2. Mi primera fiesta.
Los ojos de Roxy me miran con una rabia indescriptible, aunque por su extraño brillo puedo deducir que no está del todo en sus cabales. Debe estar mareada. Nunca pensé que tendría a la mujer que admiro tan cerca, mucho menos mirándome de una forma tan amenazadora. No quiero convertirme en su enemigo. Por Dios, he querido conocerla más a fondo desde que la vi por primera vez al entrar aquel día al salón de clases. No fue difícil fijarme en ella, siempre llega tarde, pero su estilo único y su actitud tan segura me hicieron querer conocerla mucho más.
— ¿Dijiste... Grenford? —pregunta uno de ellos.
Alzo la mirada, sintiendo como la rabia se va desvaneciendo. Los mastodontes que acompañan a Roxy comienzan a flaquear. Sus miradas hacia mí ya no son de odio. Ahora parecen asustados de cierta forma.
—Mierda—farfullo.
Otra vez está pasando esto. Todo por la estúpida reputación de mi familia. Tiene tanto poder que su influencia se esparce por múltiples sectores del mercado de Londres. Si mi madre quisiera, podría hundir la vida de cualquiera. Todos los sabían. Es por esto que no puedo ser una persona normal. La mayoría de las personas en la universidad saben que el hijo de la familia Grenford estudia entre ellos, pero muchos ni siquiera saben quién es. Y ahora que los amigos de Roxy lo saben, no volverán a tratarme como a una persona normal. De nuevo me he convertido en una pieza de exhibición.
—Lo siento, hombre—dice uno de ellos—. No lo sabía.
Por supuesto que no lo sabía.
—Roxy—otro de sus amigos la jala del brazo—. Déjalo. No te metas con él.
— ¡Claro que no! ¡Este imbécil tiró mi cerveza!
—Hermana... —balbucea Holly. Me siento mal por ella por un segundo. Todo esto debe resultarle bastante incómodo.
—Esto no se queda así—farfulla Roxy—. ¡Largo de mi fiesta!
—Llama a Ashton—le dice uno de ellos a otro.
—Hazlo y te corto las pelotas—se voltea Roxy, viéndose inflexible. Los tipos de atrás la miran con una cara larga—. Bien, ¿quieren solucionar esto sin violencia? Así lo haremos. Tráiganle una silla al nerd.
¿Qué?
—Félix—Holly me jala de la manga con su pequeña mano—. No hagas esto.
¿Qué? ¿Qué no haga qué? ¡Yo no he hecho nada!
Entre el tiempo que Roxy da la orden y una pequeña butaca aparece frente a mí, sus ojos amenazadores no se despegan de los míos. Cuando mi cerebro parece despertar de su letargo lo suficiente como para comprender lo que está pasando, comienzo a hacerme millones de preguntas. Roxy quiere que me siente con ella. Trato de no parecer un adolescente ridículo por la emoción extraña que me está naciendo en las entrañas, pero la mirada de Roxy no me deja tranquilo. Holly parece preocupada, tanto que jala la manga de mi chaqueta en una súplica silenciosa. ¿Esto no debería ser algo bueno? ¿Entonces por qué las hermanas Knight actúan como si no lo fuera?
—Por favor... solo vete—escucho a Holly murmurar.
No. No voy a irme. Sea lo que sea que esté planeando Roxy no es amistoso, pero no voy a permitir que me pisoteen.
Me siento en la silla frente a ella. Roxy recuesta sus codos sobre sus rodillas, como si estuviera a punto de retarme. Chasquea sus dedos sin separar sus ojos de los míos, y alguien comienza a correr detrás de ella hacia otra dirección. Se nota que Roxy tiene mucho poder entre los estudiantes. Casi parece la cabecilla de una mafia.
Tiempo después, varios tipos de alcohol de los cuales no conozco el nombre de ninguno aparecen frente a mí.
—Este es el asunto —suspira—. Tiraste mi cerveza y me hiciste enojar.
