Capítulo 9: "¿Puedo verla?"
☆♛☆ 9. "¿Puedo verla?" ☆♛☆
—Exionista, ¿tienes novia?
De inmediato miro a Rei, quien no tarda en notarlo.
—¿Qué? —Se pone a la defensiva—. Ella preguntó, no yo.
Y curiosamente hizo esa pregunta luego de que le murmurara algo al oído. Claro.
—No.
—¿Te gusta alguien? —Ladea su pequeña cabeza.
Rei se cubre la boca para contener la risa. Me las va a pagar.
—No.
—¿Vas a mentirle a una niña? —la ex modelo se escandaliza.
Entorno los ojos mientras la observo fijamente.
—Uf, de tanto ir al baño ya bajé dos kilos. —La señorita Thompson vuelve a sentarse—. Les aconsejo no usar el baño en la siguiente media hora. —Sonríe de lado, pero no le dura en cuanto nota mi presencia—. Es que hay cola —añade.
—Aunque es un tema interesante... —la ex modelo lo dice de un modo nada creíble—. Lía estaba haciéndole unas curiosas preguntas a Frank. —Apoya los codos sobre la mesa para poner toda su atención en mí.
—¿Preguntas? —La madre de la pequeña la mira.
—Mamá, mamá. —Le da golpecitos en el brazo—. A exionista le gusta alguien. —Me apunta con el dedo.
—Cariño, es de mala educación señalar a otra persona. —Toma su mano y la baja.
—Me pregunto a quién le gustará exionista. —Rei sonríe con tal intensidad que sus ojos se achinan.
—Rei, ¿puedo hablar contigo afuera? —La miro.
—Claro. —Mantiene su animada sonrisa.
Me levanto primero y ella me sigue al exterior. Una vez estamos frente a frente me cruzo de brazos.
—¿Qué intentas hacer?
—No intento nada. —Se cruza de brazos.
—¿A qué vienen esas preguntas?
—Son las mismas que te he hecho varias veces y que no has querido responder, no me dejaste otra opción que usar el plan B. —Se encoge de hombros.
—¿Por qué tanto interés en mi vida sentimental?
—¿Cuál vida sentimental? —se burla—. Debo ser la segunda mujer con la que te dignas a hablar, siendo la primera tu asistente.
—Aun si fuera así, ¿por qué te interesa?
—Porque no puedo seguir viendo cómo te torturas por algo que no fue tu culpa —espeta.
Me quedo mirándola sin saber qué decir. Me agarró en frío.
Suspira, se pasa los dedos por la parte alta de su cabeza y se enfoca en mí.
—Esperé cuatro años con la esperanza de que en algún punto te cansaras, pero subestimé tu terquedad.
Sé que a su modo está preocupada por mí, y no importa cuántas veces le haya asegurado que estoy bien tal y como estoy ahora, sigue creyendo que miento. Y si fuera así debería entender por qué lo hago. Debería entender por qué hago todo esto.
—Frank, no quiero perderte a ti también.
Trago saliva.
—Está bien. —Suspiro—. ¿Qué quieres que haga?
—No. —Sacude la cabeza—. No intentes complacerme por sentirte culpable.
—¿No es esa la razón por la que te entrometes en mi vida?
Su rostro cambia, no esperaba que sea tan directo.
—Al menos sigues siendo tan idiota como siempre. —Exhala en rendición.
Si para que me deje en paz tengo que ser un idiota, un idiota seré.
—Si ya terminaste de tratarme con lástima me retiro, que tengo cosas más importantes que hacer. —Me vuelvo y me alejo del lugar.
No necesito que se preocupen por mí ni que intenten ayudarme sobre algo que no es mi prioridad.
Porque solo tengo una prioridad: que Lía viva feliz.
No importa si el resto me odia o si dejan de hablarme, mientras Lía esté bien basta para mí.
Freno ante la vibración del teléfono y lo saco del pantalón. Arrugo la frente al leer el nombre de la persona que está llamando y dudo si contestar o no.
—¿Aló? ¿Frank? —Contengo la respiración al escuchar su voz.
Sacudo la cabeza y vuelvo a respirar.
—Él habla.
—Ehm... Lía quiere hablar contigo.
Miro a los lados temiendo encontrármelas por aquí. Apartando el hecho de que no tengo idea de donde me encuentro, no parece haber señales de ellas.
—Exionista.
Ladeo la boca al reconocer aquella aguda voz.
—¿Estás molesto conmigo?
Elevo las cejas ante la pregunta y noto cierto rastro de tristeza en sus palabras. Como si acabara de llorar.
—Mamá, exionista me odia y no quiere hablar conmigooooo —Empieza a llorar.
—Cariño, ya te dije que él no te odia, solo está ocupado.
—Pero me está ignorando.
—¿Dónde están? —pregunto con seriedad.
—En casa —responde la madre—. Lía, ¿a dónde vas? Lía.
Después de eso se hace el silencio.
Corto la llamada y le escribo a mi asistente, quien no tarda en responder. Miro a los lados y detengo el primer taxi que encuentro.
Le indico al tipo la dirección que recibí y le pido que sea lo más rápido posible. Mientras conduce vuelvo a llamar a la señorita Thompson pero sigo sin recibir respuesta.
