Capítulo 13

ALEXANDER.

Dejé a Tanya en la cama, dándole palmaditas en la panza sentado a su lado hasta que se durmió, acción que no tardó demasiado, la condenada, se durmió en menos de cinco minutos luego de comportarse como una hija toxica, ocultando el querer que yo no saliera por la preocupación, de seguro le dice a Lena y yo puedo ir rezando por ahí para que su mal humor en ciertos horarios del día no me alcance.

Pero bueno, no puedo demostrar ser un mandoneado, soy el Boss de la Bratva, intento mantener mi reputación, aunque últimamente me está costando, me preocupa Jelena, me preocupa todo y todos quienes la rodean, es imposible que no esté mirándola todo el tiempo para asegurarme que todo esté bien.

Maldita Jelena perfecta, espero que jamás se canse de mí, porque siendo sincero, la encerraría en un cuarto amarrada a la pata de la cama para que no se escapara, lo cual es bastante enfermizo, lo sé, pero no sé vivir sin ella, no sé, no quiero y no puedo, es simple, sin ella mi vida no tiene sentido, así que... tendría que ser el villano de su historia, aunque creo que eso ya lo soy, no dejo de darle problemas a su familia, mi familia es un problema y ella sigue amándome, eso... eso es más de lo que puedo pedir.

— ¿Dónde vas, cabezota? Me despertaron porque el Boss va saliendo y les da miedo preguntar dónde.

Preguntó un Delano adormilado, en shorts de dormir, sin camiseta, despeinado y algo desorientado aún.

— Iré a beber con Can, está en la ciudad.

— Son como las cuatro de la mañana, idiota ¿No podía esperar a mañana?

— Al parecer quiere salir justo ahora porque Nisa está dormida y no quiere desaprovechar su escaso tiempo con ella, lo entiendo, por eso accedí a verlo mientras mi propia bestia personal que tengo por esposa está dormida.

Sonrió con sorna, apoyándose en la pared con los brazos cruzados.

— ¿Tan pronto y ya le tienes miedo a la señorita de mal genio?

— Yo no la conocí así, prefiero evitar.

Y lo digo en serio, esa mujer es del diablo.

— Sí, mejor evita, hoy mató a cuatro de nuestros hombres.

— Sí, pero eso fue porque eran nuevos y no sabían que está prohibido hablar sobre tu condición física, Jelena encuentra sexy tus pelos blancos, Jack Frost.

Me miró mal, estirando el puño para pegarme en el brazo, haciéndome reír.

— No me digas así, cabezota.

— Tanya me dice así, tú no tienes autorización, Jack Frost.

— No es gracioso, Alexander, que tenga la mitad de mis cabellos blancos me acompleja y lo sabes.

— Pero ya te lo dije, no es ningún defecto, es tu marca personal, a Jelena le gusta, lo sabes, siempre te encontró atractivo.

Encogiéndome de hombros.

Ya ni siquiera me molesto en ponerme celoso, mi esposa y mi mejor amigo tienen una relación especial, por fin lo comprendí y no voy a quitarles eso por celos tontos sin fundamentos.

— Es que soy muy guapo, Jelena sería ciega si no se diese cuenta.

Y ahí estaba su ego.

— Yo no sé para qué intento subirte el animo — rodé los ojos— Vete a dormir que tu propia bestia te va a jalar por los pelos blancos para arrastrarte de regreso a la cama, yo que tú me apresuro.

Delano tembló.

— Que Jelena ordenara que comenzáramos a enseñarle no me ayuda nada a mí, Ivanna es un monstruo.

Podría jurar que a pesar de la oscuridad y la escasa luz de la luna, lo vi palidecer.

— Como todas las mujeres, mi amigo, sólo que antes no lo veíamos, de delicadas y frágiles no tienen nada, son más fuertes que nuestro género.

— Y eso no te lo discuto, ahora vete antes de que tu esposa se percate que te levantaste.

— Me voy. No quiero que Jelena me encuentre en el pasillo, nos vemos por la mañana.

Comenzando a caminar rápido por el pasillo, bajando los escalones de dos en dos, tomé las llaves de mi auto y abandoné la mansión consciente de los escoltas que vienen en el auto tras el mío, viendo la calle prácticamente vacía, conduciendo a alta velocidad aprovechando que no habría molestos inconvenientes, estacionando fuera del bar 24 horas en el que Can estaba esperándome con el trago servido, sentado en la barra.