—Roxy...
—Shh. No digas mi nombre. Me das nauseas —dice, haciendo que un sentimiento muy pesado se instale en mi estómago—. Vas a tomar conmigo. Pero como eres un lelo que no aguanta nada, saldrás de aquí tras los primeros dos tragos.
— ¿Qué? ¿Por qué?
—Es la tradición—balbucea Holly bajito, como para que solo yo la oiga—. Los emborracha hasta que vomitan, luego los humilla y ellos no vuelven a meterse en su camino.
— ¡Porque sí! ¡No seas tan preguntón!
¿Eso es lo que pretende? ¿Humillarme? Mi admiración por Roxy y mi dignidad parecen librar una batalla campal en mi interior por varios segundos. Ella nunca me tomaría en serio si tan solo cedía a sus demandas. Quiero ser libre y tengo tanto derecho como todos los demás de divertirme.
Tengo derecho de estar aquí.
—Bien—accedo. Roxy sonríe con malicia—. Pero si al final resisto más que tú, me deberás un favor.
Roxy se ríe con sorna mientras sus amigos se miran entre ellos. Me tienen mucho respeto, no, más bien le tienen mucho respeto a mi apellido. Aunque Roxy es maravillosa quiere destruirme. No se lo dejaré tan fácil. En el fondo de mi mente una vocecita sigue gritando que me marche, que esto no es buena idea, que nunca debí haber salido de mi habitación.
Pero ya es demasiado tarde para escuchar a mi cerebro.
— ¿Deberte un favor a ti? ¿A cuenta de qué?
—A cuenta de que soy Félix Grenford —le digo con autoridad. No me gusta utilizar mi estatus como arma, pero estoy cansado de que me marginen—. Si no lo haces, mi familia te hundirá a ti también. Olvídate de ser una cantante, de Danger Knight y de tus sueños.
Me duele hacerle esto a Roxy, pero es la única forma de que me escuche. De repente tengo tantos ojos sobre mí que ni siquiera estoy nervioso. Me siento valiente e importante. Tengo poder sobre ellos, puedo hacer que paguen por hacerme sentir como un bicho raro.
—O puedes dejarlo ir—uno de sus amigos la sacude del brazo—. Vamos Roxy, no hagas esto.
—Yo no dije que fuera a irme—menciono.
Roxy me mira con una ceja alzada y ojos brillantes. Su boca está ligeramente abierta de una manera tan hipnotizante que por un momento me quedo observándola más de lo necesario.
Tengo que concentrarme.
—Félix Grenford, ¿eh? Sí, he oído de ti—murmura Roxy con tono hosco—. Un niño de mamá.
La miro con rabia. Tocó una fibra sensible. No me hagas odiarte Roxy, te lo suplico. Tú no.
—Al menos tengo mamá.
Un silencio sepulcral se forma en el lugar. Alzo la mirada, puedo ver a los dos integrantes de la banda mirando desde atrás. Siento como Holly aprieta mi hombro, pero su mano tiembla. ¿Holly temblando? Eso es muy raro.
De repente la mirada de Roxy se ha vuelto dolorosa. Mierda, no me digas que...
—Roxy...
— ¡Cállate! Tú, Félix Grenford, te crees demasiado importante y quieres usar tu voluntad para que ceda contra ti. No te voy a permitir que acabes con la banda, pero tampoco permitiré que me faltes al respeto.
— ¿O sea?
—Si resistes esto sin vomitar—señala las botellas— te haré tu estúpido favor.
Me quedo embobado como por un minuto completo mientras muchas personas me miran con curiosidad. No puedo creer que ella haya accedido a eso. Mi rabia fue mayor que mi miedo y eso me trajo hasta aquí. Roxy me mira con diversión, como si supiera que no voy a soportarlo. Ella no tiene ni idea.
—Bien.
—Bien—repite ella.
—Bien.
Ashton, el bajista de la banda y la mano derecha de Roxy, se acerca a ella.
