedarte? Estarás más segura también, deberíamos llamar a nuestros hermanos y preguntarles si quieren unirse al club de mi hija.

- Se dice mafia, madre - reí- Esto no es un club de secundaria.

- Mafia, sí, cierto - carcajeó- lo siento, es difícil acostumbrarse, pero sé muy bien que me sentiré más cómoda y segura si me quedo aquí, contigo, sé que recuperaremos a tus hermanos.

- Pareces más optimista, madre.

Dije sonriente.

- Bueno... que Irina esté aquí, es... optimista.

Algo me dice que necesitan espacio.

- Tía Laika ¿Te muestro tu habitación?

- ¿Ahora sí soy tu tía?

Siguiéndome, comprendiendo a la perfección a lo que me refiero.

- Puedo dejar de hacerlo si te molesta.

- No, me resulta agradable, pero no me pegues, nunca en la vida me habían pegado.

- No lo volveré a hacer, lo juro, es sólo que quería molestar a mi madre y lo logré.

- Espero que no haya peleas como esas en el futuro.

- Sí, yo también.

La dejé en su habitación, y luego hice mi recorrido de regreso al exterior dónde mi hombre y su tío conversan, las mujeres y los niños casi ya se han ido en su totalidad a la cama, eso quiere decir que tengo tiempo para hablar de trabajo.

- Alexander, necesito que te contactes con tu amigo, necesito sacar a esos niños pero ya.

- ¿Qué pasó, preciosa? ¿Te enteraste de algo?

- Ilias es un hijo de puta - mostrándole las imágenes que Luka vio también con horror- Mira lo que les hizo, necesito sacarlos, necesito que estén a salvo.

- Carajo - pasándose las manos por el cabello- Hablaré con Can, cariño, hablaré con mi amigo, resolveremos esto rápido, no te preocupes, lo resolveremos.

***

Dos días después estábamos en Seattle, la mujer que tengo en frente no me agrada nada de nada, es más, muero por darle un tiro, pero me sirve, ella me sirve y debo controlar mi temperamento que al parecer rivaliza con el suyo, la mujer también tiene su carácter y por la forma en la que el jefe turco la trata, es más que un simple perro.

Esto es un deja vu, la misma manera en la que Alexander me trataba fingiendo que no estaba colado por mí hasta las patas.

- Que es lo que quiero, me preguntas - arrastrando las fotos por la mesa hacia ella- Esto quiero, necesito que saques a los niños, metí la pata, Ilias los golpeó... joder, pobre chicos... - sujetándome los cabellos- Fue mi culpa... por eso es urgente, yo no puedo ir, ya me tienen señalada, quieren matarme, en cambio, si alguien que ni siquiera es ruso se acerca, será más fácil.

La chica palideció a medida que avanzaba en las fotos, Can Vural acaricia su espalda y lo vi depositar un beso sobre su hombro, apoyándola ¿En qué?

Es demasiado amable y considerado para sólo ser su jefe, las secretarias no se sientan sobre las piernas de su jefe cuando no es un video porno.

Y yo poniéndome celosa, que tonta... es obvio que la chica estaba usando a Alexander para sacarle celos al míster músculos que tiene bajo su peso, ya comprendo sus tácticas, yo solía usar las mismas.

- Voy a ir - mirándome- Ni siquiera dudes que recuperaré a esos chicos, pero necesito acercarme con lentitud, necesito ganarme la confianza del sujeto, así que por favor cuéntame todo lo que sepas, lo que le gusta, su tipo ideal de chica, por dónde transita frecuentemente, si está casado, si tiene hijos, todo, cuéntamelo todo, armaré mi plan a partir de eso y te estaré enviando reportes diarios, vas a tener a esos chicos pronto contigo.

Miré a Alexander que no deja de reírse, al bastardo le hace gracia que ella y yo estemos por matarnos, pero no le daré en el gusto, ella demuestra ser competente y está más que claro hacia dónde apunta su interés, espero que le resulte, debería darle mi receta de mi plan de dos pasos, me funcionó de maravilla.

- Cuando hablas sobre su tipo ideal de chica y lo que le gusta hablas de...

- Sexo, seducción, coquetería, lo que sea necesario - encogiéndose de hombros- Los hombres son fáciles por naturaleza, un par de sonrisas, un par de movimientos de cabello y ya los tienes rendidos a tus pies ¿Cierto, señor Can?