— Vaya, a alguien la paternidad le está afectando — dije a modo de saludo, palmeándole la espalda— ¿Cómo está Nisa y el bebé?

Tomó su trago y me sonrió, bebiendo y luego golpeándome el brazo con la palma extendida una sola vez en lo que yo tomaba asiento en el taburete junto al suyo.

— Sorpresa. No es uno, son dos, gemelos o gemelas, y están estupendo, Nisa está estupendo también, así que como verás, estoy encantado con la noticia, prácticamente conseguí lo que quería, atrapar a Nisa y a la vez, tener hijos, tu hija la mona parlanchina hizo que me gustaran los niños, quiero una como esa.

Mi primera reacción fue reír e ir hacia él, dándole un abrazo, golpeándole la espalda mientras él repite el gesto, riendo conmigo, feliz el hombre.

— Felicidades, Can, bienvenido al mundo de los hijos, y que Tanya no te engañe, es una hija toxica que intentó extorsionarme ahora para que no me fuera, todas las chicas son iguales de extorsionadoras, cuidado con que te salgan gemelas.

— Le diré a Jelena que dijiste eso.

Carcajeó en lo que nos separábamos y seguíamos bebiendo.

— No le digas por favor, últimamente tiene periodos de tiempo en los que su mal humor me asustan.

Temblé.

— Espera, espera... ¿Tiene bipolaridad o...?

— Segunda alternativa, mi amigo, soy increíble, Jelena está embarazada, mellizos ¿Cómo lo ves? Mi mujer es altamente fértil, y debido a su historial familiar, en vez de un bebé, son dos, fuimos ayer a hacer la ecografía, mi mujer me quería matar porque tres ya eran multitud para ella, cuatro son demasiado, pero sé que le encanta la idea tanto como a mí.

— Felicidades amigo, me alegro que resultaran tus suplicas de rodillas, marica, tu mujer por fin te dio lo que tanto querías.

— Más hijos, sí, yo quería más hijos y accedió.

Sonriendo feliz.

No me interesa que me diga marica, es cierto que rogué por bastante tiempo, así que no es mentira en su totalidad.

— Nuestros hijos tendrán edades parecidas — dijo Can— Imagínate lo mucho que se divertirán.

— Y espera que hay más, Delano también será padre, Ivanna se cuidaba con pastillas anticonceptivas y las mierdas le fallaron, así que, sorpresa, tres embarazadas en poco tiempo.

Can bebió por completo su vaso pidiéndole al barman una más, señalándome.

— Putas pastillas esas, a Nisa le pasó lo mismo, así quedó embarazada, le fallaron esas mierdas.

— A Ivanna no le hace mucha gracia, pero tampoco le desagrada, al comienzo se quería lanzar por las escaleras, ahora se esfuerza más por entrenar y aprender antes de que nazca el bebé, quiere ser capaz de protegerlo de ser necesario, no ser un obstáculo.

— Aprenderá y aprenderá rápido, es una chica hábil, inteligente y tiene las ganas, que es lo más importante, me alegro por ella, felicítala por mí.

— Le diré en tu nombre, se pondrá feliz al recibir más felicitaciones, le gusta ser el centro de atención a la loca esa, vieras el escándalo que hubo en casa cuando se enteró, vino toda la tropa.

— ¿Y la tropa es...?

Mirándome confundido.

— Las prostitutas estríper de sus amigas y los vedettos con los que se junta, mi esposa se encerró con ellos toda la tarde y yo sé lo que hacían a puertas cerradas antes de que nosotros comenzáramos a salir, follaban todos con todos con ella ahí mismo, me costó horrores ni interrumpir la fiestita privada que tenían.

— No interrumpiste porque te da miedo Jelena — carcajeó— Admítelo, tu mujer te gobierta.

Me encogí de hombros.

— Y eso me gusta, no te voy a mentir, me siento extraño cuando no me cela o no quiere mi atención, me siento inútil y poco querido, así que no me interesa si es Chernóbil en persona, yo así la quiero a mi pequeña esposa radioactiva.

Pidiendo que me rellenaran el vaso, consciente de la manera en la que estoy sonriendo.

— Eso quiero joder.

Dijo Can, señalándome.

— ¿A qué te refieres?