—Por favor, no otra vez con estas mierdas. Roxy, ya habíamos hablado de-
— ¡Deja de ser amargado! Además el niño quiere probar que es lo que tanto toman los adultos—se burla ella, haciendo un puchero hacia mi dirección—. ¿No es verdad, pequeñín?
Ashton me mira.
—No metas a nuestra banda en esto solo por una impulsividad de Roxy. Solo vete.
Por un momento me siento muy mal. Ellos de verdad se sienten amenazados. De hecho, de poder destruir su banda, si podría. ¿Pero por qué lo haría? Son mi inspiración, aunque ellos no saben eso.
Agacho la mirada, herido porque es la cuarta persona que me ha pedido que me vaya esta noche. No voy a hacerlo. Siempre me quedo a un lado solo para no molestar a personas como estas. Pero esta noche me siento más valiente y no pienso soportarlo más. También tengo derecho a divertirme. Puedo estar donde se me dé la gana, joder.
—No.
—Grenford...
—Dije que no.
Acabo de callar al bajista de la banda. No puedo creerlo.
Ashton parece querer matar a Roxy con la mirada, como si no fuera la primera vez que se mete en problemas de este tipo. Los integrantes de la banda parecen realmente asustados de que mi familia pueda hundirlos. No puedo ver la reacción de Holly porque está detrás de mí, mientras que Roxy sigue sin cambiar de parecer.
Toma una de las botellas y sirve un trago. Me lo tiende.
—Menos charla y más acción.
Olfateo el trago. Puedo sentir el ardor llegando hasta mis ojos. ¿Seguros que esto es apto para el consumo humano? ¿No está diseñado más bien para camiones o algo así?
Pero yo me busqué esto. Así que sin tardar más, bebo.
Así inicia una larga ronda en la que Roxy y yo comenzamos a beber trago tras trago, para ver quien aguanta más. Las botellas se van vaciando poco a poco y las personas que antes parecían asustadas por mi presencia ahora parecen maravilladas por el espectáculo. Bebo trago tras trago, empezando a pillarle el truco a esto. La gente empieza a gritar.
— ¡Fondo, fondo, fondo!
Me siento muy animado. Definitivamente esto es mejor que estar encerrado en mi habitación. Por primera vez en mucho tiempo me siento libre.
—Oye, ¡no está nada mal! —digo, contento.
Me siento más animado de lo normal. Debe ser el efecto del alcohol. ¿Esto es estar borracho? Pero aún estoy consciente de mis acciones. Medianamente.
Alzo la mirada. Roxy está con la mirada borrosa, le cuesta mantenerse recta en su silla. ¿Qué pasa reina del rock? ¿Ya te rendiste?
Entonces lo inesperado sucede.
Es ella la que vomita.
La mayoría de las personas se echa para atrás y yo me echo a reír. Algunas personas también se ríen. Roxy pasa su brazo por su boca para limpiarse con un aire de rabia, y me mira. Luego baja la mirada hacia las botellas vacías.
Me adelanto en mi silla y sonrío con malicia.
—Creo que me debes un favor.
— Sigues vivo, cabrón... ¿Cómo...?
—Tengo buen metabolismo—me encojo de hombros.
Ashton se acerca a Holly, a duras penas puedo escuchar lo que le dice.
—Necesitamos desviar la atención. Vamos a tocar. ¿Estarás bien cantando sola?
Me volteo ligeramente. Veo como Holly mira a Ashton con algo de preocupación.
— ¿Y Roxy?
—Déjala que se enfríe un rato—le dice. Los ojos de Ashton me miran desde las alturas. Se queda mirándome fijamente, y sin apartar la mirada de mí coge el brazo de Holly y dice: —Vamos.
Ambos se van, dejándome con una sensación de pesadez en el estómago. No quiero que la banda me odie, ellos son mi inspiración aunque no lo sepan. Me pregunto si los miembros de la banda me odian ahora. Roxy no, está muy ebria para odiar a alguien.