Los minutos del viaje me resultan eternos y una completa tortura.
—Si llega a mi destino en cinco minutos le daré mil dólares.
—Abróchese el cinturón.
Llegamos al lugar en tres minutos.
Salgo del vehículo y saco la billetera. Y se la entrego al sujeto. Se apresura en revisarlo y abre la boca al sacar el fajo de billetes.
—Aquí hay más de mil dólares. —Me mira.
—Llegamos en menos de cinco minutos.
—Es demasiado... ¡Oiga! —Me alejo a toda prisa.
En vez de esperar el elevador uso las escaleras. Son solo cuatro pisos de todos modos.
Me detengo frente a la puerta con el número que me indicó mi asistente y mantengo presionado el timbre. Pasan los segundos y no escucho respuesta, así que le doy una patada y cae enseguida.
—¿¿Qué caramelos es ese...?? —La señorita Thompson aparece y abre la boca de la sorpresa— ¡Mi puerta!
Camino hacia ella y me detengo a medio metro de distancia. Cierra la boca y se concentra en mí.
—¿Por qué no contestabas el teléfono? —Arrugo la frente.
—¿Ah? —Pestañea un par de veces—. Ah, le estaba leyendo un cuento para dormir a Lía, le da sueño después de llorar.
Exhalo de alivio. Ellas están bien.
—¿Puedo verla?
—Acaba de dormirse... aunque tal vez el ruido la levantó... —Se inclina a un costado—. No, sigue dormida. Esa pequeña solo se levanta cuando le da hambre. —Niega con la cabeza—. Un momento. —Me mira—. ¿Cómo llegó aquí? ¿Y por qué rompió mi puerta? —Arruga la frente.
—Te llamé y no contestabas.
—Eso no responde ninguna de mis preguntas. —Entorna los ojos.
—Pensé que algo les había ocurrido.
Suaviza su rostro y asiente.
—Haré que arreglen su puerta.
—No sé si tiene arreglo. —Le da un vistazo al objeto tirado a nuestro costado—. Fue una buena puerta. —Suspira.
—Me encargaré de que tenga una mejor —aseguro.
—Eso no será necesario. —Finge una sonrisa.
¿Desde cuándo finge tanto?
—Señorita Thompson.
Esta vez sonríe en serio.
—Es gracioso que ahora sea usted el que no me llame por mi nombre. —Suspira en nostalgia—. Parece que fue ayer cuando lo llamaba ex jefe.
Lo que menos deseo es que recuerde aquellas épocas. Lo mejor para ella es que las deje donde pertenecen, en el pasado.
—Señorita Thompson.
—¿Sí? —Eleva las cejas.
No, no puedo mostrar curiosidad sobre su vida. Debo mantenerme lo más al margen posible.
—¿Le gustaría beber algo mientras espera que despierte Lía? —pregunta.
Lo mejor es que pase el menos tiempo posible con ella, solo así le evitaré cualquier incomodidad.
Me limito a asentir.
—Primero me encargaré de esto. —Se acerca a la puerta y se inclina para levantarla.
—Yo lo haré. —Me encargo de colocarla en posición vertical y apoyarla junto al marco.
—Gracias.
—No lo hagas. —Saco el teléfono y le escribo a mi asistente.
—¿Hacer qué?
—Darme las gracias. —Mi asistente confirma que se encargará de inmediato—. No necesitas hacerlo.
—¿Qué estás haciendo?
—Hoy le instalarán la nueva puerta —le indico.
—No hablo de eso. —La miro y noto que se ha puesto seria—. En estos años sé que hemos hablado muy poco, pero desde que apareciste he notado algo extraño en tu forma de comportarte conmigo y empieza a incomodarme.
Lo sabía, mi presencia la incomoda.
—Mejor me retiro. —Me vuelvo hacia la salida.
—Primero responde mi pregunta —pide.
—No tengo una respuesta.
—Mentiroso.
Arrugo la frente y me vuelvo para quedar frente a frente con ella. No puedo percibir ni una pizca de duda en su mirada. Han sido pocas veces en las que me ha visto con aquellos ojos tan llenos de confianza, mostrando su verdadero ser: a una persona temeraria.
La primera vez que me miró así comprendí por qué mi hermano llegó a enamorarse de ella.
Es imposible no caer rendido ante esa mirada.
☆♛♛♛☆♛♛♛☆
¡Hola!
Volviiiiiii
Me disculpo por no actualizar por casi un mes u.u pasaron tantas cosas en casa que recién estos días he podido acomodar mis tiempos para corregir los caps del conde que tenía escritos T.T
Les tengo una noticia :3
¿Me van a dejar hablar? forma parte de la libreta Lecturian que ha lanzado la tienda literaria 4 Books :'3
(Libreta solo disponible para Perú, si quieres más información escríbeme al privado)
Este será el último capítulo del 2022 por lo que me gustaría agradecerles por acompañarme un año más y seguir leyendo sobre las aventuras de Amelia, y sobre todo gracias por su paciencia :3
¡Volvemos con las actualizaciones!
Días de actualización: Lunes y Viernes
♛PREGUNTAS♛
☆¿Preguntas?
☆¿Frase favorita?
☆¿Teorías del siguiente capítulo?
Nos vemos pronto 7u7
♡ Los adoro ♡
Vale Rie☆
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