— Quiero que Nisa sea una novia tóxica que me cele por todo ¿Es mucho pedir? Quiero que no me deje respirar de pegajosa, pero la muy... perra sólo le gusta follar conmigo. Yo sé que si no fuera por el embarazo, no estaríamos saliendo, ni siquiera le pregunté si quería salir conmigo cuando yo ya lo daba por hecho, y he intentado por todos los medios que quiera casarse conmigo, pero sigue diciendo que lo hará cuando a ambos nos nazca y que no quiere que haga cosas sólo porque ella está preñada ¿Cómo no entiende que ya es mi mujer, pero quiero que lleve mi puto apellido? ¿Por qué las mujeres se complican tanto la vida?

Suena bastante desesperado y yo lucho por no reír, es divertido ver al turco sin sentimientos de esta manera, prácticamente rogando por matrimonio y cariño, mendigando las sobras de un amor que Nisa no sabe sentir aún, pero está aprendiendo.

— Eso digo yo, es fácil, es cosa de decir sí o no, si ya están juntos ¿Qué más da casarse? Afortunadamente Jelena no me ha pedido el divorcio, tú sabes que yo me casé porque Delano nos hizo firmar los documentos sin darnos cuenta.

— ¿Delano haría eso por nosotros? Podría firmar y fingir demencia.

Me sorprende que hable tan en serio, parece que Nisa realmente es importante para él, la obsesión de la chica del ascensor le pegó fuerte.

— Te lo prestaría, pero Nisa es como Jelena y sé que mi hombre perdería las extremidades si tu loca se entera de lo sucedido, así que mejor no, sólo preguntale claramente.

— ¿Qué le digo? Llego a casa, la despierto y le pregunto "¿Nos casamos o qué?" ¿Así?

Rodé los ojos, negando.

— ¿Puedes intentar pensar un poco más allá? Si algo he aprendido luego de vivir con mi bestia personal — dije— Es que a las mujeres les gustan los detalles ¿Cómo te propones sin anillo?

— ¿Quién te dijo que no tengo uno? Lo compré en cuanto supe que está embarazada, tengo mis ideas muy claras — tomando la caja de su bolsillo, mostrándome la enorme piedra en su interior— Quiero que todos vean que está ocupada ya, que ni siquiera la miren porque sabrán que es una mujer de lujos y nunca en su vida podrán pagarle un anillo así.

Mirando con soberbia su adquisición.

— Lo bueno es que eres humilde, mi amigo.

Me burlé.

— No voy a cambiar jamás — encogiéndose de hombros— Quiero llenarla de lujos a ella y a nuestros hijos, quiero llevármela de regreso a Estambul, pero le está yendo bien aquí, estoy pensando seriamente en pedirle a mi padre que se haga cargo de la compañía para quedarme aquí y cuidarla.

— Creo que deberías darle un poco de espacio, es lo que ella quería después de todo.

Pidiendo la botella esta vez, no beberemos ni uno, ni dos, ni tres tragos más, beberemos muchos y será molesto estar pidiéndoles que nos sirvan una y otra vez.

— ¿Le darías espacio a Jelena?

Contraatacó.

— No.

Respondiendo de inmediato, sabiendo que no podría quedarme tranquilo sabiendo que está sola en otro país, con sus enemigos respirándole en la nuca y embarazada, jamás podría estar tranquilo en ese escenario.

— ¿Lo ves? Apenas duermo por las noches, necesito saber que ella está bien, no sólo escucharla decirlo, o saber de la boca de los imbéciles con los que vive que está todo bien con ella, yo quiero verlo, y no me quiero perder el proceso, las panzas crecen rápido, los bebés crecen rápido, quiero verlo.

Suspiré.

— No podría decirte nada, sería muy hipócrita de mi parte, te entiendo y comparto tu decisión, pero esto depende de lo que ella quiera, sabes que Nisa es capaz de mandarse a cambiar si harás algo que a ella no le parece bien, es mejor que siga aquí, dónde ya sabes y con personas que la cuidan bien a que desaparezca y no la encuentres.

— Prométeme que si algo llega a suceder, serás el primero en socorrerla, estarás mucho más cerca que yo — estirando un papel hacia mí— Es la dirección, los números de teléfono y los nombres de los idiotas, sé que te pido mucho, pero en caso de que Nisa no quiera que me quede... bueno, estás tú y Jelena por aquí, podrán ponerle un ojo encima.