No quiero que Holly me odie. Es mi amiga y mi intención no era lastimarla.
Un rato después, la conmoción por la competencia de tragos parece haber bajado, sobre todo cuando Danger Knight comienza a tocar y las personas se arremolinan a su alrededor. Roxy se queda sola sentada en su silla, mirando las botellas con tristeza. Quiero ver a la banda, pero no voy a dejarla aquí sola.
Por la forma en la que la dejaron aquí, parece que están acostumbrados a que Roxy meta la pata. ¿Qué más habrá hecho?
—Oye.
— ¿Qué? —farfulla. Parece una niña caprichosa.
Me río.
—Ya no hay nada en esas botellas.
—No es cierto—dice, alzando una de las botellas para alzarla sobre su boca. Cuando ve que no cae nada, la baja con frustración—. Ya no hay.
— ¿Ves?
—Mhm.
El silencio comienza a volverse increíblemente incómodo. Volteo la mirada y veo que los hombres que antes acompañaban a Roxy ahora celebran con cervezas y fuman mientras disfrutan de la música de la banda. ¿De verdad no les importó dejarla aquí?
— ¿Qué estas mirando, animal? —se ofusca ella.
—A tus amigos—murmuro, sin apartar la vista de ellos.
— ¿Mis amigos? —mira hacia mi dirección, y de repente se echa a reír—. ¡Ellos no son mis amigos!
— ¿Cómo?
— ¿Qué? —me sonríe con malicia— ¿Nunca has oído el término «Amigos falsos»?
Me congelo. ¿Qué está tratando de decirme? ¿Qué estas personas realmente no se preocupan por ella?
Se levanta.
—Pff. ¿Por qué estoy... hablando contigo?
Roxy trata de dar un paso, pero tambalea. Cuando veo que está a punto de caer, me pongo de pie por incercia resorte y la agarro. Ella parece resistirse por un momento, pero no tiene fuerzas. Deja caer sus brazos y recuesta su frente contra mi pecho. La escucho suspirar. Me quedo mirándola por un momento, anonadado. Esto casi parece un abrazo. Casi.
— ¿Roxy?
—Tu suéter es suavecito... ¿Dónde lo compraste?
Trato de contener una sonrisa porque ni siquiera estoy usando un suéter. ¿Y si esta chica no es tan mala como quiere aparentar?
—No sé. No recuerdo.
—Mierda.
— ¿Qué?
—Voy a vomitar otra vez.
¡¿Qué?!
Roxy hace un sonido gutural y me alarmo de inmediato. ¡No quiero que me vomite encima! Miro hacia los lados. No sé dónde hay un baño. ¡Tal vez en el segundo piso! No hay tiempo para pensar, así que la agarro de la muñeca y comienzo a jalarla mientras busco un baño. Trato de que no nos vean, no quiero que su reputación se vaya más por el suelo. Seguro que no le gustaría ser vista de esta forma con alguien como yo. Aunque el pensamiento me duele, lo ignoro y subo las escaleras. Me meto a un pasillo tratando de adivinar cuál de estas puertas es el baño, pero antes de que pueda lograrlo Roxy se suelta de mi agarre con fuerza.
Y vomita en el suelo.
¡Qué asco!
Me quedo ahí, estático, mirando como la chica que admiro y que me odia vomita frente a mí. Cuando termina, suelta un quejido lastimero y se queda mirando su propio vómito con demasiada atención.
—Otra vez no... —se queja, y por un momento suena tan triste que me conmueve.
¿Esta es Roxy Knight, la chica más fuerte y decidida que conozco? No parece.
Me acerco a ella y saco un pañuelo de mi bolsillo. Comienzo a limpiar los rastros de vómito que quedan en sus labios. Bueno, pudo ser peor. Al menos no se vomitó en la ropa, bueno, solo algo en sus zapatos. Sé que no debería tomarme tantas confianzas, pero tampoco es que pueda dejarla en estas condiciones. Aunque después me odie por esto.
