☆♛☆ Epílogo ☆♛☆

Al final no pude pedirle matrimonio aquella Navidad.

Creí que había cubierto todas las posibilidades de lo que podría salir mal, pero lo que ocurrió estuvo fuera de mis planes.

Porque mi vida junto a Amelia era así, impredecible.

Hermosamente impredecible.

—Uff, sí entró. —Sonríe—. Por un segundo me preocupé. —Me mira a los ojos.

—Es turno de que el novio le ponga el anillo a la novia.

Me giro hacia Jack, quien se halla detrás de mí parado junto a Alex y Maya, ambos bien vestidos con trajes que combinan. Mi hermano estira el brazo y me entrega el anillo. Lo recibo gustoso y me vuelvo hacia Amelia. Ella me ofrece su mano y la tomo.

—Has estado en mis pensamientos desde el primer día que te conocí, pero no reconocí mis sentimientos hacia ti hasta que fue tarde.

Me mira fijamente y en silencio, atenta a lo que digo.

—Mi existencia te ha pertenecido desde entonces, y solo vivo y respiro para ti.

—Qué dramático. —Sonríe.

Querida, si supieras todo lo que quiero hacerte me llamarías de muchas otras formas menos dramático.

Enrosco el anillo en su delicado dedo, y beso el dorso de su mano.

—Ahora yo los declaro, marido y mujer. Pueden besarse.

No necesitaba su permiso, pero lo pasaré por alto por esta vez.

Atraigo a mi esposa hacia mí, con mis manos en su cintura, y enrosca sus brazos alrededor de mi cabeza.

—Felicidades, cariño, ahora estás atado a mí por toda la eternidad. —Ladea su sonrisa, vanagloriándose por haberme «atado».

Si supiera que es ella la que no tiene escapatoria.

Besarla nunca se ha sentido mejor, porque este es el primer beso de muchos. Nuestro primer beso como esposos.

Mi esposa. Mi querida e impredecible esposa.

—Te amo. —Sus ojos verdosos brillan con aquella entrañable intensidad.

Amo que me mire de ese modo.

—Te amo más —le aseguro.

—Eso ya lo veremos. —Esta vez ella inicia el beso, y gustoso se lo acepto.

Nos separamos, y tomados de la mano caminamos el largo pasillo que separa las dos columnas de sillas. Parientes, amigos y colegas se mantienen de pie, aplaudiendo y vitoreando en celebración nuestra.

Lía corre hacia nosotros y la cargo en brazos.

—Bienvenido a la familia, papá Frank. —Me sonríe.

Luego de un intenso debate ambos estuvimos de acuerdo con llamarme de ese modo. Al fin pude deshacerme del apodo de Exionista.

Mi suegro también se acerca, con un bebé en brazos. Y se lo entrega a mi esposa con mucho cuidado.

—Hola, cariño. —Lo va meciendo—. Has sido un buen chico, mamá luego te dará tu premio.

Los cuatro cruzamos el pasillo alfombrado, avanzando hacia nuestro grandioso futuro, uno tan perfecto que sería imposible de pintar.

Una vez salimos de la inmensa sala nos miramos a los ojos.

—¿Qué sigue ahora...? —pregunta, sin dejar de sonreír— ¿... esposo?

—¿Me lo preguntas a mí? Yo te estaba siguiendo a ti.

Se ríe.

—Hablando en serio. —Se pone serie y mira a los lados—. ¿No se supone que debíamos ir al salón de recepciones? ¿Dónde están las chicas? Aún ni me he cambiado.

—¡Ameeeee! —escucho a mi espalda.

Sus damas de honor se acercan con prisa, hablan tan rápido que no entiendo lo que han dicho y se marchan con mi esposa. Y me dejan a solas con Maya, uno de mis... padrinos.

—¿Qué esperas? —Me jala del brazo—. Tienes que cambiarte antes de que empiece la fiesta.

La sigo solo porque ya quiero ver a mi esposa, que tenerla fuera de mi campo de visión me resulta insoportable.

Las siguientes horas resultan aún mejor.

El primer baile con mi esposa.

El tercer beso con mi esposa.

El primer baile con mi hija.

El cuarto beso con mi esposa.

El primer baile con mi hijo.

El quinto beso con mi esposa.

Y lo mejor llega en la noche, en nuestro hogar.

—Buenas noches, esposo.

—Buenas noches, esposa.

—Buenas noches, mamá —dice Lía, recostada en medio de ambos.

—Buenas noches, cariño.

—Buenas noches, papá Frank.

—Buenas noches, hija.

—Buenas noches, hermanito... Como aún no puedes hablar yo les daré las buenas noches de tu parte. Buenas noches, mamá.

—Buenas noches, cariño —responde Amelia, sonriendo y con los ojos ya cerrados.

—Buenas noches, papá Frank.

—Buenas noches, hijo.

—Buenas noches, hermana mayor. —Bosteza—. Buenas noches, hermanito.

Exhalo y cierro los ojos, agotado por tan perfecto día.

—Buenas noches, papá Max... Mami, también dale las buenas noches o se va a resentir.

—Buenas... noches... Amax —dice medio dormida.

—Papá Frank, dale las buenas noches a papá Max.

Respiro hondo y ladeo mi boca.

—Buenas noches... copadre.

—Buenas noches, familia —finaliza la pequeña.

Buenas noches a todos.

☆☆☆FIN☆☆☆

☆♛♛♛☆♛♛♛☆

¡Hola!

¡Adiós!

Se acabooooooo T.T

Se acabó el condeeeeeee u.u

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Nos vemos pronto 7u7

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