— Mmm... no está tan lejos, puedo ponerle unos escoltas permanentes para que te quedes tranquilo, no me cuesta nada protegerla.

— Gracias — suspiró aliviado— En parte por esto venía, necesito un plan B, lo más probable es que esa mujer no deje que me quede con ella.

Suspiró desilusionado, me reiría, pero mi mundo gira en torno a mi familia ahora, y lo que ocurra con ellos está completamente ligado a mi estado anímico, si ellos están bien, yo estoy bien, si están mal, yo estoy peor.

Así es como funciona ser padre y esposo.

— Yo pienso igual, Nisa es... especial, como Jelena, mujeres que nacieron para dar pelea toda su vida, te prometo que las voy a juntar un día de estos para que hablen sobre sus pies hinchados, su apetito y mal humor — suspiré— Jelena tenía problemas alimenticios, quien diría que embarazarse sería su remedio, ahora come por tres, cuatro, cinco personas, tiene un hambre impresionante.

— Nisa es muy complicada con las comidas, tiene TOC y normalmente repite su rutina de todos los días para no pasar por una crisis, pero el doctor de aquí le ha ayudado bastante y es capaz de comer a deshoras ¿Me creerías si te digo que hice brownie para ella? Yo, me levanté durante la noche y le hice sus brownies, la desperté y se los comió acompañándolos con un té, la estoy mimando demasiado a la caprichosa esa, pero... no puedo ser diferente ¿Eso te ocurre?

— ¿Querer complacerla siempre y no esperar a que me lo pida para hacerlo? Sí, lo hago y me gusta hacerlo, quiero complacerla siempre.

— Estamos muy jodidos.

Dijo este y yo no pude estar más de acuerdo.

— Bastante, pero no cambiaría esto.

— Yo tampoco — respondió— Y pronto la convenceré de que me dé el SÍ —Mirando el anillo— Quiero estar casado con ella antes de que nazcan los bebés.

— Difícil misión, pero suerte.

— Siempre consigo lo que quiero.

Se defendió.

— No con ella, mi amigo.

Debatí.

— Verás que esta vez sí, seré tan atento que no se dará ni cuenta cómo se enamoró de mí.

Su decisión me hizo reír, allá él y su mundo de fantasías, a Nisa tendrá que comprarle más que un bonito anillo para ganársela, a esa chica lo material en realidad no le importa, pero si es atento y dedicado claro que le darán el SÍ que tanto quiere.

***

Para cuando nos dimos cuenta, estábamos demasiado ebrios, el reloj marcando las nueve de la mañana, me salté el desayuno en casa y en definitiva Jelena me va a asesinar con la mirada en cuanto me vea, para luego, en privado, asesinarme en serio por salir sin contarle, debió preocuparse sabiendo que Yakov, Ilias y Aslan siguen dando vueltas por ahí, aliados y peligrosos, bien escondidos.

Sólo por eso, la dejaré descargar su frustración conmigo.

— Hola amor.

Tambaleándome de un lado a otro, apoyándome en la pared, admito que se me pasó la mano con los tragos, bebí demasiado.

— Ni te molestes, Tanya ya me dijo dónde estabas.

Dando un paso a la derecha, con la intención de pasar de mí y seguir su recorrido por el pasillo.

— Oye ¿Y mi regaño?

Cortándole el paso.

— ¿Eres masoquista? ¿Por qué querrías que te regañara?

Alzando una ceja en mi dirección, parece bastante confundida.

— Bueno, me gusta como suena tu voz cuando me regañas ¿Podrías hacer el esfuerzo?

Pedí casi con emoción, quizá sí soy un poco masoquista.

— Es que no estoy enojada ¿Por qué te regañaría? — sonriendo— ¿Cómo está Nisa? ¿Le contaste las buenas nuevas de aquí a Can?

— Sí, se las conté y manda sus saludos y felicitaciones, en cuanto a Nisa, son dos, tendrá gemelos, así que nuestros hijos tendrán niños de su edad para jugar, el de Ivanna y el de Nisa, será divertido tener tantos niños dando vueltas por ahí.

Suspirando ilusionado, mirando el horizonte prácticamente, estoy muy contento con el hecho de ser padre otra vez, con poder ver como es el proceso del embarazo en mi mujer.

— Sí será muy divertido, pero me gustaría mucho más si ese grupo de imbéciles estuviese muerto — suspiró— No me siento tranquila. Mis hermanos no aparecen, ya no sé qué hacer.