Mirándolo con burla.

- Cierto -Giró el rostro con rapidez al darse cuenta de que delató sus intenciones, mirándola mal, sujetándola por las mejillas- ¿Qué te he dicho, perro? Respétame.

La chica carcajeó sin moverse ni un poco, parece gustarle que la trate así de rudo.

- ¿Eres mi jefe o eres Can en estos momentos? No me queda claro señor.

Y disfruta mucho tocarle las pelotas, eso me queda claro.

- Tu jefe.

Puntualizó.

- Entonces, señor Vural, ruego disculpe mi falta de tino, pero debe admitir que usted es un hombre fácil, se obsesionó conmigo sin saber quién yo era, así que...

La que carcajea ahora soy yo.

- Sigue por ese camino - la animé- Pero no pongas todas las cartas sobre la mesa en la primera jugada, los misterios siempre ayudan, y por lo que veo, vas por buen camino.

Ella me sonrió y estiró su mano hacia mí.

- Un gusto conocerte ahora sin odiarte por arrogante, lo siento, suelo dar mala impresión, yo no estaba coqueteando, te lo juro, no me interesan los hombres casados, menos si son un cliente y menos aún si son amigos de mi jefe.

Extendí mi mano hasta estrechar la suya.

- Mis disculpas también, sí fui arrogante y altanera, no estoy acostumbrada a toparme con mujeres con la misma fortaleza que yo, trabajemos juntas en esto.

- Trabajemos juntas.

Hablamos largo y tendido sobre el plan, Can Vural prácticamente ni habló, dejó que Nisa se encargara de los detalles y nos dijo que la chica será toda nuestra al terminar la feria del libro, tres días para que averigüe algo y luego debe regresar para atender sus propios asuntos y los de su jefe.

Can Vural debería decir que le pone ansioso no tenerle las manos encima, pero allá ellos, sus egos rivalizan, ambos quieren el poder y no logran encontrar el equilibrio, tienen un largo camino por recorrer.

Dejamos juntos el restaurante y fuimos al hotel para descansar algo, Tanya y Alex estaban esperando ahí por nosotros, Delano e Ivanna fueron los niñeros mientras teníamos nuestra reunión, mi pequeña sigue hablándole a la pelinegra sobre cómo sobrevivir con la Bratva, por fortuna, ya no palidece ni se asquea, poco a poco va absorbiendo esos conocimientos como parte de su nueva rutina.

Mi amiga será tremenda, ella y todas las mujeres que me traje.

Haré que nunca más vuelvan a pensar en nosotras como el sexo débil, haré que tiemblen cada vez que escuchen hablar sobre "Las mujeres de la Bratva". Después de todo, mi hija algún día tomará el poder y quiero prepararle le camino.





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BUENAS BUENAS BBCITAAAS

YO SÍ SENTÍ EMPATÍA POR ESAS MUJERES

ME FUE IMPOSIBLE NO SIMPATIZAR CON ELLAS Y DESEAR QUE LENA SE LAS LLEVARA

HASTA LUKA ME AGRADÓ

Y PARECE QUE LENA TOMÓ UNA BUENA DECISIÓN, ALEXANDER ESTABA TAN FELIZ

NUESTRO POBRE LEÓN NO DEJA DE SONREÍR AL VER QUE PARTE DE SU FAMILIA SÍ LO APOYA

SE VIO QUE CON ELLOS SI TENÍA BUENA RELACIÓN

ME ALEGRO POR ÉL

Y TAL PARECE QUE ENTRE IRINA Y ZARA... DEL ODIO A LA SUPUESTA AMISTAD AJAJAJAJAJ

HASTA LAIKA COMPRENDIÓ LA INDIRECTA

AHORA HAY MÁS MUJERES EN LA BRATVA, VEAMOS QUÉ PUEDEN HACER LUEGO DE ANULARLAS POR AÑOS, OBLIGANDOLAS A FINGIR SER DAMAS EN SOCIEDAD

TANYA TENDRÁ MUCHOS AMIGUITOS NUEVOS Y ALEX TAMBIÉN

NISA Y LENA SERÁN TREMENDAS

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO BBCITAS

BESITOS EN LA COLA






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