—No es tan grave—le digo en voz baja.
—Vomité...
—Sí, bueno, mantengámoslo en secreto, ¿quieres?
Saco mi celular para ver la hora. ¿Son las cinco de la mañana? ¿Cuánto tiempo estuvimos bebiendo? El tiempo vuela cuando te diviertes. De verdad me divertí mucho. Me gustaría poder repetirlo, volver a estar en una fiesta con Roxy y con los demás. La miro, tambaleante en su sitio y con los ojos cerrados.
Sé que es la primera y última vez que me permitirán hacer esto. Roxy me odiará cuando despierte, las personas libres me juzgaran por lo que vieron esta noche y no me permitirán volver a salir con ellos nunca más. Eso sin contar con que no pude hacerme amigo de nadie esta noche, por lo que no tendré una excusa para volver. Más bien parece que tengo más enemigos.
A menos que vuelva a tener un impulso como este, creo que no volveré a experimentar esto. Bajo la mirada. ¿Por qué me duele tanto? ¿Es porque voy a volver a mi cárcel personal?
Esta es la primera y la última vez que podré salir así. Puede que a la próxima no tenga el valor para tomar el impulso.
Tal vez deba irme ya. El campus no está muy lejos y creo que a pesar del mareo puedo llegar. Pero antes voy a acostar a Roxy en algún sitio. La tomo de la muñeca y la jalo –esta vez con más paciencia- mientras busco alguna cama en este lugar. No sé de quién sea esta casa, pero espero que no le moleste tener a la vocalista de Danger Knight durmiendo en una de las camas. No, no creo que le moleste.
Finalmente encuentro una habitación con una cama individual. Siento a Roxy en el borde de la cama y me arrodillo a su altura.
—Roxy. Ya me voy.
— ¿A dónde...?
—De vuelta al campus—murmuro con voz pesarosa. Al fin me voy, como todos querían desde que llegué—. Duérmete, ¿sí? Estarás mejor en la mañana.
Ella se ríe de forma lastimera.
—No creo.
Su respuesta me causa una sensación profunda de malestar en el corazón. ¿No cree? Por un momento me dan ganas de preguntarle qué quiso decir con eso, pero me contengo. Saberlo solo me traería más problemas, y creo que he cruzado suficientes límites por esta noche.
Fue muy divertido.
La ayudo a acostarse y le quito las botas que trae. Probablemente me estoy pasando, pero puedo ser muy caballeroso. Por desgracia me criaron demasiado bien.
—Espera...—balbucea justo antes de que me vaya—. ¿Cómo te llamas?
La miro, sorprendido. Le he estado restregando mi nombre en la cara toda la noche, debe estar cansada de oírlo. Pero tal vez me está preguntando mi nombre a mí y no al hijo de la familia Grenford.
Tal vez, por un pequeño momento, para ella no soy una molestia.
—Félix.
..........................................
¡Holaaaaaaaaaaaaa! ¿Alguien me escucha? Creo que este megáfono para lectores de Wattpad no funciona *lo golpea*
¡Hola a todo el mundo! Aquí vine yo, para darles mucho amor y agradecimientos a quienes me acompañan en esta nueva aventura :3 ¡Muchas gracias por estar aquí!
¿Qué les parece Félix? Es un poco cobarde, ¡pero tiene agallas! No dejará que le pasen por encima, aunque me da algo de penita. Roxy está algo loca y es medio inflexible, pero esperemos que en el futuro mis poderes mágicos de escritora puedan ablandar su corazón <3
Sean piedosos con ellos D: Este es el tipo de novelas en las que empiezas odiando un personaje y luego lo amas, luego lo odias y luego lo vuelves a amar. Tengo experiencia con eso -cof cof Alex cof cof-, por favor no me maten :'v
#AblandandoElCorazónDeRoxy
¡Nos leemos en la próxima!
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