Erguí mi postura esforzándome realmente por mantenerme de pie por mi cuenta, yendo hacia ella, besando su frente.

— Los encontraremos, tienen que estar por ahí, tarde o temprano van a aparecer esos imbéciles, no podrán esconderse por siempre, y cuando aparezcan...

Consciente de que me estaba yendo directo al piso, regañándome internamente al obligarla a hacer fuerza para sujetarme, tomando mi brazo para que rodeara sus hombros.

— Ok mi león, vamos a la cocina para que desayunes algo haber si se te baja la borrachera ¿O quieres dormir?

— Si estás en el menú, quiero comer, si serás mi almohada, quiero dormir ¿Qué eres?

Carcajeó y negó mirándome sonriente.

Sí, está de buen humor porque ya comió, llegué a buena hora.

— Tu esposa que te dice que comas y luego vayas a la cama ¿Entendido? No has dormido prácticamente nada.

— ¿Y tú qué? Alguien tiene que preocuparse que estés bien, y ellos estén bien.

Apoyando mi mano en su panza ligeramente abultada, que sean dos hace que su panza crezca mucho más rápido y muero por verla embarazada, muy embarazada.

— Puedo hacerme cargo por unas horas, tú no te preocupes, mi pobre león.

Entrando juntos a la cocina, dejándome sentado en una silla frente a la mesa de madera que aquí manejamos, viéndola moverse por el lugar mientras tararea una canción y se acaricia la panza cada tanto mientras piensa "¿Qué le daré de comer al imbécil de mi esposo?" manteniendo esa expresión calma y bonita que maneja cuando está alimentada.

— Jelena.

— ¿Sí?

— Te ves hermosa el día de hoy.

Apoyando mi cabeza en ambas manos, con los codos sobre la mesa, viéndola moverse con habilidad por el lugar.

— Me dices lo mismo todos los días, Alexander.

— Y es que todos los días te ves hermosa.

— Tú también estás muy guapo hoy, Alexander, hoy y todos los días, mi tipo ideal.

Dejé la mesa y me acerqué a ella, acorralándola contra la isla y mi cuerpo, apoyando mis manos a los costados de sus caderas, sobre la superficie dónde estaba por picar unas frutillas, besando su hombro desnudo, lleva puesto un top y unos pantalones de pijama, y para mí, sigue siendo la mujer más sexy del mundo.

— ¿Estás provocándome, Jelena?

Acercándome a ella, susurrando en su oído.

— Alexander, según tú siempre te provoco, te pones duro por las cosas más absurdas, todo el tiempo estás cachondo.

Acariciándome bajo la camiseta con lentitud, ella sí que está provocándome, pero le encanta jugar al gato y el ratón.

— ¿Y no estás ni un poco tentada? Porque es cosa de decírmelo bebé y yo me regreso a mi silla.

Estiró sus brazos y acarició los cabellos en mi nuca, besando mi mejilla.

— Quiero, claro que sí, pero cuando estés sobrio, apenas te puedes poner de pie, te puedes caer y me puedes llevar contigo, eso sería peligroso para los bebés, así que luego de tu siesta, búscame y fóllame, que de ti siempre tengo ganas.

Besándome la mejilla otra vez, golpeteando con suavidad mi brazo para que me hiciera para atrás y la dejara seguir con lo suyo.

— Mira bebé, te diría que estoy en condiciones de cumplir con mis obligaciones de marido, pero tienes razón, bien podría llevarnos a ambos a piso —retrocediendo— Me comportaré, por ahora, pero te buscaré más tarde para cobrarte la palabra.

Señalándola, viéndola reír mientras rodea la isla con la intención de poder mirarme mientras corta la fruta y pone la cafetera, tarareando otra vez esa canción de cuna que le canta a Alex para hacerlo dormir, canción que sin darme cuenta le comencé a cantar a mis niños también.

— ¡Papi! ¡Sí regresaste!

Celebró mi princesa, saltando sobre mí para que la cargara, abrazándome por el cuello.

— Te dije que regresaría, parlanchina — abrazándola— Sólo fui a ver al tío Can, me contó que Nisa tendrá dos bebés, igual que mami, así que será divertido cuando nos reunamos todos ¿No crees?

— ¡Será divertido! Llama al tío Can, quiero hablar con él.

Exigió.

— Debe estar durmiendo ahora, más tarde lo llamo y...

— ¡Llámalo papi, llámalo!

— ¡Lora cabezota! ¡Tanya! ¡Mocosa hija del diablo! ¿Dónde te metiste?

Ambos giramos la cabeza en dirección a la puerta, Tanya se bajó con rapidez y se ocultó tras la puerta, usando su dedo índice para decirme que me mantuviera callado.

— Es que el tío Delano quiere que le dispare teniendo una manzana en la cabeza y no quiero hacerle daño, puedo fallar, así que me escapé.

Contó en susurros, acuclillándose en el piso.

Vaya... Delano debe confiar mucho en mi mocosa como para cometer una locura como esa.

— Yo hablo con él, deja de esconderte — estirando mi mano hacia ella— ¿Quieres practicar conmigo hoy? Te conseguiré blancos de carne para que practiques hasta que te sientas confiada ¿Qué dices?

— ¡Sí! — saltó— Al tío Delano me da miedo lastimarlo, pero me da igual si son blancos de carne, papi yo le digo al tío, come primero, vengo por ti en un rato.

Corriendo en dirección al pasillo para ir a buscar a su compañero de travesuras y mi mejor amigo.

— ¿Te saltarás la siesta entonces?

Preguntó mi esposa, acercándome el café, el sándwich y la fruta, tomando asiento a mi lado, robándome una frutilla.

— Sí, puedo dormir en otro momento — encogiéndome de hombros— Tanya me necesita ahora.

— Me encanta que...

— ¡Ayuda! ¡Alexander! ¡Jelena! ¡Mi papá!

Irina entró a la cocina jadeante, blanca como el papel, temblando de pies a cabeza.

— ¿Qué sucede? — preguntó mi mujer, poniéndose de pie rápidamente, acercándose a ella— ¿Vino Yakov?

— Está afuera, me llamó — comenzando a llorar— Dijo que viene por mí, que sus negocios... — se ahogó, le cuesta hablar— Que sus negocios van mejor cuando soy su moneda de cambio, que... que...

— Nadie se va a llevar a nadie —la sostuvo por los hombros— Escúchame Irina, necesito que estés en tus cinco sentidos — moviéndola— Vas a ir a alertar a las demás mujeres, te las llevarás a todas al cuarto de pánico que hay bajo el despacho, no los encontrarán ahí, te llevarás a mis hijos y mi león también ¿Puedo confiarte eso?

— Sí — secándose las lagrimas incapaz de controlar el llanto— Puedo hacerlo, confía en mí.

Asintió rápidamente.

— Bien, corre entonces, confío en ti, Irina.

— Lo haré, lo haré bien, no te preocupes.

Intentando mantener el control, dejando la cocina atrás.

— Tú ve al baño e intenta vomitar — volteó a mirarme— Si no te sientes capacitado, te vas al cuarto de pánico también, porque no quiero que seas un estorbo, si te sucede algo Alexander, me muero — observándome afligida— Ve rápido, movilizaré a nuestra gente.

Dejando la cocina con rapidez, olvidándose del embarazo y del peligro que la acecha con mi abuelo cerca.

Mierda... esos hijos de puta no nos dejan vivir en paz, simplemente no nos dejan... 




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BUENAS BUENAS BBCITAAAAAS

AYER ME QUEDÉ DORMIDA JAJAJAJAJA LO SIENTO, PEEEERO

MAÑANA TENGO LIBRE, ASÍ QUE PUEDO REGRESAR POR PARTIDA DOBLE

LA COSA COMIENZA A PONERSE INTERESANTE DESDE ESTE PUNTO EN AMBAS HISTORIAS

ES QUE NI SE IMAGINAN LO QUE LES TENGO PREPARADOOOO

CAN, ALEXANDER Y DELANO SERÁN LOS PAPIS DEL AÑO SIN DUDA

¿CÓMO SERÁ IVANNA DE MAMÁ? YA LO AVERIGUAREMOS

TODO CULPA DE LAS PASTILLAS ANTICONCEPTIVAS ESAS QUE LES FALLARON A NISA E IVANNA

JELENA PARECE ESTAR TOMANDOSELO CON CALMA... HASTA AHORA

YAKOV SIMPLEMENTE NO LOS DEJA EN PAZ

¿DÓNDE ESTARÁ ILIAS Y ASLAN?

NOS LEEMOS PRONTO BELLAS, BESITOS EN LA COLA







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